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Cambios por Casiopea

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Le raspa la saliva en la garganta.

Mira a sus productores, y evita mirar hacia la mampara que le separa de los fans porque va a ponerse a llorar, por eso tampoco mira el guión, o escucha la canción que está sonando en ese momento.

El llanto es inminentemente.

Sobretodo cuando sus productores también le miran con pena.

Observa las cientos de cartas que hay encima de la mesa, todos despidiéndose de él en el último programa de Blue Night y la garganta le vuelve a raspar.

Entonces ve a alguien atravesar la puerta, casi corriendo hacia él con los brazos extendidos.

Ya está llorando.

Le abraza y siente su aroma familiar a jabón, a esa colonia que utiliza habitualmente y al suavizante que le pone en la ropa. No quiere soltarle, pero él le insta a que lo haga, le recuerda que tiene cámaras grabándolo, que están los micrófonos abiertos y, oye, tienes un programa que continuar.

Se sienta, con las lágrimas en los ojos y cuando le ve sonreírle, de esa manera tan peculiar, sabe que algo ha cambiado.

¿Qué haces aquí, Minho?

*****

Ha visto muchas salas de espera. La del aeropuerto de Gimpo se la conoce a la perfección.

Se sienta, y espera con un té caliente en un vaso de papel. Normalmente todo es rápido y fácil. Entrar en el aeropuerto, si estás de buen humor sonríes a las fans, sino te pones unas gafas de sol y una máscara y te evitas el tener que fingir, embarcas, dices p sí a todo lo que diga tu mánager aunque no lo estés escuchando y subes al avión rumbo a donde quiera que vaya.

Fácil.

Pero esta vez el avión va con retraso y la azafata de la aerolínea les ha dicho hace media hora que el avión saldría en quince minutos. Jonghyun nunca ha sido un as en matemáticas, pero sabe que algo no cuadra.

Sopla un poco sobre el té, y siente como su garganta se relaja cuando bebe. Lo agradece, porque seguramente es la única parte de su cuerpo que está relajada en ese momento. Desde hace unos días, sin saber porqué, sus músculos decidieron tensarse, produciéndole un dolor intenso en algunas zonas de su cuerpo. En un principio creyó que eran agujetas por el esfuerzo que estaba haciendo para los ensayos, pero pronto lo descartó. Era un dolor más férreo.

Jinki se sienta a su lado, y le mira fijamente. Sus músculos se tensan a niveles dolorosos.

- ¿Qué hay entre Minho y tú?

¿Eh?

Jonghyun le mira, con el té en la mano, y siente un pequeño tic en la base de su cuello. No entiende la pregunta. Dirige su mirada hacia Minho, que está sentado unos asientos más a la izquierda suya, mientras mira algo en su teléfono móvil, seguramente uno de esos juegos absurdos y adictivos. Repasa mentalmente los últimos días, y las situaciones en las que ha estado con Minho,y no creé que haya hecho nada fuera de lo común con el menor.

- Pues nada. ¿Qué va a haber?.

Jinki le observa un segundo más, se encoge de hombros y se va a hablar con su mánager, para ver si ya saben a qué hora va a salir el vuelo.

Ve a Minho guardar el móvil en el bolsillo de su chaqueta, y automáticamente su mirada llega hasta él. Minho le sonríe, de esa manera tan infantil suya que tiene de sonreír cuando no hay una cámara delante, y Jonghyun siente que algo se tensa, no en sus músculos, sino dentro de él, pero aparte de eso, no hay nada entre ellos.

Sigue sin entender la pregunta de Jinki.

*****

Siempre le cuesta dormir. No es que tenga insomnio, porque una vez que se queda dormido, duerme de verdad, pero para su gusto siempre da demasiadas vueltas entre las sábanas.

Se sienta en el borde de la cama, coge su móvil, realmente para hacer nada porque apenas mira la hora y lo vuelve a dejar en la mesita de noche, justo al lado de la pequeña cajita que guarda el collar de Minho.

