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Solo mio por Allure

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Notas del capitulo:

Aqui Allure otra vez para traer el fic que deberia acabar esta historia(?)

 

Aun no se si seguir esta historia, ustedes deciden n_n

Este fic es la continuación de "Una cita perfecta" por lo que hay detalles que pueden resultar confusos si no leyeron ese.

 

-¿Otra vez pelearon? Te dije que Tom aun no supera sus problemas de ira-dijo Star al tiempo que acariciaba a un cachorro que se empeñaba en morder su varita-¡vamos, Marco, arriba el ánimo!-

-Star, sabes que mañana tenemos un examen de matemáticas y no, no me importa que Tom tenga problemas de ira porque eso no justifica sus celos irracionales ¡yo no estaba coqueteando con el chico de los helados!- Star soltó al cachorro que regreso ladrando y lanzando rayos laser por los ojos junto a sus hermanos. Marco suspiro profundamente y cogiendo una almohada enterró su rostro en ella.

-Ayy eso sí que no me sorprende, una vez Tom convirtió en cenizas a unos tipos que...-

Marco cerro los ojos y trato de no prestarle atención a lo que su mejor amiga estaba contándole. No es que no le importara pero no se le hacía una fantástica idea intercambiar historias de su novio con la ex novia de este. Vaya situación en la que se encontraba, pensó Marco al tiempo que se incorporaba del sillón y se alejaba de Star en dirección a su habitación.

-Lo siento, Star, no quiero hablar de eso...quizás no haya sido buena idea ser novio de Tom-dijo sin mirar atrás al tiempo que comenzaba a subir por la escalera. Ya en su habitación se dirigió al escritorio y tomo su libro de matemáticas para comenzar a estudiar.

No podía entender como una simple y muy adorable cita había terminado en un incendio que casi devora el centro comercial. De no ser por Star y una muy extraña lluvia de helado con chispas de chocolate que inundo toda la tienda todo el asunto hubiera terminado muy mal. Cuando Tom lo saco de la bola de helado de vainilla en la que se encontraba no pudo evitar comenzar a regañar a su demoniaco novio.

-¡¿En qué estás pensando?! ¡Mucha gente inocente pudo salir herida por tu culpa!-grito al tiempo que trataba de no resbalarse al pisar chocolate-¿Por qué le prendiste llamas al delantal del pobre chico?-

-¡¿Qué porque lo hice?! ¡¡Estaba coqueteándote y mirándote como si fuera a saltarte encima, Marco!!-grito a su vez el demonio de tres ojos mientras estos se encendían al mirar al humano delante de él. Marco no le tenía miedo, sino que se paró delante de el con los brazos cruzados sobre el pecho-¡¿Es que no entiendes que tú me perteneces?! ¡¡Ese estúpido humano se atrevió a guiñarte un ojo!!-

-Ya te dije que Todd tiene un tic nervioso ¡él no estaba coqueteando conmigo!-volvió a gritar Marco frunciendo el ceño, señal inequívoca para el demonio de que su novio humano estaba muy, muy enojado-¡además yo no soy tu propiedad, puedo ser tu novio pero no soy una de tus cosas!-

-¡Eres realmente un tonto! ¡Sé que todos los humanos son iguales pero no creía que tu fueras también un...!-

-¡¿Un qué?! ¡vamos, dímelo!-esta vez la paciencia de Marco alcanzo un límite que no conocía, quizás fuera por lo que acababa de pasar pero no se sentía demasiado abierto a soportar la ira de Tom-¡dímelo, demonio!-

-¡Eres un tonto!-casi gruño Tom y aquello fue lo último que Marco quiso oír de él y dando media vuelta se alejó en dirección a Star que había estado observando la escena con la boca abierta. La cogió de la mano y se encamino hacia su casa sin detenerse cuando Marco le ordeno que se detuviera.

