El amplio despacho del Sr Choi
-kibum... kibum – lo llamo con urgencia, el nombrado miro a su compañero quien había entrado precipitadamente a los vestuario. La cara de Lee Taemin estaba pálida y sudada de la segura corrida que había hecho desde el lobby del hotel hasta los vestuarios que se encontraban en el subsuelo.
-olvídalo Tae... ya termine mi turno, si tuviste algún problema con algún cliente... yo no salvare tus papas... no esta vez – se negó a mirarlo mientras hablaba ya que sabia que Taemin con solo un puchero conseguiría lo quisiera.
-¿he?... no es eso – kibum sonrió al verlo resoplar ofendido.
-bien, perdona mi errónea apreciación, solo que me sorprendió verte entrar corriendo – desabrocho los botones de su impecable camisa de trabajo para luego frotar su cuello en una suerte de masaje – bien, que deseas, como veras mi turno termino y nada deseo mas que irme a casa tomar una cerveza fría mientras miro alguna serie interesante-
-eso suena muy aburrido key – Taemin lo nombro cariñosamente mientras pinchaba el torso desnudo de su amigo – deberías empezar a hacer algo mas interesante... del trabajo a tu casa, de tu casa al trabajo... acaso eres un viejo, tienes un bonito cuerpo, deberías aprovecharlo -
- oye... no mires – bromeo colocándose la remera - ¿entonces corriste del lobby hasta aquí, para decirme que soy un viejo?-
-no – grito de pronto – es verdad... venia... yo venia ...-
-¿que ocurre Tae? Te pusiste nuevamente pálido ¿acaso te cruzaste con algún fantasma?-
-algo... algo por el estilo -jadeo apoyando su cuerpo contra los casilleros – no sabes el susto que me dio cuando me hablo-
-¿te hablo? ¿quien?-
- a el... lo vi a el – Taemin hizo un gesto como quien quiere sacarse algún mal recuerdo
-¿el? - cuestiono despeinandole los cabellos rubios – no se lo quieres decir, pero al parecer ese “el” es tu peor pesadilla... ¿algún ex?-
-¿ex? - lo miro volviendo a la realidad - ¡NO! - luego sonrió picaramente – aunque no estaría mal. Seria algo aterrador... pero muy sexy también -
-ok Tae, me perdí - expreso dando se por vencido, colgando finalmente el resto del uniforme.
-en fin... no importa... - luego se acerco mirándolo con gravedad – y el te busca –
-¿tu peor pesadilla me busca? - se burlo creyendo que finalmente el adorable Taemin había perdido un tornillo.
-si... aunque ahora seria mas bien, tu pesadilla – sonrió inocente
-¿he? - esta conversación rozaba lo hilarante.
-el sr Choi... -
-¿el Sr Choi ? Creí que el estaba de vacaciones -
-no ese Sr Choi, el otro... el joven heredero...- y ante esa mención quien se puso pálido fue kibum.
-¿Choi... Choi Minho?- pregunto incrédulo, deseando que solo fuese una broma de su amigo.
Choi Minho era el joven heredero de la corporación Choi. El hijo mayor del dueño de la cadena de hoteles en donde kibum trabajaba y desde hacia algunos meses ese joven alto y elegante hombre era su jefe.
Se decía que era frio y arrogante. Que era soberbio y poco amable. Se decía que solo una mirada de esos grandes ojos eran mas que suficiente para sentir un terrible escalofríos. Se decía que ningún empleado le hablaba salvo que este así lo quisiera, ya sea por temor o respeto todos se mantenían lo suficientemente alejados de Minho.
y ahora de buenas a primeras lo llamaba a el y la realidad de kibum no era que verlo de la daba miedo, o pánico al ser intimidado... aunque si un poco.
Lo le pasaba a key era otra cosa. Algo completamente diferente por lo que otros evitarían verlo... algo que escapaba de su lógica, de su comportamiento razonable y era que desde la primera vez que había cruzado una mirada, desde esa vez que creyó ver una imperceptible sonrisa en esos esponjosos labios... había despertado en el algo que jamas creyó vivir.
Ese hombre y su sola presencia lo excitaba, lo extasiaba al punto de fantasear con el... y las fantasías eran tan indecorosas como perfectas y justo el personaje principal de sus fantasías lo había mandado a llamar y el debía luchar contra viento y marea para que su mente no divagara, para que su imaginación no se alocara y comportase debidamente. El debía enfrentar por primera vez cara a cara al Minho real.
