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Del Bien y el Mal por reydelosPK2

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Del Presente


De Ti y de Mí


Salía nuevamente el sol y Yuuri se preguntaba si existiría alguna forma de Deshacerse de Wolfram y al fin dormir decentemente en esa cama. Era ridículo pensar que esa fuera una forma “natural” de dormir, de seguro el rubio tenía algún trastorno del sueño o bichos, nadie normal dormiría de esa manera.


Sin hacerse esperar empujaba lentamente la pierna del rubio que tenía sobre el pecho. Para su mala suerte estaba medio desnuda, no se pudo evitar rozar su piel, acto que lo dejo algo perturbado y confuso como siempre (¿Por qué un hombre tiene que tener la piel tan suave y… sin vellosidad?). Lentamente la hizo a un lado quedando libre, dejando el resto del cuerpo de Wolfram a un costado para así levantarse, vestirse y desayunar en paz.


Yuuri estaba cansado de ser atormentado por el rubio y sus constantes golpes al dormir, celos, quejas e  insultos. Más aun ahora que había decidido quedarse en Shin Makoku casi de forma permanente, después de todo era su reino.


Ya  acabo la universidad, trabajo en una empresa por cinco años, viajo por el mundo acompañando a su hermano. Supuso que era hora de ponerse serio con lo referente a su reino y su puesto como rey.


Bajo las escaleras y miro a la ExMaou y madre del rubio sentada en la mesa esperando a que el resto bajara. A su lado Anissina. Sin dudarlo pensó que ambas se veían muy bien con esos vestidos  que resaltaban su figura y belleza. Fijó su mirada en la ExMaou, se preguntó cómo sería el rubio de ser mujer, sinceramente era muy bello como varón. Si Wolfram fuera mujer y mantuvieran un compromiso supuso que tendría más problemas espantando acosadores y demás. Sin duda el rubio mismo era un problema de nivel tolerable, anormal y tolerable (Río). De verdad quien lo mandaba a parecer un ángel caído del cielo. Dio gracias a que su carácter fuera difícil pues de ser diferente sería más complicado lidiar con él y quien sabe podría pasar… (Se puso rojo recordando el roce que tuvo con su pierna, y no era el único roce que se le venía a la mente)


-Buenos días su majestad- dijeron ambas damas al mismo tiempo. Yuuri se esforzó en mostrar normalidad pero era algo complicado… maldijo las hormonas y su débil personalidad.


-Buenos días Cheri-sama. Anissina-sama- saludo cordialmente a las nobles.


-Hoy finalmente se cumple el quinceavo aniversario de su compromiso. Su majestad: ¿al fin pondrá fecha de la boda?- Interrogo la sexy ex reina, pues era una pregunta anual que no debía faltar.


Yuuri sintió como el peso de ese compromiso caía sobre su espalda. Cada año lo mismo. Cada año la Ex-reina con esa pregunta y una tonta fiesta. Cada año soportar a Wolfram acosándolo sobre la fecha de bodas y demás. Cada año sintiendo que era hora de romper el compromiso y al último momento no sabía cómo hacerlo y dejaba las cosas tal como estaban… era un infierno.


-Somos hombres- fue lo único que dijo. Y ese era argumento suficiente para que Yuuri se desligara de más preguntas tontas. Ese día se puso en meta hacer lo que por lastima y miedo no había hecho: romper el compromiso.


Sí, este era su año. Ahora era un hombre y merecía encontrar el amor verdadero sin poder su vida en riesgo por culpa de Wolfram. También estaba decidido: Ese año perdería la virginidad… Tenía casi 32 años, y aunque aparentaba de 20 ya era hora de romper el cascaron.


Lentamente llegaban todos a la meza. Wolfram le daba una mirada de enfado a  Yuuri por dejarlo solo en la habitación. ¿Qué le costaba despertarlo y bajar juntos? Eran prometidos. ¿Por qué le costaba al moreno por lo menos fingir que lo eran? Suspiro resignado. Ese día era el aniversario de su compromiso… Y allí iban de nuevo, como cada año su madre lanzado el reino por la ventana en una ridícula fiesta. Todos con la pregunta incomoda de: ¿Y cuando la boda?. Yuuri aludiendo que eran hombres y entre hombre no se podía tener una familia. El resto explicándole que sí y el haciéndose a los locos. Cómo cada año Yuuri lo evitaría el resto del día. Acaso no empezaron así la mañana… Si, otro día de aniversario… Se forzó a sonreír a los presentes y actuar como si nada. No supo que era mejor, la duda o el arriesgarse y quedarse sin Yuuri, supuso que como cada año el miedo de quedarse sin Yuuri ganaría y se conformaría con la duda de saber si algún día Yuuri llegaría a amarlo.


Como era de esperar las cosas salían de control con Cheri-sama que alistaba una fiesta “sorpresa” en honor a los 15 aniversarios de la pareja real como prometidos.


-Algunas veces tu madre es insoportable…- se animó a quejarse Yuuri


-Solo tolérala, sabes que para ella toda excusa es buena para una fiesta- dijo Wolfram y Yuuri lo miro fijamente, sin poder evitar poner una mano sobre la frente del rubio y preguntar lo único que se le venía a la cabeza.


-¿Estas enfermo?-Pregunta inocente, y según la perspectiva del rubio la peor. Rodo sus ojos conteniendo las ganas de ahorcarlo, pero no, era hora de madurar. Tenía casi 97 años… no podía seguir comportándose como un niño malcriado. Aunque mirándolo seguía aparentando ser un chico de 16 años, incluso Yuuri ya le ganaba en tamaño.


-¡Yuuri!- le dio un golpe al moreno para apartar la mano intrusa de su frente- Es obvio que tu jamás fijaras fecha para el matrimonio. Como tu prometido y lamentable enamorado no correspondido me conformo con ser tu amigo y estar a tu lado en base de respeto y amistad- concluyo y Yuuri no dejaba de parpadear los ojos por tales palabras. Al fin el rubio parecía madurar –Eso no significa que admita infidelidades tuyas… seguimos comprometidos- Concluyo arrepintiéndose de sus propias palabras. Soltar la cuerda a Yuuri era estar abierto a dolores de cabeza pues su apuesto prometido siempre era acosado por damas de la corte y demás entrometidos.  ¿Por qué debía luchar contra todos para tener  la atención de Yuuri? Merecía un descanso y una recompensa por sus esfuerzos, pero nunca veía llegar nada. Era patear oxigeno como solían decir los humanos.


Miro fijamente a Yuuri mientras este reía cálidamente con el resto. Era frustrante mirar y desear probar de la fruta prohibida. Fingió sonreír para no llamar la atención pero por dentro él también llegaba al límite de su resistencia… También deseaba experimentar lo que era ser amado y amar libremente a alguien.


Todos caminaban felices a cumplir sus obligaciones y preparar la afamada fiesta. Mientras Yuuri busca el momento adecuado para romper ese compromiso sin ser asesinado por Wolfram.


