Domingo
(Naruto)
Naruto se encontraba sentado en una de las tantas bancas del parque. Suspiraba mientras veía cambiar la hora de su celular una vez más. Su ánimo bajo un poco, no era la primera vez que Sasuke le hacía esto.
Naruto clavo su mirada hacia la nada mientras pensaba en la relación, prácticamente tóxica, en la que se encontraba. Algunas veces Sasuke le trataba como si se tratase del tesoro más valioso del mundo, Naruto no podía negar que le encantaba que el chico de hielo se comportará así con él. Por otro lado, había ocasiones como esta, en las que el azabache ni siquiera mostraba su rostro a pesar de haber sido él quien lo invito…Naruto se preguntaba si entre ellos todavía existía algo como el “gustar” o si simplemente era la simple costumbre de estar juntos desde niños.
Reviso una vez más la hora, se supone que se verían a las 3:00 pm, pero ya eran las 4:30pm y todavía no había rastro de Sasuke, aun que Naruto tenía ganas de irse volvió a suspirar, ya solo lo esperaría unos minutos más.
Empezó a pensar en su última discusión con Sasuke; normalmente a Naruto no le importaba demasiado con quien se relacionará el azabache, pero cierta pelirrosa era una espina que últimamente no podía controlar. Naruto sabía perfectamente que no era la culpa de Sasuke, pero ella era una de las pocas personas a las que Sasuke de vez en cuando le regalaba una sonrisa, o una expresión relajada, esto indicaba que al azabache le agradaba demasiado la pelirrosa, así que Naruto solía enojarse cuando los encontraba juntos. Por otro lado se supone que la relación entre Sasuke y Naruto no existe, así que en realidad cuando estas escenas suceden Naruto no tiene más remedio que tragarse sus emociones y sonreír. Cuando todos los demás los dejan solos es cuando Naruto explota, ambos empiezan a pelear, después de un tiempo ellos se reconcilian, este era su ciclo. Es por eso que ahora mismo, como en otras ocasiones, Naruto estaba planeando como terminar con Sasuke.
-disculpe…-una voz lo saco de sus pensamientos. Cuando subió su mirada no pudo evitar sonrojarse, el chico fácilmente podría pelear con Sasuke en cuanto a apariencia. Tenía cabello rojo y ojos color aqua, su piel era igual de pálida. -¿podrías decirme tu nombre?-
-Naruto…- dijo, no podía dejar de ver sus ojos. A pesar de sus pronunciadas ojeras Naruto se sentía hipnotizado. Como si hubiera leído sus pensamientos el chico se arrodilló y apoyo sus manos en sus rodillas, quedo a la altura de Naruto.
-Me encantan tus ojos- le dijo el joven, otra vez, Naruto se quedó totalmente sonrojado. De repente el chico se levantó. Su rostro mostró una expresión de tener una grandiosa idea. -espera aquí…- dijo. Dejo a Naruto con unas cuantas preguntas.
Después regreso con un helado en cada mano. -Mi nombre es Gaara.-
Ellos continuaron hablando, no sé dieron del paso del tiempo, ni de que ya estaba oscureciendo.
Al parecer Gaara se acababa de mudar del [distrito sol] apenas el viernes pasado, y desde entonces no ha salido de su casa por desempacar, pero ya estaba aburrido, así que se escapó para conocer la ciudad. En cuanto llegó al parque se dio cuenta de Naruto, pero no hizo nada, después de un rato se animó a hablarle.
Ellos siguieron hablando, y a pesar de que ya eran las 9:30pm y no se habían movido de banca. Sasuke nunca llegó.
………
Lunes
Naruto estaba sentado leyendo un libro mientras esperaba que llegara su Maestro. Su asiento estaba exactamente en la mitad del salón.
De repente alguien se paró en frente de su escritorio.
-Naruto~- Dijo Kiba totalmente animado.- Ya que es lunes ¿te parece ir a comer con los demás saliendo de la escuela?- Él estaba tomado de la mano con su novio, Shino.
-Claro- contestó el rubio con una sonrisa.
-Bien, solo te quería avisar… Entonces te dejo seguir leyendo- dijo Kiba en un tono como si se le importara haber interrumpido su lectura, aunque seguramente sólo quería ir a platicar con Shino. El cual solo le sonrió vergonzosamente en forma de disculpa a Naruto, él le devolvió la sonrisa y le hizo un ademán de mano en forma de adiós.
Algunas veces Naruto no podía evitar sentirse celoso por sus acciones, eran tan empalagosos y no se avergonzaban de ello, de hecho parecía todo lo contrario.