-mierda – siseo inquieto parado frente a la amplia puerta del despacho – ¿habré hecho algo mal?– su lengua se paseo nerviosa por sus labios y se dio cuenta que sus manos temblaban.
kibum respiro hondo dándose fuerzas. No, el no había hecho nada mal. El cumplía con su trabajo debidamente. El nunca faltaba y siempre se quedaba horas de mas si así fuera necesario.
“mierda” repitió mentalmente al mirarse las ropas que traía, el pantalón de jeans negro y una remera holgada color gris le daban un aspecto algo desaliñado. Tal vez debería haberse puesto nuevamente el uniforme. Solo que el shock al ser llamado lo había dejado con la mente en ascuas.
-en fin... - ya era tarde y no podía dar marcha atrás ni hacer esperar mas a su jefe. Y ante un largo suspiro golpeo sutilmente la puerta.
-adelante – se había escuchado del otro lado. Dando permiso a kibum a ingresar.
Con una falsa postura calma se adentro para ver delante de el la cara misma de su fascinación. Sentado tras un gran escritorio se encontraba Choi Minho, vestido adecuadamente en un traje azul que destacaban perfectamente la gallardía de ese cuerpo, con el pelo oscuro correctamente peinado y con una mirada tan penetrante que podía dejar helado al mas valiente.
-Sr Choi – se reverencio ocultando la vergüenza que su voz no oculto al vibrarle.
-Sr Kim – el grave tono de voz era mucho mas seductora de lo que key había podido imaginar. y esa mirada, esa que ahora lo escaneaba de pies a cabezas, sin demostrar nada y a la vez generando todo.
Se sintió pequeño al tener ese hombre frente a el. Tan distinguido y apuesto. Kibum en un acto reflejo miro sus ropas y volvió a maldecirse mentalmente por aparecerse así de desaliñado.
-discúlpeme las fachas pero yo estaba...-
-no se preocupe por eso Sr Kim, al fin de cuentas lo llame luego de que su horario terminara – lo corto mirándolo fijo logrando que se ruborizara – tome asiento por favor - Minho era mas apuesto de lo que había pensado. Con esa seductora mirada que lo volvía un idiota sin raciocinio y esa voz aterciopelada que le emboba el alma.
- gracias – balbuceo e intento mantener la entereza y que sus pasos lo llevaran seguro ante la única silla dispuesta frente al escritorio. Dentro de su estupidez pudo notar que al silla estaba algo alejada del mueble, al parecer para marcar una significativa distancia entre quien se sentaba y quien estaba del otro lado del escritorio.
-Sr kim – lo llamo capitalizando su atención. La postura de Minho era relajada, había apoyado los codos sobre el escritorio y sobre sus manos entrelazadas apoyaba su mentón. Todo en ese hombre era perfecto. Sus manos, sus dedos largos, los esponjosos labios y esos grandes ojos... los ojos rasgados se posaron sin querer nuevamente en ellos y sintió que estos lo atrapaban y lo arrastraban. Kibum jadeo internamente por lo que bajo rápido la mirada. Fue donde supo que su ansiedad le jugaba una mala pasada al creer escuchar una risita cómplice – en verdad debo realmente agradecerle el hecho que haya venido -
-yo... usted me llamo -
-lo se, pero también se que esta fuera de su horario de trabajo, bien podría haberse negado -
-¿negarme? - cuestiono algo divertido olvidándose por un momento donde se encontraba, ¿negarse? Si claro, ¿como si eso fuera posible?. El fingido carraspeo del otro lado lo hicieron volver a la realidad y esa era que se encontraba en el despacho de su jefe – yo... perdón... -
-esta bien, relájese Sr Kim lo he observado algunas veces, siempre correcto con el uniforme impecable – las orbes chocolates recorrieron su cuerpo – que el verlo así... es refrescante- key se sonrojo al ser observado de esa manera - ademas esta charla es mas bien... ¿como decirlo? - Minho apoyo uno de sus dedos sobre sus labios y con este dio pequeños golpecito como buscando la palabra correcta – eso es, esta charla es informal... -
-¿informal? - indago extrañado.
-exacto, fuera del protocolo... es mas bien una charla personal – los ojos rasgados se entornaron confusos- la realidad es como usted sabe no hace mucho me hice cargo de este hotel... y la verdad me gustaría saber la opinión de mis empleados. Mas puntal es decir me gustaría saber su opinión Sr Kim-
-bueno – key inconscientemente se mordió el labio ¿Minho quería saber su opinión? En verdad no tenia mucho que decir. No lo había tratado nunca y esta era la primera vez que cruzaba palabra y de pronto se encontraba en la engorrosa situación de darle su parece.
