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Moonchild - vmin por Karirin

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Estando la luna en lo más alto esa noche el muchacho de cabellos oscuros retiró los auriculares de sus oídos con suavidad antes de llevar sus manos hasta su rostro y allí secar las saladas gotas que amenazaban con escapar de sus lacrimales para rodar libres por sus mejillas.

Si bien Taehyung le había dicho muy vagamente que sería una canción muy linda no esperaba eso. La letra era preciosa y las palabras que le había dicho esa mañana el castaño la hacían aún mejor.

"La canto para ti"

Sentía su pecho inflarse de la emoción y su vientre retorcerse de pensar en ello. No podía esperar a que el menor fuera en busca de él como había prometido hacer luego del lanzamiento.

El silencio inmaculado fue quebrado por pequeños golpecitos a su puerta. Era él, estaba seguro.

-Adelante.

-Hola~ ¿Esperaste mucho?

-No~ -pronunció adormilado. -Igual sabes que hubiera esperado toda la noche de ser necesario...

-Lo sé. -Respondió sonriendo aún cuando sabía que el otro no podía verle. -Hasta a un lado, hoy quiero acostarme contigo. -Dijo en un tono aparentemente inocente.

-Odio cuando haces eso. -Contento el más bajo riendo por el obvio doble sentido implícito. -Ven aquí. -Luego de que el contrario se quitara su camiseta y se recortara a su lado no dudó en sacar el tema que deseaba. -Tae... la canción...

-¿Te gustó? Namjoonie hyung dijo que seguro la amarías. Yo aposté que llorarías... -Ante el "No lloré... no mucho" del mayor dejó salir una risa melodiosa justo en frente de este. -¿Qué piensas? -Preguntó al notar como le miraba a los ojos de forma fija.

-Pensaba en lo mucho que me gustan tus ojos... y que no puedo creer que recordaras esa noche como para escribir sobre ella... -respondió con simpleza antes de pegarse más al cuerpo del contrario.

-Claro que la recuerdo, esa noche es muy importante para mi. Para nosotros~ -Susurró recordando aquel momento.

Eran pasadas las cuatro de la mañana y el vaho se escapaba de su boca con cada respiración agitada que daba. Después de correr sin parar casi un kilómetro con el frío invierno sobre él no podía esperar menos que el irregular respirar y el temblor ahora presente en sus piernas.

Sentía el frío calarle a través de su piel hasta los huesos, sentía que estaba por morirse de frío. Como no estarlo sintiendo si iba desabrigado y en pijama, pero es que ni siquiera tuvo tiempo de buscar alguna chaqueta o pensar hacerlo debido a la prisa que llevaba cuando salió del departamento.

La razón de su rápida salida era nada menos que el hecho de que al querer colarse en la cama de Park, llevándose la sorpresa de que este no estaba allí, al preguntarle al compañero de habitación del pelinegro si sabía donde estaba y recibir una negativa comenzó a preocuparse al notar que en realidad no sólo no estaba en la casa sino que daba indicios de que nunca regresó.

Estaba en la puerta de la compañía, pidiéndole al guardia que lo dejara entrar, después de arduos minutos de dar motivos del porqué debía entrar a pesar de la hora consiguió que el hombre lo dejara pasar en cuanto notó los espasmos debido al frío exterior. Recorrió los pasillos asomándose en cada rincón buscando al más bajito, suspirando de alivio al notar una de luz encendida debajo de la puerta de la sala de práctica.

Fue en vano su relajo pues al acercarse escuchó sollozos nada disimulados viniendo de la habitación, inmediatamente lo supo. Jimin estaba teniendo otro de sus momentos malos.

Sin dudarlo ni un segundo entró corriendo al lugar, encontrándose con el mayor hecho un ovillo en una esquina. Como ya era costumbre, lo abrazó hasta que dejara de llorar sin decir ni preguntar nada. Habiendo terminado todo, alzó su rostro para besar su frente, luego ambas mejillas y finalmente sus párpados, haciendo especial énfasis en dar besitos pequeños en las aún húmedas pestañas.

"Vamos a pasear" había dicho luego de tomar uno de esos abrigos gruesos que solían usar en los sets al aire libre, que para su suerte encontró en una oficina. Llevaban diez minutos caminando sin cruzar palabra, lo cual impacientaba al más bajo, sobre todo cuando a pesar de haber llegado a un polvoriento parque infantil y estar sentados lado a lado en los columpios el menor no le dirigía la mirada. "Tae... puedes preguntar cuando desees" dijo bajito, como si no quisiera ser oido después de todo. "Nop~ ahora no es buen momento, sé que me mentiras de todas formas. En estos instantes voy a disfrutar de los últimos rayos de luz de luna con la persona más importante" rebatió el castaño. "¿De que estás...?" Pero no pudo llegar a preguntar antes de ser interrumpido "¿No crees que el último momento de luz azul antes de que el sol salga es el más hermoso?"

Ante esto el mayor lo miró debatiéndose internamente si el contrario acaso jugaba con él o simplemente no le interesaba, después de todo Taehyung tenía razón en algo, ese era uno de sus malos momentos, en los cuáles todo pensamiento coherente era retorcido hasta volverse pesimista y/o completamente fuera de foco. "¿Qué diablos es eso de luz azul? ¡¿Te parece que tenga tiempo de fijarme en eso cuando me preocupa que mi canto no mejore?! ¡Por Dios Taehyung yo-!" Pero nuevamente el menor le hizo caso omiso y habló con tranquilidad "La luz azul se le dice al efecto que toma el cielo en el cruce del sol y a luna al amanecer, justo ahora... justo el momento que las aves eligen para comenzar a volar y cantar, Jimin. Si dejaras de gritar por ahora podrías haberlo notado"

Aquello dejo al azabache con la boca abierta, pues allí notó la verdadera intención de la caminata. Distraerlo. Y de una manera perfecta, que mejor forma de olvidar tus problemas que olvidarte de ellos incluso si fuera sólo unos minutos, mientras observas la magia de la naturaleza trayéndote una belleza inimaginable ante tus ojos, con la compañía ideal.

-Esa noche me ayudaste mucho... nunca te agradecí por ello. -retomó Jimin apenas despertó de su recuerdo.

-Claro que lo hiciste, quedándote a mi lado durante el amanecer y luego dándome una oportunidad cuando me declaré en ese lugar.

-Tonto~

-Obviamente. No puedo pensar bien con tus labios tan cerca. -Replicó entre risillas ganándose un empujón suave en su hombro.

Las agujas del reloj eran lo único que se oía además de las acompasadas respiraciones de ambos. El silencio fue dejado atrás nuevamente por el más alto.

"Where are you 

Oh you

Why are you crying

You and I are the only ones here

Me and you

Oh you"

Canto entre susurros con voz adormilada el castaño, procurando acariciar con máxima delicadeza el terso rostro que había comenzado a empaparse con pequeñas lágrimas.

-Shhh~ todo estará bien Jiminnie...

-Lo estará... porque no me iré de tu lado.

-Así será, mi pequeño niño de la luna.

Y entre abrazos abrigadores para el alma, acompañados de caricias sanadoras, recibieron juntos un nuevo amanecer.




Fin






Aguante el VMin vieja, no me importa nada.


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