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OMEGA (Boku no Hero) por Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Disfrútenlo... 

El rostro estoico, del muchacho de hielo, cambió súbitamente tras una profunda aspiración. El olor dulce que inundó la habitación, penetró en su cuerpo desatando una corriente de ansiedad, era un bajo instinto vulgar y arrasador que hacía cosquillear sus partes bajas en anticipación de una presa. El deseo irrefrenable de un alfa ante el olor de un omega en celo.

Con una sonrisa de medio lado extendiéndose de forma un tanto irónica y maliciosa, llegó a él una asombrosa revelación que dejó su mente helada: Bakugou era un omega…

El crujir de sus afilados colmillos apretándose en un gesto de éxtasis y su mirada aguda estrechándose con satisfacción, fue su respuesta. Todoroki Shouto, por primera vez, estaba dispuesto a atacar a una presa y destrozarla.

Ese inexpresivo alfa bicolor que parecía carecer de instintos sexuales, por primera vez se sintió enloquecido por el olor de un omega hasta perder la cordura. Y es que, ver a su arrogante oponente temblando de deseo, tenía un efecto afrodisiaco.  

Frente a él, los ojos carmesíes de Bakugou se afilaron en señal de advertencia, un toque de terror los oscurecía expandiéndose por esas pupilas lascivas y contrariadas que tan solo sabían que debía dar pelea. 

Apenas fue capaz de ponerse de pie, sintiendo el inminente dolor su parte baja y la humedad de sus muslos, que de forma desvergonzada dejaron descender por su cuerpo un líquido pegajoso y un cosquilleo placentero. Su cuerpo al parecer entendía algo que su mente no y suplicaba por saciar una necesidad que iba en contra de todo lo que ese orgulloso y violento rubio profesaba. Algo estaba muy mal con él, si la idea de tocado por ese hombre de cuerpo helado, parecía aliviante para el dolor cada vez más agudo que apretaba su miembro y hacía contraer el húmedo agujero que temblaba entre sus glúteos.  Algo estaba jodidamente mal y no era Todoroki el único que lo había notado.

La respiración pesada de Kirishima, que debatía internamente al margen de todo, era nada menos que una batalla contra sí mismo, en defensa del respeto y amistad que sentía por Bakugou, que acabó en el momento en el que Shouto se abalanzó sobre el rubio.

Su pecho estalló de rabia al ver a ese bastardo cerca de atrapar a una presa que por derecho le pertenecía y el escenario que hizo temblar a UA durante los próximos minutos a raíz de ello no fue nada memorable.

Tres quirk chocaron en medio del salón expandiendo una ola que destrozó todo lo que estuvo en su camino. Fueron Bakugou defendiéndose del ataque de Todoroki y Kirishima arremetiendo contra el chico bicolor, el comienzo de una batalla que por años estaría en la história vergonzosa de UA. Un lugar donde lo héroes se formaban para defender la paz, un lugar donde ese día, decenas héroes se levantaron unos contra otros desatando un infierno por el celo de un omega. 

____________________

Los pasos erráticos de Katsuki llegaron al pasillo ayudándose de sus explosiones para avanzar. Dejaba atrás una batalla campal entre dos alfas furiosos y los gritos de ayuda de sus compañeros tratando de frenarlos, pero eso realmente no importaba. Todo lo que ese rubio agitado por la adrenalina deseaba era llegar a un lugar cerrado y ocuparse de sí mismo.

Era algo simple, que en cualquier circunstancia no habría representado mayor problema, pero ahora la academia era un campo minado.

Un ataque le rozó el rostro enviándolo al suelo en un intento por esquivarlo. Cayó con las rodillas sintiendo sus piernas temblar ante el intento de ponerse de pie nuevamente, por lo que todo lo que restó fue lanzar explosiones a diestra y siniestra mientras un extraño trataba de invadir su espacio personal. 

El panorama no era nada alentador. Bakugou se limitaba a defenderse a base de ataques furiosos mientras cada vez más alfas de cursos superiores se acercaban tratando de posicionarse sobre él para iniciar el acto sexual.