En verdad tampoco le podía decir acerca de los rumores que se decían de el y mucho menos le podía decir lo que pensaba... no podía decirle que era condenadamente sexy, ni tampoco que era el maldito dueño de sus lujuriosas fantasías y que en las noches era el personaje que lo tomaba, que lo besaba y que lo llenaba de placer.
-al parecer... debe tener mucho que decir – manifestó poniéndose de pie.
-no es eso sr Choi, en verdad no tengo nada que decir de su gestión – lo vio encaminarse hacia el con esos pasos elegantes.
-Sr kim – Minho se dispuso por detrás apoyando ambas manos sobre los hombros de su empleado – no creo que eso haya pensado hace un momento... en verdad era otra cosa - key ladeo apenas la cabeza mirándolo confundido - ¿no sabe de lo que el hablo?... bien, mientras pensaba... usted se sonrojo – hablo inclinadondose cerca de su oído. Las manos masajearon lentamente sus hombros tocándole la piel gracias a lo amplio del escote, haciendo que el cuerpo del key se agarrotara – relájese Sr kim, usted esta realmente tenso - Los dedos acariciaron sutiles parte de la clavícula, sintiendo como esas yemas calentaban su piel - como le dije, solo quiero saber su opinión - sonrió deambulando para ponerse frente a el, apoyándose en el escritorio con las piernas estiradas cruzadas justo a la altura de los tobillos. Key trago saliva mientras sus ojos se paseaban por esas largas piernas, tan largas que cubrían la distancia entre el mueble y la silla – ve aun esta sonrojado -
Mierda... ¿que era esto, que estaba pasando?
Sentía como cada palabra emitida por Minho lo atontaban, como no podía evitar sentirse extraño.
-yo... tal vez me sonroje porque estoy algo nervioso – mintió tímido.
-¿lo pongo nervioso?- cuestiono inclinándose hacia el.
-usted es mi jefe, es natural que me sienta así... algo inquieto-
-le dije que era una charla informal – el cuerpo de Minho se inclino un poco mas.
-lo se – expreso abrumado – sin embargo no puedo evitar sentir...- agitado jugueteo con sus manos
-expresese tranquilo, la idea es conocer lo que piensa... -
-Sr Choi usted esta haciendo un trabajo excelente... -
-¿lo cree?-
-claro- se apresuro a decir
-eso es bueno...¿cree que soy un buen jefe?-
-si Sr Choi -
-¿dígame sr kim que cree acerca de esos rumores?-
-¿rumores?-
-acerca de que soy arrogante y poco amable -
- yo es la primera vez que hablo con usted – lo miro de reojo – y hasta ahora usted ha sido amable -
-sin embargo se siente intimidado -
-bueno... - kibum sabia que no era “intimidado” la palabra correcta para definir lo que le pasaba... seria mas bien ¿sofocado? ¿caliente? ¿excitado?
-¿por que esta tan agitado?- cuestiono arqueando una ceja -¿tan incomodo lo pone hablar conmigo?-
-no es incomodidad... solo...- solo que cada palabra dicha por ese hombre lo hacia sentir cada vez mas acalorado.
-solo dígame lo que piensa... mejor aun.... dígame lo que pensó hace un momento – la mente de key divago, en verdad desde que había entrado no había hecho mas que pensar en lo endemoniadamente sexy y masculino que era - ¿tal vez podría hacer algo que lo ayudara a relajarse? - Volvió a cuestionar y luego sonrió mostrando los dientes perfectos. Rayos, esto no era bueno, sentir como su corazón latía desbocado no era nada bueno y key se pregunto si pronto sufriría un infarto. Azorado desvió la mirada enfocándola en el suelo - se que puedo ayudarlo a relajarse... Kibum – Estupefacto alzo la vista al ser llamado por su nombre. Minho se encontraba inclinado directamente hacia el y su rostro a un suspiro de distancia - ¿lo puedo llamas así, verdad? - estúpidamente, hipnotizado asintió con la cabeza – yo me preguntaba... lo que habría estado pensado hace un momento – hablo despacio – la verdad verlo de ese modo... sonrojado y mordiéndose el labio inferior... así como se lo esta mordiendo ahora, me hace creer que lo que pensaba nada tenia que ver con mi gestión – la respiración se le paro al notar como el purgar de su jefe tocaba su labio inferior para desenganchar con suavidad de sus dientes - dígame Kibum... ¿que pensaba? -
-yo...- se ahogo inconsciente al sentir que esa mano no había abandonado su rostro mas ahora se había dedicado a delinearle los labios y como estos cedía separándose.
