Stiles abrió los ojos y lo primero que vio fue a la pequeña Alexa durmiendo a su lado, al principio no sintió nada pero con el pasar de los segundos y ver la pequeña y redonda cara de Alexa este sonrió y al acariciar su cabello una imagen le llego; el abrazando a un pequeño bebe. ─ ¿Eh?─ Sacudió la cabeza y se levantó.
─Por fin despiertas─ dice Derek desde la puerta de la habitación. Stiles se sentó en la cama bostezando y limpiando las lagañas que tenía en la cara.
─ Lamento a ver llegado así anoche─ se quitó las cobijas y aparto volviendo a arropar a la pequeña
─Está bien, yo también hubiera hecho lo mismo─ Stiles asintió. El ambiente se puso algo tenso entre ellos, aquellas palabras les arranco de aquel ambiente hogareño por un segundo y ahora estaban tensos y avergonzados.
─Derek yo...
─Stiles yo...
Se llamaron mutuamente, ─Esto es ridículo, alarmándonos por el maldito futuro y peor uno que puede no ser real─ el muchacho se acercó a Derek saliendo de la habitación, no hablaron de nada solo fueron a la habitación, Stiles preparo unas tostadas con mermelada, el lobo preparo café. Desayunaron juntos pero sin decir una sola palabra. Hasta después de un rato cuando el silencio se hizo algo incómodo. ─Bueno, las cosas están más raras de lo normal─ dijo el humano mirando a los ojos al lobo, Derek asintió; el lobo quiso decir algo pero en ese preciso momento el teléfono de Stiles empezó a sonar.
El adolecente tardo un poco en contestar mientras miraba al lobo que volvió a beber un poco de café dándole el permiso de contestar.
─Hola─ contesto algo nervioso ─hola papá, estoy con Alexa; cuidándola, tuvo una pesadilla─ el chico carraspeaba afirmando algo que el sheriff decía del otro lado de la bocina,
Stiles se levantó de la mesa y Derek lo siguió ─Supongo que ya te vas.
─Sí, tengo instituto que atender, ya sabes─ se ríe un poco y camina ─Nos vemos más tarde Derek.
Y de esa forma simplemente se despidieron, Alexa estaba despierta viendo los movimientos de ambos y cuando se fue Stiles se atrevió a hablar. ─Deberías decirle.
•••
─tenemos dos problemas─ Dijo Scott mientras miraba a Stiles sacar algo de su casillero.
─en realidad dos preguntas ¿Qué quiere Jennifer de Alex y para qué? ─ suspiro tomando un par de libros y luego cerrándolo, realmente no quería pensar en aquello pero tenía que hacerlo. Scott también comento lo de los niños al igual que la extraña apariencia de la mujer ─Todo se responde con esas preguntas.
─ ¡hermano!, esto es muy complejo; digo, Jennifer secuestró niños para convertirlos en sus lobos personales y ahora te amenaza de una forma extraña.
─Lo se Scott, pero que quieres que haga, que por arte de magia tenga las respuestas, yo también quiero saber que quiere Jennifer ─ Entraron a clase hablando un poco más bajo para los que se encontraban cerca no pensaran que estaban locos; o más de lo que ya creía la mayoría de la escuela.
─ ¿Que haremos?─ pregunto Malia que estaba detrás de Stiles.
─Aún no lo sabemos─ Respondió el alfa ─ pero la prioridad es buscar a Jennifer y someterla─ la coyote asintió junto con Kira que estaba dispuesta a enfrentarse a aquella mujer ─El problema es que tiene escolta personal.
─Lo más seguro es que intente usar de nuevo el Nemetom- agrego Kira.─ Tal vez ¿otro ritual?
Lydia se sentó a un lado de Scott, había escuchado lo último de la conversación pero no era necesario estar al pendiente de saber lo que todos pensaban "¿Qué clase de ritual necesita de sangre de ángel?".
