Narra Will.
Prohibidos, desde siempre, hemos estado prohibidos, desde antes de conocerte, para mí, ya estaba prohibido amarte. Pero lo he hecho, te he amado, te daría mí vida, si me lo pidieras, porque te amo, y siempre te he amado, lo supe en cuanto te ví, pero estamos prohibidos, está prohibido que nos amemos el uno al otro, pero sobre todo, está prohibido que yo te ame.
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¿Cuántos años han pasado desde que nos conocimos,James? ¿5, tal vez 6? ¿Cuánto tiempo ha pasado? Aún no has visto que te amo.
Cada día te he mentido, cada día, he hecho hasta lo imposible, para que me odies....Entonces...¿Por qué? ¿Por qué me cuidas? ¿Por qué sonries?. Tu sonrisa, no la soporto, la odio, odio cuán perfecto te ves cuando sonries, lo odio, odio que mí corazón se acelere cuando te veo, te odio James, y aún así, no puedo dejar de amarte.
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Narra Jem.
¿Qué tengo qué hacer para que me mires? ¿Qué tengo qué hacer, para que me ames? Estamos unidos, tu y yo, William, tú sientes mí dolor, y yo el tuyo, ¿Por qué no lo ves? Cada día, para mí es más difícil. Cada día, es más difícil, morir amandote.......Ambos lo sabemos, sabemos que podría morir hoy, quizá mañana, puede que en un año o tal vez en un mes....Por favor, William, mírame, mírame a los ojos y mienteme, dime que me amas....Aunque sea una mentira....Quiero ser egoísta, quiero que me ames.
No puedo prometerte una vida entera, pero puedo darte cada segundo, que dure la mía. Mientras mí corazón lata, jamás dejaré de amarte. Mírame, William, mírame, como la miras a ella...Mírame, como miras a Tessa...Miénteme y dime que me amas, y si la amas a ella, lo suficiente, como para vivir el resto de tu vida, a su lado...Entonces, está bien, no interferiré, lo prometo, pero al menos, miénteme, aunque sea, una vez.
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Narrador.
Habían estado con Tessa todo ese tiempo, ella estaba practicando, practicando como ser Camille. William no hacía más que burlarse, James trataba de ser amable.
Nada parecía fuera de lo normal....Al menos, no en la superficie. Ellos podrían creer, que Tessa no lo había notado, pero lo sabía, lo había notado, desde la primera vez....El cómo se miraban, deseosos, anelando sentir al otro. No era tonta, Will, miraba a Jem, como si fuera la más valiosa de las joyas y, sobre todo, la más frágil, lo miraba como algo, que nunca podría tener y Jem, Jem miraba a Will, con un anhelo, como un amor imposible, pese a estar, al alcance de su mano...Ninguno parecía notar lo que sentía el otro, y ella no era más que una recien llegada, no podía. intervenir, pero tampoco, estaba dispuesta a dejar que vivieran engañados.
-Vuelvo en un momento- Se había excusado, diciendo que tenía que buscar algo, dejándolos solos.
El ambiente entre ellos era tenso, ninguno parecía saber qué decir.
-Tessa necesita más práctica, si quiere parecerse a Camille- Exclamó Will, en tono alegre.
-Eso no lo sabes, no le has prestado atención en lo absoluto- Aseveró Jem, aunque él tampoco había prestado mucha atención.
-Que tú seas incapaz de criticarla porque te gusta, no significa que yo no pueda hacerlo por tí- Dijo will, burlón, aunque, su tono, fué de ligera molestia, al sugerir que a Jem le gustaba Tessa, cosa que el otro notó.
-No, es a ti a quién te gusta. He visto como la miras- Su voz sonó apagada, estaba algo dolido, de que Will no pudiera verlo...
William solo suspiró resignado, se negaba a aceptar que no la miraba a ella, porque no podía dejar de mirarlo a él.
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