En una especie de escenario tres chicos se movían al compás de la música; minutos después dos de ellos se colocaron en una posición medio difícil mientras el tercero manipulaba una barra, en un momento dado la aventó hacia arriba de sus compañeros, una vuelta, un salto y la tomo antes de que los golpease provocando su satisfacción.
- ¡Genial! -
El joven se levantaba victorioso tendría alrededor de 23 años su cabello era rubio difuminándosele en las puntas, sus ojos eran azules y sonreía triunfante.
-solo recuerda hacerlo así esta noche-
El joven hizo una mueca mientras observaba a su compañero de la misma edad, pero de cabellos negro y ojos marrones quien sonreía de lado acomodándose sus gafas.
-hey chicos, hay que ir por los niños-
Ambos voltearon a ver al tercero de sus compañeros de cabello negro y ojos verdes que consultaba su reloj mientras se ponía una chamarra.
Los tres asintieron mientras también se colocaban una chamarra cada uno, se despidieron del guardia quien amablemente los saludo y salieron del lugar entre risas y bromas.
-/-/ zona empresarial /-/-
En un gran edificio, una oficina del último piso, era testigo de una discusión entre los tres miembros que ocupaban esta, cualquiera diría que estos hombres solo son unos empresarios más, pero se equivocaban, estos hombres ocultaban un oscuro secreto.
- ¡oh vamos! No se pongan tan exigentes-
El primero y menor de ellos de alrededor de 25 años cabellos negros y ojos negros suspiraba mientras tomaba un sorbo del 4° café de la mañana o era el 5° ya ni recordaba, vestía un traje negro con corbata naranja, Reborn di Vongola uno de los mayores empresarios de aquel edificio, aunque por otro lado era el mejor asesino a sueldo de la familia mafiosa más grande de Italia Vongola.
-vamos Asami ya llevamos 16 horas aquí encerrados ya me estoy mareando-
El segundo en hablar tenía alrededor de 28 años de cabello gris y ojos azules; estaba vestido con un traje gris con corbata color vino, su nombre Victor Nikiforov su familia estaba encargada de importaciones y exportaciones, aunque también era el próximo heredero de la mafia más poderosa de Rusia.
-está bien, está bien; aunque sigo diciendo que ustedes están tomando la ventaja-
El ultimo y mayor de todos de 35 años de cabello negro perfectamente peinado hacia atrás y ojos color miel que, aunque hermosos podían helarte al mirarlos, gracias a su portador Asami Ryuichi dueño de varios clubes y demás centros nocturnos, aunque cabe resaltar el yakuza más grande de todo Japón.
-al fin-
-pareces aliviado por esto Reborn-
-OH, ¿algo interesante por hacer Reborn-san? –
-pues a decir verdad sí, tengo…tenemos algo más entretenido que hacer esta noche-
-mm habla-
El de ojos negros sonrió de forma ladina mientras sacaba de su saco una tarjeta y un folleto que dejo sobre el escritorio donde los otros dos observaron curiosos; la tarjeta era totalmente de color negro y ponía el nombre de HAEVEN en letras plateadas y en la parte inferior derecha se podía leer MIEMBRO V.I.P con un color dorado; el folleto era de color morado suave sin demasiada decoración y la única información que había en él se resumía a…
NOCHE ÁRABE
11:00 P.M EN ADELANTE
CON LA PRESENTACION ESTELAR DE
“THE PRINCES OF EROS”
-los quiero a las 10:00 en mi departamento-
Los otros tres asintieron con una sonrisa en los labios necesitaban relajarse un poco además se veía interesante; no sabían cuántas sorpresas les esperaban.
-/-/ varias horas después /-/-
Eran las 10:30 en punto cuando llegaron al lugar, era un edificio bastante alto de tonalidades grisáceas, con solamente un letrero luminoso con el nombre del lugar, en la entrada se encontraban dos hombres de bastante musculatura, vestidos con camisas negras y lentes oscuros.
Se acercaron hasta ellos mientras Reborn enseñaba su tarjeta, ambos hombres les dieron acceso a la fila V.I.P, ellos entrarían a las 10:45, mientras esperaban tres sombras pasaron por su lado y llegaron hasta uno de los gorilas ahí parado, aquellas sombras era correspondientes a tres donceles quienes vestían de manera informal y llevaban una mochila en la espalda.
- ¡Daishi-sama! -
- ¿Qué les paso chicos? Kain-sama está al borde del colapso nervioso-
-perdónenos Daishi-sama surgió un imprevisto, pero ello ya no entramos por la otra puerta-
-está bien chicos, entren y rápido-
-sí, gracias Daishi-sama-
El hombre les abrió la puerta a aquellos chicos que pegaron una carrera dentro del lugar sin ser conscientes de que tres pares de ojos los seguían. Uno de ellos sonreía de forma ladina mientras sus dos compañeros observaban intrigados a los chicos.
