Capitulo 1: Y asi comenzo todo.
Inicio del Flash Back.
llovia suavemente, pero eso no me importaba, la lluvia limpiaria todo rastro de sangre que poseia en mi cuerpo, sangre mia y ajena. esos bastardos, por eso odio a los herbivoros, inutiles y cobardes atacando en manada, eso solo demuestra lo inferiores que son.
mi paso era lento...
aunque al final me los quite de encima y de paso los moli a golpes, habian logrado lastimarme considerablemente. dos de ellos me atacaron por la espalda, dos mas me sujetaron y otro me apuñalo en el abdomen. ¡malditos!, ¿que acaso creian que me ganarian tan facil?, tuvieron suerte de que no los matara a golpes.
mi respiracion se volvia agitada, la hemorragia seguia, sino lograba cerrarla podria ser fatal para mi. mi vision se volvia borrosa pero no me rendiria tan facilmente, sigo y escucho una suave voz, bastante conocida para mi, tarareando y cantando una cancion que me gustaba mucho.
-"¿Hi..-bari-san?"-sabia que era el, su mirada me demuestra lo grave que estoy, se acerca a mi horrizado-"¿esta bien, Hibari-san?"-me pregunta con esa dulce voz que tanto amo, pero ahora solo me transmite dolor y angustia.
no logre decir nada, solo atine a sonreir ligeramente. me costaba mantenerme en pie, mi cuerpo ya no lo soportaba mas. pero... bueno, al menos sentiria la dicha de haberle visto una vez mas.
-"Hibari-san... resista, por favor".-su voz se oia suplicante, aunque la lluvia caia suavemente sobre nuestros cuerpos, podia distinguir que estaba llorando, me rompia el corazon verlo asi. me desmaye luego de eso no recuerdo nada mas.
*
(Hospital de Namimori/Habitacion Nº 18)
ahora me encontraba en el hospital de mi amada Namimori, veia con deleite al herbivoro castaño que dormia junto a mi cama, su rostro se veia tan apacible, me acerque a el para ver de primera mano esa piel que despedia el mas embriagador aroma a rosas que haya olido antes, su rostro tan bello, jamas habia podido verlo asi de relajado y era... exquisito, sus labios, no dude en tocarlos con la punta de mis dedos, eran suaves de un hermoso color escarlarta. se me hacian irresistibles y deliciosos a la vista. acaricie sus revoltosos cabellos, eran tan suaves.
mi placer al contemplarlo se vio interrumpido por su temprano despertar, se removio y aleje mi mano en seguida, escuche un quejido provenir de sus labios y si mis oidos no me fallaban y mi mente no me engañaba, juro que escuche con claridad como decia mi nombre entre sueños.
-"Hibari..-san"-se quejo cuando quite mi mano. ¿habia oido bien?¿o...?-"¿Hibari-san?"-volvio a mencionar mirandome de reojo, quizas asegurandose de que no fue un sueño. un sonrojo adorno sus mejillas, se veia tan lindo, bajo su vista cohibido por mi imponente presencia.
-"Tsunayoshi"-lo llame por su nombre. queria que me mirara de nuevo, con esos ojos dulces que tanto amo, escuchar esa dulce voz que tanto amo.-"mirame"-le ordene.
-"¿si?"-subio su dulce mirada hasta que esta choco con la mia, ojos tan profundos llenos de pureza. pose mi mano en su mejilla derecha, el causaba tantas cosas en mi, despertaba tantas emociones en mi. solo con sonreirme me basta para que todo el mundo se vaya al demonio, y quedemos solamente el y yo.
-"¿H-Hibari..-san?"-mascullo lleno de nerviosismo, trato de esquivar mi mirada pero no se lo permiti. estuve a punto de morir, y ahora se que lo unico que quiero es estar a su lado. abrazarlo, besarlo y protegerlo cueste lo que cueste.
-"Tsunayoshi, me gustas"-ya no podia soportarlo mas, la proxima vez que este a punto de morir quiero tener la dicha de haberlo tenido entre mis brazos, tener la dicha de haberlo besado y que me sonria solo a mi.
su rostro era de un carmin suave, tan lindo, cohibido como siempre. me acerco poco a poco a sus labios sin dejar de mirarlo, el parece no sentir miedo o asco, solo nervios. de un momento a otro cerro sus ojos con suavidad, sonrei satisfecho y feliz, roce sus labios con los mios en un tierno roce pero suficiente como para encender el deseo que guardaba en mi interior, sus labios tan dulces, la dulce miel de esos labios la extraeria de a poco hasta cansarme o haberla consumido toda.
nos separamos, su respiracion era agitada, y sus labios brillaban por la saliva compartida.
-"usted tambien me gusta, Hibari-san"-su respuesta mas que satisfactoria, me hizo increiblemente feliz. sonrei y pose un casto pero dulce beso en sus labios.
*
*
durante el mes que estuve en el hospital Tsunayoshi iba a visitarme constantemente, su compañia era reconfortante y calida.
-"Hibari, Hibari"-mi pequeña ave aletea piando mi nombre, volo de los suaves cabellos castaños hasta posarse en los mios azabaches, acurrucarse en ellos y quedandose alli a dormir.
-"parece que Hibird le extraño, Hibari-san"-dijo sonriendo mientras ponia en la cama a mi pequeño erizo Roll, lo acaricie sutilmente, desde que entre al hospital Tsunayoshi habia estado cuidando de mis mascotas. me gustaban los animales pequeños e indefensos, y ahora que lo pensaba, me gustaba Tsunayoshi porque era lindo, pequeño y fragil.
