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Lost Lullaby [Omegaverse] Un cuento de Maravillas # 3 por soreto

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Notas del fanfic:

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Notas del capitulo:

Soreto vuelve con el siguiente volúmen de esta saga Omegaverse, y esta vez la historia de Min Mo :D

El titulo en ingles es solo porque en español quedaba muy largo jeje,

No es necesario leer el segundo, pero el primero si es recomendable :D

El hogar donde naces y creces, no es formado ni establecido por ser donde abriste por primera vez tus ojos y observaste los de tu madre, que te mira con una mirada adormilada por horas de esfuerzo al traerte al mundo.


Lo que otorga el nombre de hogar, es donde están quienes llamas familia; y tu familia es aquella que te acuna protegiéndote de cualquier tristeza, aun si esos amorosos brazos tienen otras pruebas que soportar.


Min Ahn un Beta, y su esposa Haneul, también Beta, en un principio asustados por tener un hijo Omega, dada su situación económica, pudieron olvidar sus preocupaciones al escuchar por primera vez reír a su hijo.


Ambos tuvieron que trabajar buscando la forma de poder afrontar las necesidades futuras de un Omega, cargando la culpa de tener que dejar tan pequeño a su hijo al cuidado de otros.


El padre de Mo, era un hombre que pasaba largas horas en trabajando en un periódico, escribiendo a veces poemas y canciones en su tiempo libre, cantados por su esposa, mujer con una voz privilegiada, que trabajaba como cantante en restaurantes y bares.


En las noches ambos agotados, eran recibidos por un chiquillo de cabellos color miel que corría a su encuentro.


Y sus frustraciones eran olvidadas.


Lamentablemente, como se sabe, la vida es finita, y Mo con cerca de cinco años de edad, ve a su madre ser tomada por la enfermedad.


Su padre tomando jornadas extras, sin importar el soportar su duelo, intentando ignorar las incesantes preguntas de Mo por su madre.


— ¿Donde esta Mamá?— pregunto al recibir a su padre en la puerta de su pequeña casa— ¿Regresará pronto?, hice un dibujo para ella, ¡mira Papá!— Le entrego una hoja aun húmeda por la pintura de las acuarelas.


En esos momentos Ahn sentía ganas de quebrarse, pero se mantenía firme y sonreía como todas las noches que Mo preguntaba.


—Ya es tarde— Cargaba al niño en brazos y lo llevaba a su cama-¿Quieres que te cante algo?—, Sus manos arropaban el pequeño cuerpo de Mo.


El niño asentía animoso, y poniendo toda su atención en su padre esperaba ansioso.


Ahn, no era un buen cantante, a diferencia de su esposa, quien le cantaba antes al chiquillo antes de dormir, pero para Mo era maravilloso, aliviando los deseos de ver a su madre; para el Omega, escuchar a su padre era como si un relato fuera cantado.


La letra de todas las canciones, era escrita por su padre, que aun sintiendo su cuerpo aletargado por el cansancio, le cantaba cada noche sin falta.


El futuro aterraba al Beta, ¿Que sería de su hijo?, ser un Omega significaba ser alguien vulnerable, y sin buscarlo la idea de que él único camino seguro para su hijo, era, que un buen Alfa llegará a su vida.


Con los años, y reforzado por la incertidumbre como el amor a Mo, el convencimiento de que un Alfa seria su felicidad y propósito, lo único capaz de protegerle; el debilitamiento de su salud por demandantes jornadas de trabajo, contribuyó a ver a los Alfas como la única posibilidad de proteger a Mo.


Con la idea del beneficio de un Alfa en la vida de Mo, mencionó en numerosas ocasiones su de que algún día encontrase a un Alfa que lo protegiera y lo hiciera feliz.


Aquel deseo se implantó profundamente en la mente ingenua de Mo;


Ese deseo, se transformó en una idea con sus raíces cada vez más profundas, en parte, por ver a su padre debilitarse cada vez más, y buscando complacer todo deseo, como hacerle tan feliz como fuera posible.


Por supuesto, Ahn, nunca sabría el impacto que ese deseo tuvo en su hijo,


Ni las consecuencias de ello;


Después de todo, aquel anhelo nació inocente, del amor más puro, y el deseo de proteger a Mo.


La idea de buscar a un Alfa, se convirtió en un objetivo, y esa también era su forma de mantener la memoria de su padre, de su familia a quien con tanto amor mantiene en su memoria.


Su padre tampoco tuvo una vida longeva, entre agotamiento y poco cuidado a su salud, después de tantos años de esforzarse más allá de sus límites, vio su vida apagarse en sueños de una noche; Mo con diez años, abrió la puerta del cuarto de su padre, creyendo que dormía por su cansancio.


