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ERES MIO por Sayurayaoista

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Notas del fanfic:

SAYURA: HOLI QUE BUENO QUE AUN NOS SIGUAN

ANA: ESTE LEMMON SE NOS OCURRIO EN UNA CLASE 

NINA: ESPEREMOS QUE LES GUSTE

 

Notas del capitulo:

SAYURA: SOLO NOS QUEDA DECIR UNA COSA

TODAS: ¡A LEER!

Edificios, era todo lo que veía a su alrededor; un suspiro salió de sus labios Ichigo no había cumplido su promesa, al menos no con él.

 - ¿Qué sucede viejo? ¿otra vez pensando en el mocoso? -

Observo al ser enfrente de él tan idéntico al joven peli naranja- al fin y al cabo, era parte de su ser- pero a la vez tan diferente en especial aquellos ojos negros de iris amarillo que lo observaban retadores.

- ¿Qué quieres Hichigo? -

Había ignorado totalmente y de forma deliberada la segunda pregunta mientras el peli blanco ponía una mueca de fastidio; no era sorpresa- para ninguno de los dos- que desde Ichigo había entrado en su propia mente primero para aprender al bankai y después para obtener la máscara de Hollow, Zangetsu se encontraba más pensativo incluso melancólico.

-te gusta el mocoso-

Hichigo repetía la sentencia que se había dictado hace tiempo ya ¿pero ¿cómo era posible? Él era el espíritu de una espada, no era un humano, pero había sido uno, Hichigo lo miraba mientras rodaba los ojos y torcía una mueca, el admitía que Ichigo no estaba de mal ver, pero le enfurecía de alguna forma que Zangetsu se pusiera en ese estado al recordarlo.

-Tal vez…realmente no importa ya-

Y ahí estaba otra vez aquel estado melancólico que tanto lo enfurecía; no lo pensó dos veces, hizo aparecer su zanpaktou y se le lanzo al ataque, el ataque lo tomó-un poco- por sorpresa, pero aun así le respondió cada ataque de Hichigo se hacía más fuerte debido a la furia con la que era lanzado.

-detente, Hichigo-

-hm, viejo idiota-

El de cabello blanco hizo aparecer su máscara de Hollow y en un movimiento el menor logro tumbar al de cabellos castaños logrando que su espada quedara lejos de él mientras que su propia espada reposaba en su cuello.

-me has ganado-

-tsk, eres un estúpido-

Ambos estaban agitados, Hichigo desapareció su máscara y su espada mientras se colocaba a ahorcadas sobre Zangetsu sus manos se dirigieron a aquellos lentes que nunca se quitaba el mayor y las retiro  permitiéndose ver aquel par de ojos cafés que tanto le gustaban, porque ese era el motivo Zangetsu le gustaba y era el motivo de todo de sus celos, de sus ataques, de querer cabrear al mayor siempre; y por eso mismo le molestaba tanto que el de cabellos naranjas estuviera siempre en la mente del mayor, sin pensarlo tomo los labios de Zangetsu de forma brusca.

Se encontraba algo shockeado nunca espero ese movimiento por parte del menor y sin saber porque empezó a cooperar en aquel beso llevando sus manos hasta las caderas ajenas, la piel de Hichigo empezó a tomar un color más “normal” a lo que el de ojos amarillos sonrió con autosuficiencia.

-solo…un pe-pequeño…truco-

En un movimiento cambio las posiciones dejándolo debajo de él y antes de que protestara ataco su cuello, sus manos se dirigieron al obi desatándolo de un tirón y se lamio los labios al contemplar aquel cuerpo desnudo.

 El de cabello blanco por primera vez decidió callar preocupándose solo por sentir aquel imponente cuerpo sobre él, sus manos se dirigieron a la gabardina del castaño empezando a desabrocharla lentamente.

Cuando estuvieron en igualdad de condiciones reanu8daron la lucha de besos húmedos donde Zangetsu fácilmente gano el domino, las manos de Hichigo se aferraron a la ancha espalda arañándola un poco en el proceso.

-pareces un gato-

-mngh, no parece molestarte-

-me encanta-

Iba a correrse estaba seguro de que iba a correrse, aquella voz de Zangetsu estaba cargada de lujuria junto con esos ojos que parecían comérselo una y otra vez, su miembro dio un pequeño brinquito de anticipación y restregó su pelvis con el mayor.