Naruto levantó su mirada hacia la puerta y de inmediato la volvió a bajar al libro, había llegado Sasuke, estaba tan enojado con el que no quería ni verlo a los ojos.
Seguido de Sasuke, llego el maestro. Todos empezaron a caminar a sus asientos.
Sasuke camino a su asiento, el cual estaba en la última fila del salón, paso por el asiento de Naruto, llevaba una bolsa negra la cual disimuladamente dejo en el escritorio del rubio.
La bolsa estaba sellada y Naruto dudo en abrirla hasta que vio una nota que estaba pegada en el sellado. -abre los más pronto que puedas-. Con la curiosidad de un niño Naruto la comenzó a abrir. Pero una voz lo interrumpió
-¡Bien chicos, hoy les tengo 2 sorpresas!- dijo animado su maestro. Todos los alumnos ya estaban sentados y con los gritos de su joven maestro todos estaban prestando atención. –Sin embargo una es buena, y la otra mala- dijo bajando su tono de voz.- ¿Cuál quieren saber primero?
Todos los alumnos empezaron a discutir con el maestro por cual noticia les debía de dar primero.
-Está bien, primero la buena- el maestro decidió por sí mismo. -¡adelante por favor!
Todos los alumnos miraron curioso al chico que estaba entrando.
-por favor, preséntate- dijo el maestro
-Mi nombre es Gaara, tengo 16 años de edad- dijo secamente el chico, no sonreía. Su mirada era un poco dura, parecía no querer estar en el salón. Naruto estaba sorprendido, parecía una persona completamente diferente al que había conocido al día de ayer.
-ehh…-dijo confundió el maestro por la actitud de su nuevo alumno. –Puedes sentarte…-
Gaara camino hasta su lugar, que también quedo al final cuando agregaron el nuevo asiento. Su fría expresión cambio a una sonrisa cuando los dos pares de ojos azules se encontraron.
Naruto también le dio una amistosa sonrisa.
-Bien- continúo el maestro. –Ahora una mala notica; examen sorpresa-
Todos los alumnos se empezaron a quejar.
..
Ya estaban en el siguiente modulo y con todo lo pasado Naruto apenas recordó la bolsa que le había dejado Sasuke.
Cuando lo hizo, con todo el disimulo que pudo saco la bolsa que dejo debajo de su escritorio y la comenzó a abrir.
Se sintió feliz cuando vio lo que estaba dentro; un carta y una caja de sus chocolates favoritos.
No abrió los chocolates, los guardaría para después.
Por otro lado la carta si la abrió.
“siento el no haber llegado ayer.
Sé que lo verás como excusa, pero mi padre me obligo a acompañarlo a una junta de la empresa.
Sabía que no me recibirías o escucharías, e incluso no me querrías ver así que solo te compre los chocolate que sé que te encantan”
Naruto sonrió y suspiro. Eran exactamente estas cosas las que lo detenían a terminar con Sasuke.
Volteo hacia atrás, al lugar de Sasuke, el cual se encontraba viéndolo.
Naruto le sonrió, de alguna manera esto era una señal de que lo disculpaba. Naruto conocía al padre del Azabache, por eso de alguna manera entendió todo.
Sasuke movió sus labios, le estaba hablando con una dulce sonrisa. -Lo siento…- después saco su celular y empezó a escribir. Naruto recibió un mensaje “… ¿te invito a comer, quieres?”
Naruto primero asintió emocionado, pero después cambio su expresión y negó con la cabeza. Le escribió un mensaje a Sasuke “Lo siento, ya me habían invitado mis amigos… ¿mañana?”
Sasuke se sorprendió al leer el mensaje, pero no dijo nada. Simplemente volvió a sonreír. “te pelearía por cancelarles a ellos, pero no lo harás ¿verdad? Está bien, mañana iremos a donde tú quieras”
...
El resto del día pasó rápidamente. Y ahora mismo Naruto era el último alumno en salir del salón de clases gracias a que se tardó demasiado apuntando la tarea. Incluso Shino y Kiba le habían dejado, llevándose a Gaara con ellos.
Termino de acomodar su mochila y la puso sobre sus hombros. Cuando estaba a punto de salir del salón alguien se paró en medio de la puerta deteniendo su camino.
-¿no creíste que de verdad te dejaría ir, verdad?- dijo Sasuke con una leve sonrisa
Naruto alzo sus hombros. –La verdad no, pensé que me dejarías, después de todo es tu culpa- dijo indiferentemente
-Ya sabes como es mi padre-dijo Sasuke tratándose de excusar. –No le puedo decir que no-
-Sí, ya lo sé.- dijo Naruto aun indiferente. Aun así ¿no le pudo haber enviado un mensaje para que no lo esperara tanto tiempo?
