SeHun
—¡Dios, SeHun, déjame pasar! —chilló mi mejor amigo a mi lado, empujándome fuertemente, causando que cayera graciosamente en unos arbustos que habían por allí.
—¡¿Qué mierda, LuHan?! —exclamé, mientras trataba de levantarme sin hacerme más daño del que tenía.
Hola, mi nombre es Oh SeHun.
El chico que me acaba de empujar hacia la que pudo ser mi muerte, es LuHan, mi mejor amigo desde que tengo uso de memoria.
Y el chico al que está abrazando es Kim JongIn, su super-sexy-y-tierno novio.
—Hey, Lu —sonrió hermosamente el moreno, mientras que sostenía al susodicho en sus brazos.
Casi pude escuchar como un par de chicas chillaban.
Una vez ya de pie, me dediqué a fulminar con la mirada a la parejita que ya se alejaba hacia la entrada de la Preparatoria, siendo el centro de atención e ignorando a cualquiera que se les cruzara, encerrados en su burbuja de enamorados.
Me encaminé en la misma dirección que ellos, mientras que, sonreía de vuelta a cualquiera que me hiciera el ademán de saludarme.
No era un chico a los que la gente llamaba ‘común’ (aunque la mejor palabra para describirme era aquella, según yo), ellos me trataban como si fuera más, alagándome por mi belleza, estatura, inteligencia y carisma, era un chico popular, pero no porque yo lo quisiera, si no, que por que a ellos les gustaba lo suficiente como para considerarme alguien así, además, estaba en el equipo de Rugby de la Preparatoria, siendo uno de los titulares que ayudaron a ganar el torneo regional el año pasado, debe ser que aquello me dé un poco más de ‘fama’ por decirlo así.
Era alto, como de un 1,83 o algo, según lo deducido, (bueno, quizás no taan alto como Kris, (el primo de Lu), quién media 1,87), y según Lu, tenía un buen físico, muslos firmes, hombros anchos, y los músculos se me marcaban (claro que no tan exageradamente como una tableta de chocolate o algo… Pero pueden imaginarse aquella tableta un poco más derretida y quizás podría ser una comparación decente), mi cabello era negro, casi azabache, mis ojos también oscuros, y rasgados, nariz recta, no tan sobresaliente, y labios esponjosos. Mi piel era bastante pálida, más que la de Lu, por lo que los moratones eran más notorios.
Pero me consideraba alguien normal, no me menospreciaba, si es que he dado a entender aquello, sin embargo, no me creía una celebridad o algo, no como lo hacían esas chicas extrañas que estaban en el grupo de las porristas y nos acosan cada vez que pueden.
Al llegar a la zona en donde se encontraba mi casillero, vi a BaekHyun apoyado contra el que me pertenecía, distrayéndose con su celular, por lo que, no dudé en acercarme a él, algo extrañado por su presencia.
Los clubes extra programáticos eran obligatorios, por lo que, no teníamos más opción que ir o ir, aunque, había bastante variedad, lo que hacía que los alumnos realmente no tuvieran quejas. BaekHyun estaba en el Coro de la escuela, y según yo, cantaba maravilloso, como un ángel. Él también era un chico bastante popular, por su apariencia sobretodo, (al igual que Lu), tenía carisma, pero seguía siendo algo tímido, y era bajito, pero no tanto como una chica, su cabello era rubio (teñido, pero le quedaba genial), y sus ojos eran oscuros.
Sus facciones eran finas, (de nuevo, no como una chica), su nariz era normal, sus labios delgados y sus ojos caídos, como los de un perrito. Su cuerpo era delgado, pero sus muslos se veían deliciosos.
Y quizás, (solo quizás), me gustaba un poquito.
Y es que, así, ¿Cómo no hacerlo?
No me consideraba alguien heterosexual o homosexual o pansexual o lo que sea, si me gustaba alguien, fuera hombre, mujer o travesti o trans o animal (quizás lo último no…), realmente no me importaba, (aunque mi mejor amigo y Baek casi entraban en la tercera categoría más que en la primera), así que, no era un real problema que me sintiera atraído del rubio.
Aunque algo seguía molestando, a pesar de no tener ningún inconveniente en enamorarme de quien sea, realmente, mis pensamientos no podían fluir libremente sintiendo aquella molestia.
Y así es como ahora estaba plantado frente a Byun, quien levantó la cabeza apenas me escuchó, y me miró con aquellos ojos oscuros en los que no podía evitar perderme por unos segundos.
—Hola, Baek —sonreí, observando como Baek se sonrojaba un poquito, haciendo que mi corazón se sintiera bien.
—Hola, SeHun —las comisuras de sus labios se elevaron, al tiempo que se movía a un lado para dejar a la vista mi casillero, al cual me acerqué, para proceder a ordenar mis cosas.
—¿Cómo has estado? ¿Qué tal tu verano? —decidí comenzar con una conversación, ignorando cualquiera de los hechos que llevaran al chico a mi lado.
—Bien, KyungSoo y yo salimos bastante, junto con otros amigos, fue divertido, pero se ha terminado demasiado rápido —su sonrisa se volvió apenada—. ¿Y tú? No había sabido nada de ti, y te vi hace unas semanas, en el centro, estabas con Lu tomando un batido.
