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¿Adicción? por Almaschmetterling

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Notas del fanfic:

Re atrasada pero esta aqui

recuerden que Kuroko no basquet es de tadatoshi fujimaki al igual que sus personajes.

No es lo que esperaba pero espero que les guste.

Notas del capitulo:

Espero les guste :3

Nunca negó que lo disfrutaba, más bien sentía que su compañero en la cama disfrutaba de él mucho más de lo que Akashi disfrutaba de su compañía.

Siempre animado después de una sesión intensa de sexo, Furihata siempre parecía más animado, más feliz y lleno de vida.

Era adicto al sexo y  Akashi pronto lo supo más pronto que tarde, quizás fue algo que no debió hacer, quizás no se podía evitar, pero desde que eran novios que este  sentía que su novio prácticamente se alimentaba de aquel acto tan sublime como era hacer el amor.

Una adicción que no podía detener ni el mismo, había que decirlo, aquel dulce y casi simplón castaño era con quien había tenido el mejor sexo de su vida.

Nunca se quejó de lo que era Kōki, al contrario, le gustaba que fuese sencillo, porque era más transparente en su actuar que los demás, más honesto y más cariñoso. Estaba enamorado.

Pero  había un tiempo que su novio parecía más interesado en tener un momento intimo con él en la cama que cualquier cosa, era fogoso, intenso y realmente le gustaba esa sensación de tener una  fuerte llama en sus manos , alguien que le amara con tanta pasión, sin embargo ¿Había amor?

Acaricio cada parte de su cuerpo, sus piernas, sus glúteos,  su vientre, su miembro, su pecho, su cuello suave y sus mejillas generalmente calientes cuando  estaban juntos y solos, cuando este  era tímido. Veía las marcas de su piel, sus lunares,  le gustaba besar y que en cada movimiento que  se hacía en contra de ese cuerpo un gemido o un jadeo sensual sonara al respecto,  hacerle el amor era un arte, acabar dentro de él estando bien adentro de su piel y darle su semen en un intenso orgasmo.

--Kōki…--Lo beso suavemente  en los labios mientras salía suavemente de su interior después de haberlo hecho apenas se habían encontrado—Te amo

—Yo también… ¿Qué hora es? ¡Debo irme a casa! ¡Mi madre me matará! —Se empezó a vestir rápidamente

— ¿Qué? ¿Ya te vas? Recién acabamos de llegar…Kōki ¿No te puedes quedar?

—No, no puedo es que... ¡Ah! —Akashi lo había  jalado hacia la cama  poniéndose encima de él.

—Quédate…

—No creo que sea buena idea Sei, mis padres…

—Yo llamé a tus padres hace un rato—Interrumpió Akashi seriamente —Ellos dijeron que no había problema en que te quedes. Me estas mintiendo Kōki ¿Qué es lo que pasa? …—Dio un largo suspiro. — ¿Por qué últimamente te alejas de mi excepto para hacer el amor?


Le dio una  de esas miradas penetrantes, pero en el fondo estaba angustiado, sentía que Furihata lo estaba utilizando y no le gustaba esa sensación porque el sí tenía sentimientos con este, si estaba enamorado, Furihata logro algo que ninguno de los amigos que tenía había logrado llegar: a su corazón.

Y ahora le daba la impresión que solo este se haría pedazos.  Miles de pedazos de su corazón.

¿Valía la pena amar?

—Sei…no me gusta mentirte…

—Entonces no lo hagas, sé sincero conmigo.

Furihata tenía una mirada como si se debatiera mentalmente si contar realmente lo que le ocurría a Seijūrō o no. Era un asunto delicado y no sabía cómo contárselo.

—Es que no se si entenderías. —Se excusó mirando hacia un lado removiéndose algo nervioso.

—Al menos haz el intento.

Kōki suspiró  y miro a Akashi a los ojos.

—Sonará fantasioso, pero es que la verdad…—Lo miro esta vez el de manera firme a los ojos—Yo me alimento de ti ¿No crees que es anormal las veces que lo llegamos a hacer en un día? ¡La desesperación con la cual busco que tengamos sexo es anormal! Y no es andromanía ni nada parecido. —Miro a Akashi quien aún no comprendía a lo que quería llegar —Además tu eres el único que logra aguantarme y cada día soy más adicto a ti, pero siento que está mal porque quizás termine debilitándote y causándote daño, odiaría causarte daño porque te amo… he intentado alejarme  de ti pero es imposible. Yo no soy humano completamente. Soy un incubo.

Akashi parpadeo un poco, esa no era la respuesta que esperaba. 

—Eso es imposible. — Se acercó más a él haciendo que le mas de cerca, sin embargo el castaño no parecía mentir. — ¿Entonces te alimentas de mí?

—Algo así, sin embargo lo que me alimenta es el placer que sientes, mientras mejor te sientas conmigo es más fuerte que me siento.  Aunque tengo miedo que esto termine debilitándote y matándote, yo jamás  querría que Sei muriese…

Seijūrō miro los labios de su pareja y se los acaricio con el dedo.

—Estoy enamorado de un incubo entonces. No debería pero…Kōki, no quiero que nuestra relación se acabe de esta forma, tu sabes bien que  tampoco sobrevivirías sin mí. Yo no soportaría que te metieses con otro que no sea yo para cuidar de matarme…

— Sei, perdona si te he hecho sentir utilizado. Siempre que trato de huir de lo que siento cuando te veo  eres el único del que quiero alimentarme… y cuando pienso que te estoy lastimando huyo otra vez, pero siempre terminamos  aquí en cama y realmente parece que te estuviese usando cuando la verdad no es así. — Furi bajo la mirada un poco triste—  Eh fallado en proteger a quien  yo amo.

Akashi  lo abrazó fuertemente pegándolo a su piel para aspirar el suave olor que tenía aquel chico incubo, lo amaba y no le importaba nada más.

 — Mi vida te pertenece a ti Kōki eres el único que puede tomarla, pues ha sido vacía hasta que te conocí, eres el motivo de mi vida. Mi precioso incubo no huyas de mí. Disfrutemos del tiempo que tenemos juntos.

Furihata abrazó con la misma intensidad  a Seijūrō como si depositara todos sus sentimientos de amor en ese abrazo.

 — Debí haber disfrutado nuestros encuentros mucho más que en solo sexo y alimentarme.  Solo no quería enamorarme más pero es imposible.

— Pues  incluso yo pensando en que me usabas  no podía  dejar de enamorarme de ti.

Kōki se sintió un  poco triste al escuchar eso, pero luego sonrió  mirando a Akashi con una sonrisa animada.


— Tengamos una verdadera cita entonces, prometo  recuperar los momentos perdidos.

— Hecho. — Beso con ternura  su nariz haciendo ruborizar a su incubo. 

Notas finales:

Nos vemos. 


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