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Ruleta del destino por AnonimoHarui

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Notas del fanfic:

Hola soy yo queriendo hacer algo corto para quitarme algunos proyectos de encima y tambien para dar un poquito de luz y equilibrar la balanza con mi otro fic. "El pago por tu fe" ya que se tornara cada vez un poco obscura, pero bueno, espero que les guste y sino, avisenme jejeje ^w^ saben que soy masoquista.

Notas del capitulo:

Hooola mis amado Lectores. No mal piensen, esto es un relax a tanta trama negra que estoy escribiendo jajaja. Necesito equilibrar la balanza. Este será un fic corto (O eso planeo, siempre se me va la imaginacion :'v) pero para eso estan ustedes, para recordarme que será corto. Maximo tratare 10 capis. Nada mas ni nada menos jajaja. Bueno espero que lo disfruten  :3 

Capitulo 1. Un día de mierda.

 

 

Como bien dice el titulo con el que nombró su desgracia. Hoy fue un día de mierda. Nada salió como quiso, y cuando por fin sintió que pese a las malas circunstancias las cosas saldrían bien al final, una bala de realidad impactó en su frente y le dejó un hoyo donde pasaba el aire tranquilamente en su cabeza, recordándole lo iluso que era. No solo estaba ese hoyo en su cráneo partiéndose de la risa de su mente ingenua, también estaba un agujero en su corazón, uno que punzaba y sangraba de dolor, ira e impotencia, el cual se acrecentaba cada vez peor al rememorar una y otra vez todo lo que pasó que lo tenía ahí lamentándose como un miserable.

Solo, aislado, con el ocaso y las olas rompiéndose hasta llegar en forma de espuma a la orilla, cerca de sus pies pero nunca tocándolo, como si repeliera la pureza del agua marina, dejó escapar un suspiro burlesco, notándose el aire irónico en esa exhalación. Al parecer, hoy, repelía con la fuerza de un enorme imán todo a su alrededor, incluyendo a la suerte y a la gente.

Miro aquellas olas, aparecer y extinguirse dando como resultado una fuerte brisa fresca y ese olor tan peculiar suyo que era agradable, aunque hoy solo le sabía amargo. La arena cerca de él, dura, no le daba ni un poco de calor como antes, es mas juraría que tenía el trasero congelado aunque estaban en pleno verano. Y ahí estaba él, solo, en una hermosa playa, en vacaciones, completamente devastado.

Que complicada podía ser la vida. Que magnitud puede ser el golpe de la decepción y el abandono. No podía ser más perfecto ese día, nótese el sarcasmo.

Rechazado, humillado, dejado y abandonado ¿Qué más podía pedir? Si le entregaron el juego completo del fracaso. El perfecto plan para que tu vida y tu mundo se desmoronara en unos segundos. Se permitió reírse un poco de aquel cruel destino que le toco. Igualmente nunca fue un tipo muy afortunado, la verdad aun no sabía cómo era que en los negocios le salieran excelentes y su vida era una cagada total.

Si, la vida puede ser muy graciosa a veces. Cada vez mejoraba un poco más cuando de girar la ruleta se trataba. Jamás sabrías que te depara, y a él le toco perderlo todo. Perdió todo por ser egoísta y quererlo todo, de asegurarse todo, de buscar felicidad. Si lo pensaba mejor, tal vez había sido precipitado, tal vez ella no estaba lista. Tal vez, solo tal vez, la había presionado. Pero cuando recordaba todo aquello, sumándole los recuerdos de antes, no tenía ningún sentido.

¿En qué se equivoco para terminar así? ¿No había hecho lo que ella deseaba? Debía reconocer que hasta ella había esperado ese momento. Entonces… ¿Qué pasó?

- Solo soy un hijo de puta – Se apretó con sus manos el rostro queriendo despejar un poco la frustración y el dolor que sentía. Culpándose, necesitaba culpar a alguien, y como seguía siendo tan imbécil, no podía culparla a ella.

Libero un graznido de hastío y oculto su cara en sus brazos y rodillas. No quería ver a nadie más, ni al sol que cada minuto se ocultaba mas en las aguas y que pronto lo dejaría en la obscuridad. 

Se lo merecía.

Cuando volvió a levantar la cara, ya casi no había luz. Solo faltaba un poco para que el ocaso llegara a su filo para desaparecer y darle paso a la noche. Suspiró e inconscientemente saco un objeto de su bolsillo. Miro aquella pieza metálica en su mano con pesar y sueños rotos. Cerró los ojos y apretó con fuerza aquella cosa.

