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El roció de las rosas por sakimoto

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Notas del fanfic:

Este fic esta interrelacionado con mis otras historias.

 

Notas del capitulo:

Si hay alguna falta ortrografica espero compensarla con la historia jaja.

Dsifrutad la lectura. n.n

Cuando sientes que todo ha muerto te duele pero cuando vez como algo muerte frente a tus ojos todo se vuelve tan claro y doloroso que de verdad es imposible seguir adelante.

Pero la vida es justo, los castigos llegan tarde o temprano, tus reglas han sido rotas, tus ojos se han sellado para jamás volver buenas intenciones en nadie más.

Simplemente, estas, muerta y tratas de seguir con algo igual de muerto que tú.

-Vaya desperdicio de sentimientos tan pasajeros como el amor.

Que sin avisar llega cual mariposa y se posa en tus manos, te vista cada mañana y alumbra tu jardín con su belleza, ayuda tus flores a florecer y tus hierbas tienen ese toque tan hermoso que solo una mariposa logra con posar sobre sus hierbajos y sus hojas.

Pero esa mariposa necesita seguir su camino, tu as elegido a esa mariposa.

Pero la mariposa es libre y tu aunque hermosa rosa mía.

Te has aferrado a tu tierra para asegurarte que las mariposas sabrán donde encontrarte, alrededor de miles de espinas y hierbas venenosas, donde solo las mariposas valientes osan adentrarse en busca de una rosa.

Pero aunque miles de kilómetros separen a una rosa de su mariposa, las alas de la mariposa son fuertes como para regresar sobre su camino.

¿Qué debería hacer una rosa para convertirse en mariposa?

Una urraca apareció delante de la mariposa y buscando alimento entre los hierbajos de la rosa sintió una pequeña sensación húmeda, como si una gota de lloviera cayera justo sobre su rostro.

La urraca subió la mirada y vio que la rosa yacía en silencio llorando, sus pétalos adornados de lo que parecía roció eran sus lágrimas acumuladas en grandes gotas que recorrían sus pétalos.

-¿Por qué lloras pequeña rosa?- Le pregunto la urraca ala rosa-

La rosa en silencio lloraba y lloraba haciendo que sus lágrimas cayeran y resbalaran al piso.

-Yo estoy bien….solo que al buscar su alimento a lastimado mi tallo.

-La urraca miro debajo de sus hojas y buscando entre los hierbajos encontró que su tallo estaba intacto pero su vista mirada se desvió a las hojas de la rosa. Estas debajo tenían miles de huevecillos de arañas ye insectos.

-Dios tienes una gran familia viviendo debajo de tus pétalos.

-Si…ellos no paran de apropiare de mis hojas, pero ya me he acostumbrado, pesan un poco pero puedo cargar con esto.-Dijo la hermosa rosa mientras el viento contoneaba los huevecillos que yacían de debajo de sus pétalos.

-Vamos te ayudare, una rosa tan hermosa no pude ser dañada por unos horribles huevecillos.-le dijo la urraca mientras intentaba sacar con pico todos los huevecillos que podía.

-Gracias es usted muy amable, la mayoría de las personas jamás notan eso en mí, ellos solo ven roció de mis pétalos como simples gotas d la lluvia y mis pétalos nadie los toca por miedo a las espinas.-Es usted la primera persona muchas gracias.-Le dijo la rosa a la urraca con un tono nostálgico pero feliz.

-De nada, mi bella rosa, pero ahora que he descubierto que las arañas no dejaran de llenar sus pétalos de huevecillos, la visitare para ayudarle.-Dijo la urraca mientras aleteaba con fuerza y energía.

-Oh…muchas gracias, aquí le esperare, las rosas no caminamos así que puede venir cuando quiera mi dama Urraca.-Dijo la rosa revoloteándose con el viento, sus pétalos se abrieron más, y una Catarina atrapada salió de estos volando hacia su libertad.

La urraca sigue su camino volando hacia algún lugar desconocido para el rosal donde yacía la solitaria rosa.

Rodeada de hierbajos y espinas que solo una urraca notaria.

Los días pasaron cada mañana la urraca visitaba a la rosa y esta la recibía con gratitud, parecía que a los ojos de la urraca entre más cuidaba de la rosa esta habría más sus pétalos.

De ser un pequeño capullo que apenas alcanzaba a ser distinguido como una pequeña y diminuta rosa, paso a ser tan imponente como una melena de león.

Las envidias del jardín no se hicieron esperar y la urraca que se pensaba solo era uno de los pasatiempos de la rosa, fue tomando hilo serio.

La urraca y la rosa reían todo el día en el pequeño rosal, lo cual no les agrado a las arañas que estaba en las cercanías del muro de piedra.

Estas al ver que la urraca volvía a casa se pusieron en marcha y llenaron los pétalos de la rosa de telaraña  y una gran e imponente  araña puso si telar enfrente de rosa.

Esta imposibilitaba de moverse se cubrió de telarañas un lugar donde ni los más aventurados se asomarían al ver semejante araña.

