Una palabra, una frase, el último te amo, un último adiós. Últimamente en eso se basaban sus pensamientos, sus sueños entre toda esa noche que no podía dormir de corrido se habían transformado en una tortura. No era capaz de decir con exactitud cómo estaba su estado emocional en esos momentos, pero cualquiera diría con solo verle, que estaba apagado. Algo había desaparecido, algo le hacía falta. Ya no brillaba como hace unos días y tampoco se creía capaz de volver a hacerlo.
Estaba bastante cansado, completamente agotado, habían sido días difíciles y una noche sumamente agotadora, devastadora. La noche anterior apenas si pudo llegar a su hogar… ¿Podría seguir llamándole así? Le dolía hacerlo. Tuvo que recurrir a Junmyeon para que le acompañara, le había dicho que no era necesario que se quedara, pero el muy terco repetía que era necesario y que aunque Chanyeol le dijera que no él seguiría insistiendo.
Le resultaba inevitable evitar sentirse pesado, completamente desganado. Al despertar esa mañana, solo era estar de esa forma, completamente vacío como para mencionar alguna emoción en particular a la que experimentaba.
Había olvidado apagar su alarma de las 6 am, todavía los rayos del sol no se hacían presente por su ventana. Cuando se levantó para abrir las cortinas supo que en todo el día no aparecerían, el cielo estaba completamente nublado. Seguramente era lo que anunciaba que más tarde vendría una tormenta. Era consciente de que en él, las mismas causaban temor aquellos fenómenos, pero ahora no tenía por qué tenerlos, es más, se sentía reconfortado en cierto punto por el clima, como si este estuviera acompañando la tristeza que no le abandonaba.
Bien sabía que tenía que permanecer calmado, debía estarlo, después todo no había algo que lamentar. Antes de que pudiera salir completamente de sus pensamientos, a la vez que observaba aquella cama de dos plazas donde antes se encontraba, habían tocado la puerta.
—Pase — Pronunció sin emoción alguna. Las ganas de preguntarse a sí mismo quien podría ser que esté detrás de la puerta no se mostraban presentes. Aunque estaba seguro de quien se trataba, era más que obvio. Le preocupaba más la sensación de comezón que tenía en el brazo desde hace rato.
—Chanyeol ¿Sigues acostado? — Había interrogado Junmyeon con una mirada de ¿Disgusto? ¿Pena? Quien sabe que era, pero luego la cambió por una sonrisa que parecía ser enternecida, ni siquiera era verdadera, definitivamente el castaño no era bueno para mentir. Podía notar lo triste que estaban sus ojos pero ¿Por qué? Le seguía pareciendo un día como cualquier otro, no veía porque la cara larga.
—Olvídalo, cámbiate. Nos tenemos que ir en 30 minutos. - Una pequeña risa que resonó por toda su habitación, seguramente porque el si estaba despierto, pero todavía con su pijama. Luego de asentir al verle despierto, el mayor se había ido. Dejándolo con muchas dudas, principalmente ¿Por qué estaba usando un traje? Quizás también debería estar vistiendo de la misma manera.
Se sentía tan solitario el ambiente, incluso su habitación estaba lo bastante fría. Su cabeza no dejaba de pensar, de torturarlo, porque era como si su cuerpo le estuviera diciendo que estaba incompleto, que algo no estaba con él en ese momento. Y que seguramente añoraba con urgencia pero ¿Que era?
No quiso demorar más, en el reloj se veía que le quedaban unos 20 minutos para salir quien sabe a dónde. Inmediatamente dio media vuelta para buscar algo que ponerse de su armario, antes de que lo hiciera parece ser que se le habían adelantado. Había una muda de ropa bien acomodada en una esquina, arriba de una silla, cubierta con una bolsa, tenía un poco de polvo… ¿Por qué era como si todo estuviera planeado para suceder? Estaba completamente desconcertado.
Abrió la bolsa, procurando ser sumamente cuidadoso en ello, notando un aroma familiar por lo que acercó su nariz hacia la misma e inhaló el aire que tenía dentro. — Huele bien…— El perfume hacia que su corazón sintiera un poco de emoción, por algún motivo podría decir que era como si eso buscara reconfortarle. Eso le causaba una cierta felicidad.
Los siguientes 5 minutos en lo único que hizo foco su mente, fue en cambiarse. La ropa consistía en unos jeans negros, zapatos del mismo tono junto con una polera del mismo color. Todo a su estilo, elegante pero a la vez luciendo casual. A diferencia que la situación no parecía serlo. Lo más probable era que lloviera, así que llevó un saco por si las dudas. Cuando sacó la prenda del perchero algo cayó de esta. Su mirada fue directamente al suelo en la búsqueda de que era lo que podía ser.
Un papel blanco, perfectamente doblado en cuatro partes y un poco arrugado. — ¿Uh? — Hizo una mueca de disgusto al inspeccionar el objeto, un poco desconcertado porque no sabía de su procedencia. Solo la miro por unos segundos más y terminó por guardarla en su bolsillo.
