Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Naranjas y Limones por DulcedeLimon

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Idea super random que se me ocurrio haciendo el mandado :3

Notas del capitulo:

No estoy segura de tener continuación, pero quedé bastante contenta con el OS, y más porque no he encontrado mucho material de esta couple bella en español y quise contribuir, aunque sea con este intento de fluff. Si les gusta, entonces tal vez me anime a escribir más de ellos :D

A KyungSoo siempre le había gustado ir al mercado sobre ruedas que se ponía cerca de su casa cada semana. Cuando era pequeño era obligado a acompañar a su madre con la promesa de comprarle un helado, sin embargo con el paso de los años dejó de acompañarla por obligación y empezó a hacerlo por gusto, eso y que los años no habían pasado en balde en su madre y necesitaba la ayuda de su hijo para cargar las bolsas. Así bien se hizo una tradición familiar que todos los viernes apenas hubiera llegado de la escuela salía de nuevo de casa acompañado de su madre hacia el mercadito.

Fue un viernes de finales de febrero que KyungSoo reparó en un vendedor de fruta que jamás había visto. Su madre, tan platicadora como siempre, comenzó a hablar con el viejo Kim, dueño de dicho puesto, pero KyungSoo no prestó atención a sus palabras, ya que toda su concentración estaba completamente puesta en dicho chico que se encontraba atendiendo a otra señora, pesando kilos de manzana, mango y naranja para posteriormente hacer la cuenta anotando todo en una pequeña libreta. KyungSoo se percató que mordía graciosamente su labio inferior mientras sumaba y se sorprendió de la velocidad en lo que lo hacía. No es que él mismo fuera estúpido o incapaz de hacer cuentas de forma manual, pero los números es algo que jamás se le habían dado bien. Se había quedado ensimismado en los labios del nuevo dependiente que no se dio cuenta cuando este le ofreció una jugosa rebanada de sandía hasta que un codazo proveniente de su madre lo trajo a la realidad. —Kyung, acepta lo que te están ofreciendo, no seas grosero— dijo ella, con voz de falso enojo. KyungSoo aceptó la fruta y no pudo más que balbucear un "gracias" muy bajito, que fue respondido con una sonrisa. KyungSoo estuvo a punto de ahogarse con una semilla.

—Hijo, si quieres puedes tomar estas bolsas y adelantarse a la casa, yo puedo sola con la fruta— KyungSoo en realidad no quería irse todavía, pero al mismo tiempo la mirada de aquel chico nuevo lo había empezado a poner nervioso, así que tomó 3 pesadas bolsas y caminó a su casa tan rápido como pudo.

— ¡Traje sandía!— gritó su madre, anunciando su llegada 20 minutos después de que él hubiera llegado. Ya se había cambiado de ropa y estaba a punto de empezar su tarea (ya saben, para tener el fin de semana libre, y porque no tenía nada mejor que hacer)

Aunque oficialmente la primavera empezara en algunas semanas más, el clima estaba haciéndose cálido gradualmente dejando atrás al invierno. Por lo que, una rebanada de fresca sandía le caería bien. Bajó con pereza hasta la cocina, y tres rebanadas de sandía ya lo esperaban en un plato. Su mamá lo miro con ojos de perrito —Kyung, sé que lo detestas pero ¿Podrías regresar y comprar naranjas? Las olvidé por completo— KyungSoo rodó los ojos y estiró la mano para recibir el dinero. En realidad no le molesta a regresar al mercado, pero fingir molestia hacia que su madre intentara chantajearlo con comida.

Salió de casa mientras tarareaba una canción y caminó bajo el sol que para estas horas de la tarde estaba bastante intenso. Regresó al puesto del señor Kim, al que buscó con la mirada para pedirle a él que le despachara los 4kg de naranja que su madre había encargado ¿Para qué quería tantas naranjas?, sin embargo no lo encontró, y es que a pesar de tantos años de acompañar a su madre cada semana, era incapaz de aprender a escoger la fruta, una vez lo intentó y compró las guayabas más duras y ácidas que hubiera probado jamás, desde esa vez prefiere que alguien más elija por él.