Poco después, preocupado porque su padre no reaccionaba, busco a un vecino.


Y así fue, como Mo termino en custodia de una casa hogar, siendo criado por el gobierno; las autoridades en general, no permitían la adopción de Omegas, solo en casos raros, y comprobando que no hubiese Alfas que representaran un riesgo,


Claro, si la familia era influyente fingían ignorancia.


Los primeros días que Mo paso en la casa hogar, estaba asustado y confundido, preguntando a varios de los cuidadores por sus padres. Sin embargo intentaba llorar solo y fuera de la visa de todos, su padre le había dicho antes que mostrar debilidad, especialmente en su caso, podría traerle problemas;


Hacerlo vulnerable. El pequeño entonces, como la única forma que encontró de poder sortear sus tristezas y tragedia, fue en cierta forma sumirse en sus fantasías, negar la realidad.


Y esa fue la primera vez que espero por una ilusión, de personas que ya no volverían.


Mo a pesar de la fuerza con la que extrañaba a sus padres, sin entender aun el concepto de lo que era la muerta, era alguien sociable, por lo cual cuando le dieron a elegir entre una habitación para él solo, como una compartida, eligió la primera opción con alegría.


Dado que los Omegas eran extremadamente raros, siendo un sector muy pequeño de la población. Los refugios y casas hogar, solían ser capaces de darles habitaciones individuales, como cubrir sus necesidades sin limitaciones.


Su compañero de cuarto, era un pequeño llamado Rong Yi, quien era dos años menor que el, y su mala vista le hacía usar unos peculiares y gruesos anteojos con un cabello negro que caía en peculiares risos. El chiquillo, no solía hablar mucho con él un principio, quizá por miedo, o por timidez.


Rong Yi, había quedado huérfano desde los seis años, sus manera de sobrellevar su dolor, fue el aislamiento; situación, que preocupo a los Betas que los cuidaban, y los impulso a darle un compañero de cuarto para ayudarle.


En las noches, a veces el chiquillo temblaba llorando cubierto por sus sabanas, y Mo preocupado por el, decidió hacer lo que siempre hacia su padre, o su madre cuando él estaba asustado; cantarle.


Con un talento natural heredado de su madre, cantaba suave y se sentaba cauteloso en su cama, viendo la cama al otro lado de la habitación simple de paredes blancas, apenas decorada con unos juguetes de peluche, tomaba un cuaderno donde estaba todo lo que su padre escribió alguna vez, y cerraba los ojos:


El ruiseñor en las mañanas canta buscando la luz del sol;


Canta animoso para arrullar el azul del cielo, y no asustar la luz del alba;


Por eso no llores, volemos alto, y busquemos el color de la mañana.


Esa fue la primera vez que Rong le miro a los ojos dejándole saber todas las emociones que sentía, y el día que haría un mejor amigo.


Durante sus años en aquel lugar, también se hizo amigo de un niño de su edad que era hijo de un florista que tenía su tienda cerca de la casa hogar. Aunque el niño, en realidad era amigo de la mayoría de los chiquillos del lugar, ya que siempre que podía se escapaba y les llevaba flores, especialmente en lo cumpleaños y cuando alguno estuviese triste; el niño de la florería, que era un Beta llamado Young Kim, se aseguraba de siempre buscar una sonrisa en los pequeños trayendo desde simples margaritas hasta alcatraces.


Hay que decir, que su padre sabía perfectamente porque solía faltarle algunos racimos en la semana, pero no decía nada; estaba orgulloso de la amabilidad de su hijo.


Young, parecía tener especial cariño con Rong, a quien siempre le traía un pequeño arreglo para él solo, hecho por el mismo y poniendo en práctica las enseñanzas de su padre. Con Mo, Young actuaba como un amigo cercano, algo como un hermano mayor.


Mo estaba feliz con el avance que tenía Rong al estar cerca de Young, y a pesar de que ninguno sabía todavía lo que eran los sentimientos de amor, a ojos de Mo, quería que ellos siempre estuvieran juntos como sus padres, y era algo que así debía ser.


Y así fue, como Mo paso su infancia conviviendo con niños en una situación similar que la de él.


Años después, conocería a quien creía le traería felicidad.


Alguien que idealizo en la búsqueda de una promesa y queriendo conservar un precioso recuerdo de quienes le amaron en su niñez;


De su padre.


Este es el relato de alguien que tuvo que recordar viejas canciones de cuna.

Notas finales:

Ya he dejado las comillas, y comenzado a seguir las reglas gramaticales xD

Y con ustedes nos embarcamos en un viaje algo triste, el de Min Mo.

Espero les guste :D

para este volumen, sera ago más poetico, con fragmentos de canciones que he tenido que escribir, y hasta habra un mini cuento al final ^^


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