No sabe porqué compró los collares, solo que cuando vio el colgante con la letra M le recordó al rapero de su grupo, y lo compró. Y luego compró una O, una T, una K y una J para disimular, porque regalarle un collar solo a Minho quedaría demasiado extraño. Si fuera un videojuego de fútbol sería normal, pero un collar era extraño. Agarró la cajita donde solo quedaba la letra M, a Jinki, Kibum y Taemin ya les había dado sus collares. Había sido sencillo, solo con un "Toma, para ti" había bastado, sin palabras cursis, ni abrazos. Taemin ni si quiera le había dado las gracias. Pero era normal, Jonghyun estaba acostumbrado. Pero con Minho no había encontrado el momento, y no sabía porqué cada vez que iba a entregarle su regalo se sentía como cuando tenía quince años y le regaló una caja de bombones a una chica para el día de San Valentín.

Era ridículo.

Minho y él se habían dado regalos muchas veces. Muchísimas veces. Y nunca había sido incómodo.

Resopla, poniéndose de pie y cogiendo el collar, porque no debería ser tan difícil darle un regalo a alguien, así que sale al pasillo del hotel, asegurándose de coger la tarjeta magnética que funciona como llave, y llama a la puerta de la habitación de Minho.

Entonces ahí, mientras espera en medio del desértico pasillo, su raciocinio vuelve a él -así, de repente.- y se da cuenta de que Minho casi siempre se va a dormir tarde, pero a esa hora de la madrugada ya debe estar dormido y él esta haciendo el ridículo ahí parado.

Pero su raciocinio se equivoca porque la puerta se abre justo cuando ya estaba dispuesto a marcharse.

- ¿Hyung?

Minho le mira descolocado, con los ojos parcialmente cerrados, el pelo alborotado y unos calzoncillos como pijama.

- Eh...

Él no debería estar mirando el cuerpo de Minho en lugar de dar una respuesta. No, porque siente que algunas partes de su cuerpo están despiertas cuando deberían estar dormidas.

Y eso no está bien.

Para nada.

- ¿Pasa algo?.- La voz de Minho suena preocupada.

Su subconsciente le da una patada en toda la cara porque ¿qué está haciendo a las tres de la mañana en la puerta de Minho, cuando debería estar durmiendo plácidamente en su cama?

El gilipollas es lo que está haciendo.

- No, no. Es que... Toma.- La frase le sale trémula, como si su garganta estuviese tiritando.

Minho coge la caja medio confundido, y Jonghyun exhala profundamente cuando ve una sonrisa en el rostro del menor.

- Creí que nunca me lo ibas a dar.

- ¿Eh?

- El collar. Vi que los demás tenían el suyo y por un momento creí que te habías olvidado de mí, aunque no pensé que fueras a dármelo a estas horas.

Minho ríe divertido, mirándole intensamente, y él se queda ahí parado, sin nada que hacer ni decir, hasta que Minho se despide de él dándole las buenas noches porque la mente de Jonghyun todavía no es capaz de reaccionar y aún cuando la puerta se ha cerrado, él se queda ahí unos segundos recordando lo tersa que le ha parecido siempre la piel de Minho.

Su subconsciente le dice que aparte de gilipollas, también es medio subnormal.

*****

- ¿Qué te cuesta?

Su pecho se llena de aire, lo retiene, y luego lo expulsa con suavidad. Tal vez necesita clases de control de la ira, porque está a punto de matar a alguien.

- Taemin, pierdete.- Dice, con voz contenida, porque por Dios, es un miembro de su grupo y no lo puede matar. Saldría en las noticias.

