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Y como te quería decir que gracias a ti, no eh dejado de pensar que habría pasado si de verdad te hubiera correspondido, ahora todo pensamiento en mi cabeza es un lio - tomando del mentón al más bajo acercándose a su rostro- y tu tendrás que abstenerte a las consecuencias de tus actos- dijo el joven azabache para después plantar un beso en los finos labios de un sorprendido rubio que al culminar el beso no hizo más que desmayarse en los brazos del que ahora es su futuro esposo.
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El más joven de este par no cabía en lo que acababa de pasar, el hombre al que ha amado desde hace años lo estaba besando y por si fuera poco el beso no era uno muy inocente ya que el joven ojiazul sentía como la lengua del mayor delineaba sus labios para que este le diera el paso, que aun cuando estaba confundido dejo que el mayor hiciera lo que quisiera, haciendo que el beso que en un principio estaba pensado para ser solo un simple roce termino en un beso donde los dos jugaban mutuamente con la lengua del contrario, que provoco en el menor de ambos que su rostro fuera pintado por completo de un carmín intenso, provocando un extraño sentimiento en el de ojos dorados haciendo que este rodeara la cintura del más bajo, tratando de pegarlo más hacia sí mismo aun cuando el estómago del pequeño rubio los hacia estar un poco separados.
Después de lo que parecieron segundo para este par, pero en realidad fueron varios minutos, separándose por la falta de aire dejando a ambos con la respiración agitada y aun rubio por demás mareado por la intensidad de aquel beso donde este solo tuvo la opción de sostenerse del que aun cuando el beso culmino seguía rodeándolo de la cintura, mientras este no tenía más opción que mirar hacia el suelo con vergüenza.
¿¡T-T-Tu acabas de besarme!?- decía con un tono consternado el joven rubio mientras tocaba sus labios, repitiendo cual grabadora descompuesta la palabra beso continuamente, mientras levantaba su cabeza para ver directamente al que lo tenía apresado de las caderas, haciendo que el color de su rostro aumentara por tener al de ojos dorado observándolo de pies a cabeza detalladamente
Aunque antes tenías una pequeña cintura, ahora una de las cosas que más resalta en ti es el tamaño de tu estomago- dijo el azabache dejando ver en la comisura de sus labios una leve inclinación de lo que parecía ser una leve sonrisa.
Este pequeño rubio después de haber observado esa expresión en el rostro de su amado, tan solo sintió que de uno de los orificios de su nariz había salido una pequeña gota de sangre haciendo que este se cubriera rápidamente para evitar manchar el chándal que el azabache vestía.
Mientras que detrás de este par se encontraba una pareja que se encargaban de grabar lo que había acontecido entre ello en el pasillo de esa gran mansión dejando escapar un par de risitas, haciendo que su ubicación fuera descubierta por el mayor de todos.
Si tienen tanto tiempo para estar espiándonos, ¿porque no te encargas de darle un nieto a nuestro padre Sebastián? – dijo el joven oji dorado dirigiéndose hacia su hermano que salía de su escondite con el pequeño peliazul en brazos que parecía esconder una cámara tras su espalda-y aprender a vestirte por ti solo ciel-decía esta vez al consorte de su hermano, probando que este par enrojecieron por los comentarios del mayor.
Y-yo solo quería ver que intentabas hacerle a mi amigo ya que te vi seguirlo desde que salió de mi habitación- dijo el pequeño peliazul tratando de excusarse- y veo que tus intenciones fueron intensas completo el ojicarmín viendo a su pareja reírse por el comentario de este.
El oji dorado sin responder a lo dicho, solo giro el cuerpo del rubio para poner su barbilla sobre el hombro de este, para después rodear el estómago del más joven posicionando sus manos sobre el estómago de este, haciendo que el menor que había hecho disipar su sonrojo, haciendo que con ese simple gesto el color rojizo en el rostro del menor aumentara, provocando que por reflejo este cubriera sus propios ojos con sus manos.
El oji dorado sin hablar solo observaba como su hermano cargaba a su prometido al estilo nupcial Pue yo solo diré que él tiene que abstenerse a las consecuencias de sus actos- decía el azabache aun rodeando el estómago del rubio.