Inhaló aire y levantándose decidido, estando muy pero muy frustrado y molesto consigo mismo y con la mierda de día que se cargo hoy, alzó su mano para de una vez lanzar aquel objeto lejos de su vista y nunca volver a verlo o siguiera tener algo similar cerca de él, nunca más.

Antes de lanzarlo, libero un fuerte y cargado grito y ahora si con todas sus fuerzas se deshizo de aquella cosa.

Tratando de calmar su respiración vio como ese pequeño objeto que fue el gran causante de su horrible día, se perdía en las traicioneras y juguetonas aguas y desaparecía, para siempre.

O eso creyó.

Sin querer ser participe mas de aquella vista, observo el último rayo de sol y el filo solar desaparecer en la línea del mar. Esa fue su señal, para irse y nunca volver.

O eso pensaba.

Las huellas que iban dejando sus pies en la arena se borraban poco a poco, y él con el firme pensamiento de que sus huellas, jamás volverían a tocar esa arena.

O eso creía.

**--**--**--**--**--**

- Por fin ¿Dónde te habías metido? – Una voz masculina lo interceptó apenas llegó al departamento.

- Por ahí – Contesto sin importancia.

- ¿Cómo que “por ahí”? – Levantando una ceja incrédulo - ¿Sabes lo preocupados que estábamos? – Siguiéndolo.

- No se los pedí – Seguía en forma autómata.

- No me respondas así – Lo tomo del hombro para que le diera la cara – Responde ¿Dónde te has metido? – Sin apartar su firme y severa mirada de más bajo.

- ¡¿Que te importa?! ¡Ya déjame en paz! – Empujándolo y encerrándose en la baño.

- ¡Sasuke! ¡Sasuke abre la puerta! – Golpeo la puerta pero no hubo respuesta - ¡Sasuke!

- Ya déjalo Itachi. – Se acerco una tercera persona.

- Pero Sasori…

- Ha tenido un día difícil, es mejor dejarlo solo. Creo que le haría bien – Posando una mano en el hombro de su pareja.

- Pero no quiero dejarlo solo. – Mirando al suelo.

- Ponte en su lugar ¿Qué harías tú?

-… - No pudo responder.

- Lo ves. No puedes pedirle mucho a alguien que tiene la moral por los suelos. – El pelirrojo se alejo para sentarse en el sofá.

- Tks, maldición – Rascándose la cabeza.

- Ya Itachi. No sirve de nada que nosotros nos frutemos. Necesitamos estar en calma, por Sasuke – Invitándolo a sentarse, cosa que el moreno hizo de mala gana, pero calmándose un poco gracias a su pareja.

- Lo sé Sasori. Lo sé – Cerro los ojos queriendo calmarse, no pudo – Es que solo… ¡Maldición! ¡Maldita, mil veces maldita! – Golpeando el brazo del sillón.

- Sakura no tiene la culpa.

- ¿Qué no tiene la…? – Miro al bermejo serio – Escúchame Sasori, ella es la razón por la cual mi hermano esta hecho un desastre en este momento.

- Calma, con el tiempo Sasuke se calmará – Acariciando su mano.

- Ese no es el punto – Apartándola – Ella se pasó. Le dejó un trauma a mi hermano. Y más encima tuvo la desvergüenza de irse como si nada luego de humillar a mi hermano. Tu más que nadie sabe lo orgulloso que es Sasuke, el hizo todo con amor y ella lo despreció de la peor manera ¿Cómo quieres que me calme? Quiero matarla – Agarrándose los cabellos.

- Ya, ya – Abrazando al mayor y sobándole la espalda – Lo sé. Esa tipa fue una autentica bruja, yo quede impactado también. No pensé que esa sería su reacción.

-… Creo que nadie se lo esperó – Correspondiendo el abrazo y besando la cabeza del pelirrojo.

-También quiero matarla. Creo que todos – Y se rió.

- Pongámonos de acuerdo todos y hagamos fila – Le siguió el juego. Pasaron unos largos minutos antes de que pudieran estar tranquilos. - ¿Quién podría abandonar a una persona que dice querer? ¿Quién hace eso Sasori?

-…- El bermejo puso un rostro serio, muy metido en sus pensamientos – Tal vez tuvo razones fuertes…

- No es excusa. No puedes abandonar a una persona que dices querer. Jamás podría comprender eso – Cerrando los ojos queriendo descansar un poco la vista.

- … ¿Aunque te lo explicaran? – Pregunto tímido y ensimismado.

- Jamás – Dijo separándose por llegarle el sueño de repente.