"Chanyeol…"
Creyó escuchar su nombre antes de salir de su casa, pero Junmyeon le miraba con la misma interrogante que tenía el en su rostro. Quizás ya estaba imaginando cosas, de todas maneras le parecía extraño.
—No te preocupes, yo conduciré — Pronunció prácticamente quitándole las llaves del auto al castaño, desactivando el alarma y quitando el seguro de las puertas como si fuera lo más natural del mundo en ese día, porque lo era ¿No es así?
— ¿Estás seguro? Sabes que no tengo problema en manejar, no es como si fuera a chocar tu auto — Aunque lo hubiera dicho con intención de bromear, su rostro a pesar de tener una leve sonrisa lo único que le mostraba era preocupación. De todas maneras el mayor sólo suspiró y accedió a cumplirle ese pequeño capricho.
Giró la llave del coche, esperó unos segundos y arrancó, yendo por donde le indicaba el GPS que fuera. — Si, me encuentro bien Jun, lo estoy. No tienes por qué preocuparte ¿Por qué estamos todos así? - No sólo el adverso, Yixing se les había adelantado unos minutos antes para irse, bueno sabía que siendo pareja del castaño lo normal era que le hiciera compañía mientras Junmyeon cuidaba de él durante la noche. El ambiente de su casa era incluso más pesado que dentro del vehículo.
Y él se sentía tan ajeno a todo eso.
—Chanyeol no…— "Lo hagas más difícil" pensó al suspirar, pesado, ya desviando su mirada hacia la ventanilla y volviendo a girar para prestar atención al más alto. Decir que le partía el corazón ver como su amigo se negaba completamente a la realidad que estaba viviendo era poco. No parecía tener intención alguna de querer enfrentarla o quizás simplemente su cerebro no aceptaba ciertas cosas ocurrían. Bueno, eso era algo que habían dicho los médicos que podría suceder. Al igual que seguramente este preferiría olvidar, posponer los acontecimientos sucedidos a tener que guardar un amargo recuerdo.
Pero no, sabía que el contrario no era así, seguramente algo pasaba dentro de este, algo que ni él podía ver, así que haría casó a las órdenes dadas y dejaría que el menor se diera cuenta, el solo se preocuparía de ser un pequeño motor que le impulse a recordar.
Menos mal que el aparato estuviera activado, seguramente Yixing lo habría hecho antes de partir. Porque el mismo no hubiera tenido el valor de contestar a la pregunta que seguramente le formularía del "¿A dónde tengo que ir?" No tendría el valor suficiente para contestarle.
—Hoy estas muy raro Junmyeon ¿Peleaste con Yixing o algo así? — Comentó, intentando quitar un poco el ambiente de tensión dentro del auto. Prestando atención a la carretera, pudiendo ver a lo lejos otros autos negros yendo en la misma dirección que él. Le resultaba extraño.
—No lo hice, pero ¿No te das cuenta de lo que pasa? —
— ¿Qué cosa? —
—Chanyeol hablo en serio. —
—Pero de verdad te estoy preguntando qué cosa. —
— ¡No puede ser que lo ignores! ¡No puedes vivir así! —
Junmyeon había alcanzado un cierto límite en lo que era ver a su amigo de tal manera. Aquello lo dijo con doble intención, pero siempre teniendo presente que el sólo debía ser alguien que impulsará sus recuerdos. No que lo forzará.
El pelinegro comenzaba a molestarse, no tenía ganas de escuchar ni mucho menos ponerse a discutir dentro del auto. Así que aprovechó el semáforo en rojo para encender la radio, dejando la primera emisora que encontrara funcionando a esas horas.
"Hoy la madrugada está triste." Pronunciaba la locutora del programa.
"Hoy el cielo no muestra señales de luz, quizás más tarde lo haga. Después de todo, de alguna manera el tiempo es como las personas, cambiante, brillante, un caos"
"Este cielo no lo muestra, pero de todas maneras ellas están allí. Aunque no las puedas ver, como aquellos seres queridos que se han ido. Siempre te iluminan y están contigo aunque no te des cuenta."
"Las queridas estrellas, en esta ciudad no desaparecen, ni se irán. Siempre estarán contigo."
Era como si es tanta tuviera sudando frío ante aquel discurso, por algún motivo sintiéndose identificado por cada una de las frases dicha. Y lo que era peor, aquella canción puesta posteriormente. Hizo que sus pensamientos hicieran "click" y que su corazón le doliera como nunca antes le había pasado.
City of stars
Pudo recordar todo lo sucedido.
I felt it from the first embrace
I shared with you
That now our dreams
They've finally come true
Le dolía reconocer porque todo lo que sucedía en ese día tenía un porqué.
