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Tres segundos por IxchelNyx

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Notas del fanfic:

Hola!!!

 

Este capítulo fue inspirado en la canción You're beautiful de James Blunt, estaba el otro día escuchándola y cuanto le puse atención a la letra la inspiración llego y solo pude imaginarme a esta pareja junta, espero que les guste tanto como a mí.

Notas del capitulo:

Todos los derechos reservados a sus respectivos autores y representantes.

 

 

Miro por la ventanilla del vagón lo recordaba, ¡claro que lo recordaba! Como no hacerlo, observo su alrededor esperando poder encontrarlo de nuevo cuando se acercó de nuevo a esa estación, donde lo vio por primera vez: era la quinta vez en esa semana en el que abordaba esa línea y esa ruta para poder por lo menos encontrarlo de nuevo.

 

Y a su mente llego su imagen, sus ojos, su sonrisa, su cabello, su piel, su porte, toda su persona, recordaba que lo había mirado y le había sonreído, capturo su ser solo con eso, no supo si lo estaba alucinando o si en verdad estaba ahí lo miro detenidamente aun estupefacto por las diferentes emociones que lo invadían, lo examino a más detalle percatándose que no estaba solo, estaba acompañado de otro hombre y pudo identificar el brillo de la atracción en los ojos de ambos, los miro sonreírse mutuamente cómplices, la envidia y los celos lo recorrieron.

 

Apretó los puños con fuerza creyó que de esa forma mitigaría la rabia y la desesperación y no lo logro, con su mirada busco la de él, su mirada paso por su persona solo un momento y se desvió, trato de llegar hasta él, pero no pudo, las personas lo mantenían en su lugar, nadie dejo que se moviera ni un centímetro, abochornado y drogado no pudo distinguir cuando bajo.

 

Acaso era posible que el destino fuera tan cruel de llevarlo hasta la desesperación en la que se encontraba. Se había enamorado perdidamente de ese hombre a primera vista, pero no era normal, sabía que en ese momento estaba más drogado que nunca, así que una alucinación no le pareció extraño, pero por tan tonto que pareciera, estaba ahí esperando poder encontrarlo, aunque sea por última vez.

 

Poco a poco la esperanzas de encontrarlo las fue perdiendo y parecería que desaparecían, ya viajaba en esa ruta por costumbre, sobrio y tranquilo miro por última vez la puerta para verificar quienes entraban, desilusionado bajo en esa estación, camino hasta las escaleras y la salida para desparecer por esa noche, en su mente tomo decisiones de continuar con lo que sea que hacía antes de conocerlo, pero recordar una vida antes de él no fue capaz.

 

Camino por las frías calles de Londres, le pesaban los pies, se sentía agotado, decepcionado de no poder encontrar una salida, miro el cielo tratando de encontrar de nuevo su camino, sus pies siguieron andando sin un rumbo fijo, termino en ese parque se acomodó en esa banca miro el periódico tirado en el piso pensó seguir su camino, pero quiso distraerse un poco más antes de volver a su rutina, pero el destino y el tiempo van a su propio ritmo, paso las paginas mirando distraído el contenido.

 

Sonrió como estúpido… el tiempo se detuvo un instante, el aire dejo de fluir provocando que las hojas se silenciaron, su corazón latió con ánimo, leyó la nota tantas veces que la memorizo, tomo el periódico en sus manos y lo guardo como si fuera un tesoro.

 

Esa noche, era una noche especial para él, llego a lo que en algún momento fue su hogar, miro distrito su alrededor, era un completo asco, basura acumulada en el piso, ropa dispersada en lugares extraños, extrajo lo que buscaba sin esfuerzo, se sentó en su sofá y prendió su portátil solo para ingresar a ese blog, a ese vendito blog, leyó cada una de las entradas, cada uno de los casos fascinado sonrio, era de día cuando había terminado, el sol brillaba atravesando las cortinas roídas por el tiempo, miro mejor el lúgubre lugar.

 

Pensó en limpiar un poco, podía simplemente regresar a su vida anterior, podría seguir dando clases en aquella universidad… se reprendió por considerar si quiera regresar a lo que una vez fue y jurar nunca más volver a esa vida.