Ahora se encontraba en su habitación, tratando de hacer que las complicadas fórmulas matemáticas entraran en su cabeza, pero lo único que había hecho durante más de media hora fue lamentarse, enfadarse y volver a lamentarse. Odiaba pelear con Tom pero también odiaba sus celos irracionales a cualquier hombre que fuera amable con él. Marco consideraba que eso estaba de más pues él no era precisamente atractivo. Aun a veces se preguntaba cómo es que había terminado teniendo un novio tan guapo como el demonio de tres ojos.

Otro suspiro más grande abandono sus labios y viendo que sería inútil tratar de seguir estudiando, Marco se dirigió a su cama y se recostó sobre las mantas. Saco el teléfono de su bolsillo y comenzó a mirar las muchas fotografías que tenía de el junto a Tom. Selfies, fotos tomadas por Star y algunas que tomo en secreto para enviárselas para cuando tenían esas largas sesiones nocturnas en las que se "extrañaban" demasiado. Sabía que era un peligro que aun las tuviera pero no podía borrar las fotos de Tom solo cubierto por esos boxers que parecían una segunda piel. Amaba su piel cálida, los músculos apenas marcados y el vello que nacía un poco más abajo de su ombligo. Claramente estaba excitado y Marco le había respondido enviándole fotos de el apenas cubierto con unas bragas rojas de encaje. Tom amaba el encaje.

De pronto, su puerta se abrió de un golpe y en el umbral vio de pie a las dos personas que menos esperaba, bueno, ver a Star cargando lo que parecía un ariete no era tan anormal pero, Brian, el entrenador de vida de Tom sí que no se lo esperaba. Ambos tenían el rostro pintado como si fueran a entrar en guerra.

-¿Pero qué les pasa? Star ¿Cuántas veces te he dicho que no rompas mi puerta?-pregunto no sin antes volver a bloquear su teléfono para que no pudieran ver su tesoro-¿Brian que haces aquí?-

-Marco, no digas nada y ponte esto-al tiempo que Star hablaba, Brian le lanzo una bolsa de papel al chico que la recibió con una ceja enarcada-debemos ayudar a Tom-

-¡¿Qué?¡ ¡¿Tom está bien?!-pregunto con el corazón apretado por el temor y la culpa royéndole por la pelea que habían tenido-¡¡por favor, díganme que le paso!!-

-Bueno, él está muy enojado por su pelea y no he podido calmarlo, si sigue así va a hacerse daño, Marco-respondió Brian arreglándose los lentes-mi deber, como su entrenador, es ayudarle a calmarse pero después de que volvió de su cita ha estado destruyendo todo y no se calma con nada-

-Eso es normal después de lo que hizo, déjalo que se haga daño o solo dale su conejo de felpa-a pesar de su preocupación, Marco trato de sonar como si eso no le importara.-de seguro se calma en menos de lo que te imaginas y...-

-¡Marco, no seas un niño, si sigue así va a estallar!-exclamo la princesa y Marco estaba seguro que su corazón se había detenido un par de segundos-¡Brian dice que no le queda mucho tiempo!-

-¿Eso es verdad? Dios, debo ayudarlo...dime que puedo hacer-dijo el chico girándose hacia Brian quien lo miraba con una clara expresión de felicidad-hare cualquier cosa por el-

-Está bien, primero ponte el atuendo y luego Star te transformara en un conejo que yo le llevare a Tom-aquello parecía un buen plan se dijo a sí mismo, Marco al tiempo que volvía a la cama y dejaba caer el contenido de la bolsa sobre las mantas-creo que no estaría tan mal vestirme de conejo para ayudar a...esperen un minuto...¡esto no es un disfraz de conejo!-

Una hora después, Marco se preguntaba si había sido demasiado fácil de convencer para hacer lo que estaba a punto de hacer. Después de ponerse lo que Brian le diera, Star lo había transformado en un pequeño y redondo conejo de color negro. El entrenador de vida de Tom lo metió en una pequeña jaula y con el regreso al hogar del demonio. No podía hablar pero esperaba no necesitarlo, el plan consistía mayormente en calmar a Tom con esa forma y si no funcionaba pasar al plan B. El conejo de color negro tembló al recordar lo que encerraba ese plan, no de miedo, sino por vergüenza.