 


DE LOS INTRUSOS


Shinou reía mirando el regalo que había preparado para Yuuri, no era una mala acción a su parecer. Era lógico que tanto el destino de nuevo Maou y el de su descendiente eran estar juntos, no quedaba otra salida. Un designio extraño pero que siempre lo supo. Para él no fue coincidencia o error que ambos quedaran comprometidos. Aunque Yuuri adjudicara este hecho a su ignorancia de las tradiciones de Shin Makoku y su mala suerte. De su unión dependía la prosperidad de su reino.


Aquella botella de color verde olivo tenía un exquisito vino dulce, que más que vino parecía un simple zumo de uvas del mundo humano. Pero dentro no solo tenía el vino, sino que gracias la intervención obligada de Murata (Que se negó hasta que Shinou casi lo vuelve loco suplicando ese favor) se mezcló un potente estimulante sexual que sin duda alborotaría al joven Maou rompiendo sus complejos y animándolo a consumar el acto sexual entre ambos. Quizás después de la primera vez el resto sería pan comido.


-Esta noche nada volver a ser lo que fue- dijo mirando a su sabio que miraba con preocupación a su amigo y ex Maou.


-En vez de meter las narices en la relación de tu elegido y tu descendiente, ¿no crees que sería mejor prestar más atención a los recientes intrusos?-Repuso el sabio mirando por la ventana al intruso que se escabullía entre los griteríos de las sacerdotisas que trataban de golpearlos con los palos de escoba. Era la cuarta vez de la semana y la doceava del mes.  


-Exageras, viejo amigo- dijo Shinou- solo es un chico solitarios que disfruta de robar interiores femeninos y puros…-se asomó a la ventana- También de ser golpeado- concluyo Shinou, pues a lo que atestiguaron en cada ingreso el pobre solo atina a tomar algunas ropas intimas y tratar de darse a la fuga, pero antes o después de su atrevimiento era pillado por las sacerdotisas y golpeado.


-no creo que deba ser subestimado- repuso Murata no muy convencido de restarle importancia a tal acto. Pero Shinou estaba más concentrado en su broma que en el intruso. Al final solo se marchó a el castillo de Shin Makoku y Murata de mala gana le siguió (También estaba curiosos de los sucesos que ocurrirían esa noche)



Golpeado y algo mal humorado el sujeto era expulsado del castillo por las jóvenes sacerdotisas. Se levantaba del suelo al ver como las puertas eran cerras, amenazaba con regresar al momento de dedicarles besos al aire y se ponía en marcha.


Lejos de la vista de todos, se metía en una casa humilde casa. Su sonrisa era triunfante al fin había logrado su objetivo. Tal como lo planificaron, esa noche el compromiso seria disuelto, y finalmente se había hecho de la caja de agua que contenía parte del poder del Soushu. Caja y llave… pronto serian de su rey.


-Al fin llegas-repuso un hombre alto, casi de dos metros. Extendía sus manos al joven recién llegado, y este le extendía una de las semillas.


-Finalmente logre entrar al centro del templo donde escondían las cajas que encierran a Soushu.


-Tu hermana también logro entrar al palacio de Shin Makoku si todo sale bien seducirá al Maou y ese compromiso se disolverá- dijo tomando la semilla en mano- si la información es correcta la llave que buscamos posee un carácter inmaduro, celoso y colérico, de seguro el mismo acaba con el compromiso


-Contamos con que la información sea la adecuada- Ambos asintieron. Cumplidas sus metas solo debían entregar la caja y la semilla a su Rey.


Miraron las semillas del cambio. Unas semillas creadas por el poder del Soushu, estas servían como una especie de portal. Al ser puestas sobre el objeto de gran poder eran capaces de duplicar su poder en otro lugar y dejar en su lugar una simple duplica. Dejando así como resultado un objeto inservible en lugar del original.


La idea de poder apoderarse del poder de las cuatro cajas era demasiado ambiciosa, pero solo contaban con una semilla. Eso fue lo único que pudieron crear con el poder del Soushu antes que el nuevo maou lo volviera a encerrar.



-Wolfram…- susurro Yuuri aprovechando que estaban solos en la recamara para mudarse de ropas.


-¿Ocurre algo?- Llama el rubio mirándolo preocupado, la expresión de Yuuri manifestaba miedo y preocupación, su mismo timbre de vos manifestaba su nerviosismo. Wolfram suspiro, siempre supo que ese momento llegaría. Sin saber el por qué solo cerro el ropero y fingió olvidar algo “Solo cuando estés realmente preparado y no sudes como cerdo…” se mintió mirando al moreno nervioso tratando de articular las palabras exactas -Olvide el broche que mi madre compro a Greta- repuso comenzado a caminar en dirección de la puerta


-¡Wolfram!-Llamo Yuuri era ahora o nunca


-Mira me lo dices luego… Debo ir  a por el broche o mi madre no dejara de molestar toda la noche…- rápidamente escapo de esa habitación. Si era difícil para Yuuri acabar con el compromiso, era más difícil para Wolfram aceptarlo más ese día. Por qué el moreno elegía el peor de los días. ¿Romper el compromiso en pleno aniversario? Pudo hacerlo antes de que su madre armara esa tonta fiesta. Antes de ser objeto de las miradas y chismes de los diez reino.


Corrió rápidamente para no ser alcanzado por un Yuuri que abría la puerta para detenerlo, pero al verlo desparecer solo cerró la puerta de su cuarto y se sentó. Esperaría a Wolfram la parodia del compromiso acabaría ese día.


Aburrido por que el rubio no llegaba, miro con curiosidad un regalo puesto sobre la cama que compartía con Wolfram. Le pareció extraño. Era una botella color verde olivo. Destapo el envase deseoso de saber de qué iba su contenido.


No olía a alcohol, no sabía a vino, pero sin duda tenía un sabor único y agradable. Se sirvió una copita para evitar quedar emborrachado si es que era una bebida alcohólica, fuera del gusto necesitaba algo para darse valor y confrontar al rubio. Pero de una copa paso a dos y de dos a tres… cuando se dio cuenta casi acababa con la botella.



De la infidelidad no planificada


Se miró ante el espejo. Después de un mes de dieta, una sesión de maquillaje dedujo que era tan bella como un noble. Sin duda dejar de trabajar en el campo dejo que sus manos descansaran suficiente como para perder esa callosidad.  


El vestido era de campana, con encajes repletos sencillos pero aun así suficiente para sobresaltar su figura. En su mano una poción que rociaba sobre su cuello, una hecha a base de feromonas para despertar el lívido de todo varón.   


Pese a pasar como sirviente tenía una misión conquistar al Maou. Romper ese compromiso y vigilarlo para que este no interfiriera en los planes de su rey. Si la situación lo requería debía matarlo. Planificaron con tanto tiempo ese plan, tardaron cerca de diez años en descubrir quiénes eran los portadores de las llaves. Como sorpresa grata descubrieron que uno de ellos estaba al lado de su reino y no dudaron en robar esa caja y luego atraer la llave al alcance de su rey.