•••
Los lobos corrían por el bosque buscando algo, otros llevaban algunas plantas entre los dientes. Jennifer observaba hacia el horizonte, perdida en sus pensamientos. Un destello de luz atravesó el aire llegando hasta ella; el polvo se levantó, los lobos se dispersaron en diferentes direcciones gimoteando el miedo.
─ ¿Qué hace un ser tan poderoso como tú aquí?─ la antigua druida salió de entre el polvo viendo a un sujeto vestido de blanco.
─nada en realidad─ Dijo Gabriel ─Solo evitar que un mal se propague aún más─ Uno de los lobos más grande se acercó mostrando dientes y garras, en sus ojos se podía ver locura e ira ─Un chucho no me va a detener.
Jennifer dejo escapar una sonora carcajeada cargada de burla ─cierto, pero ellos se pueden hacer daño.
Antes de que el arcángel pudiera decir algo los lobos empezaron a atacarse entre ellos, provocándose heridas mortales, el ángel intento interferir parrando a aquellos que eran más grandes e intimidantes de los pequeños que aun conservaban forma humana. ─ ¡PARA!─ el chasqueo de unos dedos hizo que los lobos cesaran y Jennifer rio. ─Créeme, que si pudiera─ se notaba ira en sus palabras, cerró el puño incapaz de terminar su frase, grito a la mujer que seguía con una sonrisa socarrona en la cara ─Estarías muerta ahora.
─tranquilo chico rudo que si haces eso, no habrá nada que los detenga, hasta que se corten la garganta mutuamente.
Gabriel no podía creer tal crueldad, esa mujer fue capaz de ponerle una maldición tan horrenda a solo unos niños.
─Si le tocas un solo cabello a Alexandra te mandare al infierno, maldita zorra- había cólera en sus palabras, escupió a sus pies con desprecio y en un dos por tres desapareció. Jennifer de una sonrisa cambio su expresión a una mueca de fastidio.
─Malditos ángeles, solo son como molestas moscas.
•••
Desde hace un par de horas Stiles se había pasado en la computadora buscando sobre rituales que funcionaran con Sangre de ángel o algo parecido, pero no encontraba nada, casi todo se relacionaba con utilizar su sangre para llamar a un demonio o ángel. Pero nada que hablara sobre para que usar la sangre de la pequeña.
Dejo la laptop en el escritorio y se tiro sobre la cama ya cansado de tener los ojos pegados en la pantalla ─ ¡ah! Nada tiene sentido─ se revolvió el cabello, estaba harto del tema. ─ ¿Para qué demonios quiere un ángel, en especial al que parece un querubín?
Antes de que pudiera seguir buscando, su teléfono empezó a sonar. Miro la pantalla y gruño para sus adentros, contesto de mala gana -Derek, este no es un buen momento.
Se escuchaba que el lobo suspiro tal vez podía sentir el estrés del humano así que hablo de forma calmada ─Lo sé pero Alexa quiere ir a dar un paseo contigo, le he intentado convencer de que no podemos.
Stiles soltó una leve risa ─Claro─ alargo la última vocal con tono simplón ─lo más seguro es que te pusiera esa carita de perrito triste. Se escuchó una pequeña risa en el fondo y a Derek gruñir. ─Lo sabía─ aquello l causo cierta gracia y ternura. ─Está bien, iré.
─Ya estoy de camino a tú casa─ contesto Derek, Stiles le sermoneo acera de que no debería ser mal ejemplo para la chica y que no condujera mientras hablaba por teléfono, este solo gruño y colgó.
Unos minutos después, Derek llegaba con la pequeña que en cuanto el motor se apagó frente a la casa Stilinski salió corriendo encontrándose con Stiles que apenas salía de casa, este no se esperaba ser derribado por una niña tan pequeña.
─hola pequeña─ dijo Stiles con la pequeña sobre el que reía, acaricio su cabello y esta estallo en risas y se apartó de un salto ansioso y demasiado feliz.
