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|| Noche de lectura || por Gabriela yaoista

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Notas del fanfic:

Soy de México y estoy en pleno verano caluroso y justo en una de muchas noches, se me ocurrió esto. Espero lo disfruten. 

Notas del capitulo:

Esto será corto. 


|| Pov Autora ||


Era una noche acalorada en Tokio, Japón.En donde más de uno de sus habitantes, se encontraban con un calor insufrible. Y entre esos se hallaba un Ojo-esmeralda de nombre, (高橋 美咲) Takahashi Misaki.


Si bien el castaño había podido soportar las anteriores noches calurosas, esta en especial, era demasiada calurosa para él.

Se removió incómodo en su cama individual, se acostó bocabajo, de lado derecho, del izquierdo e incluso se acostó en una diferente posición, poniendo su cabeza donde sus pies debieran estar. Aunque lo único que consiguió fue un bochorno.


Se levantó de su cama, quizás el culpable era su sed, por lo que bajó a la cocina a tomar un vaso con refrescante agua. Después de tomar agua, el castaño se sentía un poco mejor, aunque el bochorno había desaparecido casi en su totalidad, el Ojo-esmeralda aún tenía un poco de calor. Miró su pijama como si esa prenda de dormir, fuera todo un criminal. Aunque, quizás lo era, ¿Una pijama de lana en pleno verano? Y lo peor de todo, demasiado cubierto, Misaki se hizo asi mismo una nota mental : Comprar pijamas livianas. 


Se terminó por quitar su pijama y rebusco en sus cajones una pijama liviana. Aunque lo único que encontró fue más pijamas demasiadas cubiertas para usar en un una noche de verano calurosa, como esa.

Estaba a punto de cortar su pijama para volver su pantalón en un short, hasta que recordó que su casero tenía algo con lo que llegaría a dormir tranquilamente por el resto de la noche.


Aunque, no quería ir a pedírselo pero el calor volvía, el Ojo-esmeralda dejó escapar de sus labios, un suspiro de frustración.


Probablemente el escritor se hallaba dormido, asi que solo tomaría la prenda del antes mencionado y lo devolvería después. Se dispuso a ponerse de nuevo su pijama para ir a la habitación del albino.


Caminó lentamente, intentando no hacer ruido pero por más que lo intentara, el piso rechinó fuertemente. El Ojo-esmeralda se quedó estático, esperando que el pelo plateado se despertara y durmiera nuevamente.


Aunque en realidad el albino ni siquiera se había inmutado, estaba más que cansado. Misaki decidió caminar normalmente ya que al parecer, haciéndolo lento, causaba mas ruido.

Comenzó a rebuscar en los cajones de Akihiko, hasta que encontró algo distinto a lo que buscaba. Era una libreta, parecida a las que se había encontrado en la mansión Usami, hace un tiempo atrás. Intentó ignorar la libreta pero su curiosidad pudo mas. Tomó el cuaderno y se dio la media vuelta en un intento de irse, de un momento a otro el Ojo-esmeralda regresó y abrió nuevamente el cajón donde había encontrado la libreta, aunque pareciera que Misaki había sentido remordimiento y pensaba dejar el cuaderno la realidad era otra, el joven universitario solo tomó una de las playeras del pelo plateado para asi retirarse definitivamente.


Tras llegar a su habitación, el castaño no tuvo necesidad de poner seguro ya que probablemente el escritor se hallaba en su séptimo sueño. Se quitó tanto la parte inferior como superior de la acalorada pijama. Al quedarse en bóxer el Ojo-esmeralda tomó la playera del escritor quién al Usami le quedaba grande y al castaño enorme, haciéndolo transpirar libremente. Se subió a su cama sin cubrirse y encendió su lámpara de noche para así abrir la libreta, tenía muchos párrafos, el universitario agradecía el haber leído varios libros ya que de ese modo, la lectura no sería complicada. Tras leer atentamente los primeros renglones el Ojo-esmeralda se dio cuenta de que eso era un diario pero no se trataba de un diario común sino que era un diario con las fantasías sexuales así como sueños húmedos del pelo plateado. Se preguntó a si mismo si continuar con la lectura o cerrar la libreta y dejarla donde estaba.