Charlotte recordó el destello de luz oscura que cambio la forma de los cielos. Cuando su reino caía perdido en la destrucción  y el olvido. Fue Saqra el que uso aquel encantamiento para apresar parte de ese poder desbordante que emanaba desde Pacto de sangre expandiéndose en todas las dirección. Apresado parte de ese poder pudo revivir esas tierras casi muertas y  revivir a su casi extinto reino de una forma superior. Ahora mismo poseían una extraña fuerza, sus cultivos eran abundantes y no enfermaban ni envejecían y todos compartían unos ojos rojos.


Se miraron unos a otros y comprendieron que se les daba una segunda oportunidad. Que alguien acudía  a sus plegarias y decidía salvarlos de la muerte. Años después supieron que ese alguien era nada menos que Soushu, era su poder lo que los ayudo a mantenerse vivos, su poder lo que les dio un rey acorde a sus necesidades y una semilla, una semilla que tenía un fin. Ayudar a liberar a Soushu.


Entonces Saqra se puso frente  su gente y dijo.


-Ahora lo comprendo. Lo que es el destino de nuestro reino. Lo que el destino nos prepara pues ahora sé que Maou no es a quien debemos obseder. Es todo lo contrario, él nos ha olvidado, peor Soushu, él ha escuchado nuestras plegarias. Él nos ha elegido como sus hijos y por tanto debemos liberarlo y así reinar como debió ser.


Todos miraron a su rey y asintieron. Todos los olvidaron por ser un reino pequeño y solo ser de agricultores, todos se concentraron en sus tontas guerras entre humanos demonios e híbridos. A ellos solos los deshuesaron.


Los hijos de Soushu se llamaron y como tales liberarían todo el poder de su padre y darían inicio a una nueva era, una sin guerras, regida por un solo poder absoluto.


….


Camino entre los pasillos, hacerse pasar como sirvienta fue una buena idea. Sinceramente el control de los guardias de ese castillo dejaba mucho que desear. Como siempre los regentes de ese castillo bajaban toda la guardia desde que las guerras concluyeron, creerse salvos era un error, era dar paso libre a los ataques de rebeldes. La chica simplemente salto por el techo y llego a un pasillo con unas toallas en mano comenzó su búsqueda del maou. Solo debía esperar el momento que este estuviera solo y  atacar.


Yuuri jamás sintió tanto calor y desesperación. Su cuerpo se sentía extraño muy extraño, lo peor es que quieto no podía estar, pero aun así aun guardaba lucidez para quedarse dentro de su habitación en espera de Wolfram, era su única salvación, quizás el sabría que tenía y como ayudarlo o llamar a alguien de forma discreta para ayudarlo. Sea lo que sea no asistiría a esa fiesta, estaba indispuesto.


Escucho abrirse la puerta, miro con alivio y sonrió algo apenado para luego caer al suelo al ver a una hermosa mujer de cabellera y unos rojos mirándolo fijamente.


-¿Majestad?-Llamo la chica dejando las toallas en el baño sobre la mesa cuando noto la coloración rojiza en la cara del Maou, sin dudarlo se le acercó para ayudarlo. Ese era su misión seducirlo y que mejor que aprovechar del malestar que presentaba el rey.


-¡No me toques!-Grito Yuuri golpeando al mano de la chica al sentir como esta le toco el hombro. Por los cielos ni él sabía qué demonios pasaba, pero algo malo pasaba y el culpable de seguro era esa botella verde olivo. Se puso nerviosos al sentir ese aroma que lentamente nublaba su raciocinio. Era embriagante y anhelaba sentirlo más y más…


Charlotte solo le miro medio drogado y rio.


-solo libérate…- le susurro acercando su cuello impregnado de esas hormonas y fue todo lo que necesito. Yuuri cual bestia simplemente  salto sobre su cuerpo pasa sesear su instintos naturales.



Wolfram tomo el broche que su madre compro a Greta se hundió en sus pensamientos, no deseaba regresar a esa habitación y escuchar esas palabras. Realmente no deseaba oírlas jamás.


-¿Wolfram?-Escucho una voz- ¿qué haces aquí, deberías estar con Yuuri alistándote para la fiesta? En una hora llegaran todos los nobles


-¿Con qué sentido?…- Interrogo Wolfram a su hermano Conrad- esto solo es una parodia- concluyo


-Valla- se le acerco- Debe ser difícil… pero tú sabes como yo que él no lo hace a propósito… Pese a que fue un accidente. También él te quiere mucho… eres


-¿Cómo un hermano…?- rio decepcionado- supongo que tienes razón… solo debe importarme seguir a su lado y protegerlo… ese es mi deber después de todo


-Exacto. Veras que con el tiempo todo sanara y volverá a la normalidad. Además si es verdad el designio revelado por Shinou es su destino estar juntos.


Wolfram asintió con la cabeza. Después de roto el compromiso nada cambiaria, seguiría a su lado como su guardia personal, como lo hacían sus hermanos, con el tiempo serían capaces de ser no solo ser amigos. Serian como hermanos.


Si, Wolfram sería capaz de verlo casado y con hijos y quizás él también podría volver a enamorarse y casarse. Todo estaría bien pues podría seguir a su lado protegiéndolo. Se resignaba caminado nuevamente a su recamara.


-Al menos quedaremos en buenos términos- se consoló frente de esa puerta antes de abrirla. Era tiempo de ser maduro y aceptar la realidad y ejecutar la mejor acción para el Maou. Así pensó, pero no pudo contener su rabia al ver esa escena


Simplemente la habitación estaba algo desordenada y la cama des tendida y sobre esta dos figuras moviéndose frenéticamente


-¡Así! ¡Así!…- decía la mujer siendo penetrada por Yuuri.


Empuño las manos y crujieron sus dientes antes de simplemente lanzar sus leones de fuego contra ambos traidores.


Desde el salón de fiestas se oyó el estruendo y como era inevitable tanto los hermanos como la guardia acudieron a ver qué ocurría, más nadie se atrevió a interferir al ver a Wolfram con espada en mano persiguiendo colérico a un Yuuri desnudo que solo atinaba a correr por su vida. Detrás de ambos una joven doncella desnuda cubierta con algunas sabanas. Y estas sabanas manchadas con sangre.


-¡Maldito infiel!-gritaba el rubio dando a entender todo lo que aconteció en esa recámara



De la Ruptura del compromiso


Ya más calmados y sentados en la oficina de Gwendal los jóvenes se miraba contrariados al escuchar sobre la afamada botella y el afrodisiaco, al escuchar a la aparente victima verdadera de la jugarreta del ex Maou.


Miraron a la doncella llorando a cantaros y en sus manos expuesta la virginidad perdida.


-¿De verdad?- repuso Murata con expresión molesta a su viejo amigo


-Fue un error de cálculos, se suponía que Wolfram seria…- Callo al ver a Yuuri levantarse violentamente y comenzar a decirle una que otra verdad.