Siempre es la misma jodida canción, cuando viajan en avión y solo a uno le toca la parte de la ventanilla, todo el puto mundo quiere ese asiento. A Jonghyun le da igual, porque ya ha viajado tanto que está cansado de ver el cielo, pero esa vez había sido el primero en embarcar para su vuelo de devuelta a Corea, y ha dormido muy poco, por no decir nada, porque en su mente no cabía el sueño, solo estaba la imagen ridícula que le había dado a Minho esa madrugada, y ya se había puesto lo suficientemente cómodo como para que viniera Taemin a joderle y a pedirle que le cambiase el sitio.

Ni loco pensaba moverse de ahí, ahora que había pillado la postura para dormir.

- Jonghyunnie hyung.

Va a tirarse del avión, y eso que todavía no ha despegado.

- ¿Qué quieres?.- Pregunta, con los ojos cerrados, en esa posición tan cómoda que había encontrado.

Y sabe que Minho quiere algo, porque solo le llama 'Jonghyunnie' cuando quiere sonsacarle alguna cosa, o cuando va a pedirle algo.

- ¿Me cambias el asiento?

Suspira, y está a punto de estrellar su frente contra la ventana, pero no lo hace, en cambio se levanta con cansancio, coge su almohada y su chaqueta y le cede el asiento a Minho, quien le sonríe animado, abrazándole cuando pasa por su lado.

- Eres el mejor hyung que tengo.

Sí, claro. Puto Choi.

Se sienta de mala gana en el asiento que debería ser para Minho, y Key le mira desde el otro lado del pasillo, sonriendo de esa manera tan escalofriante que tiene de sonreír cuando él se ha dado cuenta de algo que tu no.

- ¿Qué?.- Le pregunta directamente, porque sabe que Kibum no va a parar de mirarle hasta escupir eso que él sabe y que a Jong ya le está poniendo de los nervios.

- Nada.- Se encoge de hombros, solo porque le gusta hacerse el interesante.- Es gracioso ver como a Minho nunca le niegas nada.

La risa brota de su garganta, como si le acabase de contar un chiste. 
A veces Kibum dice unas cosas tan incoherentes...

Pero su mente se ancla a la frase, y piensa en la última vez que le dijo que no a Minho. Y no lo recuerda.

Al final decide que recuperar las horas de sueño es una buena idea para ignorar la sonrisa de suficiencia de Key.

*****

Algo ha cambiado.

Lo sabe, y sobretodo lo nota. Lo percibe ahí, en el ambiente, como una niebla espesa que no termina de disiparse. Lo siente dentro de él, en el vértigo que parece instalarse en su estómago cuando le ve, como si la gravedad le afectase más, lo nota en la manera en que sus nervios se tensan cuando huele su colonia, o como su expectación crece cuando abre la boca.

No sabe qué es exactamente lo que ha cambiado, pero tiene que averiguarlo.

Por eso decide hablar con Taemin. Porque hablar con Jinki significa tener que responder a demasiadas preguntas acerca de sus sentimientos y sus intenciones, y hablar con Kibum sería como hablar con su hermana y su madre en una sola persona. Taemin es la única opción que le queda por descarte.

- ¿Por qué me preguntas eso?

- No sé.- Se encoge de hombros, mientras ve al menor correr en la cinta estática del gimnasio.- Es que... No sé cómo invitarle a salir.

- A Minho no se le invita a salir, solo le dices: "vamos a por una cerveza" y listo.

Niega con la cabeza, porque él no quiere salir de ese modo con Minho, quiere algo más... Mas íntimo.

- Jong.- Taemin resopla, bajando la velocidad de la cinta hasta andar.- Conoces a Minho desde que era un crío, y en todos estos años no le he visto cambiar. Minho es Minho. Si quieres invitarle a algo pues... Invítale a un partido de fútbol o algo así.

Bueno, eso era mejor que nada.

*****

Ir a ver un partido de fútbol se calificaría podría calificar de cualquier manera menos íntimo.

No sabe porqué le hizo caso a Taemin, si de los cinco es el que peores consejos da.