A su mente llegaron flashbacks de todo lo que había tenido que vivir durante las últimas horas. Trayendo de vuelta las memorias de lo mucho que había llorado en el hospital. Ver a su amado, a la persona que más quería, observar durante todo ese tiempo a Kyungsoo en tal estado era como tener que soportar mil puñaladas cada día, cada segundo.
Al igual que no sólo su mente, su cuerpo mismo estaba expresando todo lo que vivió ese tiempo. Las peleas que tuvo con los médicos a penas le dieron aquella noticia, cuando estos no podían salvarle, cuando no eran capaces de hacer quien sabe que cosas para hacer que su amado siguiera a su lado. Para salvar a quien consideraba el amor de su vida.
"¡Tengo que verlo! ¡Déjenme! ¡Él está allí y yo acá! ¿¡No les parece jodidamente injusto!? ¡Dejen que entre!"
Comenzaba a traer de nuevo aquellas experiencias. Ahora sabía el porqué de la comezón en su brazo. Tuvieron que sedarlo, tomándolo por la fuerza entre tres médicos para evitar alguna locura, estaba completamente desesperado por ver a Kyungsoo en esos momentos.
Seguramente para que conservara la calma, pero ¿Cómo estar tranquilo si la personas que más está en riesgo? estaba consciente de que necesitaba estar en los últimos momentos de su amado, quería estar con este en el estado que fuera, siempre le amaría sin importar que.
Pero no lo hicieron, no se lo permitieron.
Fue quedándose dormido debido a la medicación impuesta en contra de su voluntad, no pudo darle un último beso, un último adiós.
Tuvo que pestañear un par de veces para prestar atención de donde se encontraba ahora. En plena carretera, nuevamente pensando en que era muy injusto todo lo que estaba pasando y él no era nada más que un cobarde por no querer afrontar la dura realidad.
Pero es que les faltaban tantas cosas que vivir, tantos momentos que recrear, tantos besos y caricias por repartirse...todo eso y más le dolía. El imaginar una vida sin Kyungsoo no era una opción, porque cada vez que recordaba que no estaría más a su lado, que esa persona que tanto apoyo, que tanto amor le había dado, ya no estaba…sólo le quedaba llorar. Y es que le era inevitable el no hacerlo, pero estaba en plena carretera, y no tenía ganas de perder a un amigo por su culpa de estar desahogándose en medio de una ruta. Así que rápidamente fue hacia el costado, estacionándose y allí se quedó. Tomando el volante todavía con fuerza, desahogándose por completo en ese momento.
Junmyeon lo único que pudo pensar era en el hecho de que por fin el pelinegro había caído en la dura realidad, que por más cruda que esta fuera, era lo que le quedaba reconocer. No sabía si era mejor o peor verlo vivir dentro o fuera de una fantasía, pero el tiempo lo diría. Por ahora solo le quedaba consolarle. — ¿Lo recuerdas no es así?
El más alto no pudo evitar asentir a la vez respiraba con fuerza por su boca, llorando como si su vida dependiera de ello. — Kyungsoo te había escrito algo, es lo que me pidió que te dijera, sólo quería que supieras eso. —
Aun con la nariz húmeda y sorbiendo sus mocos a la vez que lloraba, tomó valor y con ambas manos temblorosas y ojos llorosos sacó el papel de su bolsillo y lo abrió.
"Siempre te amaré, siempre brillaras para mí. Eres una persona tan magnífica, nunca olvides lo mucho que te amo, que adoré estar contigo. Te amo, te amo, en serio que te amo tanto. Gracias por estar siempre conmigo Chanyeol. Eres mi héroe, mi gigante. Mi todo. Gracias por amarme. Gracias por dejar que te ame, por favor, se capaz de sonreír nuevamente luego de esto. "
—Él te amaba mucho, demasiado ¿No es así? —
También comentó entre algunas cuantas lágrimas Junmyeon, intentando ser fuerte, más que nada por el contrario. Quería mostrarse como un soporte, acariciando la espalda de este para que este pudiera sentirse reconfortado.
—Ky- Kyungsoo…E-el no va a volver ¿Verdad? —Presionaba con fuerza sus labios, era tan difícil el preguntar eso, sabía la respuesta, incluso preguntó nuevamente el “¿Verdad?” casi entre dientes porque no quería creer aquella dura realidad. Y esa carta lo único que le había causado era más dolor, porque le amaba y sabía que seguiría amando a Kyungsoo.
Al castaño no le quedó nada más que abrazarlo y decirle que llorará, que estaba bien desahogarse, que estaba bien que lo hiciera todo el tiempo que quisiera, hasta que quedara completamente seco, hasta que pudiera sentirse un poco mejor. — Tienes que ser fuerte —
¿Cómo serlo si la razón de serlo ya se ha ido?
Como seguir adelante si una porción importante de su vida, quien era el amor de su vida ¿Ya no estaba? ¿Cómo podría salir adelante sin ver esa sonrisa que cada día le enamoraba más? Sin escuchar esa voz que le calmaba, que le decía que todo estaría bien.
¿No merecía su historia un final distinto?