Mientras Wolfram seguía en su mundo conteniendo sus ganas de volver a destruir todo lo que tenía frente suyo. Ya había hecho demasiado escandalo destruyendo en el proceso de persecución los pasillos, el patio y quemando al caballeriza. Realizar otra escena de despecho solo incrementarían más las habladurías que de por sí ya corrían. Mas humillaciones no… ya no.


Fuese o no una jugarreta del ex Maou, Wolfram sabía que Yuuri deseaba a cavar ese compromiso ese mismo día. Sería igual, el resultado sería igual pasara o no pasara la infidelidad. Seguro estaba que al ver en un futuro al moreno con otra mujer no se podría contener y se repetiría lo mismo. Debía acabar con esto, debía alejarse de Yuuri di deseaba poder llegar a olvidarlo y continuar con su vida y el poco orgullo que aún le quedaba.


-Este compromiso acaba hoy- dijo Wolfram con una seriedad que helo a todos y dejo reinar el silencio


-Pero…- trato de intervenir Murata pues de verdad era el destino de ambos jóvenes estar juntos- ustedes están…


-¿Destinados?-Escupió Wolfram con frialdad- dejemos esas cosas de lado. No puedes imponer cosas a quien no quiere- se levantó- y yo ya no quiero este compromiso. Si me disculpan debo hacer mis maletas


-¡Pero Wolfram!-llamaba su madre


-Madre ahora no tengo cabeza para esto. Pero algo que si se es que no permaneceré más en este reino siendo señalado o soportando miradas de ajenos… marcho a Bielefeld. Quizás pasado un tiempo podamos volver a hablar de esto. Pero ahora no.- Wolfram camino a la puerta y salió cerrándola detrás suyo


-¡Yuuri!-Exclamo La ex reina- ¡No dejes que se valla!


-Es lo mejor…- dijo el moreno- hoy tenía planeado romper este compromiso… dos hombres no pueden casarse o ser pareja. Digan lo que digan eso no ocurrirá…- concluyo a sincerándose, mientras Wolfram avanzaba a su recamara a tomar algunas ropas pero al ver ese cuarto solo giro y marcho a las caballerizas, no necesitaba nada de ese lugar, todo estaba impregnado de los recuerdos de Yuuri, mejor empezar de cero. Sin nada que se lo recuerde.


Según avanzaba sentía la mirada de los invitados que recién se enteraban de lo ocurrido. Todas esas miradas sobre su persona.


Tomo su caballo y marcho. Nunca más volvería a ser humillado



Fueron tres días de cabalgata para llegar al reino Bielefeld, bajo de su caballo su lord lo esperaba y miraba impaciente pero sabía disimular su impaciencia deseaba saber que había ocurrido.


-Saqra- llamo  a su señor de forma normal  para no levantar muchas sospechas.


-Bienvenido seas Toold- correspondió el príncipe de Yaku en frente de otros soldados vestidos de civiles que cargaban algunos víveres que ofrecían en venta al reino Bielefeld. Después de todo eran conocidos como un reino poblado de agricultores y ganaderos en su mayoría, aunque también era dedicado a la minería. En fin un reino pacifico que no poseía poderío militar destacable.


-¿Ya habéis terminado los tratados de comercio?- interrogo Toold a Saqra y este asintió- será posible poder recorrer el reino, estoy algo curiosos de conocer estas tierras Saqra.


-Por supuesto. Si me disculpa- se excusó de algunos soldados que custodiaban a un noble que supervisaba a los vendedores del reino vecino. No era desconfianza, simple protocolo.


El noble asintió con la cabeza menospreciando tal información y aburrido de hacer el inventario, sinceramente ese reino era extraño para muchos, un reino sin defensa, sin talento entre sus súbditos, sin pretensiones, un reino débil, que de no ser por su agricultura, venta de caballos y comercio de joyas a el reino Bielefeld y el otro reino vecino nadie conocería.


-Y…- comenzó a preguntar- ¿Tuviste buena impresión de Shin Makoku?


-Hermoso reino. Humanos, demonios conviven sin diferencia alguna. De hecho cuando me iba se alistaban para la fiesta del quince aniversario del nuevo Maou y el príncipe de Bielefeld, dio inicio un gran escándalo. Hubiera querido quedarme más tiempo pero reunirme con usted era prioridad.


-¿Y tuviste percance alguno en tu paseo?


-Si. Dos personas me negaron el acceso a sus granjas. A pacer son algo recelosos de sus cosas, pero aun así logre conseguir una- extendió la semilla en dirección de Saqra que al tenerla en manos rio.


Continuaban hablando frente a algunos pobladores y soldados que al oír lo aburrida de su conversación los ignoraban como siempre y seguían con sus faenas.


-Y tú…- repuso serio- ¿Que harás con el abono para la semilla?- se detuvieron y vieron una estatua de Rufus Bielefeld


-No estoy muy seguro, por más que estudiamos las técnicas de cultivo antiguas no hemos podido dominar sus principios. Pero ya no podemos esperar más tiempo. La calma hacer al sabio, pero en nuestro reino el tiempo de lluvia aun no llega. No podemos fallar.


-Si ya no podemos esperar- concluyó mientras miraban la llegada de él joven Von Bielefeld a su reino.


-Planeo tomarlo



-¿Y ahora qué?- Conrad interrogo a su ahijado. Era de conocimiento público que el Maou tomo a una doncella pura, doncella de un reino vecino según informó, pero aun debían investigar. Era de conocimiento que el rubio rompió el compromiso al descubrir el engaño. Era imposible parar los chismes, era imposible detener las habladurías, era necesario volver a reestablecer la reputación del rey.


-Supongo…- agacho la cabeza- que debo casarme con ella- dijo mirando como la joven aún  era un mar de lágrimas. Hacía cinco días que ocurrieron las cosas y ella le seguía como perrito faldero sollozando al pensar en su futuro. Nadie desposaría aun chica cuya virginidad fue tomada por el rey.


Todos miraron ese día al ex Maou con enfado, pero también a Yuuri al descubrir que planeaba romper el compromiso. Era vedad que este decía mil veces que dos hombre no eran normal y todos le explicaban que en Shin Makoku si lo era. Que los demonios podían generar vida


Todos creyeron que pese a ir lento ambos jóvenes alcanzarían un nivel de relación donde el uno se volvía dependiente del otro y con el tiempo las cosas fluirían de forma natural. Pero no fue así. Wolfram no daba muestras de volver. Incluso la ex reina fue tras suyo para convencerlo más mando un esqueleto dando a entender su fracaso.



Todos se enfocaban en la ruptura del compromiso y la atención de los nobles que parecían interesados en quedarse pues al día siguiente se informaría oficialmente la resolución que Maou tomaría, sin mencionar que deseaban saber si el nombre Bielefeld regresaría o se marcharía para siempre. En fin la curiosidad les quitaba el sueño. Y la posibilidad de unir a alguna de sus hijas con el rey también les parecía tentadora.