 

Muchas ideas corrieron por su mente, había aprendido tanto en tan poco y se sentía molesto, de descubrir la obsesión que tenía por ese detective, arrojo el portátil iracundo, deambulo en el estrecho lugar, tenía que mostrarle que él era mejor, que podía .

 

Su mente comenzó a hilar ideas, a construir casos complicados, y sus planes cada vez más rebuscados lo mantenían ocupado siempre pensando en el siguiente, se dio cuenta que era divertido llevarlos a cabo, muchas veces pensó en acercarse a John y decirle que él era Moriarty que podía admirarlo que con el nada le faltaría, tendría a todas horas del día corriendo por sus venas la amada adrenalina, pero siempre se acobardaba, en cuanto tomaba el picaporte se arrepentía y regresaba a su plan.

 

Lentamente como una araña comenzó a tejer su red, al principio no había una meta simplemente era continuar manteniéndolo entretenido, y después las ideas cada vez más macabras, comenzaron a tener orden, empezaron a tener un fin, apropiarse del bajo mundo era lo mejor, lo que más le gustaba era poder satisfacer sus necesidades, le encantaba estar entre los muslos de cualquier joven que le recordara a John no importaba si se parecía o no, con el simple hecho de usar su misma colonia era suficiente para acorralarlos en un callejón y satisfacerse por completo. Luego como si fueran juguetes los desechaba, los tiraba literalmente a la basura, siempre arrancando el corazón de su víctima. Los demás negocios eran para mantenerlo ocupado para no echarlo todo a perder.

 

Lánguidamente todo llegaba a su fin podía sentirlo, intuía como era lentamente descubierto, sabía que en cualquier momento llegaría su fin, Sherlock era bueno en lo que hacía, ¡joder! En cualquier momento podía ganarle. Miro su agenda donde estaba marcado cada uno de los movimientos que John realizaba, era tan predecible que sabía exactamente dónde estaría hoy a esa hora y donde estaría la próxima semana.

 

Miro las hojas desperdigadas por el suelo y supo que era momento, que se presentaría para por lo menos estar una vez con él.

 

Se arreglo, uso su mejor traje, se perfumo, miro su imagen en el espejo y por un momento se desconoció, camino hasta el establecimiento donde sabía que se encontraría, trato de memorizar el recorrido, ingreso al local y lo miro de lejos, tan pulcro, sonriéndole a un chico, pudo distinguir a la lejanía su estado etílico, era momento de asechar a su presa, preparado para atacar, pago el trago que ahora John ingería, miro como lo consumía sin preguntar o mirarlo, sonrió para si, lo tenía y no lo dejaría escapar.

 

Espero que el estupefaciente hiciera su trabajo, llevando a John a un estado manejable, se acercó, lo rodeo por la cintura y lo saco a cuestas del establecimiento tomo un taxi y lo llevo al hotel, lo recostó en la cama, lentamente comenzó a desvestirlo, admirando la piel que lentamente estaba descubriendo.

 

Sonrió como nunca cuando por fin lo tuvo completamente desnudo, beso desde su cabello, hasta la punta de los pies, disfruto y saboreo esa piel hasta saciarse, podía sentir como se revolvía bajo el expectante, lo escucho gemir un par de veces y le pareció tan masculino, sentía su interior arder por el deseo, no pudo contenerse más, lo reclamo como suyo, como propio, beso sus labios que poco a poco comenzó a responder.

 

Sabía que aún estaba ebrio, y no recordaría completamente esa noche, pero eso no lo detuvo, lo único que quería era probarlo, era saber lo que se sentía estar dentro de él y así lo hizo, lo preparo como su excitación le permitió, fue lo más cuidadoso que pudo, y aun así encontró dolor en sus facciones, y se sintió orgulloso de saber que nadie antes de él había estado así con John, su John.

 

En cuanto lo vio oportuno lo penetro, fue lento, constante, se detuvo hasta estar completamente dentro de él miro su rostro, beso sus lagrimas, mimo su piel, beso sus pezones, tomo su erección entre las manos y lo masturbo, ¡Ahh! Un gemido escapo de esos labios que había dejado rojos por tantos besos y no pudo resistir más, se movió, pudo sentir los músculos tensarse, aprisionarlo con delicia, se permitió gemir, un movimiento más, y supo donde golpear, encontró esa pequeña glándula, su punto G y lo golpeo una y otra vez, solo para verlo gemir y pedir por más, por mucho más, podía escucharlo, jadeando por él, exigirle más rápido más profundo, sin poderse negar siguió las ordenes, acelero el ritmo sabía que no podía detenerse, no ahora que lo tenía así como siempre soñó, que siempre deseó.