-Ella solo quiere los pétalos que adornan tu cabellera, pequeña rosa, debes permanecer entre las espinas ya que así nadie te tocara, nadie se robara tus los, .le dijo la araña mayor ala pequeña rosa quien yacía llorando en silencio quieta mientras sus pétalos comenzaban a cerrarse lentamente.

-Por favor solo déjame despedirme de ella que ella sepa que me han encontrado y que me llevaran para formar parte de un gran baño o una decoración, p que tal vez un enamorado me entregara como muestra de amor, a su amado. Por favor déjame decirle que…-la rosa fue interrumpida por un sonido en el pasto y su directamente callada por las arañas que amenazan con envenenar sus pétalos.

-pequeña rosa…. ¿Dónde te has metido?-Dijo la voz irreconocible de la urraca.-Espero que no te hayan tomado para un baño…o que terminaras un regalo barato de algún hombre a su amante….-Dijo la urraca con preocupación y desconcierto en su mirada se veía la incertidumbre de no saber por qué su rosa ya no estaba.

La urraca sin encontrar nada voló hacia lo lejos del jardín, dejando detrás solo el rastro de un par de plumas, que solo las urracas maduras padecían a cierta edad.

-Se ha ido sin más…-Dijo la araña descansando de su tensa postura.-Así son ellas, libres como las mariposas, tienen mejores cosas con las cuales divertirse que una simple rosa llena de telarañas. Sirve de algo y ayuna a mis hijos a incubarse en la parte escondida de tus hojas, nosotros que te hemos cuidado de los humanos tanto tiempo…que malagradecida rosa.-Culmino la araña sin más y descanso en su lugar dejando que el viento la meciera lentamente.

-Yo solo pensé que esta vez sería diferente…yo al final de todo solo soy una rosa.-Dijo la pequeña rosa dejando que la araña hiciera su trabajo debajo de sus hojas dejando caer sobre sus pétalos el roció de sus lágrimas.

Paso el tiempo y la rosa comenzó a dejar que sus pétalos cayeran uno a uno, dejando que estos se secaran bajo el sol.

Nadie parecía importarle las arañan habían ayudado a que sus pétalos se llenaran de más telarañas y les ayudaran a nutrir al tierra.

-Estoy muriendo…mis pétalos caerán hasta quedar solo uno y mi tallo se romperá sin más, lamento no poder serle más útil sea, araña gracias por estar conmigo a pesar de todo.-Dijo la rosa moribunda entre telarañas y hierbajos. La araña la miro con apatía, mientras la rosa moribunda dejaba caer otro de sus pétalos, uno a uno caían lentamente sin aviso y cuando menos lo noto solo quedaba el recuerdo de una Rosa. Una

Una oruga grande y gorda comenzó a acercarse a los tallos caídos de la rosa y las hormigas se llevaban rastros de estos, mientras nuestra pequeña rosa día a día comenzaba a doblar su tallo y llenar de roció su tallo.

-Por favor….lleva este pétalo a la urraca….ella sabrá reconocerlo…yo solo quiero despedirme.-Dijo la rosa moribunda y triste.

La oruga tomo su pétalo lo llevo lentamente a rastras.

Sin saber su destino e incertidumbre, la pequeña rosa jadeaba de lo cansada que estaba y no dejaba de llorar hasta que solo las telarañas la sostenían.

Un día escucho unos pasos conocidos y pero su fuerza era tan poca que su tallo yacía casi sobre el suelo, uno de sus últimos pétalos caía sobre el suelo, perdió el conocimiento totalmente y callo en un suelo eterno que reconocía como la muerte.

Ella abrió los y vio que estaba en un lugar distinto del jardín, podía ver a las demás rosas siendo hermosas y un pequeño y saltarín paso que reconoció de inmediato.

-Mi pequeña rosa…por dan después de tanto…-Dijo la urraca delante suyo que le acariciaba con cariño alegría.

-Oh…yo le extrañe tanto mi Sra. Urraca, yo de verdad le extrañe tanto…-Dijo la rosa entre lágrimas de roció que le rodeaban los pétalos.

-Te traje al otro lado del jardín, escarbe entre tus raíces y te traje lejos de esas arañas, aquí ya podrás por fin vivir en paz.-Dijo la urraca que ahora parecía con una mirada de tristeza y alegría entremezcladas.

-Jamás…nadie había hecho eso por una rosa moribunda…-Dijo la rosa sorprendida casi sin poder aguantar las lágrimas sobre sus pétalos.

-Por favor no diga eso…usted es mi rosa yo jamás le dejaría morir de esa manera pudiendo salvarle.-Dijo la urraca con regocijo alrededor de la rosa y haciendo que ellas gota de roció se mezclaran con la luz y formaran un arcoíris.

-Gracias….por hacerme más que una rosa…-Dijo la rosa rentre lágrimas y con el corazón tranquilo junto con la urraca.

Estos son los recuerdos felices que guarda la rosa de Shepir en su corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos en la proxima!

Muchas graciuas por su lectura. Cualquier  comentario o critica sera binevenida siempre que sean constructivas. n.n


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