La chica desconocida por todos antes ese momento tomo nombre: Charlotte Wins. Una simple mujer que buscaba ganarse la vida como sirvienta, aunque a los  ojos de Murata eso no era convincente, quizás porque no pillo en los registros su nombre. Pero nada podía hacer las lágrimas de cocodrilo mantenía a Yuuri en un estado de súplica de perdón. La prueba de perdida de virginidad era evidente. Murata decidió aguardar por el momento, por lo menos hasta que los nobles se fueran y pudiera hacer entrar a Yuuri en razón, no podía casarse con una desconocida, ese no era su destino.   



Como era de esperar su Tio le dio la bienvenida, era su amado sobrino. Como no hacerlo si era el legítimo heredero de esas tierras. Y a quien quería como a su propio hijo.


Wolfram trato de mantener la altura que su nombre exigía. No era cualquier persona era un Bielefeld, descendiente del Shinou a quien por el momento odiaba. Desencinte de Rufus. Suspiro y se alisto para comenzar a hacerse responsable por su reino.


Fueron días en los que la noticia le llego como un balde de agua freía, días después de despachar a su madre, un esqueleto llego y entregaba una carta. Ya esperaba esa noticia pero no tan pronto.


El Maou se comprometía con esa doncella y fijaban fecha de boda.


Rio estruendosa mente según trituraba ese mensaje. Quince años Wolfram espero para que Yuuri se animara a hablar de matrimonio o romper el compromiso y con esa doncella ni un maldito mes y ya fijaban fecha de bodas.


-Wolfram- llamo su tío entrando a su cuarto y al verlo colérico y riendo por la ironía de ese mensaje dijo  lo único que se le vino en mente- si deseas podemos faltar a…


-Sí…-asintió – supongo que mi presencia solo daría habladurías- rio- aunque mi ausencia también, pero al menos no seré testigo de estas- concluyo.


Su tío lo miro con lastima, pero comprendió que era lo mejor.


Dejo caer una carta sobre la cama del rubio que noto tal acción


-¿Y eso?-interrogo tomando la carta


-Una propuesta de conocerte y establecer amistad y un posible compromiso a futuro- repuso su tío. Wolfram negó con la cabeza, no estaba para eso aunque… ganas no le faltaban-insiste no estar interesado en presionarte, que comprende la delicada posición en la que te hayas, pero desea siquiera conocerte y frecuentarte y así hablar sobre el comercio de ambos reino


-Saqra Yaku…- susurro Wolfram, no recordaba tal nombre. Pero quién demonios era el para negarse. Mejor dicho porque debía guardar santos mientras el idiota de su ex ya hacia planes de casamiento- supongo que puedo conocerlo.


….


 


Una fecha de bodas se fijó. El compromiso estaba claro y la fecha de boda también, pero Yuuri aún no se sentía del todo bien.


Era bueno tener su conciencia tranquila pero después de calmar con la boda a Charlotte esta parecía otra persona y el comenzaba a notar la diferencia de su vida actual con la de antes.


Miro su amplia cama esperando dormir tranquilo sin éxito. Se había acostumbrado a luchar por conseguir un pedacito de espacio para reposar. Pues el rubio tenía la pésima manía de revolcarse por toda la cama en búsqueda de su posición perfecta. Era extraño el silencio y la calma. Extendió una de sus manos y noto que esa cama realmente era grande.


Abrió los ojos y solo hallo el fastidioso silencio y la luz de luna iluminado su habitación. Giro a un costado y por más que quiso no pudo volver a cerrar los ojos toda la noche. La culpa y su ausencia era un gran peso que lo comenzaba a consumir. Saldada la culpa con la chica aparecía como fantasma la culpa de romper el corazón de Wolfram. Sabía que el rubio lo amaba y que él no podía corresponderle, pero jama s espero dañarlo tanto… Odio más Shinou de ser por él no quería volverlo  a ver en toda su vida.


Se supone que una persona necesita 21 días para acostumbrarse a una rutina. Suena fácil, pero… cada noche del proceso su salud se iba desgastando. Incluso ponía almohadas  imitando al rubio. Nada funcionaba. Como un fantasma su ausencia lo atormentaba. Y ¿por qué no habría de hacerlo? Lo había lastimado. No era forma de acabar su relación, no era la forma.


En el comedor:


-Majestad-llamo la Charlotte a su futuro marido y este la miro tratando de disimular una sonrisa. Ella no tenía la culpa de su descontrol. Además era lo mejor para salvar su honor y acabar con los chismes.


La miro fijamente. Bella mujer de silueta fina, cabellera rojiza lacia que llegan a rozar sus hombros. Ojos extrañamente rojos y una piel de tez tigreño claro.


-Buenos días- saludo sentándose en la mesa. Eran los primeros que llegaban a desayunar. 


A la mesa miraron llegar a Conrad, Gwendal y Gunter. El resto simplemente tenían otras casas que hacer.


Parecía que después de la ruptura todos no sabían cómo comportarse a de qué lado estar.  Greta lloro mucho y trato de impedir que su papa Wolfram se fuera, pero como la  mujer que era ahora lo comprendía y quizás por eso no interfirió.


Cheri volvió a sus viajes en busca de amor. Anissina en su reino y sus experimentos, Greta en su instituto parrándose para ocupar sus funciones en su reino.


Todos se miraron y enfocaron en hablar sobre las obligaciones pendientes de Yuuri. Los hermanos evitaban tocar temas relacionados con Wolfram o sucesos de la semana pasada.


Al pelinegro alzo la mirada, ¿Qué esperaba? ¿Qué todo siguiera como si nada pasara?


-La fiesta se llevara a cabo dentro de dos semanas. Eso despejara en los rumores y habladurías. Las invitaciones fueron enviadas a los diez reinos


Yuuri miro a su Gwendal.


-¿También a él?-Interrogo y la chica lo miro fijamente. Era obvio que el Maou no la amaba, también que extrañaba a su ex prometido. Pero ella no podía darse el lujo que el Maou interfiriera con Saqra su rey.


Puso una mano sobre su boca ahogando su voz y fingiendo malestar y todos giraron a verla


-Con su permiso- se excusó la muchacha marchándose sin explicación mientras las miradas volvían a Yuuri


-¡No!- dijo él, no podía tener tanta mala suerte. Solo por una vez y ella comenzaba a mostrar síntomas de embarazo. ¿No era muy rápido?. Pero al ver la mirada de los mayores se resignó- entiendo- concluyo siguiéndola. Era molesto correr de tras de su actual prometida. No es que fuera mala, es solo que… no era lo mismo. No había temas de conversación. A la chica solo le interesaba ser melosa y cógele del brazo por todo el reino. Odiaba cabalgar y el sol o mover un solo dedo. Le fascinaba ir de compras y que le cumplieran todo capricho. En fin… diferente a Wolfram. Con quien podía aventurarse a viajes, practicar con la espada, cabalgar. Alguien que lo cuidaba y no a quien cuidaba. Era una chica deslumbrada por el dinero ahora que lo tenía. En cambio Wolfram siempre lo tuvo y supo dar importancia a otras cosas.