 

Lo beso una vez más, solo para corroborar que era el sabor de sus labios el que hace 5 segundos recordaba, lo masturbo más fuerte más rápido sintió como lo apresó, como lo succiono con lujuria para darse cuenta de que su John había eyaculado sobre su mano, no pudo resistir más y se corrió dentro de él, llenando con su simiente aquel delicioso orificio.

 

Cuando salió, seguía estando erecto, miro a su amante sonrojado, jadeando y no pudo evitar sentirse de nuevo excitado, listo para seguir en la faena, lo giro con delicadeza lo mimo lo suficiente para poder verlo de nuevo rígido, y lo penetro, disfruto de la nueva sensación que le ofrecía, podía sentirlo un poco más apretado, ajustado aprisionándolo de forma deliciosa.

 

Beso sus labios y tomo su cuerpo hasta la saciedad, hasta el cansancio, lo miro dormir hasta que sus ojos le ardieron por el cansancio, sabía que ahora todo terminaría en cuanto abriera sus hermosos ojos, así que solo lo contemplo, así sin tocarlo, reprimiendo las ganas de tomarlo de nuevo, y lo observo deseando que nada terminara.

 

Quería tenerlo por lo menos un momento más, se vio tentado a drogarlo y guardarlo para él, tal vez lo haría, su mirada no podía apartarse de él, John abrió sus parpados mostrando ese color azul que tanto amo, lo vio retorcerse en su lugar y sintió sus pupilas fijarse en su persona, el pánico lo invadió, no supo que hacer así que simplemente le sonrió.

 

John movió su cabeza de un lado al otro solo para notar lo obvio, miro sus facciones desencajarse en una completa vergüenza, sonreí, no sabía que podía amar todas aquellas muecas. Se registro, toco todo su cuerpo, solo para recalcar lo que él ya sabía, sus manos recorrieron todos los rincones, su mano por fin llego a sus muslos notando la humedad ahí presente.

 

- ¡Oh por dios!- grito histérico, tome su rostro entre mis manos, me miro interrogante, acerque mi rostro al de el para besarlo, no rechazo el beso simplemente se dejó hacer, al sepárame de él, había duda en su mirada, yo simplemente no pude resistirme, lo volví a besar, ahora con más intensidad, correspondió, dejo que me embriagara una vez más con su sabor, impidiéndome pensar más, el tercer beso llego y mis manos no pudieron estar quietas, tocaron de nuevo a ese ser tan perfecto- ¡Ghn!- un pequeño gemido escapo de sus labios, cuando toque sus pezones.

 

Bese de nuevo la piel de su cuello, deje una marca morada junto a las demás, ya no había vuelta atrás, al menos no para mí, no importaba si lo violaba, después de ese gemido tan húmedo ya no existía el retorno.

 

Lo hice disfrutar a lo grande, gemía tan fuerte en mi oído incitándome a seguir, lo penetre una vez más, lo escuche suspirar, lentamente lo lleve por aquel camino del placer, arrastrándolo conmigo al orgasmo, terminando en una poderosa eyaculación, me miro no había dudas en su mirada, no habia odio, ni reclamos, pude ver su alma blanca, transparente y me vi reflejado.

 

Quize gritarle que lo amaba que yo vivía por él, pero las palabras esta vez me fallaron, no pude decir nada simplemente me quede ahí acariciando su piel esperando el momento en el que se fuera, y así sin cruzar palabras se fue, no hubo promesa de un regreso o de una próxima vez, sabía que pasaría, pero ¿Por qué dolía tanto?, le entregue una tarjeta sabiendo que no me marcaria, la tristeza y la desesperación me invadieron, quería correr tras sus pasos, y atraparlo para no dejarlo ir, pero no podía, así que simplemente me rendir.