-Ya llegamos, es tu turno-Tom observo al hombre mientras recorrían los pasillos del castillo del demonio. Marco había estado un par de veces allí pero no solía mirar más que el camino que lo conducía al cuarto de su novio, además, la mayoría de las veces estaba más interesado en no tropezarse mientras se comían la boca.-abriré la puerta y entraras, el resto te lo encargo-

Dicho y hecho, Brian abrió la puerta de la jaula y luego la de la habitación. Tomando aire, Marco se preparó para correr y entro en la habitación que tan bien había llegado a conocer.

Lo primero que llamo la atención de Marco fue el desorden. Todos los muebles, excepto la cama estaban volteados, y levemente quemados. De hecho, aun ardían en algunas partes. Suavemente corrió para esconderse tras una lámpara que yacía tirada y desde su escondite busco a Tom. Tras unos segundos lo hallo sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la cama mientras miraba lo que parecía ser su teléfono. El corazón de Marco se rompió al ver su expresión de dolor. Quería romper su hechizo y lanzarse sobre el pero el orgullo lo detuvo "Si no lo castigo va a seguir comportándose como un celopata extremo" pensó decidido a esperar.

-Tu siempre...tu siempre dices que soy demasiado celoso-Marco dejo incluso de respirar cuando oyó la voz de Tom pero se tranquilizó al ver que no lo miraba a el sino al teléfono-¡¿pero cómo no serlo si eres tan jodidamente hermoso?! Mírate, siempre estas sonriendo...incluso cuando Star está haciendo cosas sin sentido-

Marco vio el fuego envolver el cuerpo del joven demonio pero este se detuvo antes de acercarse al teléfono. Una vez, Tom le había dicho que llevaba quemados demasiados teléfonos y que ahora se controlaba lo suficiente para no dañarlos. Marco sabia también que Tom lo atesoraba porque en el estaban todas sus fotografías juntos. Realmente le asombraba que el pensara que era hermoso. Casi siempre se lo decía pero Marco no creía eso, él se consideraba bastante normal.

-El...¡soy un demonio, claro que se cuándo algún tipo mira libidinosamente! Pero el...¡se enfada conmigo y me ignora!-Marco volvió a recordar el incidente en la heladería pero aun así no pudo recordar ese tipo de mirada en su amigo, era cierto que Todd siempre era muy amable con él y que a veces lo agarraba mirándolo fijamente pero...mierda, quizás Tom tenía razón-¡el no entiende cuanto me hace enojar que alguien lo ensucie mirándolo de esa manera!-

Marco quería acercarse y pedir perdón pero tras verlo sufrir de esa manera no sabía si era una buena idea revelar que lo había espiado. Quizás se enfadaría y lo enviaría de regreso a su casa. Quizás no iba a estallar pero si estaba lo bastante enojado. Decidió volver el mismo a casa y llamarlo desde ahí para pedirle perdón. Así también podría quitarse el "atuendo" que Star escogiera para él. Era obvio que esa parte había sido su idea. Mientras retrocedía, una de sus pequeñas y peludas patas se enredó en el cable de la lámpara y cuando trato de sacarla, para su mala suerte, hizo ruido suficiente como para alertar al demonio que de inmediato cubrió su cuerpo en llamas, sus ojos rojos mirándolo con advertencia, aunque nada más verlo las llamas se extinguieron y sus ojos volvieron a la normalidad.

