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El peso de mi libertad por MaggMagg

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Notas del fanfic:

Beyblade no me pertenece, ni sus personajes ni nada relacionado con ello. Simplemente uso sus personajes con fines recreativos personales.

También aclaro que soy la autora original Magg, que como la página no me permitió volver a entrar a mi cuenta lo subo de nuevo y publico el último capítulo después de 7 largos años. 

Mil disculpas por la demora Ñ.ÑUu

*** Dedicado a plumaescritora.

Notas del capitulo:

Kai y Brooklyn, separados por más de medio continente, se encuentran decidiendo cómo enfrentarse a la libertad después de dos años de estar juntos. La soledad pesa, la distancia, las palabras y los recuerdos alterados de cada uno pesan y deberán encontrar un soporte... ¿En sus amigos?

(Republicación de capítulo 1, sin alteración alguna, sólo para tenerlo todo junto en esta cuenta)

-Largo, si no puedes más con esto, ¡vete!

-Esa que me das no es una alternativa, sino el único camino…

 

El sonido de los coches al pasar y las gotas de fina lluvia al estrellarse eran lo único que acompañaba al chico de orbes sangre. Caminando entre las calles de la ciudad era que había decidido pasar esa noche de insomnio, y ahora, mientras estaba sólo, de nuevo, las palabras de aquel día no dejaban de sonar en su mente.

Había sido todo una estupidez, pero cuando un Hiwatari explota lo hace sin medida, el problema es que… al parecer, Masfield hacía lo mismo; dos explosiones juntas o se anulan o se suman y en esta ocasión el resultado era la suma.

Habían pasado casi 2 años desde que estaban juntos… bueno, por decirlo de alguna manera. Ambos chicos, aunque cada uno a su estilo, eran distantes, sólo dios, el destino o la fuerza creadora sabía cómo habían terminado en una relación. Sin embargo, la llevaban bien, claro, excepto en este momento. Pero lo cierto era que de estos momentos era que estaban plagados los últimos 2 años y esta vez había sido ya demasiado; Masefield era celoso, al igual que Kai, sólo que el pelirrojo no se quedaba con las ganas de alejar a todo el que se atreviera, aunque sea con la mirada, a acercarse al ruso. Por otro lado, Kai era posesivo, al igual que Brooklin, solo que a diferencia de este, le gustaba dejarle en claro al inglés que era de su propiedad más que de si mismo. Y ambos eran endemoniadamente tercos y, además, en absoluto tolerantes… no les gustaba perder y todo el tiempo había una competencia entre ellos.

-“Eso  no es una relación, amigo, es un infierno”- las palabras de su ex-compañero de equipo, Rei, llegaban en mal momento pero diciendo una de esas verdades incómodas.

Aún así… con todo y eso… ¿por qué se sentía tan miserable? La soledad había formado parte de su vida desde temprana edad, ¿por qué de momento esta se veía y sentía tan avasalladora? No lo reconocería, claro, pero estaba pasando por uno de los periodos más amargos de su existencia…

 

 

En otro lugar del mundo, Brooklyn caminaba por los jardines de su propiedad, sin esa apacibilidad que le caracterizaba y mostrando, en cambio, un semblante bastante decaído.

-No eres mió, Kai, pero no tenía por qué acercársete tanto

-!Tú eres quien me pertenece!

-Ja, no seas ridículo-dijo el pelirrojo volteando a otro lado que no fuera en dirección al ruso

-¿Decir la verdad es ridículo?- el chico de ojos grana lo tomó del mentón para obligarle a mirarlo mientras lo acercaba hacia sí de la cintura

-!Suéltame, Hiwatari!-dijo forcejeando un poco

-Nunca-y aprisionó esos lindos labios testarudos con fuerza, lastimándolos un poco, sólo así consiguiendo que le correspondiera

-          Con que “nunca”, ¿eh?... Kai- se le salió mientras un par de dedos se posaban sobre sus labios recordando aquella ocasión

 

Masefield tampoco, al otro lado del continente, sabía cómo es que su soledad le pesaba tanto. Cómo es que Kai no abandonaba sus pensamientos y ese sentimiento de opresión no desaparecía desde que había dejado al ruso.

-          Hey, Brook, ¿qué hay?-dijo un chico saliendo de entre los árboles del sendero

-          ¿Mystel?

-          Te ves bien… en realidad no, ¿qué pasa?

-          La soledad, eso es lo que pasa… ¿cuándo llegaste?

-          Hace un rato, vine a Inglaterra por asuntos de familia pero no podía dejar de visitarte… me alegra haberlo hecho

-          A mi también

-          Sabes, en realidad quería confirmar los rumores que, por lo que acabas de decir, son ciertos… tú y Kai

-          No hay un “yo y Kai”-su voz se impregnó de algo parecido a la tristeza

-          vaya… pues eso, sólo tal vez, es lo mejor

-          Si, debe de ser

-          Me estaba cansando de no poder visitarte porque él estaba allí siempre, Brooklyn. Deberías olvidarle, amigo-una sonrisa audaz se posó en sus labios

-          Debería, pero necesito ayuda-las palabras le salían en automático

     -… mia?-dijo el ruibio apenas creyendo lo que oía

-          Por qué no? no sería la primera vez que... me ayudas a soportar mi soledad

-          me halagas, Brook… confieso que esperaba que me halagaras de esta forma

     -     sírvete, estoy en un buen momento para recibir tu ayuda...