Saco una tableta energizarte para tolerar el día. Otro día acompañando a la chica por todo el pueblo y verificando que estuviera bien.


-¿Cómo les fue?-Interrogaron en la cena. Yuuri hizo una mueca resignado


-Vomito cuatro veces- repuso y todos suspiraron. Ahora no solo debían informar preocuparse del matrimonio, también de un heredero. Sin duda cuando Wolfram lo supiera pondría en grito en el cielo. Se resignaron a no volver a verlo por décadas.



De un nuevo prometido


Un nuevo esqueleto se posos sobre el balcón del castillo Bielefeld uno con una nota. Wolfram arqueo las cejas al leerla. La prometida ya esperaba un hijo de Yuuri. Arrojo la nota al basurero. Y camino furiosos por su despacho, no tenía cabeza para nada cuando su tío irrumpió


-¿Dime tío?-Pregunto no de muy buen humor


-Tenemos visita-indico dejando ver detrás de él a un extraño hombre de cabellera grisácea y ojos rojos. Físicamente se notaba ser mayor a Wolfram, y más corpulento. Era claro que era un hombre  fuerte, imponente, su mirada fría estaba fija en su persona. Wolfram solo trago saliva, algo en su persona lo ponía nerviosos.


-Gusto en conocerlo. A qué se debe el honor de su visita-Saludo con educación, el mismo había aceptado conocer a Saqra el heredero de Yaku. El joven había puesto en claro su deseo de conocerlo y establecer un compromiso matrimonial con el rubio en el futuro. Cuando el escandalo referente al Maou y el príncipe Bielefeld fuera olvidado.


Saqra hiso una reverencia frente al rubio. Y al levantarse paso a mirarlo nerviosos


-Es mío el pacer. De verdad había oído de usted y su belleza, pero es diferente a lo que comentan… realmente me ha dejado sin palabras. Disculpe espero no faltarle al respeto.


Wolfram arqueo las cejas, Saqra no era de su agrado pero recordó al carta. Al diablo el amor, era mejor hacer las cosas con cabeza fría. Ella mor no servía, mejor fijarse en uniones que beneficien a su reino.


-Pierda el respeto. Estamos entre amigos- siguió con el lenguaje formal Wolfram.


-Mi reino al igual que mi persona hemos esperado tanto por esta oportunidad al notar que ese compromiso suyo jamás avanzaba y ahora que se nos da la oportunidad con claro descaro y a riesgo de ser rechazado vengo a tomarla


Ambos rubios miraron al heredero de Yaku. Y asintieron.


-Deseo unir ambos reino. Ambas familias en una sola, para llevarlos a la prosperidad con ambos como sus gobernantes unidos por el matrimonio- concluyo de forma educada acercándose al rubio dando le una cachetada.


-Espero su respuesta- dijo el hombre mirando al rubio fijamente en espera de su reacción


El rubio miro al príncipe de Yaku. No era un chico apuesto como Yuuri, sus facciones eran maduras, sus acciones también eran firmes humildes y determinados. Suspiro quizás eso era lo que necesitaba para el progreso de su reino. Alguien mayor y sabio, alguien de pensamiento frio ya analítico que le ayudara a mejorar y madurar. Alguien a quien ver como su igual y no preocuparse por protegerlo, de hecho quizás animar a ser protegido por esa persona.


Wolfram asintió. Aceptando el compromiso.


-Bien entonces anunciaremos el compromiso- repuso


-solo el compromiso- dijo Saqra mirando al rubio- no deseo adelantar una boda no sin que su excelencia conozca mi persona y mi reino. No quiero que hallan malos entendidos entre nosotros, tampoco que el resto de los reinos o los nobles hablen que esta relación es un simple despecho por el reciente compromiso de Maou… si está de acuerdo.


Wolfram asintió. Era verdad no podía simplemente casarse y ya. No era como Yuuri. El sí haría las cosas pensando. Además suficiente tenía con las habladurías de las cuales él era presa por culpa de Yuuri.


-Me parece bien- concluyo.



La primera vez que llego al reino Yaku sus ojos quedaron sorprendidos por la disciplina de su gente. Cada una pese a ser simples granjeros actuaban como soldados bien entrenados.


Los miro parados en filas equitativas con orden de menor a mayor. Sus ropas del color blanco, solo Saqra y tres personas más vestían de negro, eran la clase noble y guerrera.


Miro los cultivos, exactas formas geométricas ubicadas en pisos y con sistema de goteo que racionalizaban el agua.


-No podemos darnos el lujo de desperdiciar vital elemento…- dijo Saqra mirándolo- sabes hubo un tiempo en el que mi pueblo casi es destruido por una gran sequía. Mi padre al igual que mi madre murieron y yo quede a cargo del reino desde temprana edad. Por ser pequeños y no tener dinero nadie nos ayudó. Todos estaban concentrados en la llegada del Maou esperando que el acabara con los conflictos de los otros reinos. Vi a muchos morir y enfermar.


-Y…-dijo Wolfram conmovido por tal historia- ¿cómo superaron esa situación?- pregunto pues por más que el analizaba no sabría cómo salvar a su reino si eran presa de una sequía. Podía librar guerras pero no luchar contra la naturaleza


-Gracias a la disciplina, la esperanza y la valoración de los recursos naturales- miro a su gente con orgullo- olvidamos el bien personal y lo fijamos en el bien colectivo. No fue fácil, pero nuestro esfuerzo fue compensado… Resistimos y sobrevivimos con lo que otros considerarían imposible, no hicimos fuertes y comprendimos cual es el camino a seguir.  


Wolfram trago saliva. Escucharlo hizo estremecer su ser. La mirada fija de ese hombre escarbó lo más hondo de su orgullo y lo destruyo. “En verdad… Solo fui un egoísta”


“sufriendo por un amor cuando debería enfocarme en mi reino, en ser un buen rey. En llevarlo a la gloria. Ese debería ser mi único objetivo” se recrimino. Quizás fue una de las pocas veces que el rubio se sorprendió y sintió admirar a alguien y es que ese hombre era muy diferente a Yuuri. Diferente  a todos los que conoció, su labia no pretendía la gloria, hablaba de su reino con orgullo y de su disciplina y valoración de recursos. No hablaba de jerarquías, ni familias importantes, hablaba de todos por igual.


-Aun somos pocos, pero somos fuertes y decididos a dar todo con tal de mantener nuestro reino en pie. Deseo unificar ambos reinos y llevarlos a su gloria. Y sé que contigo puedo lograrlo.


Wolfram asintió con respeto. Deseaba aprender tanto de Saqra y su gente.