—¿Puedo ayudarte con algo?—

—Si, ahm 4kg de naranja, por favor— a penas pudo contestar con algo que fuera más que un hilo de voz, sin olvidar que no pudo levantar la cara del piso, no sabía por qué, pero ese chico le inquietaba mucho.

—Soy JongDae—dijo el dependiente, mientras le ofrecía una pesada bolsa de plástico con sus naranjas. —Eres KyungSoo ¿No? El hijo de la señora Do, estuve a punto de no reconocerte porque ahora no traes el uniforme, pero esos ojos son difíciles de olvidar—

Sus de por si ojos grandes se abrieron ante tal ¿Cumplido? Por primera vez pudo ver directamente a los ojos a JongDae —¿Gracias?— respondió un poco tímido todavía.

JongDae sonrió, así parecía un gato, o eso pensó KyungSoo.

—Tú madre es muy amable ¿sabes? Soy nuevo en el pueblo y me dijo que tú podías enseñarme el lugar, espero que no tengas problema con pasar tu sábado conmigo— KyungSoo lo miró sorprendido y confundido, todavía incapaz de soltar una palabra completa y sin balbucear ¿Pero que carajo le estaba pasando? Nunca en sus 17 años había sido intimidado por nadie, más bien era al revés.

—Toma, eres el cliente más guapo que he visto en todo el día, mereces un premio— dijo mientras le extendía un plátano y sonreía tratando de parecer inocente ¿Esto era en doble sentido? —¿Nos vemos mañana? —

Milagrosamente, un momento de lucidez llegó a la mente de KyungSoo, tomo la fruta y sin dejar de mirar a los ojos a JongDae, quitó lentamente la cáscara y se metió más de la mitad del Plátano a la boca, la cual engulló sin masticar para luego limpiar sus labios con su lengua. Antes de dar la media vuelta para irse pudo ver como la manzana de adán de JongDae se movía, mientras este aún lo miraba fijamente  —Si, hasta mañana — le contestó con una voz más confiada, hasta divertida ¿Pero qué había sido todo eso? Aún cuando seguía alejándose del puesto podía sentir la mirada de JongDae el en su espalda. Tendría un sábado divertido después de todo.

 

 

El lunes en la mañana, KyungSoo despertó con más dificultad de la normal, aventó su despertador en forma de Batman lego muy lejos de su cama cuando empezó a sonar -luego se arrepentiría- y decidió que estaba bien si por una vez iba a la escuela sin bañarse. Se limitó a lavarse la cara, la boca, cambiar su ropa interior y ponerse su soso uniforme escolar. Una mueca de asco se asomó en su cara cuando se dio cuenta de que le hacía falta afeitarse, pero por ese día daba igual.

Hizo un mohín cuando en la cocina solo encontró un vaso de jugo de naranja y unas rebanadas de pan tostado para desayunar junto a una nota de su madre pidiéndole disculpas por no dejar nada mejor, pero una tenía que ir al trabajo más temprano de lo normal. Y en realidad no le molestaba desayunar eso, ya que significaba que su madre le había dejado dinero extra para comprar un almuerzo decente. Le molestaban las naranjas y no porque no le gustaran, si no porque le recordaban a cierto vendedor de fruta de sonrisa gatuna.

El sábado tocaron a la puerta a la 1:00 P.M en punto, era ni más ni menos que Kim JongDae el sobrino del señor Kim, que al no haber podido entrar a la universidad lo habían mandado a trabajar como vendedor de fruta, para que aprendiera que nada en la vida es fácil y ahora estaba ahí en la entrada de su casa, tendiéndole una bolsa con naranjas, según él para agradecerle por hacer de su guía. Vestido con jeans y el cabello bien peinado. KyungSoo llevaba todavía su pijama de pororo y estaba despeinado. Bien Kyung ¡Bien!

Le cerró la puerta en la cara. Cinco minutos después volvió a abrirla, JongDae seguía ahí, sonriendo y con la bolsa de naranjas. Él, por otro lado, estaba lo más arreglado posible – lo mejor que podía lograrse en cinco minutos- con su recién teñido cabello rojizo peinado hacia un lado. Tomó las naranjas, las botó en algún lugar de la cocina, tomó sus llaves, cartera y salió de la casa. JongDae lo esperaba sentado en el escaloncito de la entrada.