El estadio está abarrotado, y se pregunta como puede haber tanta gente que le interese ver a veintidós hombres corriendo tras una pelota. No lo entiende. Ni a la gente, ni al deporte, porque no se está enterando de nada. ¿Qué mierda es un fuera de juego? ¿O cuando se pita un penalti? Minho se lo explica, más de una vez de hecho, pero el sigue sin verle la lógica al asunto. ¿Cuando es tarjeta amarilla y cuando no?. Lo vea por donde lo vea eso no tiene coherencia.

Pero no todo es malo. Si algo bueno tiene es que aunque el estadio este abarrotado, nadie le conoce. Básicamente porque todos son hombres, y a Jonghyun le parece divertido imaginarse que la mayoría de ellos seguramente son los novios de las chicas que van a sus conciertos. Es divertido y agradable. Y entiende porqué Minho parece estar tan agusto ahí. Si el fútbol tuviese algún sentido ya sería la hostia. Pero aún así disfruta de esa especie de intimidad dentro de la multitud que le da el poder ser el mismo porque nadie sabe quién es en realidad.

La gente a su alrededor empieza a corear unos cánticos y observa como Minho se une al coro, cantando con ellos. Un chico a su lado le tira media cerveza encima, y al disculparse se da cuenta de que tiene la cara pintada de varios colores. Él no sabría qué pensar si una fan se presentase a su concierto con toda la cara pintada.

Minho se ríe, a pesar del ruido que hay en el estadio, su risa llega hasta su tímpano clara y burbujeante, haciendo que la boca de su estómago se cierre de golpe.

- Si quieres podemos irnos, hyung.

Si Minho le ha dicho eso es porque su cara de disgusto tiene que ser más notable de lo que creía.

- No, estoy bien. Además quiero saber si gana el.. eh.. ¿quién está jugando?

Minho vuelve a reír, ahora más fuerte, y Jonghyun ve como el aire le revuelve el pelo, como sus ojos brillan emocionados y sus mejillas se sonrojaban por el frío. Solo le ha visto así de feliz encima de un escenario.

Entonces decide que puede aguantar un poco más viendo ese deporte sin sentido, rodeado de locos que le están dejando sordo y sentado en una silla de plástico de mierda. Porque, bueno, Minho es feliz, y eso le compensa.

El público vuelve a alborotarse y Jonghyun apenas distingue qué jugador tiene el balón, cuando nota unas manos en sus mejillas y segundos después unos labios cubriendo los suyos.

Su cerebro tarda en asimilar que Minho está besándole, y cuando lo hace, sus labios le corresponden casi por inercia, y su subconsciente le dice que cierre los ojos para disfrutar mejor de la calidez de Minho, y al hacerlo puede notar que la boca de Minho sabe a cerveza y a algo picante. Y siente, nota, sabe que le gusta. Mucho.

El frío que siente en los labios después del beso le hace temblar ligeramente. El público a su alrededor está gritando y saltando por algo que se ha perdido. Minho le sonríe, y sus ojos brillan más que viendo el partido, más incluso que cuando está cantando. Nunca ha visto que los ojos de Minho brillasen tanto.

- ¡Hyung, vamos ganando!

Jonghyun asiente, como si entendiese de qué mierda está hablando, y se sienta otra vez en la silla de plástico blanco, con los labios fríos y resecos.

Podría aficionarse a esto del fútbol.

*****

Las lágrimas son algo común en él. Es algo que tiene asumido desde que nació, pero últimamente también es común verle con una sonrisa en la cara. Se le ve más sonriendo que llorando. Y eso es raro, hasta para él.