Su juicio estaba nublado y solo podía sentir aquel cuerpo debajo de él vibrando a cada roce, a cada caricia, a cada beso; y necesitaba más de ello, la necesidad de tomar a Hichigo era demasiada tal vez sus muchísimos años de abstinencia estaban perjudicándole.

Su boca soltó la de Hichigo mientras recorría su cuello dejando marcas visibles al morder toda esa piel al descubierto, sus manos no se encontraban quietas ya que manoseaban descaradamente aquel torso, las manos de Hichigo rozaban toda su espalda mientras deslizaba sus uñas sin dañarlo, pero provocándole un tirón a su entrepierna.

Termino de arrancarle los pantalones junto con la ropa interior ni siquiera él sabía de donde sacaba aquella pasión, pero cada toque de Hichigo lo quemaba y necesitaba regresarle el favor, el peli blanco por su parte estaba completamente extasiado valió la pena arriesgarse, las manos de Zangetsu rozaban su entrada estrujando sus glúteos y sacándole jadeos y gemidos que no podía ni quería ocultar.

El mayor se detuvo solo para levantarse del cuerpo del otro admirando su trabajo, la respiración agitada, las mejillas sonrojadas, el cabello desordenado mientras algunos mechones se pegaban a su frente, se mordió el labio.

-vamos viejo ¿o ya te cansaste? -

Y ahí estaba de nuevo aquella actitud retadora que lo molestaba de sobre manera pero que en este punto le gustaba, se terminó de sacar lo que quedaba de su ropa mientras Hichigo se relamía los labios debía mencionar que el más alto estaba muy bien proporcionado.

-ven aquí y usa esa boca tuya en algo más útil niñato-

Un gruñido salió de sus labios aquello había sido una orden clara y precisa, se acercó a gatas moviendo su trasero de forma sugestiva y sugerente, quería volver loco al mayor. Tomo entre sus manos aquel buen pedazo de carne mientras se lo llevaba a la boca, para provocar más al otro alzo la mirada observándolo a los ojos.

Esto fue su detonante Hichigo quería provocarlo pues bien dos podían jugar este juego, lo tomo del cabello de forma agresiva separándolo de su miembro mientras se agachaba a su altura mordió su oreja sacándole un gemido largo.

- ¿quieres portarte como un putito? Te tratare como un putito-

Volvió a pegarlo a su miembro, pero esta vez en cuanto Hichigo abrió la boca empezó a dar embestidas contra su cavidad, estaba totalmente fuera de sí, se quedó un rato hasta el fondo lo suficiente para que Hichigo empezara a golpearlo por la falta de oxígeno.

Cuando lo libero el de cabello blanco respiraba agitadamente mientras un hilo de saliva escurría de su boca, como pudo tomo la cinta del obi de Hichigo y sin más amarro sus manos y su pene de tal forma que si el de ojos amarillos subía mucho sus manos se estimularía sin correrse.

- ¿pero que dem-demonios? -

-shh, ahora se buen niño y compláceme-

Realmente no tenía que decir aquella actitud del de cabellos castaños lo acababa de dejar sin habla, y solo por un breve instante temió por lo que fuera hacerle, pero aquello se le olvido al sentir un dedo tanteando su entrada, los labios de Zangetsu se pegaron a su pecho mientras mordisqueaban sus tetillas.

-oh carajo…mmm-

Hecho la cabeza hacia atrás y fue cuando se dio cuenta de lo que pasaba al intentar subir sus manos, como pudo miro al otro que sonreía de forma ladina; lo tenía completamente dominado y le estaba gustando.

Separo sus piernas y mordió su labio no le iba a dar el gusto de verlo suplicar, aunque realmente le estaba costando trabajo, los labios descendieron poco a poco marcando aquel torso, llegaron hasta su miembro aun restringido mientras lo lamia de arriba abajo mordiendo la punta en ocasiones, esta vez ya no pudo contener aquellos gemidos y gritos que tenían por nombre a aquel hombre.

-Jo-jodete…oh mierda-

El mayor no dijo nada simplemente lo tomo de las caderas mientras lo colocaba en 4, pequeñas lagrimas descendían de los ojos amarillos que estaban más que perdidos, todo su cuerpo dio un respingo al sentir un golpe en su nalga derecha, como pudo giro la cabeza dándose cuenta que Zangetsu golpeaba su trasero a mano limpia, estaba cerca de su límite pero el maldito nudo solo se apretaba más cuando intentaba moverse, Zangetsu paro solo para acomodarse detrás de él, no sabía cómo aguantaba tanto restregó su trasero en un intento de provocarlo pero había perdido en aquel jueguito hace rato ya.