La mayor parte del día caminaron en silencio, KyungSoo se limitaba a señalar lugares importantes, como la escuela o el banco, y JongDae sólo asentía y hacía preguntas de vez en cuando. A las 5 de la tarde ya habían recorrido todo el lugar. A las 5:10 KyungSoo empezó a sentirse incómodo por tanto silencio, a las 5:15 decidió que era bastante estúpido que una perenne sonrisa de gato lo pusiera tan inquieto ¡porque él era Do KyungSoo y nada lo ponía inquieto! A las 5:16 entró en una cafetería con JongDae pisándole los talones. A las 7 de la noche regresaba a casa, con una sonrisa y un nuevo contacto en el celular. Porque a pesar de la inquietud, pudo mantener una conversación más o menos normal con JongDae, y ahora eran algo así como amigos, amigos que se coquetean entre líneas y se lanzan frases en doble sentido esperando no ser descubiertos por el otro. O eso es lo que pensó KyungSoo.

El domingo en la mañana se despertó gracias a un mensaje de WhatsApp de JongDae dándole los buenos días, todo era felicidad -había pasado la noche aceptando que tal vez JongDae le gustaba más que un poquito- hasta que vio la foto de perfil de este. Estaba Chen -KyungSoo decidió que ese sería su apodo secreto- besando la mejilla de una chica, con stickers de corazones alrededor. Lo dejó en visto, a su mensaje de Buenos días y los 5 siguientes que recibió en el transcurso del día preguntando si todo estaba bien. Sabía que estaba actuando estúpidamente pero no podía evitarlo.

Lo que nos regresa al lunes en la mañana, con un KyungSoo malhumorado y con odio irracional a las naranjas. Porque era Do KyungSoo y no iba a permitir que ningún citadino recién llegado lo hiciera sentir nervioso ni que confundiera sus emociones. Salió de casa decidido, y sin haber probado el jugo de naranja.

 

 

—¿Pero qué tenemos aquí? — acababa de poner un pie en el salón de clases y su mejor amigo ya estaba molestándolo ¿Qué no podían darle 5 minutos de paz mental?

—vete al infierno JongIn— Su voz sonaba cansada ¿Y como no? Si no había dormido un carajo la noche anterior, eso y que el hambre lo estaba matando, definitivamente no estaba de buenas.

—Respuesta incorrecta D.O—  Tono burlesco que no ayudaba a que su humor mejorase. 3, 2, 1...

—Mejor cuéntanos quién es el chico con el que saliste el sábado— BaekHyun ya se había tardado en participar.

—no sé de qué están hablando.

— ¡Ay! alguien está evadiendo el tema ¿no salió bien la cita?

—Si Kyung, todo el pueblo te vio, no trates de hacer como que la Virgen te habla, o sea si te estoy hablando pero ya sabes a que me refiero.

—Bacon por favor, hace años que no tienes virgen ni las orejas

BaekHyun se hizo el ofendido y los fulminó con la mirada. Los tres se echaron a reír. Pero aun así, el odio por el mundo de KyungSoo no disminuyó.

JongIn lo miró fijamente por unos segundos, los suficientes como para saber que su mejor amigo de verdad no estaba bien.

—Soo, de verdad ¿Todo bien?

­—No JongIn ¡No! Nada está bien.

Sus dos amigos lo vieron con los ojos abiertos, rara vez KyungSoo perdía la calma, siempre era el que pensaba con la cabeza fría, racional y sin dramas. JongIn que lo conocía desde que usaban pañales sacó el chocolate de emergencia que guardaba en su mochila. Sabía que la razón número uno por la que KyungSoo podría alterarse era por hambre, se lo comió sin agradecerle. Cinco minutos después estaba notablemente menos alterado.

—Es sólo el nuevo dependiente del Señor Kim, el que vende fruta los viernes, es nuevo en el pueblo y mi mamá se ofreció a que le enseñara el lugar— suspiró.

