Ah, me duele todo.
Literalmente hablando. Puedo sentir los rayos del sol chocar contra mi rostro, no reprimo un gemido al abrir los ojos y sentir toda la gloria de la luz en mi cara eso sin mencionar que tengo una resaca de puta madre. En momentos como estos odio como nunca a Hoseok y me reprendo mentalmente por dejarme intuir por los constantes berrinches de mi Hyung.
Me incorporo lentamente sintiendo un repentino dolor en mi espalda baja y prácticamente todo mi culo. A decir verdad, es la primera vez que bebo demasiado al grado de perder la conciencia; es una sensación horrible, en toda la extensión de la palabra.
Mis manos reposan sobre las suaves sabanas que cubren la cama, me tomo el tiempo de inhalar y exhalar repetidas veces tal vez un poco de calma interior me relaje y pueda recordar algo.
Cuando por fin siento que el dolor de cabeza a disminuido un quejido, completamente ajeno a mí, se encarga de activar toda alerta en mí y comenzar a maldecirme por lo bajo. No pude evitar encogerme en mi lugar cuando el colchón se removió, indicándome que efectivamente estaba acompañado, mierda.
Con todo el dolor de mi corazón deseo que esto sea una pesadilla, una horrible pesadilla que posiblemente me deje secuelas, aunque si de secuelas hablamos creo que el dolor en mi ano entra en esa categoría. Me sobresalte al sentir su mano en mi hombro, y su profunda voz murmurando un "Hey chico, ¿Estas bien?" juro que casi me para la polla.
Lo encare, de alguna forma logre hacerlo. Mi corazón latía desbocado, podía sentir mis palmas sudar contra la sabana y el calor en mi rostro. Frente a mi estaba el tío más ardiente que había visto; piel blanca, labios carnosos, ojos rasgados, cabellos negros en todas direcciones, sus brazos estaban bien trabajados, al igual que su abdomen, Ah mierda me corro.
A juzgar por los chupones que tenía por todo su cuello, pecho y abdomen supe lo que había sucedido. El pánico se adueñó de mi cuerpo y quise llorar.
Salí de la cama de un salto, siendo víctima del post sexo como el de abajo, maldije mi suerte y mire a mi contrario, el muy maldito me miraba de arriba abajo mordiendo descaradamente su labio inferior, lo admito soy lento y recién recuerdo que yo, al igual que él, estaba desnudo. Tome mis ropas del suelo. Me vestí siendo consciente de la mirada voraz que yacía posada sobre mí.
Termine de anudar mis bototos y me prepare para salir de la habitación. —¿Te vas? Que lastima, la pase tan bien contigo anoche— Le mire de soslayo y este me tenido mi celular. Demonios. Agradecí torpemente con la vergüenza al tope y mis piernas de gelatina.
Prácticamente hui de la habitación, corrí por los pasillos de lo que yo suponía era un hotel. A lo lejos vi una figura bastante conocida y sin pensarlo corrí hacia ella. Joder, me duele el culo, debo estar corriendo como adolescente con un tampón.
—Hopi! — Grite cuando ya estaba lo suficientemente cerca de mi Hyung, este poso su mirada en mí, su rostro parecía asombrado y un tanto perturbado. Cuando por fin llegue a él este tomo mis hombros y me sacudió.
—Tuve sexo con un tío, Tae — lloriqueo — y perdí mi puto teléfono. — Bueno, por lo menos el perdió su teléfono y no su virginidad.
Dios mío. Perdí mi virginidad con un tipo, que, para el colmo ni siquiera es mi novio. Mierda, Jungkook.