-Tu eres nuevo, Brian jamás me había traído un conejito negro-Marco se quedó mirando fijamente al chico demonio mientras este liberaba su pata del cable y se sentaba con él en su regazo-mi entrenador de vida dice que las cosas lindas y peludas calman la ira, ojala pudieran hacer lo mismo con mis celos-

Tom volvió a encender su celular y le enseño al adorable conejito en su regazo la foto que usaba como fondo de pantalla.

-Este es mi novio, se enfadó conmigo porque soy...él dice que soy celoso, yo creo que es normal desear que nadie mire a tu pareja de la manera que algunos sujetos lo miran-esa era una situación muy extraña, linda y extraña. Se movió para mirar el teléfono y vio en él una fotografía que se habían hecho durante un picnic-Marco no me cree pero yo sé que no me equivoco, lo que pasa es que él es muy inocente y por eso me tiene a mí para cuidarlo-

Marco no creía que esa situación estuviera pasando en verdad. No es que no le molestara pero a cada palabra que salía de la boca de su novio volvía a enamorarse de él y cada vez se le hacía más difícil no romper el hechizo.

-Es extraño, eres igual a todos los conejitos que he tenido antes pero eres el primero con el que me siento tan cómodo...mira aquí estamos juntos en una fiesta del inframundo, no creas que porque trae vestido Marco sea raro-casi susurro Tom pasando las fotos de la primera cita de ambos. El chico llevaba un vestido rosa de princesa y el demonio se había pasado toda la noche espantando sujetos que se le acercaban demasiado-es el chico más genial y molesto que he conocido en toda mi vida...deberías verlo cuando usa ropa interior de encaje ¡es ardiente como el infierno!-

Al mismo tiempo, Tom avanzo hasta una carpeta que estaba bloqueada con tres contraseñas. Aquello sí que llamo la atención de Marco que se acercó un poco más a la mano con la que el demonio sostenía el teléfono. La carpeta se abrió y Marco, atónito, vio todas las fotos que le había enviado durante sus conversaciones nocturnas. De pronto, entre todas las fotos vio un video que no recordaba haberle enviado a su novio.

-¿Estas interesado? Esta, conejito, es mi posesión más preciada...cada vez que extraño a Marco y él está enfadado conmigo mi única salida es rememorar nuestra casi primera vez-antes de que Marco pudiera pensar en alguna ocasión en la Tom los grabara haciendo algo, el video comenzó a reproducirse y sus gemidos llenaron la habitación: "¡Aahh...Tom...me gusta aahh te amo!" Marco estaba seguro que de haber tenido su cuerpo se hubiera sonrojado hasta las orejas, ese video había sido grabado durante la cita que tuvieron en su casa y en la que llevaron su relación un poco más lejos-Hice que Star me la diera, ella creyó que no me daría cuenta que...-

-¡¡¿Star lo hizo?!!-fue inconsciente, de verdad que lo fue pero el asombro y el enojo se fundieron en un solo pensamiento y antes de darse cuenta el conejo no estaba sobre el regazo de Tom, sino un chico moreno con un sexy atuendo-ohh...rayos-

-¿Marco? ¿Has estado espiándome?-la sorpresa era palpable en el rostro del demonio que tras pasar del asombro observo con atención la ropa o mejor dicho la escasa ropa que cubría a su "princesa"-no es que me esté quejando pero ¿Qué haces aquí?-

Como pudo, Marco se puso de pie y se alejó tratando de cubrir el atuendo que Star le diera y que era el plan B, el que debía usar si no podía calmar a Tom con su aspecto de dulce conejito. Los ojos de Tom prácticamente se lo comieron, subió por los zapatos de tacón de color negro, pasaron por las medias de red, también negras que cubrían sus piernas hasta su muslo. Las finas bragas de encaje estaban apenas cubiertas por el liguero con lacitos que sujetaban las medias. Marco no sabía dónde meterse y como si eso no fuera poco ahora sabía que Star estaba muy al tanto de su intimidad con su novio. Suspirando bajo la mirada y cuando oyó pasos acercándose permitió que unos fuertes y cálidos brazos lo rodearan. Un beso en su frente y una mano en su barbilla hicieron que mirara al otro que lo observaba a su vez con afecto.