 

Las horas corrieron el día acabo, salí del hotel arrastrando mi alma y lo poco que quedaba de mí, regrese a mi apartamento, me hundí en el sillón y deje que mi cuerpo descansara, dormí un par de horas. Al despertar miré mi celular y encontré una llamada perdida y un par de mensajes, sonreí, mi ángel me había sacado de aquel mar de tormentos, leí los mensajes una y otra vez memorizándolos por completo, después de mucho analizar respondí, nos volveríamos a ver la próxima semana en aquel mismo bar, no había nada que explicar, después de ese viernes se volvió rutina cada viernes era para mí, nos conocimos un poco más, de hecho, el me conoció un poco más, le conté de mí.

 

Las conversaciones postsexo se volvieron comunes, siempre hubo un poco más de palabras, los mensajes cada más recurrentes, podíamos decir que teníamos una relación así transcurrieron un par de meses, haciendo olvidar mi plan inicial, hasta que ese viernes esa tarde un comentario me descoloco.

 

- Quiero presentarte a Sherlock- me soltó de repente, lo mire estupefacto.

 

- ¿Qué? - pregunte aun atónico.

 

- Si a Sherlock, con la persona que vivo, mi - me explico, me senté en la cama aun sin ponerme el pantalón.

 

- Él… ¿sabe de nosotros? - mis manos temblaban por el miedo.

 

- Tal vez, no lo sé, solo quiero que lo conozcas es mi mejor amigo- me sonrió y pude ver que en sus ojos aun había amor por él.

 

- Si, creo que es hora de que me conozca- una sonrisa amarga se formó en mis labios, esto había llegado a su fin. Tomé mi ropa y me la puse con pereza, este pequeño juego había terminado. John ni siquiera noto lo agobiado que estaba.

 

El recuerdo de esa semana era vago, inconcluso y borroso por las drogas, había regresado a mi rutina, en mis momentos de lucidez, arregle todo sin dejar algún cabo suelto, apenas y le respondía a John, sabía que estaba preocupado podía leer su inquietud en la pantalla de mi celular, pero ya nada cambiaria, todo es como tiene que ser.

 

Todo paso tan rápido, me encontraba en la azotea de ese edificio con Sherlock frente a mí, era ahora o nunca, era el momento indicado para hacerle ver que había perdido, que no podía ganar, aunque siguiera con vida así que simplemente las palabas salieron.

 

- John es mío- le afirmé, vi su rostro desencajarse. Aclare mi garganta para continuar- fui su primero y lo amo- guarde silencio, no había más que agregar, me miro, pude sentir su furia y me sentí identificado por que a pesar de saber que John sentía algo por mí, estaba seguro que amaba a Sherlock, podía sentirlo como lo llamaba cuando lo hacíamos aunque no lo dijera, aunque su nombre nunca saliera de esos labios, podía verlo en sus ojos era a él a quien John añoraba no era estúpido lo sabía y aun así me aprovechaba de eso, pero como podía dejarlo pasar.

 

- Así que fuiste tú… – respondió herido, me miro-­Yo también amo a John- fue lo último que nos dijimos, cada uno miro su fin, ambos miramos el arma con la que le apuntaba, sabía que esto pasaría, sabía que este momento llegaría, no podía seguir viviendo no después de confesar lo que sentía y mucho menos después de escuchar que Sherlock también lo amaba.

 

Tome el revólver y lo coloque en mi boca, mis manos temblaron, y recordé cuando lo vi por primera vez, en tan solo tres segundos me había enamorado de un ser tan perfecto, los últimos meses fueron los mejores de mi vida, no podía arrepentirme por nada, aún tenía muchas cosas que hacer, que experimentar con John, que decir, pero el tiempo se había acabado así que afirme mi agarre, escuche a Sherlock llamar por mí, apreté el gatillo decidido y después todo se volvió oscuridad. Game over.

 

Notas finales:

Espero que les gustara este One Shot, creo que no es necesario decir lo que paso después todos lo vimos en la serie, Sherlock fingió su muerte y luego regreso junto a John, espero que se entendiera, cualquier duda aclaración, si encuentran algún error de redacción o cualquier cosa, están cordialmente invitados a dejar un review.

 

¡¡¡Gracia por leer!!!


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