Pero Jonghyun en ese momento, en medio del escenario, no le da importancia. Aunque sus compañeros le miran casi con expectación, esperando el momento en el que las lágrimas por fin se asomen. No lo hacen. Jonghyun está demasiado contento como para llorar, por eso salta y corre por el escenario, hasta que sus pulmones le dicen que pare porque sino no va a poder cantar las canciones que le quedan, y justo cuando está intentando conseguir un poco de aire para el, alguien choca contra se espalda, unos brazos le rodean y una risa le resuena en el oído. Jonghyun sonríe, incluso más amplio si cabe, y responde el abrazo como puede desde su posición. Escucha a las fans gritar y siente que todos los teléfonos a su alrededor apuntan hacia ellos. Cuando levanta la mirada a una de las pantallas del escenario, ve a Minho abrazado a él, sonriendo al público.

No, ese día no va a llorar.

*****

Escucha a Taemin lloriquear sobre lo gordo que está y el ríe, joder, casi suelta una carcajada ahí en medio porque si Taemin está gordo entonces él es una ballena varada en medio de Corea. Pero no dice nada, sobretodo cuando Kibum le recomienda una dieta que el está haciendo y le ayuda a controlar el peso. En serio, a veces esta gente está enferma. Luego ve a Onew y Minho comer como unos posesos, sin dietas ni esas mierda y se da cuenta que en esta vida hay gente para todo.

Es ahí cuando su mánager entra en la sala.

- Jonghyun, ¿podemos hablar?

Minho y Onew dejan de comer, y Key y Taemin de repente dejan su discusión sobre dietas para otro momento, porque la voz de su mánager ha sonado demasiado seria como para que venga a decirle que va a sacar otro disco en solitario, lo que significa que está en problemas.

Se levanta, y sigue a su mánager a otra sala mientras se pregunta qué error ha cometido. Que él sepa no ha salido ningún escándalo personal suyo, así que debe ser algo sobre el trabajo.

Cuando entra en la sala su mánager le dirige una mirada sería, y en cierto modo reprobatoria, como cuando un profesor te regaña.

- Me cuesta mucho decirte esto, ¿sabes?. Eres alguien impecable trabajando.- Jonghyun está empezando a no entender nada.- Siempre brillas en los conciertos, así que es mejor que no hagas eso del fanservice.

Ahora si que no entiende nada.

- ¿Perdón?

- Digo, que antes si que estaba bien que hiciérais fanservice entre vosotros, pero ya no lo necesitáis.

- Es que... No lo entiendo. Yo no hago fanservice. Bueno, creo que ninguno de nosotros lo hace.

Porque no tenía sentido. A él no le gustaba hacer fanservice cuando casi le obligaban a hacerlo, para qué iba a hacerlo ahora que no lo necesitaba. Sus fans iban a escucharles cantar, no a ver cómo se pasaban papeles con la boca.

Su mánager se calla abruptamente, y la medio sonrisa que tenía cuando estaba hablando se le borra abruptamente. No sabe porqué pero Jonghyun se siente de repente como si hubiera violado alguna ley.

- Pues, mi consejo como mánager y como amigo tuyo que me considero después de estos años trabajando juntos, es que te alejes un poco de Minho.

- ¿Cómo?

- Lo que hay entre vosotros dos esta empezando a dar que hablar, y no queremos que caigan sobre vosotros rumores inapropiados.

- ¿Qué me está pidiendo exactamente?

Siente la necesidad de cerciorarse de lo que esta escuchando, porque realmente no cree que está situación sea cierta. Debe estar soñando o algo.

- Aléjate de Minho, Jong.

Esa carcajada que tenía guardada antes, cuando Taemin dijo que estaba gordo, sale así sin más, una carcajada llena de incredulidad y algo de sarcasmo, porque siente como si le hubieran dado una patada en los cojones.

- No.- Es todo lo que dice, antes de salir por la puerta.

*****

No recuerda la última vez que estuvo tan frustrado. O cabreado. No sabe muy bien como está, pero no está bien, eso seguro.

Es su mierda de actitud la que lo pone nervioso. No lo entiende. Es a él al que le han pedido que se aleje, y ya dejó claro que no lo haría. ¿Entonces porque coño Minho es el que le evita?