-… Al menos una oportunidad – Dijo el ojimiel insistiendo.

- No es no, Sasori. Punto final  - Dijo como si nada sin notar la expresión de su novio. – Me voy  a dormir – Comenzando a irse hacia el cuarto de baño para verificar si Sasuke salió – Sasuke ya salió del baño – Yendo esta vez al cuarto del nombrado – Que bueno, al parecer está agotado – Sonrió cerrando la puerta. – Igual que yo – Bostezando.

- Te alcanzo en un momento amor – Dijo tranquilamente el pelirrojo.

- Okey – Y se fue a la habitación.

Sasori miro hacia la ventana la noche. Muy metido en sus pensamientos.

- Me jodiste Sakura – Murmuro enojado con la muchacha por abandonar a su cuñado, pero también por otro motivo. – Pero no soy como tú – Volvió a murmurar para seguidamente levantarse y apagar las luces e irse a dormir.

**--**--**--**--**--**

(Un año después - Nishikinohama Beach Park (Osaka) - 9:15 a.m)

 

- Woow, es un bello día – Mirando el firmamento muy alegre. Y es que eran vacaciones. Nada mejor que relajarse de la fastidiosa y agotadora universidad y estar relajado y con amigos.

- Vamos apresúrate tortuga – Alentaba un amigo suyo.

- Ya voy – Sonriendo abiertamente y empieza a correr para llegar donde sus amigos.

- Al fin ¿Qué te tiene tan distraído? ¿Acaso disfrutando el panorama? – Dijo otras de sus amigas  picándole con el codo y luego dándole golpecitos en varias partes de su cuerpo con picardía.

- Ya basta, no molestes con eso – Comenzando a picarla también.

- ¿Qué tal si vamos a nadar? – Dijo animada otra chica.

- ¡Si, es una fantástica idea, Hina-chan! – La aludida le sonrió sonrojándose en el acto.

- Mientras, yo iré preparando la parrilla -  Anuncio con paciencia otro chico con lentes negros.

- Pero me parece bárbaro, Shino. Me muero de hambre. Todo por culpa de Naruto, llegamos tarde. – Mirando al nombrado mal.

- ¡¿Yo?! ¡Pero si yo te levante a ti maldito!

- No empecemos a pelear – Jalándole las orejas a ambos.

- Pero él empezó Ino-chan – Sobándose la oreja.

- Uh, me oreja – Lloraba el otro.

- Te lo mereces, Kiba. Deja de molestar a Naruto. Ya vayan a nadar o hacer lo que hacen. Yo mientras tomaré algo de sol ¿Me acompañas, Hina? – Le pregunto amablemente.

- Claro. Pero yo estaré bajo la sombrilla si no te molesta – Dijo tímida.

- Para nada. Vamos.

- Yo ayudo mientras a Shino – Secundo otra persona.

- Te lo agradezco Lee.

- Bueno, yo preparare la mesa – Dijo otra chica.

- Te ayudo, Ten-Ten – Le respondió un chico.

- Gracias Neji – Alegre de ver tanto movimiento.

- ¡Muy bien, a nadar! – Y todos se pusieron a hacer sus cosas.

 

Ya eran pasadas la una de la tarde. Todos ahora se estaban relajando de lo satisfechos que estaban y de tanto juego. Menos Naruto. El como siempre era curioso y muy activo, aunque ese era parte de su encanto. Un doncel brillante como el Sol, así lo describían algunos.

Ahora este personaje caminaba por la orilla sintiendo la deliciosa agua en sus pies. Muy tentado por la agradable temperatura se acostó un rato en la orilla olvidándose del bullicio de la gente. Aunque se había apartado lo suficiente como para no ser molestado. Tan relajado estaba, que juraba que hasta podía sentir el movimiento de todo lo que lo rodeaba. Mucha calma había, y le gustaba esa calma.

Aunque nada dura, por lo cual toda la concentración que obtuvo se perdió cuando sintió que algo impacto en su mano. Levantándose pudo observar algo curiosamente brillante que viajaba con el agua y ahora su mano le era una barrera. Quiso tomarla pero el agua subió un poco y se llevo aquella cosa.

Invadido por la emoción y su gran curiosidad no perdió de vista aquella cosita brillante y se adentro en el mar. La siguió muy de cerca, suerte por el agua cristalina, y cuando pudo divisar su ubicación, cerca de unas rocas, se apresuro para que esta no se perdiera entre las grietas rocosas.

