Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Solo eso y nada más. por MrsHunter

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, sin embargo la historia es completamente mía y por el momento solo está públicada aquí.


¡No al plagio!

Notas del capitulo:

¡Yujuu!

Esta historia ya la había subido a mi anterior cuenta: "sweet_sasusaku", pero como me he mudado la estoy resubiendo :P

¡Espero y les vuelva a gustar!(?)

 

 

Ningún chico como tú me atará, solamente eres mi presa y nada más

Lo sabía, se repetía de manera inconsciente una y otra vez. Desde aquella ocasión en que lo dijiste, se ha repetido como si de un mantra se tratase, golpeándome la realidad.

Solamente soy un juguete, estoy consciente de ello y me dejo hacer, corriendo a tus brazos cada vez que un mensaje tuyo aparece.

“Aquí, ahora.”

Nunca recibía palabras diferentes de tú parte. Sabía perfectamente donde estarías y lo único que necesitabas.

Ryuunosuke… Ngh… m-más despacio…

Y como si mis palabras se las hubiera llevado el viento, continuaste con las bruscas embestidas. Nunca eras delicado, por más que suplicara o pidiera un poco de consideración de tu parte, esta nunca aparecía.

Mis lágrimas bajaban por mis mejillas, mojando la almohada, mordía mis labios y apretaba las sabanas, no me gustaba ver tus ojos porque siempre eran igual de indiferentes, no había una pizca de cariño en ellos, eran tan fríos como tu habitación misma.

Solo sexo, era solo eso y nada más.

Tú no me querías, no me necesitabas. Y la culpa es mía, porque me ilusionaba, me hacia ideas que no me correspondían.

El dolor de mi cuerpo al ser golpeado una y otra vez contra la pared por las fuertes embestidas, no se comparaba con aquel dolor que se alojaba en mi pecho cada vez que mis manos buscaban las tuyas y las apartabas. Cuando quería acariciar tu rostro y te negabas.

—Yo no necesito tu amor, solo quiero esto

— ¡Ah!

Cerré mis ojos con fuerza al sentir de nueva cuenta un golpe más contra la helada pared, otro más y otro más. Me dolía la espalda, la cabeza, el corazón… y mi entrada que seguías golpeando con la misma intensidad.

Hacer el amor es cuando los dos participantes se acarician, se besan, susurran cosas lindas al otro, se preocupan y cuidan; Eso es lo que más me dolía, que por más que yo te imaginara haciéndome el amor, seguía siendo sexo, aquella actividad que solo era placentera para ti.

—Sí te enamoras sufrirás

Y era muy tarde, porque mi corazón te había elegido por sobre otras personas, porque creyó ciegamente que con dulces palabras y tiernas caricias podían ablandar un corazón tan lastimado como lo era el tuyo. Porque uno no elige a quien amar, tan solo esa persona aparece en tu vida, de un momento a otro, y cuando te das cuenta, ya no puedes vivir sin ella.

Por eso, úsame, lastima cada parte de mi cuerpo, porque es tuyo, te pertenece. Puedes golpearme, morderme, tomarme con violencia una y otra vez, dolerá… pero lo soportare… porque así las punzadas de mi corazón son un poco menos dolorosas…

—Solo eres de una noche, y cuando termine, pasaras a ser uno más.

Nunca te decía nada, solo escuchaba, cada palabra cruel que de tu boca salía, era una herida más a mi cuerpo lastimado, a mi alma herida.

Lo sabías, ya lo sabías, Atsushi, y aún así lo elegiste a él.

Por eso no me quejaba, porque si alguien tenía la culpa, era mía y de nadie más.

Mire el suelo por unos momentos. Las lágrimas cesaron, ahora pareciera que la alfombra o las paredes tenían algo emocionante, porque mi vista se perdió ahí, repitiéndose las duras palabras que siempre me transmitías. Llegara un momento en que quedaré vacio, como una muñeca que continuaras utilizando a tu placer. Me sentía muerto en vida, los golpes contra la pared ya no dolían.

Mis manos fueron hasta tu rostro, acaricie con mis pulgares tus mejillas, sonreí ligeramente por un momento y te besé. La primera vez que hice aquello me apartaste con brusquedad y te fuiste demasiado molesto, no apareciste hasta tres meses después. Y ahí estaba, repitiendo aquel hecho, sintiendo mis mejillas húmedas de nuevo al sentir un tacto tan delicado, cálido y dulce…

Corte el beso y aparte mis manos, me separe un poco de ti, estaba dispuesto a soportar cualquier golpe, una reprimenda, un horrible grito. Sin embargo…

—Termine…

Te moviste unas veces más, pero ahora, con tranquilidad, provocándome un escalofrío y un gemido ahogado. Tu cuerpo se aparto del mío, no sin antes mirarme, de una forma que me fue difícil descifrar su significado.

No era molestia, no era repulsión. ¿Entonces…?

Y como tonto sonreí y acaricie mis labios.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).