Un día de estos le va a estallar una vena del cuello.

Le mira, y ve como le observa con algo de culpabilidad mal disimulada cuando se levanta y se va del camerino. Claro, se va porque él ha llegado, como lleva haciendo semanas. Cada vez que el pone un pie en una habitación, Minho huye como si se hubiera colado en el infierno por equivocación. No le habla, no bromea con él, no le sonríe de esa manera tan infantil, ni le molesta durante los conciertos. No le dice nada. Absolutamente nada.

Y como siga así Jonghyun va a terminar explicándole a su compañero de celda que terminó en la cárcel por enajenación mental transitoria.

- No le mires así, no tiene la culpa.

La mirada que Jonghyun le dirige a Taemin le deja en claro que nadie ha pedido su opinión, y que se la puede meter por el jodido ano.

Jonghyun bufa por lo bajo, cruzándose de brazos con fuerza y hundiéndose en el sofá, porque le molesta que Minho no le hable, pero lo que más le molesta es esa sensación de vacío que tiene desde que el menor le ignora. Esa sensación de que ha perdido algo importante.

- Al fin y al cabo fuiste tú quien le pidió a nuestro mánager que te dejásemos tranquilo porque estabas estresado.

Qué

¿Qué?

¡QUÉ!

- Que tú...

- ¡Yo nunca he dicho eso!.- Algo dentro de Jonghyun explota, no una vena, pero casi.- ¡Fue él quién casi me exigió que me alejase de Minho por no se qué mierda de rumores o algo así!

- ¿En serio te dijo eso?.- Murmura Taemin, con algo de asombro.

- Que Dios me de paciencia, porque estoy a punto de empadronar a alguien en el cementerio.

- Hyung.- Taemin le coge por los hombros, y solo así se da cuenta de que su cuerpo en tensión estaba paseándose por el camerino como un león enjaulado y con hambre.- Yo me encargo.

La sonrisa de Taemin le da escalofríos.

*****

- Siempre buscamos lo mejor para vosotros, por eso no podíamos permitir que siguiera trabajando aquí.

La sala se sume en un silencio algo tenso, que solo se ve interrumpido por el ruido que hace Taemin al sorberse la nariz. No puede evitar mirarle, viendo como el menor tiene la cabeza gacha y los ojos enrojecidos.

Jonghyun tiene recuerdos borrosos de cómo ha llegado hasta ahí.

Se suponía que iba a ser una semana tranquila, que iban a hacer un parón en sus conciertos en Japón para ir a casa y descansar. Casi se pegó un tiro cuando vio que le había tocado un asiento junto a la ventana del avión, pero se molestó cuando vio que nadie le pedía que se lo cambiase, y que sobretodo Minho había decidido sentarse en su asiento que daba al pasillo sin mirarle siquiera. Entonces pensó que tenía ganas de partirle la cara a su mánager. Y que tenía que hablar con Minho.

De hecho se había propuesto hacerlo en cuanto pisase suelo coreano, pensaba decirle que su mánager era un maldito mentiroso, que no quería que lo dejase tranquilo, que le gustaba que le molestase, que le hiciera bromas y que luego le abrazase para que se le pasase el enfado que siempre fingía tener. Ahora le faltaba encontrar la manera de decirlo sin que sonase tan desesperado como estaba.

El problema vino cuando su mánager les llevó a la agencia casi sin preguntar nada más aterrizar, y a Jonghyun le pareció bastante sospechoso que el presidente hiciera llamar a Taemin para reunirse con él durante horas.

Lo siguiente que sabía era que estaban sentados en la sala de reuniones, con Taemin llorando y su mánager despedido.

Hasta su subconsciente estaba perdido.

- Nosotros estamos aquí para asegurar vuestra comodidad, por eso no pasamos por alto ningún tipo de acoso.

¿Acoso?