……


Ese matrimonio anunciaba tantas cosas para Yuuri, cosas para las que no se veía preparado o animado a aceptar.


Cosas que perdió y ya no podía recuperar. Extrañaba al rubio, era el único que le decía las cosas de frente y aun así le animaba con frases sutiles y algo egoístas… Ahora… miro nuevamente su vacía habitación. Ahora no había nadie que lo animara, que lo convenciera de que saldría bien parado de esta.


-Wolfram…-susurro saliendo de ese cuarto pues se sentía ahogarse con los recuerdos. Lentamente camino por los pasillos de su castillo.


Miro los hermanos del rubio entrar a la oficina del mayor. Quizás solo por curiosidad les siguió y quedo parado detrás de las puertas. Deseaba saber más de la vida del rubio. Nadie le decía nada y él mismo no se animaba a preguntar, pero se moría por saber. ¿Seguiría molesto? ¿Ya lo habría perdonado? ¿Volvería a Shin Makoku? ¿Lo extrañaba?


Sinceramente ese día no se sentía preparado para las cosas que se le venían encima por un tonto error. Por una estúpida broma y tampoco estaría preparado para esta noticia:


-Así que se ha comprometido…- escucho y empuño las manos molesto. Al menos Wolfram debía tener la decencia de mandarle una invitación pensó. Apenas volvía a acostumbrarse a su ausencia y tolerar de mala gana a su esposa y aun así el rubio ni una carta le dedico. ¿Dónde quedaron tantos años de amistad? Porque al menos eso podían ser: Amigos.


-Reino Yaku… No recuerdo haber escuchado de el- dijo Gwendal desconfiado. Ambos hermanos estaban algo preocupados de que Wolfram actuara erradamente por simple despecho.


Yuuri avanzo recto, no deseaba saber más, estaba molesto. Sería igual que el colegio. En unos años serian simples extraños… ¿Dónde quedarían todos sus recuerdos?. ¡Quince años! ¡una vida!


Sentado revisando algunos documentos miro el sol salir y con el llegar a su oficina a Gunter que al verlo se vio sorprendido pero feliz de ver a su monarca afanado en las labores del reino. Yuuri suspiro y miro el techo mientras Gunter le ayudaba organizando los documentos ya revisados para ser despachado a sus respectivos destinos.


-¿Conoces algo sobre el reino Yaku?- Pregunto sorprendiendo con tal pregunta al pelilila


-¿Reino Yaku?-Interrogo sacando un libro del estante libro. No recordaba nada de un tal reino Yaku.


-Mmmm- Mugió Yuuri, no podía creerlo y le parecía poco típico de Wolfram. Es decir siempre le conoció como exigente en cuando a su apellido y su linaje, pero ahora se prometía con el heredero de un reino desconocido, pues si Gunter no lo conocía no debía ser la gran cosa. Sin duda el monarca de ese reino no merecía al rubio y orgullosos demonio de fuego.


-Valla. Según mis escritos solo se trata de un reino dedicado a la agricultura y la ganadería, es vecino del reino Bielefeld


-Así que son vecinos…- repuso hallando algo de lógica a ese compromiso y también se molestó de saber que quizás se conocieran desde niños… Mil especulaciones pasaban por su cabeza. Y un extraño deseo de ir a verlo y traerlo de regreso también. Sinceramente verlo con otro hombre jamás fue de su agrado… recordó el sueño que tuvo con la maquina Shinou. Era desagradable.  Dos hombres era desagradable, pero más que nada ver a Wolfram con otro hombre era mil veces más desagradable. Insoportable.  


“Vamos Yuuri…” se comenzaba a decir “Es lo mejor. Un hombre debe tener una mu…”


Cayo sus pensamientos al escuchar cómo se abría las puertas de su oficina y dejan entrar a su pronto esposa furiosa.


-¡Yuuri! ¡¿Cómo es posible que no pueda conseguir ese collar?! ¡Eres el rey! ¿Por qué yo que seré tu esposa no puede lucir ese collar?- señalaba una revista de modas de la tierra señalando el collar de la reina de Inglaterra


Yuuri arqueo las cejas. Era obvio que no podía tener ese collar. Una cosa era ser reina de Shin Makoku, otra que pudiera  tener las joyas del mundo de la tierra donde él no era nada. Solo un simple japonés.


-¡Ya te lo explique!- repuso Murata con una gotita en la cabeza- esas joyas no existen en nuestro mundo son de la tierra- le hablo con suavidad


-Eso no importa ¡Él es el rey! ¡No existe nadie que sea más poderoso que tú! – Señalo a Yuuri- ¿No es verdad cariño? – le hablo con dulcemente


Yuuri rodo los ojos. Esa mujer era demasiado compleja. Una clara trepadora, pero bueno ya no había marcha atrás, aparentemente seria la madre de su primogénito. Su metida de pata se volvía su condena. Solo quedaba esperar el matrimonio y punto final.


Incluso Murata termino lanzando la toalla. Hasta que no naciera ese niño no podrían hacer la prueba de ADN y es que Charlotte si estaba esperando un hijo.


De poder cambiar la historia lo haría, pero eso era imposible, aunque mirando al cielo rogaba una señal que se mostrara su verdadero destino.



Dos viajeros misteriosos...


Ambos peleaban: Él tratando de detener la locura de su hermana sin lastimarla, pues ella deseaba liberar el Soushu por completo. Ella buscaba matar al moreno que interfería en su camino.


Ambos vieron desconcentrado como ese extraño portal era abierto por el choque de energías. Dejándolos caer por ese extraño abismo negro.


Yuuki abrió los ojos recuperando la conciencia y mirándose caer velozmente al suelo. Asustado comenzó a agitar los brazos como si tratase de volar, entonces noto algo que le preocupaba.


No muy lejos de él Marflow también caía, pero a diferencia suya ella aun parecían inconsciente.


Como si nadara  en una piscina trato de acercarse. Debía despertarla, debía hacerlo rápido. No podía dejar a su hermana morir, como el hermano mayor era su deber protegerla.


-¡Marflow!-gritaba pero su voz era llevada por el viento. Estaba desesperado


-¡Marflow!-nuevamente  escucho ente sueños. Era la voz de su madre en un inicio. Se hallaban en Pacto se sangre cabalgando, se sintió salvo pero de la nada todo el escenario se tornaba negro y la presencia del Soushu volvía a mostrare frente a ella. Abrió los ojos rápidamente y se vio cayendo al vacío y no muy lejos de ella su hermano tratado de llegar a tomar su mano.


-¡MARFLOW!- Llamo nuevamente al verla despertar, pero cambio su expresión de felicidad a una de preocupación cuando la vio buscar su espada sin éxito y en vez de este saco su cuchillo dentado de guerra y casi logra darle un buen corte en la mano que trataba de sujetarla.


-¡Marflow!-Se quejó esta vez llamándola molesto- ¡Ahora no es tiempo de pelara si no te das cuenta ambos moriremos si no hacemos algo!