- ¿Cómo se dice? -

-Follame-

-no te escuche-

-Fo-Follame Zan-

-sigo sin escucharte-

Para poner énfasis a sus palabras restregó su miembro contra las nalgas del otro mientras tomaba su cabello jalándolo, y jugaba con aquel lazo negro, el cuerpo de Hichigo vibraba se mordió los labios intentando pensar un poco, una mordida en su nalga izquierda lo derrumbo.

-CON UN CARAJO ZANGETSU, FOLLAME YA MALDITA SEA-

-buen chico-

Y sin más lo embistió, el grito que lanzo Hichigo fue ahogado por el frio piso donde se encontraban; sus uñas arañaron aquel suelo y se encajaron un poco en sus manos. Movía su cuerpo al compás del de Zangetsu quien se había aferrado a sus caderas en busca de más sostén y fuerza.

El nudo en sus manos y miembro empezaba a pasarle factura, dolía, pero aquel dolor se mezclaba con el excelso placer que le estaba dando el de cabellos castaños, sus gemidos y gritos resonaban por todo el lugar al igual que los gruñidos de Zangetsu.

-Zan, Zan…li-libérame-

Se tuvo que detener un poco para no correrse en ese momento y es que aquella imagen no era muy buena para su salud, el de cabello blanco tenia las mejillas completamente rojas, un hilillo de saliva escurría de su boca mientras sus ojos siempre fieros ahora mostraban necesidad y lujuria por igual había doblegado a aquel terco Hollow y le gusto.

Sonrió de manera ladina mientras se acercaba hasta su oído, enterrándose de manera calmada en su cuerpo, deleitándose con los quejidos, recorrió su oreja con lascivia mientras su mano bajaba hasta el pene ajeno masturbándolo un poco.

-pídelo bien mi querido putito-

-yo…-

-repite conmigo amo por favor déjeme correrme-

-a-amo…por-por favor…mngh…deje-me…correr-correrme-

-excelente, de acuerdo te cumpliré tu petición-

Llevo la mano hasta el nudo y rápidamente lo libero mientras volvía a colocarlo de espaldas, arremetiendo de nueva cuenta contra su cuerpo esta vez de forma más rápida y concisa, las piernas del de ojos amarillos se enredaron en su cintura mientras gemía sin pudor alguno, los besos se reanudaron entre ambos mientras Zangetsu llevo una mano hasta el miembro contrario empezando a masturbarlo al ritmo de las embestidas, esto fue el detonante, el cuerpo de Hichigo se tensó mientras sus paredes se contraían, lanzando el grito más profundo de todo aquel acto.

-ZANGETSU-

Arrastrando al nombrado a su propio orgasmo quien emitió una especie de gruñido al correrse dentro de él, ambos terminaron uno sobre el otro respirando agitadamente; Zangetsu observo aquellos ojos y se descoloco Hichigo sonreía sin ningún tipo de maldad en el rostro.

-te quiero-

Cerro los ojos mientras su respiración se tranquilizaba se había desmayado, el de cabellos castaños también sonrió mientras tomaba la ropa de ambos y bajaban de aquel techo solo para dirigirse al “apartamento” que Hichigo había adaptado a la usanza humana, lo recostó sobre la cama y se recostó a su lado observo su rostro durmiente separando algunos mechones de cabello, su peil había regresado a su tono normal pero podía notar aquellas marcas que le había hecho las cuales desaparecían poco a poco, desato sus manos mientras besaba sus muñecas enrojecidas, de alguna forma le había gustado demasiado y ahí lo comprendió admiraba a Ichigo pero no pasaba de aquello, con Hichigo era diferente era su compañero en aquella soledad en aquel mundo y así sería hoy y para siempre sonrió mientras se recostaba sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón alcanzando el sueño también

-eres mío Hichigo, solo mío…Te amo-

Y el otro en sueños sonrió, ahora dos entes que compartían un mismo lugar separados por sus pensamientos dormitaban tranquilamente, esperando a lo que pasara con su portador; pero juntos.

Notas finales:

SAYURA: ALGO CORTITO 

ANA: PERO ESPERAMOS QUE LES HAYA GUSTADO

NINA: NECESITABAMOS SACARNOS LA IDEA DE LA MENTE 

XÓCHITL: NOS LEEMOS DESPUES BYE BYE


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