El cerebro de Jonghyun se enciende, y si mente parece recobrar la capacidad de percepción al escuchar las palabras del presidente. Mira a Taemin, que parece un niño perdido en un centro comercial, y luego observa a sus compañeros, que no saben muy bien donde meterse. Da gracias que Jinki siempre tiene su papel de líder en las venas, y es el único en darle las gracias a su jefe, quien les informa que se les va a asignar a un nuevo mánager a poder ser antes de volver a Japón.

Cuando salen de la reunión piensa que debe ser más subnormal de lo que creía porque sigue sin enterarse del asunto.

- ¿Nuestro mánager te acosaba?.- Le pregunta a Taemin cuando los otros tres están de camino a la furgoneta para irse a casa.

- Si, bueno, un poco.

- Taemin.

- Digamos que el acoso era... Consentido.

La mente de Jonghyun tarda varios segundos en hacer las conexiones suficientes como para entender la frase.

- ¿¡Te acostabas con nuestro mánager!?

- Gritalo un poco más que en China no te han oído todavía.- Jonghyun le fulmina con la mirada y Taemin bufa, rodando los ojos con fastidio.- Nos acostamos un par de veces, pero luego él se puso pesado y bueno, a mi no me interesaba. No hay mucho más que contar.

- ¿Por qué se lo has contado al presidente entonces?

Taemin le sonríe, justo antes de entrar en la furgoneta.

- Porque ahora ya puedes estar con Minho.

Ve como el menor se encoge de hombros, y se sube al vehículo mientras su mente termina de reflexionar lo que acaba de pasar.

Y él que pensaba que Kibum era manipulador.

*****

- Hyung.

Suspira, y deja su móvil a un lado porque sabe que lo de componer una canción lo tendrá que dejar para otra ocasión. Le mira frotar la mejilla contra su pecho en un intento por llamar su atención.

- Mírate, pareces un gato pidiendo mimos.

Minho sonríe con los ojos bailándole de felicidad porque sabe que ya ha conseguido lo que quería; tener toda su atención en él. A veces no puede entender como Minho puede ser tan caprichoso y disimular tan bien ante el mundo.

- Hyung.- Vuelve a quejarse, y Jonghyun suspira, colando una de sus manos bajo la camiseta del moreno para disfrutar bien de sus besos.

Jonghyun no admitiría, nunca, jamás, que casi le complace más a él mismo que a Minho cumplir con todos sus caprichos.

Minho casi está retorciéndose de placer cuando la puerta de la habitación se abre de improvisto.

- Uh... ¿Interrumpo?

- Siempre interrumpes, Jinki.

Pero su líder no parece muy arrepentido con eso, ni si quiera con la mirada fulminante que le está dirigiendo en ese instante.

- Solo quería saber si necesitabais algo. Ya sabéis, agua, palomitas, un condón...

- Lo que necesito es que te largues de mi habitación.- Espeta, está vez Minho.

- Vale, vale.- Jinki alza las manos en son de paz, pero no se mueve ni un centímetro de su posición, lo que le dice a Jonghyun que todavía tiene alguna bomba que soltar.- Sabéis, siempre que os veo me pregunto quién es el activo y quién el pasivo.

- No te voy a decir cómo me follo a mi novio.- Gruñe, y casi está a punto de levantarse y darle un puñetazo a Jinki. Sobretodo cuando le ve sonreír malicioso.

- ¡Kibum, Jonghyun acaba de decir que él se folla a Minho, así que he ganado la apuesta!

En serio está a punto de enviar a alguien en ambulancia a un hospital, cuando Kibum entra en la habitación con el ceño fruncido.

- Minho, no me jodas que te dejas dar por el culo.

Tiene cojones que Kibum sea el indignado en todo este asunto.

- ¡Que os largueis de una puta vez de mi habitación, joder!

A él no le sorprende que Minho explote, es más, lo agradece cuando el menor se levanta de la cama y empuja a esos dos para sacarlos de la habitación.

