Abrió la puerta y camino casi arrastrando los pies hasta su baño en medio de la oscuridad de aquel por 5 años ya era su hogar, choco con una silla pero no se inmuto, aun seguía bajo el efecto de las copas de esa noche.
Se quito la ropa y se metió a la regadera, el agua fría lo fue despertando de su trance mientras limpiaba la sangre que cubría su rostro y parte de su pecho, solo quería olvidar lo que había sucedido esa noche d sexo y alcochol, solo olvidar la horrible muerte que había presenciado en sus brazos, como tantas otras. En ese momento comenzó a vomitar, en parte por todo el alcohol que había ingerido y por otra, al recordar el momento en que aquel hombre murió por culpa de un disparo...solo otra noche normal.
-Otra noche y otra vez te has sobrepasado-dijo una voz que apareció en el baño al otro lado de puerta de la regadera
-no me molestes ahora...déjame solo-dijo Gabriel mientras seguía escupiendo el sus tragos
-¡¿para que?! ¡¿Para que te deje vomitar y asquearte en paz?!-
-¿de que me culpas? Al menos cumplí la misión-
-pudiste haber detenido al asesino, o al menos haber avisado a la policía, tu sabias quien era ¿Por qué no lo detuviste?-
-no es mi trabajo detener a los que causan las muertes, yo solo debo estar ahí, en el momento justo y salvar el alma de la victima-
Esto termino diciendo Gabriel en un tono seco y tajante a la voz alado de la puerta, esta comenzaba a tomar la forma de un joven pero solo se veía como una sombra. Gabriel había tocado un punto importante entre los dos, un punto que había sido motivo de discusión por al menos los últimos 10 años anteriores a esa noche, del momento en el que se volvió un heraldo de la muerte, el guiador de almas, y había tenido que presenciar todo tipo de deseos, de jóvenes, viejos, niños he inclusive animales, tantas muertes habían pasado frente a sus ojos y tanto sufrimiento había sentido a través de esas almas en pena...tanto sufrimiento que le habían causado en su vida y siempre había odiado realizar esa labor, aun a sus 21 años de edad, y todo por culpa de aquel ser, aquella sombra falace sin rostro ni cuerpo físico, aquel ángel que se hacia llamar “lifaes”, pero que no podía odiarlo, ya que estuvo junto a el desde el día que nació y por el que sentía algo mas que afecto.
Una nueva oleada de imágenes ilumino la mente del joven, sucios recuerdos de muerte que habían provocado una nueva sensación de asco junto con una refriega de vomito, lo cual dejo en pausa la discusión.
-Pudiste haberte lastimado-al fin rompió en el silencio lifaes con una preocupación agobiante en su voz-estabas muy cerca del objetivo y pudiste haber recibido la bala también ¿Por qué no te alejaste?-
Entre respiraciones agitadas y sacando lo ultimo de licor en su estomago, Gabriel respondió con un tono de cinismo-sabes que debo estar cerca de este y era muy fácil perderse en el mar de gente de ese lugar-
-eso no es una excusa-respondió aun más enojado lifaes-unos centímetros más y te hubiera dado a ti la bala, por eso estas manchado con su sangre...y todo...por ese beso asqueroso que le diste-
-fue el ultimo contacto que debía hacer para salvar su alma de la tortura, además ¿de que debo preocuparme?, sabes también como yo que...esta maldición, me permitirá vivir una vida muy larga hasta que encuentre alguien dispuesto a llevar mi carga-esto ultimo, Gabriel lo dijo con un tono tanto de sarcasmo y tristeza al tiempo que se limpiaba el vomito de la boca
-esta borracho, no se puede razonar contigo en ese estado...pero...si hay algo que no podrás achacarle al alcohol es el acto repulsivo que hiciste antes... ¡¿Cómo pudiste atreverte a tener relaciones carnales con ese hombre?! ¡¿Por qué es que rebajaste tanto?!-
-creía, que no estaba permitido llamarle hombres a los objetivos... ¿acaso estas celoso de un hombre muerto?!...eso es irónico-
-¡¡ ¿te crees muy gracioso por haber hecho eso?!! ¡¡Y no solo con el, sino con los diez objetivos anteriores, prostituyéndote como una ramera!! ¡¡¡ESO ES ASQUEROSO!!!-
-¡¡ALMENOS ES MAS DE LO QUE HE OBTENIDO DE TI!!-grito Gabriel con una furia inconsciente que dejo callado a lifaes, dejando un vació y silencio entre los dos, una reiteración a una verdad que los dos sabían pero solo uno admitía, una reiteración de la carencia de su propio amor.
El silencio siguió extendiéndose entre los dos, solo con el ruido del agua cayendo y Gabriel terminando de bañarse, lifaes recupero poco a poco el coraje de la vergüenza que había sido ese comentario tan horrible, mas por el enojo, lifae se aventuro a responder en un tono bajo y tenue
-eso no es verdad...-
Continuo
-tu sabes que te querido, que he estado contigo en la buenas y en las malas...siempre he estado ahí para ayudarte...apoyarte y salvarte en tu camino, no puedes decir que no te he tocado...te he acariciado y abrazado cuando estas triste...inclusive besado...no digas que no es verdad-
-pero no es lo mismo- respondió Gabriel en un tono melancólico...-no es lo mismo sentir esa energía...no es lo mismo...quiero tocarte, sentirte, yo también besarte...
-apenas...apenas era un niño cuando me dijiste que hiciera este juramento, que aceptara un vida casi eterna de sufrimiento...y solo para estar contigo...solo junto a ti...solo era un niño.
El sonido del agua cayendo fue el único sonido que se oía, poco a poco este también se fue apagando al cerrarse la llave. Gabriel abrió la puerta y salio desnudo del baño, sin siquiera ver a lifae que seguía sin saber que decir, estaba mudo ya que había escuchado algo que no podía responder
Gabriel cerró la puerta del baño y dejo a lifae solo en la oscuridad.