El pánico vino por primera vez, cuando uno alcanzó su cuello dejando un rastro tibio sobre su piel levemente rozada por sus colmillos, dispuestos a clavarse de lleno antes de salir disparados fuera de la boca del susodicho por un puñetazo en la mandíbula. Fue hasta entonces que Katsuki entendió la clase de peligro con el que lidiaba. No estaba jugándose solo su orgullo, sino su vida. Y es que si alguno de esos malditos lograba marcarlo habría sido el final.

Trató de escapar, pero uno tras otro sus agresores lo enviaron de vuelta al suelo. Sintió su rostro chocar contra el frío piso innumerables veces mientras los sucios bastardos trataban de inmovilizarlo y despojarlo de su ropa. Pero tantas veces como fue derribado, se las arregló para deshacerse de las manos de los depredadores y recomponerse.

La frustración se apoderaba de él. Cada vez liberarse de esos pesados cuerpos, era más difícil. Sus brazos temblaban generando explosiones erráticas y menos potentes, su energía se agotaba, su parte baja dolía horrorosamente y su visión se hacía borrosa.

Veía venir más oponentes sin descanso, dedicándose a luchar contra dos o tres a la vez, mientras el resto hacía volar el lugar tratando de eliminar a la competencia. Era una pesadilla. Cada uno de sus sentidos le gritaba que necesitaba escapar y esconderse en donde nadie pudiera tocarlo. Y se odiaba por ello.

Katsuki no era un cobarde. Ese muchacho casi rosaba el límite del sentido común lanzándose contra cualquier reto que se pusiera enfrente, pero esta vez las circunstancias lo sobrepasaban. Entendía en alguna parte muy dentro de él, que era un omega y que todo ese alboroto era a causa suya, entendía que estaba acorralado y que cada uno de esos asquerosos alfas pelearía hasta la saciedad por poseerlo. Pero no podía entender cómo es que las cosas habían resultado así. Siempre se consideró digno de ser un héroe, siempre pensó que era fuerte, pero ahora estaba allí, simplemente desplomado contra el piso incapaz de generar una explosión más mientras un completo extraño presionaba su miembro duro contra su entrepierna.

¿Era así como iba a acabar? marcado y violado por un idiota rubio de la clase B, que apenas logró defenderse cuando aún podía usar su quirk, tenía que ser una broma. Su frente chocó contra la del muchacho, en un intentó rabioso por sacárselo de encima.

La pelea se extendió por largos minutos más, cayendo al nivel de un pleito callejero, dado que Katuski ya solo podía valerse de sus puños y sus maldiciones.

Su voz rabiosa gritando palabras soeces y profesando amenazas de muerte se extendía por el pasillo al ritmo de los golpes y crujidos de huesos, un sonido que habría alertado a cualquiera cuerdo de alejarse, pero una sonrisa expectante se amplió entre el público y avanzó fuera de la multitud de betas y omegas que se aglomeraban al final del pasillo, con un paso confiado y lento que atrajo de inmediato la atención de Katsuki.

La mirada fascinada de Shinso, hizo su cuerpo estremecerse. La fuerte presencia de ese alfa apeló directamente a su más bajo instinto omega, que suplicaba ser poseído por un dominante fuerte. Su rostro se torció en un gesto de asco, ante ese pensamiento, mientras trataba levantase para enfrentar al muchacho de cabello despeinado. Pero sus ojos se ampliaron horrorizados ante el espectáculo que contempló, lanzándose hacia atrás tan rápido y certero como pudo para escapar.

Vio en cámara lenta como una ola de hielo se extendió cubriendo todo lo que estuvo en su camino y a Todoroki arremeter rabioso contra el único contrincante que quedó en pie. Hitoshi parecía ir muy en serio cuando se giró para enfrentarlo, y mientras el rubio se alejaba erráticamente sujetándose de las paredes y tropezando con sus propios pies, en todo en lo que pudo pensar fue en esconderse. Realmente estaba en su límite.

A penas pudo reaccionar a tiempo para escapar. Si era interceptado para otra pelea podría ser su fin, pero Katsuki definitivamente no iba a rendirse. Estaba haciendo uso de toda su fuerza de voluntad para seguirse moviendo pese a la gravedad de sus heridas y el estado cada vez más deplorable de su cuerpo, que lentamente cedía a la fiebre del celo.

Se esforzó en pensar en un plan, usó toda la fuerza que aún le quedaba seguir adelante, pero fue inútil. La tétrica presencia de Todoroki alzándose detrás de él con una voz demandante dio por terminado todo.