- Tienes que poner un pestillo en la puerta.- Le dice, cogiendo otra vez su móvil, cuando Minho vuelve a la cama a acurrucarse en su pecho como antes.

- Lo que tengo que hacer es cambiar de grupo.

- Es tarde para eso, cariño. Ya llevas casi diez años con ellos. Además, eres tú el que no quiere venirse a vivir conmigo.

Minho bufa, no le ve pero casi puede apostar que tiene un puchero en los labios.

- Yo quería ir a un grupo de esos como Astro.

- Claro, porque esos críos te adoran.

Se reprende a sí mismo cuando escucha a Minho reír, y después quitarle el móvil para que pudiera ver lo divertido que estaba.

- Eres tan guapo cuando estás celoso.

Y Jonghyun no se queja, porque Minho retoma la tarea de besarle, y se dice a si mismo que puede fingir estar celoso durante un rato más.

*****

Es costumbre.

Escucha tanto la frase de: "¿Ya estás aquí otra vez? ¿No tienes casa?" que ya ni si quiera le hace caso a Jinki cuando lo pregunta, solo pasa de largo por el pasillo y va directo a la habitación de Minho. Intenta también ignorar la risa burlona de su líder cuando le dice que se acuerden de usar protección. No entiende porque Minho tiene que vivir con Jinki en vez de con él, igual que no entiende porque cuándo el le insiste en que vivan juntos, Minho siempre le pregunta "¿Y si al final te arrepientes, hyung?". Como si el ya no estuviera la suficientemente perdido en Minho.

- Hola, señor cantante solista.- Está tan cansado que no contesta al saludo de Minho, solo se tira sobre él en la cama, apoyando la cara en su estómago, y respirando el aroma familiar de su novio.- Estás lleno de maquillaje.

- Estoy cansado.

- ¿Como te ha ido en Inkigayo?

Se encoge de hombros, porque está cansado incluso para pensar en una respuesta. Nota a Minho estirarse para coger algo de su mesita de noche y a los pocos segundos siente como una toallita húmeda le recorre el rostro para desmaquillarle.

- Gira la cara.- Él obedece con gusto, mientras disfruta de las caricias suaves que le da, haciendo un esfuerzo para no quedarse dormido.- Ya está.

Apoya la barbilla sobre el estómago de Minho, esperando a que este vuelva a guardar las cosas en su sitio, y cuando el menor le da toda su atención, el sonríe y le besa suavemente, disfruta de su toque cálido y del cosquilleo que le embargaba cuando siente la suavidad de su piel en la punta de los dedos.

- No me has dicho que te ha ido en Inkigayo.- Se queja Minho en un susurro.

- Bien. He ganado.

- ¿En serio?.- Jonghyun tararea un asentimiento sobre los labios del menor, jugando con su lengua.- Felicidades.

- Hay que celebrarlo.

- Hyung.- Minho se remueve, aunque no con mucha voluntad, cuando Jonghyun cuela una mano bajo su camiseta y le acaricia el estómago.

- ¿Qué?. Solo quiero agradecerle a mi novio los mimos que me da.

Sabe que ha ganado cuando Minho se arquea contra él y enreda los dedos en su pelo, casi deshaciéndose bajo sus labios.

Se detiene durante un segundo para mirar sus ojos marrones brillantes, y se pregunta qué ha cambiado entre ellos, porque él sigue viendo a Minho igual que todos los días, exactamente de la misma manera en la que le veía cuando le conoció, o desde hace tres días. Y piensa que, tal vez, ese sentimiento por él siempre ha estado ahí, que tal vez no ha cambiado nunca.

Tal vez sea él quién ha cambiado sin darse cuenta. Tal vez sea la situación.

A lo mejor ha estado siempre enamorado de Minho.

O a lo mejor se ha enamorado ahora.

Puede que solo sean... Cambios.

 


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