Entraron al lugar a la hora señalada, a pesar de su apariencia exterior el interior de aquel club era completamente diferente, para empezar, primero entrabas a un pasillo cuyo piso era de mármol, las paredes estaban pintadas en color negro con pequeñas lamparas en el techo alumbrando el camino, llegaron hasta una gran puerta de caoba la cual fue abierta por una muchacha vestida al más puro estilo de las jóvenes que bailaban la danza del vientre.
Esta chica los guio hasta la sala principal del lugar, el cual era del tamaño de un teatro con dos pisos, enfrente de ello y a modo de escenario se encontraba un templete de madera con grandes cortinas color rojo bastante bien iluminado, al fondo se encontraba una barra llena de bebidas junto con dos bar tender, el centro del lugar tenía varias mesas, las paredes estaban pintadas de unas tonalidades más oscuras siendo iluminadas levemente por algunas lamparas.
Ella los guio hasta unas escaleras de caracol guiándolos a la segunda planta que era casi igual a la primera, añadiendo el hecho de que esta parte tenía su propio bar, fueron guiados esta su mesa mientras la chica hacia una leve reverencia y se iba, siendo sustituida por un joven vestido igual que la chica.
-buenas noches caballeros me llamo Kai seré su mesero ¿gustan algo de tomar? -
-Whisky-
-Coñac y una piña colada con poco alcohol-
- Ryuichi, no soy un niño-
-no es recomendable darte de tomar a ti, idiota-
-si te emborrachas no te llevaremos a casa-
El de cabello blanco hizo un puchero nada maduro provocando una sonrisa discreta del joven y que sus acompañantes rodaran los ojos, el chico se retiró mientras hasta ellos llegaba un hombre de alrededor de 38 años de cabello negro y ojos oscuros cubiertos por unas gafas su pelo se encontraba algo despeinado y vestía un traje negro, a su lado venía un doncel de cabello negro corto pero cuyo fleco cubría una parte de su cara sus ojos eran negros y también vestía un traje pero en vez de saco usaba un chaleco y no usaba corbata dejando algo de su pecho al descubierto.
-buenas noches Reborn-san, caballeros-
-buenas noches Tsuzuki-san, Kain-san-
-Reborn-san, Asami-san y Nikiforov-san, buenas noches-
-espero que se la estén pasando excelente esta noche, señores a mi club le complace su visita-
-cabe admitir que su servicio es excelente-
-gracias señor Asami-san-
-me disculpan debo ver a los chicos, ya casi es hora-
-de acuerdo amor, ve; deben estar nerviosos-
El doncel se retiró mientras el hombre se sentaba junto a los otros hablando de negocios, algunos minutos después las luces del lugar bajaron de tono dejando solo iluminado el templete en tonalidades moradas y verdes.
-ha llegado el momento de retirarme disfruten el espectáculo señores-
-como siempre-
Los tres dirigieron su mirada al escenario, donde se encontraban algunos elementos típicos de la danza árabe, unas alas de Isis y un velo, detrás de aquella cortina salieron tres donceles colocándose en diferentes posiciones frente a un elemento de aquella danza, los cuales los dejaron sin aliento, cada uno dirigió su mirada a un doncel diferente.
Reborn observaba a un chico de cabello negro a la altura del hombro semi ondulado de ojos verdes quien solo portaba un pantalón árabe color verde, en su cintura había un pañuelo de monedas color naranja, en su brazo izquierdo portaba un brazalete egipcio dorado, la mitad de su rostro estaba cubierto por un velo del mismo color del pantalón dejando solo sus ojos visibles, los cuales también eran de color verde.
Víctor por su parte casi- casi- babeaba por el otro doncel de cabello negro corto y peinado hacia atrás, este tenía un pantalón negro, el pañuelo de monedas era color gris plata y también portaba un brazalete dorado pero el suyo era en forma de pequeñas hojas, su cara también se encontraba cubierta y sus ojos eran de color negro.
Asami enfoco su vista al último chico de cabello rubio alborotado el cual se difuminaba en las puntas, el vestía un pantalón rojo, el pañuelo de monedas era de color azul marino; que hacía resaltar sus ojos azul claro y al igual que sus compañeros la mitad de su rostro estaba cubierta por un pañuelo, el portaba un brazalete en forma de serpiente.
Los chicos comenzaron a mover sus caderas al ritmo de la música, de forma excepcional, el de ojos verdes había tomado como elemento el velo y lo movía de forma magistral, por su parte el de ojos negros manejaba las alas de Isis, su tercer compañero hacia diferentes movimientos con una vara larga.
Los tres se deslizaban por la pista disfrutando de aquella melodía, siendo conscientes de las miradas de todos los clientes, en una esquina del escenario Kain y Tsuzuki les observaban.
-magníficos-
-¿Quién crees que les puso la coreografía? Aunque ellos también tienen talento nato cuando se trata de música-
-lo sé, fue bueno conocerlos-
Kain dirigió su mirada hacia la zona V.I.P donde los tres hombres no despegaban su vista de los chicos, Tsuzuki lo advirtió mientras sonreía.
