SeokJin terminaba de cepillar su larga y lacia cabellera castaña, arreglando un poco el flequillo, cubriendo parte de su frente y lo que sobraba acomodándolo por detrás de la oreja, encontrando un lindo broche de mariposa en el tocador y no dudando en utilizarlo para adornar su pulcro peinado, sonriendo a su reflejo al hallarse lista para comenzar su primer día de clases, estaba emocionada. Su padre había sido transferido de ciudad, provocando que toda la familia se mudara a Seúl, casi comenzando el año, por lo cual, entraría con varias semanas de retardo, aun así, eso no quitaba la emoción que sentía al poder conocer gente nueva, claro que extrañaría a los amigos de su anterior escuela, pero podría verlos los fines de semana si se administraba bien en sus horarios.
Tomó una gran bocanada de aire y se encaminó hacia la cocina, saludando a su madre con un beso en la mejilla y sentándose en la mesa lista para desayunar.
- Pero que preciosa hija tengo aquí - EunJi, su madre, comentó mientras pellizcaba una de las mejillas regordetas de su hija, antes de comenzar a servir el correspondiente desayuno de su hija - Lista para tu primer día de clases?-
SeokJin solo pudo asentir mientras mordisqueaba la gran rebanada de pan que había tomado y tragando con un poco de dificultad antes de contestar con un energético "Si, madre"
- No te metas mucha comida a la boca, eso no hacen las señoritas- reprendió su madre con las manos en la cintura y golpeando levemente el suelo con la punta de su zapato.
- Perdón- se disculpó la joven antes de levantarse y dar leves brinquillos, ya habiendo terminado su desayuno, dirigiéndose hacia la entrada de la casa - madre, ya me tengo que ir, nos vemos cuando llegue- avisó antes de salir de su casa , escuchando un leve "cuidado en tu camino, hija", rodado los ojos por la sobre protección de su madre, prosiguiendo a continuar con su camino a la escuela con una bella y enorme sonrisa plasmada en el rostro. De vez en cuando jugaba a no tocar las lineas o grietas del suelo, no dándose cuenta que estaba por chocar con otra persona frente a ella.
- Auch - se quejó una joven de cabellera verde, sentada en el suelo, sobándose el trasero y mirando con disgusto en dirección hacia SeokJin, quien solo podía estrujar el borde de su propia falda por la pena, la chica sentada frente a ella tenia el mismo uniforme que Jin, y un leve sonrojo recorrió las mejillas de la castaña al darse cuenta que el fruncido en la cara de la peliverde era lindo, golpeándose mentalmente por pensar tales cosas de otra chica.
-Lo..lo siento, no fue mi intención,- se disculpó Jin mientras extendía una mano para tratar de ayudar a la joven, la cual, con un manotazo, se deshizo de la ayuda ofrecida y se levantó por si misma, limpiándose el polvo que quedaba en su falda y murmurando una que otra palabra anti sonante, y que no se suponen que una jovencita debería de decir, según palabras de la madre de Jin.
-Ahórrate tus disculpas, mejor deberías de fijarte por done caminas, en vez de parecer toda atontada- la peliverde entre cerró los ojos, haciéndola ver mas intimidante, pese a que su estatura era mas corta, eso no impidió que Jin solo quisiera echarse a correr, descartando la idea al sentir su piernas temblar como gelatina.
-¿Atontada?- SeokJin reaccionó un poco tarde, nadie nunca la había llamado así antes, ella era muy inteligente, siempre la primera del salón ¿por que alguien habría de llamarla atontada?
-Correcto, atontada, ahora por tu culpa llegaré tarde a clases- refunfuñó la mas bajita, dando media vuelta y trotando, casi corriendo en dirección a la escuela.
-¡La escuela!- casi gritó Jin cuando el shock previo se había desvanecido y revisó la hora en su celular. 7:55 a.m., no llegaría a tiempo ni aunque corriera, además de que llegaría sudada y no seria una imagen muy grata de ver, así que retomó su rumbo con paso apurado, con una toallita rosa limpiando el poco sudor que de su frente aparecía, rogando por no llegar demasiado tarde en su primer día.
SeokJin suspiró cuando divisó la escuela a unas cuantas calles de distancia, eran las 8:03 en reloj digital de su celular. No le tomó tanto tiempo como pensó, y eso le alegraba, solo unos pocos minutos tarde, pero aun tenia que pasar a dirección para que le asignaran su respectivo horario de clases, así que aun no podía cantar victoria.
- Hola, buenas tardes, en que puedo ayudarte- La recepcionista le sonrió, cuando SeokJin entró al área administrativa del colegio, un poco jadeante por la prisa de su paso.
