La vida para todos los aldeanos de la aldea de la hoja era tranquila y armoniosa, y no era para menos, todos se gozaban por el humilde y amable hokage que desde hace un par de años atrás había traído paz y alegría a la villa.
Ya no se acarreaban problemas de magnitudes exorbitantes, las misiones ya no eran tan peligrosas y la tecnología modernizaba todas las calles del lugar.
Todo había cambiado tan drásticamente, ya casi no se observaban rastros de la antigua konoha, todo era tan moderno y asombroso, o por lo menos, de esa forma lo observaban algunas personas.
A través de los años, como es debido, nuestros protagonistas crecieron, ya no eran unos niños que soñaban con ser grandes ninjas o unos vengadores, eso había quedado en el pasado. Ahora eran adultos hechos y derechos, casados y con pequeños hijos queriendo seguir sus pasos, bueno, algunos más que otros.
Naruto, para sorpresas de muchos, se casó con la princesa del clan Hyuga, Hinata y Sasuke se casó con ex compañera de equipo, Sakura.
La vida para ellos era simplemente perfecta, los tres amigos juntos, con hermosas familias y con sus sueños cumplidos, ¿Qué podría ser mejor? Nada podría arruinar la vida que poseían hasta esos momentos…o por lo menos eso creían ellos.
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Un día cualquiera, Naruto tuvo que asignarle una nueva misión al equipo de su hijo que se constituía por Sarada, Mitsuki y Boruto, su hijo.
Como siempre, Boruto se encontraba insatisfecho por las misiones que le asignaba su padre, o como él le suele decir, “viejo”, por lo cual el berrinche no se hiso esperar por parte del menor de los Uzumaki.
Naruto, al estar ocupado con su trabajo, no tenía tiempo de escuchar los berrinches de su hijo, así que tomo una decisión de la que se arrepentiría más tarde.
-Bien, si no te gusta ninguna misión, pueden tomarse el día libre.
-¿Enserio? ¡Gracias viejo!
-No pienses mal, no lo hago por ti, lo hago por mí, no tengo tiempo de escuchar tus berrinches Boruto, así que mejor ve hacer lo que quieras con tu equipo, ahora necesito concentrarme en este papeleo…por eso si no es mucha molestia ¿Podrían dejarme solo ahora, por favor?
-Claro hokage-sama, hasta luego.
-Hasta luego Konohamaru, y tú-dirigiéndose a su hijo-Mas te vale no ocasionar problemas ¿Entendido?
-Sí, sí, sí, lo que digas viejo, Sarada, Mitsuki, ¡Vámonos de una vez!
-Lo siento Boruto, hoy no estaré con ustedes, tengo…emm…asuntos que atender, con su permiso.
-Bueno, entonces seremos solo tú y yo Sarada… ¿Te parece?
-Por mi está bien, con su permiso hokage-sama, Konohamaru-sensei.
Despidiéndose, los dos pequeños se dirigieron a una zona alejada de la aldea con las únicas intenciones de entrenar, esto les serviría para cuando se le asignara alguna misión de un gran rango, o esa era la excusa que ocupaba Boruto, Sarada solo quería superarse para algún día ser hokage.
Las horas transcurrían sin ninguna novedad, incluso comenzaba a ser tediosa el realizar la misma actividad una y otra vez, sin mencionar el cansancio que se prolongaba en los cuerpos de los dos pequeños.
-Boruto, ya estoy aburrida y cansada, ágamos otra cosa.
-¿Cómo qué?
-Bueno podría… ¡¿Qué es eso?!
El joven rubio volteaba a ver hacia donde su amiga morena le indicaba; con asombro observo como un extraño tipo de portal se abría en los cielos, produciendo que este cambiara de color a uno morado con algunos rastros de negro y truenos a su alrededor.
Desde su lugar observaban como del portal algo se desplomaba en dirección a un lago cercano de donde se encontraban ellos , mirándose entre sí, no esperaron más y se dirigieron a toda prisa hacia donde vieron caer el objeto del misteriosos portal.