Su rostro se estrelló de lleno el suelo cuando el muchacho lo tomó por el cuello. El frio peso de su cuerpo presionándose sobre él lo inmovilizó y su voz recorriendo cada una de sus terminaciones nerviosas lo paralizó.

-Eres mío Bakugou… _escuchó con pesar y un nudo en la garganta, apretando los puños con fuerza para propiciarle un último puñetazo a su oponente_

El chico bicolor se llevó la mano al rostro sonriendo con gracia, ante el último recurso de su presa, que como un animalito atrapado se arrastraba y huía torpemente, tocando el suelo cada dos por tres incapaz dar una marca decente.

Confiado de su victoria, le permitió llegar hasta la puerta de un salón cerrado no muy alejado de su posición, que el muchacho explosivo trató de abrir con el pulso tembloroso y que, con impaciencia, Todoroki derribo de una patada arrojándolo dentro.   

-Quién diría que un bastardo arrogante como tú, resultaría ser un omega _soltó con sarna desabotonando los botones de su uniforme mientras se aproximaba al rubio_

Los ojos de Katsuki lo seguían desde el suelo de forma despectiva, retrocediendo discretamente a modo de defensa, pese a que sabía que estaba acorralado.

-Que adorable, pretendías ser un alfa cuando todos sabemos que no eres más que un sucio agujero para follar… _dejó en el aire con una tenue risa amarga que se extinguió del todo al atraparlo contra la pared_

Sus miradas se sostuvieron por unos instantes, quizás haciendo honor a la rivalidad que habían mantenido por tanto tiempo. En esos momentos, ya nada del pasado importaba. Puede que alguna vez se hubieran considerado iguales, pero hoy Todoroki, se erguía triunfante a punto de cambiar eso, y nunca se había sentido tan excitado.

Lo cierto era, que no quería a Bakugou como compañero, pero entendía tan bien como el rubio que ese encuentro estaba destinado. Y es que nadie más aparte de esos dos rivales tenía lo necesario para hacer volar la explosión hormonal que llenaba la habitación en esos instantes. Eran dos opuestos enfrentados en el más embriagante juego de poder, consientes el uno del otro y atraídos por la rudeza y violencia de su encuentro. Por el odio que vibraba en el aire y el llamado de su naturaleza dictando un ganador.

Con lentitud el chico de fuego y hielo, descendió colocando sus manos a ambos lados del rubio. Un rastro frío salió de su boca curvada en una sonrisa al soltar en sintonía con un puñetazo: “Más te vale que te resistas, zorra”.

Los músculos del rubio ardían desgarrados forzándose más allá de lo que podían, luchando de manera desesperada contra la fuerza de Todoroki, quien sin piedad alguna se encargó de molerlo hasta solo sentir el temblor de sus manos empujándolo sin fuerza. Las lágrimas empezaron a acumularse en los ojos del rubio llenas de rabia, a medida que era inmovilizado. La ira y el dolor de ser dominado eran sofocantes, pero no se comparaban con lo que sintió cuando su cuerpo fue tocado por primera vez. 

Cada parte de él se tensó ante ese tacto rudo que sin más apretó su miembro sobre la ropa y acabó con su resistencia. Absolutamente todo se fue al carajo en ese instante, su cuerpo suplicó por más haciéndolo temer de sí mismo y todo lo que pudo hacer fue negar y maldecir, oponiendo la resistencia más inútil mientras era puesto boca abajo y desnudado.

Ese cuerpo níveo que se abrió frente al chico de hielo, no era como lo imaginaba. Pese a estar cubierto de moretones, lucía terso y caliente. Su forma era esvelta, curvilínea y sumamente bien formada por el entrenamiento en algunas partes que le hicieron sentir la respiración entre cortada, como su cintura, la curva de su espalda contorsionada de manera casi imposible y ese trasero redondo y firme que se elevaba al final.

Sus manos se clavaron sobre los glúteos de forma sonora, apretándolos ansiosamente y saboreando el tacto. Pensó que esa tenía que ser la mejor maldita vista que había tenido en su vida, hasta que destapó el tesoro que se escondía en medio. Justo en el centro brillaba con un descarado rubor rosa un agujero. Sus ojos se ampliaron con deleite contemplando la pequeña entrada.

