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Amor Yaoi
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Mi único pecado...fue amarte por Yurahyun

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Notas del capitulo:

Tal vez me recuerden o tal vez no, ya casi ni venía a amor yaoi ni para leer ni para actualizar.

Para los que vienen a incorporarse me presento, soy Alex, no es mi verdadero nombre pero siempre me quise llamar así, sueño frustrado lo sé. Vine porque en wat no avanza mucho la cosa de lectura asi que preferi mi vieja confiable pag de amor-yaoi que nunca nunca me ha traicionado. Traigo a este espacio mi fanfic con el cual me inicio, pero esta vez editado, digo, de mejor forma narrada la trama de estos miembros de BigBang.

Espero para los nuevos lo disfruten, tomen asiento y enamorence de este fic como yo lo hice.

 

Seguía con la mirada perdida, observando más allá de la vista que poseía por medio de la ventana en dirección del centro de Seoul, una noche bastante iluminada para su gusto, tanto así que no parecía de noche en ese instante. No sabía realmente cuanto tiempo llevaba sentado frente a su cuadernillo mirando hacia la calle, como tampoco recordaba que estaba haciendo antes de fijarse en la nada hasta que leyó lo que tenía escrito en la hoja

-      Estaba escribiendo una canción, que bobo eres Jiyong – se dijo así mismo fijándose de nuevo en la hoja que para su mala suerte no había nada escrito salvo el título – Fuck – soltó para luego dejar caer su cabeza sobre la mesa, golpeándose con esta – vamos Ji…piensa, algo se me tiene que ocurrir – se dijo aún recostado sobre la mesa. Observo su entorno deteniéndose  en un cuadro colgado en la pared – cuadro, algo que rime con “dro”? – entrecerró los ojos y segundos después grito con frustración, azotado su cabeza de nuevo contra la mesa.

Después de un rato su móvil comenzó a vibrar de repente con un tono peculiar - ¿Dara? – contesto reincorporándose en el asiento.

-              ¡Ji!, ¿cómo va mi compositor favorito?  - decía acompañada de aplausos del otro lado de la línea.

-              Mal…si sólo llamaste para eso, te pido que no me molestes, porque acabas de interrumpir los golpes que me daba contra la mesa – contesto con irritación.

-              Wao, no sabía que los compositores de ahora usara el lema de “componer hasta que me desangre” tan literal – decía irónicamente.

-              ¿De dónde sacaste ese lema? – pregunto alejándose de la mesa.

-              Internet, pero ese no es el problema…el problema es otro.

-              Y según tú, ¿cuál sería?, señorita Dara.

-              Pues que estas estresado Ji.

-              Estresado, ¿de dónde sacas eso? – buffo el castaño.

-              Entonces explícame ¿por qué aun no eh oído un éxito de tú parte?

-              ¡Porque no me da la gana! Oíste – le contesto alzando la voz.

-              Kwon Ji Yong no me hables así, seré tu amiga pero no por eso me vas a gritar – dijo molesta

-              !!Entonces no me llames a semejante hora de la noche!! – termino diciendo para luego colgar.

Antes de continuar con la historia hay que explicar la razón por la cual ellos discutían. El nombrado compositor con un notorio estrés mental, era nada más y nada menos que el líder de la banda más popular del momento en Corea y de seguro en el mundo, Gdragon.

El joven artista con tan solo 24 años, a decir verdad si se encontraba algo estresado pero su orgullo no le permitía aceptarlo y menos admitirlo frente a otros. El artista de cabellos oscuros por el momento, tenía una notoria sombra bajo los ojos, casi no dormía de forma adecuada por las noches, en su cocina se veían manchas de café, su nueva adicción por las noches era aquel liquido negro compuesto de cafeína y algo de leche para hacerlo más agradable al tomarlo. Cualquiera diría al verlo que parecía enfermo puesto que había perdido peso, consumía café y uno que otro alimento sólido, no es que estuviera en los huesos pero de todos modos sus playeras le quedaban grande, o es que él las compraba unas tallas más grandes?