 

-          Kai, me alegra que vinieras y todo pero... las 3am no es la mejor hora, ¿qué diablos te pasa?- la voz de Bryan sonaba molesta y a la vez cansada desde el otro lado del interfono

-          ... Nada, me voy

-          Olvídalo, ya nos despertaste, ahora sube pequeño desconsiderado...- intervino Yuriy sonando algo ronco y cansado mientras la puerta automática del edificio se abría con un sonoro rechinido, dejando paso al ruso

 

Subió a pie, no quería ahorrar tiempo, ahora lo único que tenía era tiempo libre, y para cuando llegó al 8° piso ya había hasta café y sus amigos estaban esperándolo en la barra desayunadora del departamento

-          Habla y que sea rápido-la “amable” voz del pelirrojo lo recibió apenas cruzó el umbral

-...

-          Vamos Kai, ya veniste hasta acá en medio de la llovizna, ¿café?

-          Puedo mantenerme despierto por mi cuenta, gracias

-          Lo que no puedes es soltar la lengua, por eso es que junto con el café tengo algo de vodka, te apetece más?

-          Claro...

-          Así que es cierto. ¿Y ahora qué? ¿Vas a llorar amargamente por él?-Yuriy, con una taza de café en la mano y el control de la TV en la otra, soltó de pronto

-          ...No

-          Entonces sí era cierto lo de Brooklyn y tú, vaya...-Bry se mostraba más despierto

-          Tienen buenos oidos

-          Vamos, no es la gran cosa... De cualquier modo, siempre estaban lejos y peleando, ¿qué clase de vide era esa?

-          Si, no me digas que el gran Hiwatari se dejará doblar por algo como esto

-          ...No, es solo que... Nada, creo que interrumpo

-          No, llegaste una hora tarde como para interrumpirnos...

-          Cállate, Kuznetzov-el repentino sonrojo de Ivanov pasó desapercibido para el visitante, de verdad no estaba de humor

 

Kai se levantó en medio de la discusión que sus amigos habían empezado y salió del lugar sin ser notado. Bajó por el elevador y salió de nuevo a la fría noche, donde ya no llovía.

Libertad, eso era lo que había querido, para poder visitar a sus amigos si se le antojaba, para hablar con quien le apeteciera en el momento que quisiera sin ser asediado por Masefield... libertad, la preciada joya del hombre, por la cual muchas guerras se habían hecho... maldita libertad.

 

  • Me quedaré un par de días, luego tengo que volver pero por ahora la soledad estará lejos de ti, “amigo”-Mystel se levantaba del claro donde había estado “ayudando” al inglés

-          Claro, ven si tienes tiempo

-          Tenlo por seguro, te veo mañana...- y se dió la vuelta, arreglándose un poco el cabello revuelto y desapareciendo entre los árboles

 

Brooklyn se mantenía tirado en el pasto mientras veía el cielo inusualmente claro en esa época del año. Por fin después de más de 2 años podía tener una aventura con quien le placiera... era libre, ¿no? ¿Y no era eso lo que le reclamaba a Kai todo el tiempo, libertad?... Libertad... Esa libertad… de seguir así, terminaría por matarlo.

Una silenciosa lágrima corrió por su rostro y se perdió entre las verdes hojas. Masfield se sentía tan libre que estaba seguro de que su alma podría irse volando y no regresar, sin que alguien se diera cuenta de ello, sin que Kai Hiwatari se lo impidiera, era libre de hacerlo.

-          Ja, mira esto, Kai. No me permitías estar con mis amigos y ahora hasta me acuesto con ellos, si lo supieras... -Un doloroso nudo se le formó en la garganta y no pudo evitar sollozar- Mírame, soy libre de hacerlo... pero ya no... Kai- su voz se desvaneció en el aire que comenzaba a soplar

 

Le costaba respirar, la soledad pesaba. Dos años habían dejado huellas tanto en su piel como en su mente. Dos años no se iban a ir tan fácil, probablemente se quedarían hasta el último de sus días.

 

Las alas del fénix estaban en posibilidad de estirarse y abrirse. El dolor que sentía, la desazón o lo que fuera ya tenía que quedarse atrás, en el pasado, ese era el lugar. Decidió que así sería de ahora en más, pues ya había pasado cosas peores, esto no seguiría así. Le costara lo que le costara, no seguiría con ese talante.

- Kai, amigo, no te veía por aquí hace mucho

- Me hace falta algo en qué distraerme, Wyatt ...

Notas finales:

Espero que aún quede gentecilla que guste del universo de BB y que sigan por acá de curuisos. Seguramente la gente que me seguía ya no se aparecerá pero tengo esperanza. También espero que le guste a nuevos lectores.

Prometo que con cada capítulo se pone más interesante... o más dramático jeje.


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