- ¿no me lo puede decir? - sonrió seductor. Key jadeo cuando el pulgar surco sus labios – ¿entonces por que no me lo muestra? - delicadamente introdujo su dedo para poder tocarle la lengua... y como esta inconsciente se enrosco en el. Una sobran de deseo se poso en los grandes ojos y la boca esponjosa se acerco dolorosamente – estoy seguro que con esto usted me demostrara lo que ha estado pensando – y sin mas. Sin darle tiempo a pensar. Minho lo beso.
-dios – gimió extasiado. La boca del alto abordaba la suya de manera increíble. Ese hombre lo estaba besando. Los labios gruesos absorbían los suyos la lengua recorría su cavidad, despertando su parte intima, deseando mas de su tacto... queriéndolo todo.
-creí que seria fácil contenerme – exclamo sobre sus labios – creí que en verdad podía controlarme – los besos viajaron lentos por la barbilla - pero el verte así... es tan tentador – las manos acariciaron el costado del cuello para luego bajar despacio y tocar por debajo de la remera el plano abdomen – me descolocas Kibum... en estos momentos en lo único que pienso es en lanzarte sobre ese escritorio para hacerte mio de todas las formas posibles – kibum cerro los ojos sofocado. Dios el también lo quería. Kibum quería responder con pasión a esos toques, sin embargo su cuerpo se sentía entumecido, pesado y no podía mover ni uno de sus músculos – pero depende de ti kibum... si no cooperas... yo no puedo forzarte – la lengua húmeda delineo su garganta - ¿entonces... deseas cooperar kim kibum? -
claro que lo deseaba, el quería que lo lanzara sobre el lujoso escritorio y que le quitara su ropa de manera brusca para revestirlo de besos y caricia, el quera que lo mordiera y marcara cada parte de su cuerpo. El quería sentirlo dentro quería llenarse de placer al gemir su nombre. El quería que su fantasía mas perfecta se hiciera tangible.
-yo...- jadeo áspero – yo verdaderamente lo deseo... deseo cooperar – hablo fuerte, casi en un grito... uno que lo asusto... uno que hizo que abriera los ojos. Un grito que de pronto lo hizo ver lo que tenia en frente y era una realidad que lo golpeaba directo.
-es bueno saber eso Sr Kim - Minho no estaba inclinado sobre el devorándole los labios. No estaba cerca como para acariciarlo por debajo de la remera incinerando su cuerpo. Minho estaba sentado mirándolo intenso, mirándolo fijo... pero estaba del otro lado del escritorio – es bueno contar con la cooperación de alguien tan – luego oculto la sonrisa divertida tras su mano – entusiasta -
key parpadeo confundido... mirando hacia los lados, para luego volver a mirar a su jefe.
¿acaso el? ¿acaso todo? ¿ acaso todo, todo había sido una maldita fantasía?
Kibum había dejado que sus pensamiento lujuriosos se hicieran cargo dejando nula a la realidad... el ya no tan solo fantaseaba con su jefe... sino que ademas fantaseaba teniéndolo frente a el.
-mierda -murmuro pasmado – mierda- repitió avergonzado.
-Sr kim, ¿esta bien? - el nombrado solo asintió evitando la mirada.
-si sr, algo agotado -sabia que debía parecer un loco desaforado, con la cara enrojecida y con la respiración entrecortada.
- de acuerdo, creo que ya lo he retenido lo suficiente y me parece cruel de mi parte robarle mas tiempo. Puede retirarse -
-si mmm... agracias Sr Choi – se levanto para reverenciarse y sus manos por suerte ocultaron la desvergonzada erección de su entrepierna.
-y sr kim... - key quien se había alejado se giro apenas para mirarlo - cuento con ello – la mirada lo traspaso – cuento con su entusiasta cooperación -
Al salir de allí. Una vez fuera, apoyo su espalda contra la puerta. Sus manos aun temblando tocaron sus propios labios. Esto, lo que su propia mente le había hecho era... era fuera de toda lógica. El estaba en problemas si no podía mantener su mente a raya. Tan real, tan vivido, sentía el candor de esos toques en su abdomen, sentía palpitar sus labios por esos besos.
El tenia que evitar a toda costa al causante de sus fantasías o todo seria un desastre. El debía evitar volver a verlo. Kibum camino cansado, exhausto y solo rogaba contar con algo de suerte que no volver a encontrarse nuevamente cara a cara con Choi Minho.
continuara...