-Ella nos grabó ¿fue cuando se quedó a ver la película con nosotros?-pregunto descansando la frente en su mejilla-ahora no se si pueda mirarla a los ojos-

-Le requise el teléfono apenas te fuiste al baño y por lo que se no lo vio nadie más que ella, Star juro que no le diría a nadie y creo que podemos confiar en sus promesas-la cálida mano del demonio se movió por su espalda tratando de influirle calor. Tom no se sentía tan mal tras saber que solo su amiga lo sabía. Después de la angustia, el tacto de su novio se sentía muy bien y cuando la mano se aventuró hasta la parte trasera del liguero el no protesto-ahora me gustaría saber porque estás aquí, vestido como uno de mis sueños húmedos...aunque repito que no me molesta eso-

-Ellos dijeron que si seguías así de enfadado estallarías pero ahora creo que me engañaron-Marco levanto el rostro y miro fijamente a dos de sus tres ojos-ser un conejito era el plan A y este el plan B ¿Cuál te gusta más?-

-Bueno, cuando eras un conejito no me regañabas por mis celos...¡Auch!-pese al suave pellizco, Tom no se enfadó sino que sonrió feliz de tener a su princesa otra vez entre sus brazos-pero debo decir que el negro te queda muy bien-

-Estuve pensándolo, Todd siempre me miraba extraño pero no creí que el pudiera ver algo en mi...tú dices que soy hermoso pero yo no...-

-Cállate, no digas eso, Marco, eres tan hermoso y el problema es que no te das cuenta de que los demás si se dan cuenta-Tom lo hizo girar entre sus brazos y lo empujo a un rincón de la habitación. Moviendo un dedo hizo que un espejo tirado en el suelo se levantara y lo puso frente a ambos-mírate, tienes la piel más suave que haya visto nunca, te juro que quisiera lamerte toda la noche-dijo el demonio en su oído al tiempo que acariciaba su pecho, deslizando su dedo por sobre una de sus tetillas. Marco jadeo al sentir ese toque en aquella zona tan sensible-tu cuerpo delgado y como si no fuera poco ahora vas vestido así...sabes que amo el encaje y este color te queda demasiado arrebatador-la mano en su pecho bajo por su vientre hasta el borde de su liguero y lo siguió hasta que se encontró con la ropa interior-sé que te has dado cuenta del efecto que provocas en mi ¿no, princesa?-

Marco se perdió en la ardiente mirada que le ofrecía a través del reflejo del espejo el demonio parado tras él. Su voz en su oído y el toque de su mano, sería una mentira decir que él no estaba de la misma manera, menos cuando algo muy duro se presionó contra sus glúteos. Tom era como una droga para él, que lo perdía y lo obligaba a hacer cosas que antes no pensara que haría alguna vez. Sin esperar más empujo su cadera hacia atrás y dejo que la entrepierna del otro se frotara más fuerte con su cuerpo.

-Marco...eres un diablillo-las manos de Tom se aferraron a su cadera y acelero sus movimientos consiguiendo un coro de gemidos y jadeos por parte del moreno que lo excitaron muchísimo más. Si solo verlo con esa ropa había sido un gran incentivo ahora que sus cuerpos se frotaban de esa manera tan descarada sabía que no podría aguantar con solo un trabajo manual-sé que te prometí que aguantaría un poco más así que si tu no quieres hacerlo-

-Oh ya cállate...¿sabes? Cuando Star y Brian me dijeron que algo malo podría pasarte yo me asusté mucho-dijo Marco, girándose entre los brazos de su novio. Se estiro y le dio un pequeño beso en los labios-yo tampoco puedo esperar-

Riendo, Tom cogió en brazos a Marco y lo llevo a la cama en donde lo deposito con toda la delicadeza que pudo. Iba a quitarse la playera cuando tuvo otra idea y sacando su teléfono le hizo un par de fotos.

