15-El chantaje
¿Qué hiciste, perro?—preguntó Valon mirándole directamente a los ojos mientras Wheeler quedaba blanco como el papel.
¡Esto no tiene nada que ver contigo!—gritó de pronto el ojos mieles arrancándole la nota de entre las manos.
El castaño iba a decirle algo cuando algo más llamó su atención. ¿Eso que tenía el otro ahora en sus manos era el aparato que se rompió el otro día? Y al parecer estaba arreglado.
¿Cómo es que pudiste arreglar esa cosa?—preguntó sorprendido el ojos azules.
¡Lo mandé arreglar! ¿Tienes problemas con eso?—preguntó el rubio a la defensiva mientras otros ojos azules lo escrutaban a lo lejos con cierta furia.
Kaiba estaba parado en frente de la puerta del aula, Joseph fue a entrar pero Seto no se movió, ocupaba todo el quicio por lo que el rubio no podía pasar a menos que el otro se hiciera a un lado pero no lo hizo.
El rubio que estaba maniobrando su recientemente recuperado aparato, al atisbar que los pies que tenía enfrente no se movían, se detuvo y levantó la mirada, clavó sus ojos en las orbes azules que le miraron sin atisbo de duda. Al no percibir más reacción que la mirada, el melado le preguntó--¿Qué haces?—
Mirándote—solo respondió el otro, dándole una gran sorpresa a Joey.
¿Huh?—repuso Wheeler sorprendido. Después de un segundo se puso algo nervioso pues el otro lo seguía mirando, cuando la tensión se hizo insoportable el otro simplemente se volvió y caminó hacia su asiento como si nada.
Seto Kaiba se comportó muy raro, por un momento le entró pánico. Si Kaiba se enteraba de la verdad… no quería pensar en el escándalo y sobretodo en…
¿Wheeler kun, piensa entrar o quiere que le demos unos momentos más?—preguntó con falsa cortesía el profesor.
El rubio sonrió avergonzado mientras se rascó la cabeza para luego entrar al aula.
Pasaron 3 días, estaba ensayando todos los días para el show del viernes, estaba emocionado con la canción que había elegido, tan solo faltaban dos días para la presentación y tarareaba bajito el tema cuando abrió el locker de sus zapatos para ponerse los de dentro cuando vio un nuevo sobre dentro.
“Te espero en los vestidores de soccer, después de la salida. Ponte la corbata de venda en los ojos y entra. Si entras sin nada les diré a todos lo que has estado haciendo. Si te atreves a oponer resistencia les mostraré a todos un lindo video que tomó alguien en el club de cuando entras y sales de tu camarín”.
Joseph sintió que su pecho se oprimía. No solo el otro sabía lo que había estado haciendo sino que tenía pruebas. Si esas pruebas eran mostradas todos sus compañeros se enterarían y entonces… estaba seguro que no se quedaría ahí… se enteraría su papá y si papá se enteraba. Su vida ya era bastante mala… si eso pasaba… se convertiría en un infierno, pensó ahogándose inesperadamente por la falta de aire.