-"mira quien vino a visitarte"-alzo a su pequeño leon que gruño cual gatito. sonreia al verle sonreir ruborizado.-"Hibari-san, ¿quisiera salir afuera un rato? podemos almorzar juntos, Oka-san preparo un almuerzo para ambos".
*
salimos al jardin del hospital, era un lugar tranquilo, perfecto para estar a solas.
-"Hibari-san, diga ah"-lo mire algo sorprendido, pero no rechaze su oferta de darme de comer en la boca. por cursi que suene me parecio adorable de su parte el querer hacer eso.
rio ligeramenten viendo a nuestros animales de caja jugar entre si, Roll parecia arisco a jugar con Natsu, en cambio Hibird estaba posado en la melena del mini-leon.
-"¿de que te ries?"-no pude evitar preguntar. el me miro sonriendo.
-"me parece divertido. Roll actua como lo harias tu, bueno despues de todo eres su dueño"-se rio divertido. no sabia que pensar o como deberia tomar aquello, ¿como un cumplido o una ofensa?. tome su menton y lo bese castamente, un rubor adorno sus mejillas y su nerviosa personalidad aparecio.-"H-Hi..bari-san..."-sonrei satisfecho mientras el bajaba su mirada totalmente avergonzado.
*
Habian pasado dos semanas desde que estaba en el hospital, aunque ya me sentia mejor y podia irme si asi lo deseaba, Tsunayoshi insistia en que debia quedarme hasta sanar completamente.
¿Como decirle que "No" a esos ojitos dulces y suplicantes?.
Queria darle algo especial a mi "Conejito", mande a Kusakabe a comprar el regalo para Tsunayoshi.
-"¿que es esto Hibari-san?"
-"abrelo"-le ordene. el lo abrio y sus ojos brillaron por un momento.-"¿te gusta?"
-"si, es muy hermoso"-dijo sacando un collar de un estuche negro, este era de oro blanco con una piedra del color de su llama, anaranjado puro. se dio la vuelta y se lo coloque, me miro por unos segundos, luego se inclino hacia mi dandome un dulce beso, coloque una mano en su nuca y la otra en su cintura, queria que ese beso durara mas, lo suficiente como para saborear y consumir por completo el dulce nectar de sus labios.
Luego de ese beso, no se como ni cuando, pero quedo sentado a horcajadas en mi regazo sobre la cama. lo mire fijamente a esos ojos miel, y el no quito ni por un segundo su mirada de lo mios.
-"Te amo, Hibari-san"
Ese dia...
Ese dia decidi que queria a Tsunayoshi solo para mi... como la nube que soy acompañare al cielo siempre, y el me reconfortara solo con su presencia, sin importale mis defectos o mi manera de ser, porque el es el cielo que lo cubre y acepta todo.
Ese cielo que tanto amo...
Ese que me permite volar libremente a mi antojo.
-"Yo tambien te amo, Tsunayoshi"
Y asi comenzo todo.
Fin Del Flash Back.
Hoy hace un año de ese accidente, ahora caminaba por los pasillos de mi escuela buscandolo, sabia en donde podria encontrarlo ha esa hora... Mientras mas me acercaba podia oir el sonido de un piano al compas de una hermosa voz que cantaba.... Una cancion que a mi tanto me gustaba.
"A cada paso que tu des... Hay yo estare".
"El tiempo no cambiara mis sentimientos hacia ti... Yo siempre te amare".
"Ven siempre hacia mi yo te cuidare... "
Lo veia, alli sentado... Tan lindo y adorable como un pequeño conejito de hermosos ojos color miel, brillantes posos dulces. Su presencia siempre tan agradable y calida, como el calor del atardecer... Aveces pienso;
¿Como puede el ser tan tierno y querer a alguien como yo?
Tan frio.
Tan fuerte.
Capaz de romperlo... No lo entiendo.
"Al fin la distancia se esfumo y a mi lado estas hoy... "
"Opuestos como nadie somos los dos... Aun asi eso no cambiara lo que siento por ti... Nuestro amor nos unira..."
"Ese lazo que nos une nunca se rompera... cada dia se refuerza mas... inquebrantable es... nada lo podra romper..."
-"Te amo, Kyoya"-lo escuche decir al aire, sonrei de medio lado, todo el me encanta. si, cada dia nuestro lazo se refuerza mas... deseo no soltarlo nunca, no quiero dejarlo nunca, quiero que sea solo para mi, que solo me sonria a mi, y me de todo su amor y atencion a mi.
-"Yo tambien te amo, Tsunayoshi"-hable sacandolo de sus pensamientos. dejo de tocar y se levanto acercandose hacia mi.
-"Kyoya, viniste por mi"-me dijo de manera dulce e infantil mientras se colocaba de puntitas para besarme, y ¿como no quererlo solo para mi?, pense. si por el reencarno y lucho contra mi destino solo para volver a tenerlo una y otra, y otra vez.
-"Vamonos"-lo tome de la mano sin pensar, solo quiero que esta vez no se separe de mi lado, quiero asegurarme de que siempre este conmigo.
*
caminamos tomados de la mano, salimos del colegio, recorrimos el camino hasta llegar a un lugar apartado en el bosque de Namimori, un lugar al cual me gustaba ir para estar a solas, un lugar tranquilo, rodeado de arboles cuyas copas frondosas a penas dejaban entrar la suficiente luz del sol como para admirar la belleza del lugar.
era un bello jardin que daba aun templo, mi templo...
-"es hermoso, Kyoya"-exclamo sorprendido.
-"lo se, y es por eso que te traje aqui. Tsunayoshi yo..."
"Casate Conmigo".
FIN....