-Vamos, no seas así- dijo el azabache acercándose a Naruto. -¿No te gusto el regalo que te di?
-Lo hizo- dijo Naruto, dando un paso hacia atrás. –Pero ayer te espere durante mucho tiempo-
-y es por eso que lo siento- dijo Sasuke tomándolo rápidamente por la cintura para abrazarlo. –Mi padre me quito mi celular así que no te pude avisar.- después de decir esto Naruto pudo sentir como el mayor acercaba sus labios a su oreja. –Lo siento, de verdad-
Naruto no podía estar más rojo. Sin saber exactamente la razón empujo a Sasuke con todo el largo que sus brazos le pudieron dar. –Sí, vale. Lo entiendo- dijo mirando al piso intentando que su sonrojo no fuera muy obvio. –A-aun así. Sera mejor que me vaya, ya había quedado con los chicos, probablemente me están esperando.- Cuando estaba por empezar a correr alguien lo tomo por la muñeca.
-Espera…-
-…- Naruto no dijo nada y Sasuke tampoco termino su oración, por otro lado lo soltó. –Nos vemos mañana- Naruto no volteo en ningún momento, y en cuanto fue liberado corrió para llegar al lugar donde estarían sus amigos.
(Gaara)
El resto del día dentro de la escuela paso sin nada más que decir. Y ahora mismo Gaara estaba junto a sus nuevos compañeros de clase.
Al parecer todos se estaban llevando bien, Gaara apenas parecía que era él nuevo en su círculo de amigos. Todos estaban hablando de todo un poco, hasta que salió un tema del cual la mayoría de las personas tiene curiosidad.
-entonces Shino y Kiba son pareja.-empezó Gaara. -¿desde hace cuánto?
Ambos se sonrojaron; shino solo bajo la mirada, pero Kiba fue el que mostro un sonrojo más bien orgulloso. –Ya casi haremos un año- se rasco su cabeza avergonzado. No dejaba de mostrar una amplia sonrisa.
-Ya veo- dijo Gaara con una cara de sorpresa. –Un año, sería genial encontrar también alguien a quien amar…-
-Mejor que no les apoyes- empezó Ten Ten, mientras fingía un dolor cabeza.- Esos dos no ven diferencia de cuando están solos y cuando no.
-Hablando de idiotas- dijo indiferente un chico con los ojos blancos, Neji -¿no le avisaste a Naruto que tenía que venir?
“¿Naruto?” pensó Gaara. ¿Estas personas eran sus amigos?
-¿eh?- dijo Kiba -Si le dije, pero se quedó haciendo unos apuntes… -dijo haciendo memoria- De todos modos… ¿Por qué él interés?- dijo Kiba tratando de molestarlo
-ninguno en especial…- él chico aún continuaba indiferente, pero esto no le daba una buena espina a Gaara
-Agh- empezó Ino- hablando del rey de Roma…
Gaara siguió la línea de visión de Ino, que se dirigía hacia la entrada. Había llegado un chico rubio.
Naruto entro, pidió su café y se sentó en el último lugar disponible. Él sonrió y saludo a todos, inmediatamente entro en la conversación.
-¡Naruto!- dijo Choji -¿conoces a Gaara?
Naruto rio. –Claro, está en mi salón-. Él no menciono nada acerca de haberse conocido dos días antes
..
Con lo bien que se lo había pasado Gaara había jurado que la reunión había durado poco más que una o dos horas, la verdad es que ya estaba obscureciendo.
Todos salieron del café y Gaara pudo ver que el gran grupo se dividió rápidamente en grupos más pequeños con forme las personas caminaban a su casa.
Sin embargo el grupo que más le llamo la atención fue uno de tan solo dos personas; Gaara y Neji, ellos se dirigían por el lado derecho en un camino en Y.
Cuando los dos se acabaron de despedir y comenzaron a camina Gaara vio como una chica jalaba a Neji del brazo y lo arrastraba para hablar un poco más en “privado” pues la chica había sido más que obvia y había tomado el efecto contrario al que buscaba.
-Ya dile que lo amas- dijo Ten Ten a Neji en un tono bajo, Gaara apenas lo alcanzo a escuchar. Después la castaña comenzó a reír.
-Idiota- le contesto el ojiblanco a la chica. Gaara no supo cómo interpretar esto.
Después de esto y de los dos grupos tomaron sus respectivos caminos