-están asombrados-
-no creo que sea solo eso, aunque la tienen difícil con estos donceles; además sabes quienes son-
-Mafiosos muy poderosos-
-me preocupan los chicos-
-lo sé, pero recuerda que cuando Akihito se pone modo mamá gallina es el más terco de los tres-
-está bien, me relajare-
Los chicos seguían moviéndose por toda la pista de vez en cuando cerraban los ojos dejándose guiar por esta la música bajo su ritmo mientras el rubio prendía aquella vara con la que estuvo jugando, las luces del escenario bajaron a un más la pista estaba siendo iluminada por el fuego proveniente del rubio.
-pero qué demonios-
-ese doncel es demasiado arriesgado-
-estarán bien-
Akihito jugueteaba con la vara siguiendo el sonido del tambor, sus compañeros dejaron sus instrumentos mientras se acercaban al centro al subir la música primero Yuri se colocó en arco después fue Lambo colocándose sobre su compañero en forma de cruz-la música había cambiado ya- el rubio jugaba con aquel instrumento muy cerca del vientre de sus compañeros mientras los otros dos movían su vientre en aquella posición de arco.
En un momento rápido coloco el instrumento justo al centro de los otros dos- el público ya contenía el aliento-mientras con la fuerza suficiente lo arrojaba hacia arriba dio dos pasos hacia atrás y en una pirueta logro alcanzar la barra antes de que volviera a tocar a sus compañeros, la cacho en el aire mientras terminaba con una rodilla en el piso y la cabeza gacha; en el movimiento la barra se había apagado, al igual que las luces en el escenario y la música había terminado.
Todo el club estalló en aplausos mientras las luces volvían a sus tonos normales, los tres chicos ya estaban de pie en el escenario sonriendo y respirando agitados- y se podía notar al observar sus pechos subir y bajar- Kain salió de atrás de la cortina roja con un micrófono en mano, los jóvenes le hicieron una leve reverencia mientras recuperaban el aliento.
-quiero que les den un aplauso a nuestros príncipes, porque esta vez sí ensayaron más de lo normal para cumplir con esta presentación, primero el príncipe Akihito-
El rubio sonrió mientras hacia una inclinación de cabeza junto con una leve reverencia y un pequeño movimiento de cadera haciendo sonar sus monedas.
-el príncipe Lambo-
El de ojos verdes siguió el ejemplo de su compañero mientras hacia un movimiento de delfín.
-y, por último, pero no menos importante el príncipe Yuri-
El de ojos negros sonrió mientras mandaba un leve beso a la audiencia alzando ambas manos y contoneando las caderas.
-presumido-
-déjalo al rato va a apenarse por ello-
-THE PRINCES OF EROS…ahora les pedimos que disfruten el resto de su noche-
Los tres hicieron una última reverencia despareciendo detrás del escenario junto con Kain entre aplausos y chiflidos de la mayoría del público- que cabe resaltar era masculino- tres hombres en la zona V.I.P sonreían con cierto toque de malicia.
-/-/ detrás del escenario /-/-
-ya acabo-
-bien hecho chicos, superaron mis expectativas como siempre-
-de nada Kain-san, ¿quiere que nos pongamos de meseros? -
-no chicos, todavía tenemos personal; ¿y los peques? -
-bien, solo que la niñera se enfermó de último momento y tuvimos que pedirle a Yuko que los cuidase-
-bueno, en ese caso, tienen la noche libre muchachos pueden hacer lo que gusten-
-Kain-san ¿ya le dijo a Tsuzuki-san? -
-mañana a las 12:00 y traigan a los peques-
-de acuerdo-
-/-/ Zona V.I.P /-/-
-tan sexy y esas caderas, me lo quiero comer completo-
-les dije que nos íbamos a divertir-
- ¿Por qué no mencionaste este lugar antes? -
-porque ellos se habían tomado una licencia de 2 meses y no habían hecho su espectáculo-
-tenemos que ir por ellos-
-no será tan fácil-
Todos observaron al hombre de gafas dueño de aquel sitio quien sonreía mientras observaba el escenario, por suerte solo ellos tres estaban en la zona V.I.P
-esos donceles no son fáciles, no son como ningún doncel que hayan visto antes; además primero tendrán que convencer a mi esposo que ya entro en su modo mama gallina antes de conseguir algo de información de ellos-
- ¿usted no puede proporcionarnos la información Tsuzuki-san? sabe que mis propinas son buenas-
-y enfrentarme a la furia de mi dulce Kain, no estoy tan loco Reborn-san-
Justo en ese momento el doncel apareció tenía cara de pocos amigos al notar a mirada sobre su persona una sonrisa maliciosa se formó en sus labios mientras observaba a los tres cruzándose de brazos.
-lo que sea que estén pensando es un rotundo no además ellos salieron hace 20 minutos, les he dado el resto de la noche libre-
El mayor camino hasta el doncel mientras lo tomaba de las caderas, los otros tres suspiraron mientras pensaban como sacarle la información al doncel, eran mafiosos y podían contratar a cualquier detective o mandar a sus hombres a investigarlos, pero aun así que mejor que conocer a alguien que sabe absolutamente todo de ellos, porque se veía que el doncel era cercano a ellos.