- Hola. Buenos días - Jin se inclinó políticamente antes de levantarse y dibujar una linda sonrisa a la señorita del otro lado del mostrador - soy nueva y vengo por mi horario de clases-
La recepcionista quedó leves segundos en estado de estupefacción, antes de asentir y carraspear un poco la garganta.
- Me podrías decir tu nombre por favor- Jin se apoyó en el mostrador y se colocó de puntitas para poder tener una mejor vista de la recepcionista.
-Claro, mi nombre es Kim SeokJin - su voz era casi un canto, y la recepcionista sintió sus mejillas arder, la niña era linda, alta y demasiado tierna para la salud de cualquiera.
-Bien SeokJin, este es tu horario de clases, como has llegado un poco tarde, la primera hora debe de haber comenzado ya - SeokJin mordió sus labios por la vergüenza y asintió levemente, escuchando cada palabra e instrucción que la señorita le daba, tomando la hoja con sus delgadas manos y dando una ultima inclinación, agradeciendo antes de irse.
-¡Wow! La chica si que es hermosa. ¿Que hará Jungkook cuando la vea?- se preguntó la recepcionista, con una mano apoyada en la mejilla, soltando una risilla antes de continuar con sus labores.
Un leve toque fue escuchado, interrumpiendo la clase del profesor Lee, como este salia y entreva unos minutos después con una chica a unos pasos tras de él, era alta, cabellos castaños y lacios; ojos redondos y enormes, color miel, con unas preciosas y tupidas pestañas; mejillas un poco regordetas y sonrojadas; nariz pequeña y unos enormes, rosados y tentadores labios, los cuales no dejaban sonreír, iluminando el bello rostro de la chica, logrando que todo el salón no pudiera despegar sus ojos de ella, todos excepto una chica en especial, la cual ni siquiera los ojos tenia abiertos y se encontraba ya en su séptimo sueño.
-Bien alumnos, hoy tenemos a una nueva alumna, por favor SeokJin, preséntate - indicó el maestro, dando unas leves palmaditas en su hombro para transmitirle seguridad a la joven, la cual asintió y dio un paso al frente.
- Hola, buenos días, mi nombre es Kim SeokJin, pero pueden decirme Jin, soy de Anyang-Gwangcheon pero mi padre fue transferido a la ciudad de Seúl - Jin hablaba mientras su cabello se balanceaba de un lado a otro, su rostro de un leve tono rosa y sus manos haciendo pequeños ademanes conforme las palabras salían de su boca. La palabra "encantadora" paso por la cabeza de mas de la mitad del salón. -Un gusto, espero que nos llevemos bien - dando una ultima inclinación, provocando que su falda bailara al compás de su cabello, revelando un poco mas de la piel de sus piernas largas y torneadas, ganándose unos cuantos suspiros de sus compañeros.
- Excelente, ahora Jin, tu lugar asignado será al lado de Kim NamJoon - el maestro señaló el asiento vacío al lado de una pelirosa alta de cabello corto, ojos pequeños y labios gruesos, la cual le sonrió y saludó, oleando la mano a Jin cuando esta estaba por sentarse.
- Hola, mi nombre es NamJoon, pero tu puedes decirme Jonnie, si quieres- guiñó el ojo la pelirosa, haciendo que las mejillas de Jin se incendiaran mas de la vergüenza, parpadeando un par de veces antes de sonreír. Nunca antes una chica le había guiñado el ojo, se sentía extraño, pero le gustaba.
- Un gusto Jonnie, espero que podamos ser buenas amigas - Jin extendió su mano, esperando que esta fuera estrechada por la pelirosa, la cual amplió su sonrisa y entrelazó sus dedos con los de SeokJin, dando un leve apretón.
- Yo espero que podamos ser mas que eso-
Decir que SeokJin parecía un tomate seria poco, no había parte de su rostro que no estuviera colorado, incluso sus orejas adquirieron la misma gama y NamJoon no podía estar mas complacida, la castaña era por demás tierna cuando se sonrojaba, en especial si era ella la que lo provocaba.
- NamJoon, SeokJin, podrán continuar su platica fuera del salón y en horario de receso, por mientras, por favor presten atención a clases - reprendió el maestro, sorprendiendo al par de chicas y provocando que NamJoon y SeokJin se sentaran rectas, fijando su vista al frente. El maestro suspiró y prosiguió con su explicación en el tema.
- En el receso seguiremos Jinnie - susurró la pelirosa antes de seguir escribiendo en su libreta algo que Jin no podía distinguir muy bien, pero tenia por seguro que no era lo que el maestro anotó en la pizarra.
Jin pensó que esto no era nada de lo que se esperó fuera su primer día de clases, y apenas estaba iniciando ¿Acaso habrá mas sorpresas esperándole? Jin no sabia si estaba preparada para todas ellas.