Anticipó lo que seguía sintiendo una punzada en su parta baja. Su cuerpo cosquilleaba anhelando sumergirse en ese apretado agujero y no necesitaba más preámbulo. Un gemido sonoro salió de Bakugou al sentir su dura extensión entre sus muslos, un gemido lleno de placer y miedo, que se transformó seguidamente en una negación.

- ¡No! _Soltó Bakugou, de manera atropellada; casi suplicante, mientras el alfa restregaba su miembro contra él_

Todoroki frotó impaciente su falo un par de veces contra la entrada del rubio, dispuesto a acabar rápido con todo y acallar los gritos del Katsuki, tanto como los suyos propios, que le exigían desde dentro que se apropiara de ese omega cuánto antes. Tomó una profunda aspiración y sin más, dejó ir su extensión de lleno contra él.

La queja entrecortada y lastimosa del omega acompañó la onda de placer que se extendió por su miembro. El interior era tan apretado y caliente que no pudo evitar sonreír con un aire de grandeza consiente de haber tomado el primer celo de Katsuki.  

-Maldición, Bakugou… _dijo por lo bajo, con una voz ronca ronroneando contra el oído del rubio, mientras apretaba un agarre sobre su cadera listo para empezar a moverse_

La primera envestida dejó la mente de Katsuki en blanco, una terrible e insaciable onda de placer arremetió contra todo su cuerpo haciéndolo elevar su trasero para profundizar el contacto. La segunda, más fuerte y profunda, le arrancó toda conciencia haciéndolo un completo adicto a dolorosa y electrizante sensación del miembro del chico, que pronto tomó un ritmo acelerado haciendo que el sonido de sus cuerpos húmedos chocando y sus jadeos fuera lo único que se escuchara en la habitación.

Pronto los gemidos del rubio se unieron, elevándose sin pudor. Su rostro lucía descompuesto en una hermosa expresión de éxtasis, un hilo saliva lo adornaba resbalando sin cuidado desde la esquina de su boca y lágrimas espesas rodaban como una señal de derrota por sus mejillas.

Una y otra vez sintió su cuerpo caer en picada de la mano de un placer que se lo daba todo y lo dejaba sin habla. Balbuceos incoherentes eran todo lo que podía formular, logrando casi al borde pronunciar una maldición contra ese bastardo, que, afianzando su agarre, se preparaba para clavar sus dientes en la blanca piel de la parte posterior de su cuello y acabar así con su libertad.

El rubio explosivo esperó el momento entre lágrimas, ira y éxtasis, como si de su muerte se tratara. Lo esperó sintiéndose acabado y humillado, lo esperó como si no hubiera nada después de eso, pero el dolor no llegó. Sintió a Todoroki salir de él abruptamente. Una queja lo alertó de que algo andaba mal, y entonces todo pasó muy rápido.

El chico de hielo salió despedido hacia la pared contraria, y una sensación abrumadora lo invadió. Tardó un par de segundos en reconocer el dolor en medio del remolino de sensaciones de que lo atraparon. Era un placer dulce, embriagador y llevadero, que lo elevó haciéndolo gemir de manera suave hasta desvanecerse en un orgasmo.

No fue hasta entonces que el ardor punzante de su cuello alcanzó sus sentidos, haciéndolo consiente de la humedad que descendía por sus hombros. Su vista borrosa alcanzo a vislumbrar el color rojo que goteaba como un pequeño hilo desde su piel.

Lejanamente un llanto empezó tomar forma, un llanto lastimoso y lleno de culpa que conocía muy bien.

Sabía de quien eran esos sollozos cobardes y aniñados que goteaban sobre su piel de manera tibia y esos risos que cosquilleaban en su nuca con un toque muy familiar.

-Deku… _logró pronunciar en un susurro, viendo la oscuridad apoderarse de sus ojos, y todo lo que su mente descompuesta pudo formular antes de caer en un profundo sueño, fue Deku sin duda olía como un alfa_ 

Notas finales:

Las cosas serán un poco turbulentas. Aunque el solo hecho de que Kachaan fuera un omega ya lo ponía todo lo suficientemente complicado.

Pero Todoroki tomando su primer celo y Deku marcándolo,lleva todo a un nivel diferente. 

¿Cuál será la reacción del rubio al despertar?


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