-No te enfades pero no puedo dejar de tener estas en mi colección-

-Eres un pervertido-a pesar de sus palabras marco rio y adopto una nueva pose-no confiscare tu teléfono si me envías el video-

-Y tú eres un chico muy listo-tras una última foto, Tom puso el teléfono en el suelo y con una risita se dejó caer sobre Marco y comenzó a besarlo.

Tom llevo una de sus manos hacia la entrepierna de su novio y colándola bajo la ropa interior comenzó a masturbarlo. Realmente amaba como su nombre se oía en la boca de su novio y más cuando lo decía entre gemidos. Su miembro estaba tan duro como el suyo. Lo froto lentamente pero el espacio que tenía era muy poco. Se detuvo para deshacerse de aquel impedimento y bajo la atenta mirada de su novio comenzó a pelear con el broche del liguero. Una risita lo hizo detenerse y un poco molesto vio a Marco riendo.

-Eso no se hace así, vas a romperlo así que déjame a mí-con una sonrisa empujo a Tom hacia un lado y levanto una de sus piernas. Fácilmente libero los broches de las medias y bajo las bragas de color negro por sus piernas-¿ves lo fácil que era?-

Tom no respondió, la escena que su novio le había regalado prácticamente le licuo el cerebro. Sin poder aguantar mucho más volvió a apoderarse de sus labios en un beso francés que los hizo gemir a ambos. Sin el impedimento de antes, la mano del chico demonio volvió a descender y esta vez sí hizo lo que planeaba. Se acomodó al lado de Marco y mientras seguía besándolo volvió a darle placer. El chico se retorció a su lado y aquellos sonidos que tanto lo enloquecían llenaron el cuarto. Debía prepararlo, se dijo separándose un poco de Marco para buscar con la mirada el lubricante que había comprado para la gloriosa ocasión en la que él y su novio harían el amor. La ubico cerca de la ventana y valiéndose de sus poderes la atrajo hacia él.

-¡Ah...esta frio!-se quejó Marco cuando Tom acerco a su entrada sus dedos embadurnados con lubricante.-¿Qué es eso, Tom?-

-Lubricante para que no te duela, no quiero que mi princesa llore-susurro mientras besaba sus mejillas.

-¿Qué? Yo no voy a llorar...¡Ayy!-Marco tuvo que comerse sus palabras cuando noto el dedo de su novio atrevió a meterse en su cuerpo. Jamás había sentido antes ese tipo de dolor. Noto como Tom lo movía hasta dejarlo de costado y se posicionaba detrás suyo sin dejar de tantear su entrada-Tom...¿va a doler?-

-Solo al principio y si no te relajas-Tom paso su brazo libre por debajo de la cintura de Marco y volvió a tomar su miembro para masturbarlo y así distraerlo de lo que hacía. Los gemidos del humano volvieron a llenar sus oídos recordándole lo muy excitado que se encontraba. Si no se apresuraba iba a acabar en sus piernas y por mucho que le fascinara la idea de ver a Marco cubierto por su semen quería hacerlo dentro de él.

Marco no podía creer que estuvieran haciendo eso. Era cierto que eran novios y que se amaban pero el miedo aun no se iba. Quería relajarse como Tom le dijera pero le era difícil aunque esa mano en su hombría le estaba ayudando muchísimo. De pronto otra sensación lo hizo gemir un poco más fuerte. Tom había comenzado a pellizcar una de sus tetillas y a succionar la otra.