Recordé y asentí —Si, lo pasamos muy bien, con Lu y los chicos, tenía que haberte invitado, lo recordé en algún momento, sin embargo, no tenía tu número de teléfono —realmente deseaba haberlo llamado.
—Oh, eso no es problema, aquí esta —sacó un pequeño papel de su bolsillo, junto con un lápiz azul, y se recargó contra los casilleros, anotando un par de números, para luego tenderme el papel, el cual también tenía su nombre escrito con un corazoncito.
—Gracias, más tarde te llamaré y agregare tu numero —sonreí y le giñe un ojo, divertido, causando una pequeña risa en él—. Y bien… ¿Qué te trae por aquí?
Me preocupaba haber sonado un poco serio, supongo que mi sonrisa de estúpido debe de haber cubierto este hecho.
—Uhm-bueno-yo…
—¡Sehunnie! —Baek fue interrumpido por un grito, seguido de aquello, sentí como alguien se colgaba de mi brazo, literalmente, casi como si estuvieran jalándome posesivamente.
Pero solo era LuHan, quien se quedó observando a Baek por un momento, antes de seguir hablando.
—Sehun-ah —volvió a llamar mi atención, giré mi cabeza y ladee un poco mi cuerpo para acomodarme—. ¿Tienes libre esta tarde?
Lo miré confundido, ya que, había pasado todoo (lo que era todo joder, hasta dormí con él un par de veces… Solo nos separábamos para cuando el salía con Kai y no me invitaban), el verano con él, hasta se había quejado de mi presencia un par de veces.
—¿Por qué? —siempre hay que ser astuto con LuHan, nunca se sabe lo que puede estar pensando, una vez me llevó a un prostíbulo gay-travesti al otro lado de la ciudad… No es que me haya desagra- para que mentir, había vomitado en plena avenida luego de eso… Y casi nos lleva la policía por ‘desorden en la vía publica’ si no fuera porque nos escabullimos en un par de callejones de mala muerte, hasta que, finalmente a las tres de la mañana, llegamos a la casa de los padres de Lu, ya que ni dinero teníamos para algún taxi…
—Uhm, quiero que pasemos tiempo juntos —pegó mi brazo a su pecho, mientras hacia un puchero, y mierda, él ya sabía que era débil a cualquiera de sus agyeos—, ¿puedo quedarme a dormir en tu casa? Es que volví a pelear con mamá y- tú me entiendes…
Casi ni recordaba que Baek se encontraba allí.
—¿No podrías quedarte con JongIn? —rasqué mi nuca.
—Él tiene cosas que hacer hoy… —bajó la cabeza—. Vamos Sehun-ah, ¿o tienes otros planes? Si es así, le diré a Minnie…
Pero lo interrumpí —No, no es eso, puedes ir —sonreí, mientras que el me regalaba una (hermosa) gran sonrisa, que me deslumbró.
—Muchas gracias, Hunnie —besó mi mejilla, fogosamente, para luego irse por donde había venido.
Era un masoquista, y LuHan un bipolar, sin embargo, él era mi mejor amigo, y le quería como tal.
Estaba en mi ensoñación, viendo como el pelirosado se alejaba por el pasillo, moviendo sus caderas, y con una gran gracilidad y sensualidad en sus pasos.
¿En qué momento se había vuelto así?
Sentí como alguien tosía a mi lado, reclamando atención, y luego me di cuenta de que BaekHyun aún estaba allí, y me sentí un idiota.
—Oh, yo- lo siento por aquello —me disculpé, mientras sentía como mis mejillas se calentaban un poco—, Lu es bastante cariñoso a veces y-y es mi mejor amigo, jaja, tu sabes…
Me sentí nervioso, no quería que Baek malinterpretara las cosas, Lu y yo solo éramos demasiado cercanos. Sentía la necesidad de explicarle que solo era un malentendido, más aún, luego de que vi su cara de malas migas apenas me voltee a verlo… Aunque, creo que yo igual me sentiría mal si es que alguien comienza a ignorarme de la nada.
Pero ya me había disculpado… ¿Sera bueno hacerlo otra vez?
—Mmh, si —su voz se escuchaba rara—, bueno, Sehun-ssi, y-yo, solo quería invitarte a… Que fu-fuéramos juntos a-a la fiesta de comienzo de año qu-que hará JunMyeon este v-viernes.
Me quede helado, sinceramente.
Nunca pensé en la posibilidad de que BaekHyun diera el primer paso en ‘nuestra’ inexistente ‘relacion’, y realmente amaba que lo hubiera hecho, ya que, a pesar de haber salido con otras personas a lo largo de mi vida, sentía que Baek era diferente, (en una buena manera, claro), y aquello me agradaba y me asustaba al mismo tiempo, ya que, nunca me había enamorado.
Una sonrisa genuina surgió en mi semblante, iluminándolo.
—S-si no quieres, no importa, y-yo…
—Si quiero —en algún momento, bajó la cabeza, por lo que, al levantarla, pude volver a apreciar sus hermosos ojos oscuros.
—¿D-de verdad?
—Claro que si —la sonrisa en mi cara se hizo aún más grande, al tiempo que escuchaba como el estruendoso sonido de la campana resonaba en todo el edificio—, luego hablamos, ¿ok?
Me despedí de él con la mano mientras me alejaba, deleitándome con el brillo que tenían sus ojos.
¿Mencioné que me encantaban?