La chica rio sarcásticamente


-¡Tu morirás yo no!- concluyo antes de girar su cuerpo y dejarlo caer en picada acelerando la velocidad de caída. Miro fijamente algún punto de amortizase para aligerar su caída y salir librada de la muerte.


-¿Qué demonio?- se quejó Yuuki mirando a su hermana caer con más rapidez que él. Ver como Marflow aun en estas circunstancias actuaba como si fuera lo más fácil del mundo evitar la muerte de semejante caída. En verdad jamás comprendería de donde su hermana sacaba todo ese conocimiento, esa destreza y esa maldad.


Miro anonadado como la chica sacaba uno de sus cinturones y lo cogía con ambas manos y luego con una y con la otra su cuchillo atrapando la punta de un pino con el cintura dejando que este absorbiera la mayor parte del impacto de caída y a su vez su cuchillo que se clavaba sobre otro tronco cercano  para luego saltar antes de chocar con la ramas más gruesa. Disminuida la velocidad de caída le fue sencillo realizar el resto del descenso y comenzó saltar sobre las ramas de los pinos cual acróbata. Y en un dos por tres con elegancia llegaba  rodando para no dañar sus talones al firme suelo.


Por su parte Yuuki buscaba desesperado algo similar a un cinturón para imitar a su hermana y no morir. No consiguió nada similar apenas se las ingenió para sacarse los pantalones y usarlo de al misma forma. Pero al contrario de Marflow se dio unos buenos golpes y cayo torpemente sobre el suelo dañándose la pierna izquierda.


Cojo, sin pantalones miro a su melliza que lo observaba burlonamente


-¿Y este es el gran Maou?- repuso  escupiendo en su dirección comenzando a acomodar su cinturón y elevar su cuchillo- lástima que ese título ya no lo puedas usar muerto- comenzó a caminar divertida mirando como el terror invadía al moreno que de inmediato trataba de escapar cojeando sin mucho éxito.


-¡Ya basta Marflow! ¡Solo quiero hablar!. ¡¿Por qué demonios haces estos?!. ¿Está loca o qué?. ¡Somos familia!- seguía replicando el pelinegro de ojos verdes- ¡Mamá no quería esto! ¡Papá tampoco!... Por favor, es ahora que debemos unir fuerzas y derrotar al Soushu no pelear entre nosotros…- argumentaba desesperado mirando a su hermana ahora a escasos un metro de su persona lanzando al aire su cuchillo para cogerlo con su otra mano y así influir más miedo a su hermano mayor.


-¿Te corto primero los dedos? ¿Te saco los ojos…?- decía la rubia- Sabes siempre me gustaron los ojos de mamá y tú los heredaste- concluía- creo que me los quedare como recuerdo- de  la nada le daba una patada haciendo caer al suelo y sentándose sobre la espalda de su hermano para coger con una mano sus cabellos y elevar su cabeza mientas con la mano con el cuchillo lo fijaba listo para cortarle la garganta.


De la nada se detuvo al sentir la presencia de ajenos.


-¡ALTO!- Grito un soldado lanzado unas flechas, a su lado Shinou y el gran sabio que realizaban un recorrido especial por pacto de sangre pues sospechaban que algo no andaba del todo bien y al ver a los intrusos caer fueron a verificar quienes eran. Grande fue su sorpresa al encontrar una chica idéntica a Wolfram, y un chico parecido a Yuuri y con el alma del Maou, o al menos parte de su alma.


Marflow salto un par de metros detrás y miro con atención a los recién llegados, más que nada a Murata y Shinou. Estos eran diferente a los de su tiempo. Es decir en su miso tiempo Shinou ya no existía, pero lo reconocía por la esencia de su poder, como no reconocerlo si al verlo creyó ver a su madre pero al notar su mirada de color azul le reconoció como Shinou y descifro su esencia.


Suspiro conteniendo sus instintos de ataque y miro con mayor detenimiento el área que la rodeaba. Ese se parecía a Shin Makoku, pero no podía ser el reino estaba en ruinas, no podía tratarse de su mundo de su… abrió los ojos comprendiendo que ese portal era uno de tiempo y espacio. Sus ojos se abrieron comprendiendo el significado de estar en ese mundo.  Miro aterrada a los dos demonios poderosos y sin hacerse esperar comenzó a correr lejos de su alcance pues Shinou al sentir la presencia del Shinou en la chica no dudo en elevar su poder para atacarla mientras Murata ayudaba al herido. Y no muy lejos Conrad, Gwendal y Yuuri acudían a respaldarlos.


-¡Alto!- grito Yuuki Trato de detener al Shinou al ver como este invocaba su gran poder en dirección de su hermana. Pero el rubio no le hizo caso y con justa razón. La energía maligna que emanaba de esa chica era peligrosa y esos ojos rojos se veían como los de un asesino experimentado.


Marflow giro violentamente y extendió sus manos para lanzar sus lobos de fuego para contra atacar a esos dragones de agua. El vapor emanaba del choque de poderes y ambos rubios se miraron.


No cabía duda. Shinou lo noto, esa niña no solo emanaba el poder de Shinou sino también era una de sus descendientes. Un Bielefeld.


Marflow se agitaba de verdad ya estaba la limite la tonta pelea con su hermano, el choque de poderes con su padre y esta caída. Su cuerpo estaba cansado y su respiración agitada lo manifestaba. Más que nada su sello comenzaba a doler, el poder del Shinou comenzaba a controlar y ella a perder su control.


Sus ojos comenzaban a hacerle ver todos colores sepia y el siguiente nivel era perder la lucidez y dejar sus instintos de supervivencia libre.


-Sois unos montoneros- dijo la rubia de mala gana antes de dar un fuerte golpe sobre el suelo elevando la tierra cual muralla para huir por el bosque.


Yuuki solo lanzo a un costado a Murata y aun con la pierna rota fue donde Shinou y cuando la tierra se elevó y le miro apunto de contra atacar lo abrazo para detenerlo


-¡No!. ¡No la lastimes!-Grito enfocado en evitar que ese hombre matase a su hermana- por favor no mates  a mi hermana- dijo al borde del llanto, ya no sabía que más hacer. Le dolía el cuerpo, su pierna estaba rota, no tenía pantalones y sus poderes tocaron fondo. Solo le quedaba la fuerza de voluntad y el miedo de ver lo poco que quedaba de su familia morir ante sus ojos- por favor…- suplico antes de caer desmayado


Los ojos de todos se posaron sobre el chico que dormía por casi cinco días, al parecer al fin de animaba a despertar. Sobre esa cama y era atendido por Gisela. Todos incrédulos al ver el gran parecido ente el joven y Yuuri.

Notas finales:

Mañana subo un nuevo capitulo y con el las imagenes depersonajes nuevos que iran apareciendo. 

Para satisfaccion de los interesados el fic esta concluido, solo reviso detalles para aclarar algunas cabos sueltos de la historia. Agradeceria que dejsen reviews.

Bye 


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