—Creo que fue amor a primera vista Kai ¿Pero sabes qué? ¿SABES QUÉ? — BaekHyun le hizo un gesto para que bajara el volumen de su voz -el muy hijo de puta me coquetea y me hace sentir como que la atracción es mutua y el bastardo tiene una novia ¡Una maldita novia aparentemente perfecta! Y me siento tan estúpido, o sea si planeaba venir a este pueblo para curiosear con su sexualidad, pues que se busque a otro, Do KyungSoo no va a ser el conejillo de indias de nadie-

Sus amigos estaban perplejos. JongIn estaba a punto de reírse. Jamás en 17 años había visto así a KyungSoo, ni siquiera cuando RyeoWook le rompió el corazón.

—A ver Soo, me estás diciendo que el viernes conociste a este muchacho, el sábado salieron por ahí unas horas y te ¿enamoraste? Ahm para luego desengañarte y sufrir todo el fin de semana y ahora estás con este humor de perros ¿no?

— ¿Y cómo supiste que tiene una novia? ¿Te lo dijo él? — intervino BaekHyun, de forma más o menos inteligente por primera vez en el día.

—No, claro que no me lo dijo él, lo vi Bacon— sacó el celular de la bolsa, que casualmente vibró anunciando la llegada de un mensaje del susodicho.

BaekHyun se lo arrebató.

—Espero que tengas un lindo día, corazón, corazón, emoticono de carita sonriendo. Aww ¿No es tierno? — Siguió ojeando los mensajes —KyungSoo, dime por favor que no ignoraste a este pobre hombre sólo por una foto de perfil con alguien que podría ser su hermana, o su prima, o que se yo-

—Peor aún Soo, vienes a la escuela, sin bañarte, sin comer, con un maldito humor de los mil demonios, solo por un mal entendido que seguramente te hiciste tú solito.

El celular de KyungSoo volvió a vibrar en las manos de BaekHyun, quién sonreía. KyungSoo palideció — ¿Qué has hecho Byun BaekHyun? —.

—Nada malo Soo- le tendió el aparato, mientras le sonreía angelicalmente — ¿lo ves? Dice que es su mejor amiga, esa foto es de su graduación de preparatoria ¿Te costaba mucho hacer una pregunta tan simple? —.

KyungSoo seguía pálido, con la garganta seca y con expresión de horror. Por primera vez se sentía patético, había hecho un berrinche por nada y había actuado como colegiala enamorada, aunque técnicamente lo era.

JongIn se limitó a poner sus ojos en blanco y se fue a buscar a TaeMin, tanto drama matutino casi hace que le duela la cabeza.

KyungSoo seguía estático. No se atrevía a ver sus mensajes, el celular seguía vibrando.

Dos horas y media después, a la hora del almuerzo y con un gran plato de ramen caliente humeando en la mesa que compartía con sus dos amigos, sacó el teléfono que convenientemente había apagado durante clases. La histeria del fin de semana se estaba yendo lentamente y empezaba a pensar con claridad, pero regresó cinco segundos después cuando leyó el último mensaje recibido: Pasaré a buscarte a la escuela, te veo en la puerta. Miedo, tuvo miedo de leer los mensajes de más arriba y los que había escrito BaekHyun en su lugar. Sudor frio empezó a recorrer su cuerpo.

—Dime Baek, ¿Por qué JongDae va a pasar a buscarme después de la escuela?- utilizó la voz más atemorizante que tenía.

Baekhyun alzó los hombros

—Oye no lo sé ¿Quién es JongDae?

KyungSoo le mostró la pantalla del celular. — ¿JongDae? Siempre pensé que se llamaba Chen y que era chino o algo—.

KyungSoo enrojeció, jamás le dijo el nombre del chico nuevo a sus amigos, y él había guardado el contacto como Chen, el apodo que le había puesto en secreto. Revisó cada mensaje escrito por BaekHyun, suspiró con alivio al ver que en ninguno había intentado llamarlo por su nombre. Su única gran preocupación ahora se limitaba a que no se había bañado, ni afeitado y parecía un completo vago y tenía una ¿cita? Con el hombre que por el momento ponía sus pensamientos patas para arriba.

Notas finales:

Denle amor al ChenSoo ;A;

dejo mi cuenta de Wattpad: https://www.wattpad.com/user/DulcedeLimon19 :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).