Gracias a su buena condición llego sin problemas, pero Naruto era también caracterizado por las locuras que pasan a su alrededor, y esta no era la excepción. De pronto unos pececitos salieron de la nada y comenzaron a revolotear a su alrededor. Trataba de apartarlos sin perder de vista la cosa, < ¿Un anillo?>, y cuando iba a tomarlo un gran pez se lo comió.

Con cara de poker vio aquel animal con intenciones de irse. Por lo cual, molesto, lo persiguió.

- …- <A no tú no te me escapas con eso>. Pensaba nuestro rubio.

Una ridícula pelea se llevo a cabo. Naruto vs el pez, y para impresión o burla, el pez enojado le daba pelea. Aleteando su cola en la cara del doncel, esquivándolo, queriendo escapar de su agarre y a veces hasta saltando fuera del agua, lo cual Naruto aprovechaba a respirar. Pero Naruto tampoco se quedaba quieto. Le devolvía los golpes pellizcándole, le sujetaba la cola, lo “estrangulaba” y a veces lo sacaba él a la superficie para que abriera ese condenado pez la boca, cosa que no hacía.

La pelea enfureció al pez tanto que previo aviso mordió el dedo anular de Naruto. Este se impresiono y asusto tanto de que lo dejara sin dedo, que salió a la superficie corriendo en el agua como un condenado, queriendo quitarse a ese pez de su dedo.

- ¡Suelta! ¡Maldito, que me sueltes! – Presionaba al pez con su pie para jalar su mano, sin éxito. Corría de acá para allá sacudiendo el brazo, sin éxito. Así estuvo llamando la atención de todos y sus amigos se reían y sentían vergüenza ajena.

Aunque todos estaban riendo, suerte que nadie grabara aquello.

En fin, Naruto en un último movimiento, comenzó a hacerle cosquillas al pez, que tentado abrió la boca y se retorció de la risa. El rubio aprovecho aquello y lo lanzo muy lejos.

- ¡Ja! ¡Para que veas que con Naruto Uzumaki no puedes!

- ¡Naruto! – Llegó Ino y le brindó un golpe en la cabeza. - ¡¿Qué crees que haces montando semejante espectáculo?!

- Ite. Eso dolió – Sobándose el chichón. - ¡¿Por qué me pegas?!

- ¡Por tonto! – Le contesto la rubia.

- ¡¿Cómo?! – Enojado.

- Naruto, no puedes pelearte con los peces, nos pueden echar… - Neji lo pensó un poco y se golpeo la cara – Por favor, que alguien me diga que no acabo de decir algo como eso – Pensando lo descabellado de la situación.

- Jaja. Naruto no pierde el tiempo, si que se divierte – Dijo Lee muy animado.

- Veo que no puedes estar solo que haces una locura – Kiba se reía fuertemente.

- Dios, qué locura – Ten-Ten negaba tal acto.

- ¡No fue mi culpa! ¡Ese pez empezó! – Inflando las mejillas.

- ¿Cómo un pez empieza una pelea? – Ino estaba incrédula.

- Lo que pasa es que yo estaba...

- Naruto-kun – Hinata llamo la atención del rubio - ¿Qué es lo que tienes en el dedo? – Ahora llamo la atención de todos y luego la miradas de todos se posaron en las manos de Naruto. Ahí, en la mano izquierda, en el cuarto dedo, en el anular, Naruto dejaba a exhibir un bello anillo de compromiso.

- ¡¿EEEEEEEEHHHHHHHHHHHHH?! – Fue unánime, incluyendo a Naruto que no creía que aquello estuviera en su dedo.

- ¿Pero qué demonios? – Naruto tratando de guardar un poco más la calma, decidió quitárselo… no pudo. - ¿Eh? – Trataba con todas sus fuerzas pero se hacia daño - ¡No es posible! – Comenzó a tirar, girar, morder, apretar, pero nada. No salía.

Sus amigos estaban pasmados, pensando que todo era una real locura y peor aun viendo a su amigo luchar para quitarse aquella cosa. Luego de un tiempo, Naruto cansado y con cara de poker resignada y anonadado, se giró a sus amigos y dijo sin creérselo.

- No sale.

Silencio.

- ¡¿QUEEEEEEEEEEEE?! – Fue otro unánime.

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Woooow xD que locura

Bueno por favor dejenme sus comentarios con tomates, protestas, consejos, sugerencias, opiniones, lo que sea jajaja, yo lo recibo con amor xD <3 

Un agran abrazo y no se preocupen, El pago por tu fe seguira!! :D

Espero leerlos pronto!!

Nos vemos n_n/


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