Caminaba indignado por todo el living de su departamento, desordenando los mechones de su cabello, tironeándolos una y otra vez mientras gruñía y es que no lograba concentrarse, no lograba escribir una oración que tuviera sentido, estaba perdiendo el toque, y lo peor, se estaba enojando consigo mismo por no tener un buen resultado luego de haber tenido un tremendo éxito con su banda. Era como si su cerebro se hubiera secado luego de haber compuesto aquel mini álbum.  

Se propuso salir para no hacer alguna locura en su casa, necesitaba aire fresco, que le entrara algo de aire a la cabeza, caminar y relajarse un poco, tal vez…podría ocurrir algo afuera que lo inspirara.

No había sido buena idea salir sin taparse un poco el rostro, muchas personas lo miraban aunque no lograban reconocerlo porque éste caminaba lejos de la luz de la calle. Se refugió de todas esas miradas entrando a un pasaje comercial que solo era visitado por las mañanas. Como supuso, no había nadie caminando frente a todas esas tiendas, todo estaba tranquilo por lo que se quedó un par de minutos mirando la vitrina de una tienda de accesorios de ropa muy llamativa, cuando un ruido acabo con el suave silencio de aquel pasaje, reviso sus bolsillos buscando su móvil pero al minuto recordó que no era el suyo el que sonaba, sino el de un sujeto que se encontraba a su espalda frente a una vitrina contraria con la vista en la salida del pasaje. Era un tipo alto, de más de 1,70, vestido con una chaqueta negra, unos jeans y un gorro en la cabeza que no cubría del todo aquellos mechones de color azul que él sobresalía. Bastante atractivo como para estar parado enfrente de una tienda de juguetes, pensó el castaño sin quitarle los ojos de encima. Su apariencia física era perfecta a los ojos del cantante, no tan delgado ni tan fornido, lo adecuado en un hombre.

-Tiene un cuerpo sensual – dijo al tiempo que se giraba a lo que el más bajo volvió a mirar la vitrina como si nada, lleno de vergüenza por si el alto había alcanzado a escuchar lo que había soltado de pronto de sus labios. El reflejo del hombre lo alcanzaba a ver, logro ver como apagaba su móvil y se iba. No lograba sacarle los ojos de encima, lo atraía bastante, aquella sensualidad que emanaba de su cuerpo, no podía explicárselo pero le atraía al fin y al cabo.

“Qué rayos me sucede” pensó cerrando los ojos. Al abrirlos miro su reloj y salió del lugar.

-¿Vas algún lado? – le dijo deteniéndolo en seco el alto que había visto anteriormente.

-Eso no te importa – contesto con frialdad.

-Claro que me importa – sonrió – después de todo dijiste que era sensual, y eso me alaga – dijo al tiempo que arreglaba su chaqueta.

-Te equivocas yo-yo…yo no eh dicho eso de ti – dijo quitándole la mirada de encima.

Su sonrisa se desvaneció en un segundo dejando en su rostro una mueca de seriedad – Oh, ya veo, bueno…siento haberme equivocado – comento al tiempo que hacia una pequeña reverencia.

-Sí, si lo que digas – contesto algo incómodo el más bajo de ellos.

Ambos dieron media vuelta hacia rumbos distintos de la calle tomando distancia, el castaño volvió a su departamento e intento dormir. Mañana tendría un día largo a causa de una reunión en la compañía la cual no le preocupaba en lo más mínimo, lo que o no se podía sacar de la cabeza era el recuerdo de aquel sujeto de cabellos azules, tenía la impresión de haberlo visto antes pero no lograba recordar de dónde.

-Bueno tal vez lo vuelva a ver, Seúl no es tan pequeño, si se trata de un artista…te puedes topar con ellos todo el tiempo… - se dijo para sí para calmar aquella duda que se le había generado.

Notas finales:

Espero les haya gustado, proximamente les estare actualizando de forma más rápida por esta vía.

Tenga una bonita semana.


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