Prólogo
Puede que no tenga el mejor carácter, ni sea muy atento con las personas que lo rodean, tal vez sea un descortés y malagradecido, un aprovechador, una persona muy caprichosa y cambiante.
Es probable que yo sea la única persona que podría permanecer a su lado, pues no espero ningún trato especial; después de todo, puede ser que yo sea la única persona que ha notado aquel lado frágil y sensible en él y tal vez por eso mismo sigo a aquí cumpliendo cada una de sus exigencias.
Muchos rumores se han propagado por el personal de servicio en la mansión Kim, incluso en ocasiones pude creer que eran ciertos, tal vez sí me había enamorado de él…
Pero luego lo miraba, miraba aquellos ojos llenos de lágrimas, sus puños emblanquecidos por la fuerza con la que los cerraba, como su cuerpo temblaba luego de haber contenido su llanto hasta llegar a su cuarto, su único refugio donde podía demostrar que si tenía emociones, que sí era una persona, ese era un lugar donde Jin no eran sofocado por extraños que fingían interés por él. En esos momentos, yo no quería hacer nada más que protegerlo de todos y todo, cubrirlo con mis brazos y contenerlo minuto tras minuto hasta que cayera dormido como solía hacerlo.
A pesar de que él fuera mayor que yo y mi jefe, para mi él era como un hermano pequeño al que debía cuidar, tal vez por eso no me podía permitir verlo con otros ojos más allá de la amistad de hacía años que compartíamos, tal vez era eso, tal vez era miedo. Si, lo se… soy un cobarde… temía ser rechazado, temía salir con él y terminar lastimándolo, después de todo, yo se lo había prometido, le había prometido protegerlo de todo mal.
Pero algo ha cambiado, esta vez, no creo poder seguir así… no puedo seguir cumpliendo mi promesa, ya no puedo seguir cumpliendo sus caprichos. He antepuesto su felicidad ante la mía por mucho tiempo y la verdad eso no me interesaba, yo era feliz si él era feliz… pero creo que esta vez se ha sobrepasado. He roto mi promesa y debería de partir, yo no quiero marcharme, lo quiero mucho como para dejarlo solo, no puedo evitar preocuparme… pero él fue quien me impuso esta regla… si no quiero seguir obedeciéndolo debo partir, pero no voy a partir solo, eso es algo que él desconoce.
Pero tampoco debo preocuparme por dejarlo completamente solo, por lo que veo él ya no me necesita, rápidamente a podido remplazarme y eso aunque me duela, me hace feliz.
Kim SeokJin…
Nuestra amistad comenzó cuando tan solo éramos niños, tú me salvaste, fuiste tú quien me brindó un hogar y una familia cuando yo ya lo había perdido todo, tu mente tan blanca y tu pureza aún estaba intacta y yo no pude protegerla, por eso me disculpo, más si volvemos a vernos solo una vez más… quiero que juegues con migo otra vez.