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Naruto se encontraba finalizando los últimos papales que le faltaban de todo el papeleo que Shikamaru le había entregado esa misma mañana. Luego de que el equipo de su hijo se hubiera retirado, se concentró lo más que pudo en el papeleo, ordenando de paso a todos los que se encontraban en la torre que nadie lo fuera a interrumpir a no ser que sea de vida o muerte.
Firmando el último de los papeles, Naruto liberaba un gran suspiro de alivio y relajación, por fin había terminado, tal parece que hoy estaría más temprano de lo normal en casa en donde lo estarían esperando Hinata y su pequeña Himawuari.
No obstante, la idea de volver a casa temprano se desvaneció al instante en que observo a cierta persona cruzar la puerta hacia su despacho, aquella persona no lo veía desde hace dos semanas producto de una misión, esa persona era su mejor amigo, Uchiha Sasuke.
-¿Ya te ibas, dobe?
-¡Teme! Me alegra que hayas regresado ¿Cómo estuvo la misión?
-Igual de siempre, aburrida y sencilla.
-No seas mentiroso, no pudo ser tan fácil si te demoraste dos semanas, teme.
-Hum, ¿Y cómo no sabes que me demore dos semanas por otros asuntos?
-No tengo ni la menor idea-encogiéndose de hombros- además, eso de terminar una misión y no volver enseguida…no se me hace nada típico en ti ¿Qué ocurrió?
Mirando a su amigo con duda, Sasuke se debatía internamente si contarle la verdad al rubio o callárselo y dejar el tema en el pasado.
-*Pero conociendo al dobe de seguro me va insistir hasta que por fin suelte todo lo que tenga que contar* bien te diré ¡Pero no te rías!
-Está bien, cuéntame.
-El tipo se me escapo tres veces…mientras dormíamos.
El portado del rinnegan podía observar como su mejor amigo se controlaba las inmensas ganas de reír por lo anterior dicho, ¡Es que era tan ridículo!
-No te rías, dobe.
-N-No lo ha-hago…phfff! ¡jajajajajajajaja! ¡Debes estar bromeando! ¡Tú, el gran Uchiha Sasuke, se le escapa un don nadie tres veces solo porque se quedó dormido!
Apretando los puños, Sasuke observo al rubio con ira contenida.
-¡Estás muerto, usuratonkashi!
Abalanzándose sobre el rubio, Sasuke se preparaba para propinarle un buen golpe en el rostro, más no logro su cometido al sentir un gran temblor que provoco que callera encima de su acompañante.
-¡Cuidado, teme!
-¡Cállate Naruto y mira detrás de ti! ¡¿Qué es eso?!
-Pa-parece…un… ¿agujero negro? ¿Qué diablos es esa cosa?
-No sé, pero quedándonos aquí no lo vamos a descubrir, andando.
-¡Espérame, Sasuke!
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Boruto y Sarada se acercaban al punto en donde observaron caer lo que sea que fuera de aquel extraño portal. Al llegar, divisaron a tres personas a las orillas del lago, por lo que se podía observar, eran dos niños y una niña.
-Vamos Boruto, hay que ayudarlos.
Asintiendo, los dos se acercaron rápidamente a los jóvenes inconscientes quedando anonadados al verlos de cerca ¡Esos niños se parecían tanto a sus padres!
Uno de los menores poseía un gran parecido, por no decir idéntico, a Sasuke cuando era mucho más joven, la niña era una copia idéntica a Naruto solo que femenina y al tercero no supieron a quién podría tener algún parentesco, pero los otros dos ¡¿Acaso eran hijos de sus padres?! ¡Esto no podía ser verdad!
-Sarada, ese niño se parece a Sasuke-sensei…pero tiene las marquitas del viejo.
-Y esa niña es igualita a Hokage-sama… Boruto ¿Qué está pasando aquí? ¿Quiénes son ellos? ¡¿Por qué se parecen a nuestros padres?!