─ ¡hola mamá!- Derek se acercó riéndose de la forma en como la niña a veces llamaba al adolecente, aunque suponía que solo lo hacía para atosigarlo pues cuando estaban solo los dos lo llamaba Stiles -¡Vamos a dar un paseo en familia! por favor─ y la mirada de cachorro apareció.
Stiles rodo los ojos y la levanto, tardaron poco en ponerse de acuerdo si ir en el jeep de Stiles o en el camaro y gano el auto de Derek, por culpa de un voto pequeño y juguetón. Durante el viaje se detuvieron a comprar unas papas risadas a petición del chico, Alexa fue quien más comió y por muy extraño que pareciera no se manchó de ninguna manera.
En el parque, Alex corría de un lado a otro con Derek detrás de ella, como si fuera todo un padre experto en mimar a su pequeña, Stiles solo se reía de él por no atraparla. Algunos niños del parque se juntaban con la pequeña y se trepaban a los hombros del lobo ya que les parecía interesante.
─ ¿Es su hija?─ escucho una voz de mujer mayor que se estaba por ir con sus dos nietos.
Stiles se sorprendió y algo atontado respondió ─ en realidad no─ dijo Stiles mirando como Alexa le daba a Derek una ramita de árbol para que la colocara en el castillo de arena que ella y varios niños habían estado construyendo en el arenero.
─Ese tono que usas dice otra cosa, conozco a ese chico Hale y lo que le paso, no me sorprendería que tuviera uno que otro hijo regado por ahí─ Stiles se sintió ofendido y molesto, Derek podría ser un gruñón y un pesimista en ocasiones pero ni era esa clase de hombre.
─Se equivoca─ empezó a defenderlo, tal vez con un tono algo alzado ─Esa niña es una pariente mía, es solo que Derek se a encariñado con ella─ La mujer solo asintió y con algo de pena siguió su camino.
Alexa jugaba con otros niños a los piratas, Derek decidió dejarla un momento y se acercó a Stiles. ─ ¿enfadado?─ dijo el pelinegro, el castaño seguía viendo hacia la dirección donde se fue la mujer con algo de rabia. ─Tierra llamando a Stiles─ pasó la mano frente a su mirada para atraer su atención, lo cual funciono.
─ ¿qué?─volteo a verlo aturdido.
─No sabía que te importara tanto lo que los demás dicen de mi─ Derek escucho todo, nada se le podía escapar en especial las habladurías de viejas chismosas.
─ ¡claro que me importa!─ Grito las palabras sin pensarlas, de inmediato se dio cuenta y sus mejillas se pusieron tan coloradas. Trato de contradecirse pero si le importaba, él era causante de algunas malas miradas para el lobo así que en ocasiones se sentía en obligación de defenderlo y ahora con Alexandra no podía pensar más que Derek era un buen hombre y que merecía tener una bonita familia; no importaba si eso no lo incluía ─¡no es lo que parece!
─Stiles...─ pero en lugar de empezar a hablar, solo le sonrió, lo cual le quito el aliento a el menor y solo se le quedo viendo algo embobado.
─ ¡DEREK!─ Grito Alexa llamando la atención de los dos, esta se encontraba sentada en los columpios y pedía que se acercaran, estos no se negaron.
─papi, empújame, por favor─ balanceaba los pies esperando que Derek digiera algo pero no lo hizo solo empezó a empujarla. Stiles se sentó en el columpio que estaba al lado de ella, la niña animaba a Derek a empujar con más fuerza, Alexa reía y gritaba de felicidad.
Hasta que se bajó y corrió hacia Stiles sentándose en las piernas de este. ─Mami, ahora los dos- la sonrisa de la niña lo ilumino por unos segundos olvidando que lo había llamado mami y antes de que pudiera negarse Derek empezó a empujarlos. ─ ¡DEREK!
─ ¡YUPI!- dijo la pequeña aferrándose a la ropa de Stiles mientras el columpio se balanceaba.
─ ¿qué? ¿Tienes miedo?─ se burló el lobo.
─ ¡Nunca!─ dijo Stiles, empezando a reír