CAPITULO I
Naruto estaba nervioso, estaba en la enorme universidad donde cursaría su segunda carrera profesional siendo que hace poco había terminado sus estudios profesionales en una rama que más que a él, interesaba más a sus padres. Ahora estudiaría lo que a él le llamaba la atención.
Dado que era la misma casa de estudios, conocía el sitio bastante bien, sin embargo lo que lo tenía ansioso era el no conocer a nadie en aquél edificio ya que él estudió su primera carrera en la que quedaba al lado. No le gustaba estar solo, no obstante fue valiente y pronto transcurrieron las horas una tras otra, en eso se le fue la semana. A esta le siguieron una y muchas más.
Pensó haber hecho amigos pero pronto se dio cuenta de que no fue así, la irresponsabilidad de algunos casi logró dejarlo mal con algunos profesores y eso causó muchas discusiones que llegaron a acalorarse en alguno que otro momento. Rápidamente acabó el trimestre, aun así de alguna manera Naruto volvió al inicio, sintiéndose solo al haber roto lazos con los pocos amigos que había creído haber hecho.
Como sea, también hubo un lado positivo y fue que aprobó todo con buena calificación y su familia por ende estuvo feliz así como él asimismo. A decir verdad, le había ido tan bien que incluso uno de sus profesores, bastante reconocido además y con una excelente reputación, le congratuló en frente de todos sus compañeros de clase por su buen rendimiento durante el trimestre, hecho que a él lo descolocó de gran manera al ser poco dado a tales reconocimientos. Recordó con gracia lo abochornado que estuvo mientras le daba gracias al sujeto de cabello platinado y sonrisa siempre amable, un profesor que sin duda no olvidaría jamás.
Las vacaciones se fueron volando, no viajó a ningún lado y se dedicó a ayudar a sus padres con el negocio de venta de rumen que tenían. Prontamente se vio comenzando un nuevo trimestre en su amada alma máter, un período de tiempo que él aun no sabía lo particular que sería.
El primer día de clases, esperaba sentado en un banquito, perdido en sus propios pensamientos cuando un hermoso chico se le aproximó, saludándole con amabilidad e iniciando una conversación que se alargó hasta que llegó el profesor. Resultó ser que aquél joven de larga cabellera azabache y ojos perlados, vería clases con él durante ese trimestre. Aunque Naruto no lo reconoció al principio, luego se dio cuenta de que aquél chico fue uno de sus compañeros en aquella asignatura en donde el profesor Kakashi lo había felicitado a viva voz.
A los días Neji, como se llamaba su nuevo amigo, le presentó a un joven pelirrojo de mirada turquesa, inevitablemente con el pasar de las semanas los tres conformaron sin mencionarlo un pequeño grupo que se la pasaba juntos todo el tiempo. Enseguida Naruto advirtió que Neji y Gaara era mejores amigos y por momentos, aunque le pesara admitirlo, se sentía como el que sobraba. Tal vez no era la intención de los chicos pero la complicidad que compartían y que a él le negaban naturalmente, quizás movidos por la falta de confianza, lo hacía sentir apesadumbrado en ocasiones aunque de inmediato se animara a sí mismo y convenciera de que todo estaba bien, que era normal la actitud del par y que no tenía razones para sentirse mal.
Naruto aun así decidió esforzarse por ayudar a los chicos en lo que pudiera, a pesar de que notaba que Neji muchas veces lo consideraba únicamente por beneficio propio; él hizo lo posible por ser un buen amigo para ellos pues no quería perder su amistad como ocurrió con sus conocidos del trimestre pasado. Así, fue conociendo poco a poco la vida de cada uno.
Gaara tenía varios hermanos, varios de los cuales estaban involucrados con la universidad pues iban desde dirigentes estudiantiles hasta personal administrativo como Temari, una líder del estudiantado, y Sasori, el mayor y profesor en la casa de estudios, respectivamente. Kankuro, otro hermano del pelirrojo, también estudiaba en la universidad. Por otro lado, Gaara tenía también una pareja, un chico llamado Sai al que aparentemente veía poco pues estudiaba en otro sitio aunque Naruto tenía entendido que era en la misma ciudad en la que estaban. Por su parte, Neji era hijo único y por ello un chico bastante consentido, estaba comprometido además con un joven que estudiaba lo mismo que ellos pero que estaba por finalizar la carrera. En conclusión, Naruto los tenía como un dúo que se complementaba bastante bien siendo Gaara el más franco mientras que Neji era más calculador.
Pero en lo que Naruto también se fijo fue en que el par conocía a mucha gente y entre ellos estaba Sasuke, un chico de medio largo cabello negro y ojos del mismo tono, quien era un amigo cercano del dúo. Lo que Naruto advirtió en poco tiempo, sin embargo, es que el muchacho era alguien que se fijaba excesivamente en el qué dirán. Aun así, sin duda el de melena morena tenía su atractivo y poseía un carisma innato, además de sus aires de galán. Pero había algo en particular que ocurría con el chico y eso era lo seductor que se comportaba con Gaara quien se limitaba a sonrojarse y mostrarse incómodo pero no lo detenía.
En confidencias, Neji le platicó a Naruto anécdotas que habían sucedido entre el pelirrojo y Sasuke. En un club nocturno al que habían acudido Gaara, Neji, unos cuantos amigos y el ojinegro, el taheño se divertía con este último mientras se dedicaba a ignorar las cuantiosas llamadas que Sai le hacía. Lo que Gaara no previó fue que el chico acudió al sitio, cansado del rechazo recibido, tomándolo por sorpresa. El pelirrojo tuvo suerte de no ser encontrado bailando con Sasuke. Neji le relató muchas historias como esa y otras Naruto las presenció, como la vez en que su pelirrojo amigo no quería irse de la universidad con ellos pues ya habían visto todas las clases del día, sino que insistía en esperar que Sasuke terminara sus clases para que se fueran todos juntos, cosa bastante extraña pues ni entre ellos tres se esperaban si tenían la oportunidad de marcharse.
Un buen día, harto de las constantes anécdotas deNeji y toda la situación en general, Naruto decidió preguntarle directamente a Gaara si le gustaba Sasuke. El chico le dijo que no. Neji, quien estaba allí presente, no le creyó y se lo hizo saber. Gaara le aclaró a ambos que si llegó a sentir algo por el ojinegro pero que ya no. Siendo así las cosas Naruto no vio motivos para no confiar en aquella afirmación, después de todo Sasuke había comentado a Neji y a otros amigos mientras hablaban de Gaara, que le gustaba los chicos fáciles, hecho que indignó mucho a Neji pues claramente insinuaba que su mejor amigo era un facilón. Lo que Naruto jamás sospechó fue la actitud que tomó Sasuke los días siguientes al COMENZAR A SEDUCIRLO A ÉL!!!.