-¡¿Qué me preguntas a mí?! ¡Estoy igual de confundido que tú!... mejor mantengamos la calma, de seguro esto es una broma de mal gusto de alguno de los chicos, ¡si, eso es!
-¿Estás seguro?
-Por supuesto…bueno, no tanto.
-mmmm…
-¡Está despertando!
-¡No grites tonto!-dirigiéndose al joven- ¿Hola? ¿Estás bien?
El azabache, tratando de enfocar mejor su vista, trato de ver quiénes eran las personas enfrente suyo, las voces que escuchaba nunca las había oído antes o por lo menos no se le hacían familiares.
-oye ¿Estas bien?
-¿Quiénes son ustedes? Acaso… ¡¿Ustedes fueron los que nos arrojaron a ese portal?! ¡¿Y mi hermana y mi primo?! ¡¿Dónde están mi hermana y mi primo?! ¡Contesten!
-¡oye, oye, oye, cálmate! Ellos están aquí, no te asustes.
-¿Quiénes son ustedes? ¿Amigos o enemigos?
-Ehhh… ¿amigos? Oye ¿Quién eres tú en primer lugar?
-Yo soy…
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-¡Apresúrate, dobe! ¡Eres realmente lento!
-¡¿Lento?! ¡Si voy prácticamente al lado tuyo, Sasuke teme!
-¡Deja de estar parloteando y apresúrate!
Los dos amigos se acercaban cada vez más a la zona en donde habían visto el portal, de camino, observaron como algo se desprendía de este, por lo que, preocupados, se apresuraron en llegar al lugar lo mar rápido posible para investigar lo que había ocurrido.
Sin embargo, al llegar al lugar se encontraron con sus hijos y otros tres niños, uno de ellos consiente, escucharon que el menor estaba a punto de decir su nombre, así que intervinieron para también enterarse de quien era ese niño, hasta esos momentos ninguno se había percatado de la apariencia del menor.
-¡oigan! ¿Qué paso aquí?
-¿Qué ocurrió?
El chico de cabello oscuro, al escuchar la segunda voz, sintió más que alegría en todo su ser, una sensación de tranquilidad y seguridad lo embargaban lo único que pudo hacer fue corre hacia aquella voz que tanto conocía y quería.
-¡Papá, papá! ¡Estás aquí, papá!
-¡¿Qué?!
Los presentes quedaron atónitos al escuchar y observar lo que hacía el menor. Pero, sin duda alguna, el más impactado era Sasuke, quien al escuchar al menor decirle “papá”, sentir como lo abrazaba y fijarse detalladamente en los rasgos del menor, casi le provoco un infarto ¡Ese niño se parecía tanto a él de joven! Y más encima ¡Poseía las tres marquitas del dobe! ¡¿Qué diablos ocurrió aquí?!
-Tú…yo… ¿Quién?
-¡Teme! ¡¿Por qué no nos dijiste que tenías otro hijo?!
-Papá… ¿Qué significa esto?-apunto de llorar.
-¡No esperen! ¡Yo no tengo otro hijo, ni siquiera sé quién es él!
El menor, al escuchar tales palabras de la persona que más admiraba y quería, se separó abruptamente encarándolo en el acto. Las palabras que había vociferado el mayor le habían lastimado…su padre… ¿No le recordaba?
-Papá… ¿Por qué dices eso?... ¡Papi soy yo! ¡Daisuke! ¡Daisuke Uchiha Uzumaki! ¡Soy tu hijo! ¡¿Por qué no me recuerdas?! ¡¿Y quiénes son todas estas personas?! ¡¿Papá que está pasando?! ¡¿Y por qué él se parece tanto a mamá?!-Vociferaba el menor dirigiéndose a Naruto.
Los presentes no supieron que decir, quedaron completamente estáticos, nadie podía creer lo que el menor les decía, todo era tan…