Esa era una grandiosa, y deliciosa, idea se dijo a si mismo Tom cuando vario su táctica para relajar a Marco, este ni siquiera se dio cuenta cuando dejo su pene y volvió a tratar de meter sus dedos. Lentamente introdujo su índice y cuando estuvo completamente dentro de él se atrevió a meter el otro. Entretanto se atrevió a mirar a su novio, antes había tratado de no hacerlo porque se veía tan jodidamente sexy que temía solo correrse al verlo y por poco no lo hace, Marco estaba masturbándose con los ojos firmemente cerrados, gimiendo con cada uno de sus movimientos. La escena hizo exactamente lo que el temía y antes de darse cuenta, Tom quito su dedo y sosteniendo su pene comenzó a penetrar a Marco.

Un grito de dolor huyo de la garganta del chico que trato de zafarse de los brazos de Tom, pero fue inútil.

-Detente...duele, Tom-se quejó, notando como sus ojos se llenaban de lágrimas. Apretó el brazo del demonio y trato de girarse para verlo-para...por favor-

-No puedo, mi amor, ya no puedo aguantar-explico buscando sus labios para besarlo y así tratar de calmarlo. No podía creer la increíble sensación que el cuerpo de Marco le estaba haciendo sentir. Cálido y suave, su cuerpo se amoldaba al suyo en cada embestida.-sopórtalo un poco más...hazlo por mí-

Quizás fue porque Tom uso ese apelativo con él o que había vuelto a acariciar su pene pero tras aguantar un poco de manera algo inexplicable el dolor remitió y el placer comenzó a inundar su cuerpo. Con cada embestida tocaba un lugar dentro de él que le hacía ver estrellas con los ojos cerrados. Tom abandono su boca y volvió a chupar su pecho logrando que las sensaciones se incrementaran y en algún minuto ya no pudo aguantar y sus gemidos se transformaron en gritos.

-¡Aahh Tom...ya...te amo tanto...ah!-incluso hablar de manera un tanto coherente era difícil ¿Por qué había dejado pasar tanto tiempo sin entregarse a tal dicha? Deseo que Tom lo besara otra vez. Estaba a punto de correrse y de alguna manera deseaba que eso sucediera durante un beso-Tom...te necesito-

Como si el demonio hubiera leído su mente regreso con él y volvió a hacerse con el control de su boca. Sus lenguas se hallaron y solo la saliva los unía cuando se separaban para poder tomar aire. El demonio acelero sus movimientos, a el también le quedaba poco. No sabía si estaba bien que hubiera durado tan poco pero no se detuvo a meditarlo, no cuando su cabeza estaba llena de su hermoso novio, de su olor, de sus sonidos y de su amor.

El primero en acabar fue Marco. Se corrió entre los dedos de Tom y su esencia salpico su estómago y parte de su pecho. El orgasmo lo envió a un lugar en el que solo podía existir él y Tom. Lo amaba con locura, con cada célula. Era extraño y hermoso al mismo tiempo sentirse de esa manera pero no se arrepentía de amarlo.

-¡Marco...princesa ah!-en el instante que el moreno se corrió, su cuerpo se tensó y Tom pudo jurar que toco el cielo. La sensación fue infinitamente mejor que cualquier cosa que hubiera probado antes. El cálido cuerpo de su amante lo exprimió y antes de darse cuenta estaba corriéndose dentro de él.

Aquello no podía ser mejor.

Tres horas después, Tom se arrepintió de sus palabras. Marco dormía profundamente apretado contra él y su mano se aferraba a la suya. Se había dormido antes de que el otro lo limpiara con su propia camiseta. Parecía feliz y Tom estaba seguro que el debía tener la misma expresión. De pronto abrió los ojos y se quedó mirándolo fijamente, esbozando una sonrisa.

-Qué suerte que no vaya a embarazarme-dijo antes de volver a dormirse.

Tom rio pensando en lo adorable que era su novio. Por supuesto que no iba a embarazarse, no aun, por supuesto.

Los bebes semidemonios podían aguardar hasta la boda. 

Notas finales:

Espero les haya gustado!

Saludos


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