Su curiosidad ganó por lo que comenzó a leer. Un párrafo le llamó la atención y es que se leía tan... ¿Erótico?.


25 / Jun / 17



Nuevamente volvió a ocurrir, soñé con Misaki pero no solo de manera romántica sino también de forma morbosa. En mi sueño, Misaki me llamaba con el apodo de Daddy, lo busqué por un rato por todo el penthouse pero no lo encontré y al final me senté en el sillón. De pronto vi a Misaki, lo miré atento y es que su vestimenta me comenzaba a calentar. Vestía con ropa de un niño, demasiado entallado, para su delgada silueta. Se veía tan lindo y adorable, la corbata en forma de moño le daba cierto aire de inocencia, me miraba fijamente con sus hermosos ojos mientras sujetaba con su brazo izquierdo un pequeño Suzuki-san, mientras que con la derecha sostenía una chupeta la cual metía y sacaba de su boca. Yo solo lo observaba desde el sillón de mi penthouse, el de pronto caminó, acortando la distancia entre nosotros, para luego arrodillarse delante mio mientras continuaba su acción con la chupeta. No dejaba de observarme, incitando a mi lado salvaje el tomarlo y hacerle de todo. De pronto dejó la chupeta en el suelo, me miró sonrojado y me dijo que necesitaba lamerlo. En un principio pensé en mi pene pero por alguna extraña razón, no lo quería asustar por lo que me hice el desentendido. Le pregunté que era lo que necesitaba y el solo señaló el bulto entre mis pantalones. 

El Ojo-esmeralda no sabía sí debía continuar aunque debía de admitir que eso lo comenzaba a calentar y no de forma natural, el bulto entre su bóxer era testigo. Volvió a leer la libreta y es que no quería quedarse con la duda del final del sueño.



Le acaricié los cabellos para atrás y le dije que si lo quería que lo tomara. El comenzó abrir el zipper de mi pantalón para dejar ver mi hombría. Misaki se lamió los labios, era como si un niño pequeño viera una gran barra de chocolate para si solo. Besó la punta y para luego continuar lamiendo lo largo, saboreaba mi pene de forma deliciosa. Lo mejor de todo era cuando hacía sonidos obscenos con la punta, dejó a mini Suzuki-san en el suelo para utilizar su mano izquierda en mis testículos, de pronto me miró aun con mi pene en su boca, ese verde parecía aun más brillante y yo solo lo vería así. La escena me ayudó a llegar al clímax, no le avisé para que de esta manera, se tomara todo mi semen, eyacule en su boca, era tanto que Misaki tuvo que alejarse un poco para no ahogarse con mi semen. El liquido blanquecino comenzó a escurrir de la comisura de sus labios hasta la garganta.


Misaki tragó en seco y es que su parte baja, estaba demasiada despierta e incluso el liquido pre seminal se había derramado, dejándolo con una sensación pegajosa. Quería seguir leyendo pero su entrepierna comenzaba aclamar atención. Metió la mano dentro de su bóxer y comenzó acariciar su miembro, la fricción entre su mano y falo era delicioso. Repitió la acción unas veces más, necesitaba venirse, siguió acariciando su pene pero no podía llegar al clímax a pesar de que se hallaba mojado, utilizó sus testículos para poder venirse pero esto no bastó hasta que en un descuido acarició su entrada. Quizás necesitaba hacer "eso" para estar en paz. Metió el dedo índice pero no se sentía tan bien por lo que probó con el medio, era más profundo pero necesitaba algo más grande ¿O quizás más grueso?. Observó a su costado derecho, eran las doce de la medianoche y él se estaba ¿Masturbando?.


El estar con Akihiko lo comenzaba a poner extraño, él no era ese tipo de persona que se masturbaba a medianoche. Maldijo por lo bajo al escritor. Guardó la libreta en un cajón y se cubrió con una sábana todo el cuerpo, se sentía avergonzado de su comportamiento, él no era ningún pervertido. El pervertido era Usagi-san, si, Akihiko era el pervertido. Tras unos treinta y tres minutos después, él chico se quedó dormido con su entrepierna semi despierta.


Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer. 


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