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MI ULTIMO RENACER por LILITH_HIWATARI

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Capítulo 12: Tan cerca de sentirme vivo.

 

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“Cuando el dolor es insoportable, nos destruye; cuando no nos destruye, es que es soportable.” Marco Aurelio (121-180) Emperador romano.

 

 

 

Un día más en su aburrida vida de ser el idiota de Cameron, Carlos lo odiaba  completamente pues desde la grandiosa idea de su “hermana”, Libby lo convenció, animándole para que saliera más y más con sus “amigos” a divertirse, por un minuto considero aventarse por la ventana enserio, por suerte y dado que Libby no especifico que amigos Carlos tenía el perfecto pretexto para pasar todo el tiempo necesario con Boobiibuu, así que la fase dos de su plan “hacer caer al idiota exnovio de Cameron para convertirlo en mi esclavo postrado a mis pies” daba inicio.

 

Lo malo con los planes es que a  veces no salían como lo planeabas.

 

-          ¿Que es  “Childhelp”?  - dijo frunciendo la nariz mirando la hoja de dicho evento por el que acababa de ser bateado ese día, joder luego de convencer a Víctor de llevarlo al apartamento de Booboo, este se sorprendió mucho de saber que Carlos supiera donde vivía, en fin luego de convencerlo el muy malagradecido le dijo que no tenía tiempo de jugar, ¡¡¡JUGAR!!! Como si él fuera una clase de niño que necesitaba ser entretenido pffff eso era ridículo.

 

Por lo que luego de llegar ahí Booboo le había dejado en claro que no podía pasar la tarde en su compañía que de hecho iba a salir, el muy maldito.

 

-          Una organización que ayuda a niños, está realizando un evento  al que  debo asistir – murmuro poniéndose una corbata un poco doblada en el espejo-  de hecho creo que deberías venir también – se giró para mirarle con una sonrisa.

-          Demasiada gente, nope  - negó levantándose desde la cama donde lo había visto cambiarse para ayudarle con la dichosa corbata.

-          Vamos Carlos será bueno para tu imagen – insistió y Carlos solo deshizo el nudo para quitarla por completo y abrir los dos primeros botones de su camisa.

-           Así está mucho mejor – le sonrió coqueto, Booboo de inmediato se giró miro en el espejo y asintió - ¿Mi imagen? – respondió a lo de antes incrédulo.

-          Bueno la de Cameron que ahora es tu imagen – esto hizo que Carlos rodara los ojos cruzándose de brazos  totalmente aburrido -  después de tu “colapso”  nervioso – le miro levantando las manos para hacer comillas en el aire y después buscar su gel para el cabello -  un resurgir nuevo siempre es la sensación, la gente ama a los niños que triunfan ante las adversidades.

-          No – negó con la cabeza dándole una palmada a la mano del moreno que intentaba peinarse, tan acostumbrado a su pelo largo había olvidado como peinarlo corto, por suerte Carlos era un experto aun cuando su propio cabello estuviera más largo, así que Carlos paso sus largos y elegantes dedos entre sus cabellos acomodándolo de la mejor manera.

-          Será una forma de que pases el tiempo conmigo – sugirió luego de que Carlos termino con su cabello – de lo contrario tendré que llevarte a tu casa.

-          Esa no es mi casa – murmuro de mal humor peinándose igualmente frente al espejo - ¿Dónde está tu noviecita? – pregunto al terminar.

-          Ella odia este tipo de eventos – suspiro buscando su cartera – por lo que invento una excusa para no estar todo el día en la ciudad – dijo en broma.

-          ¿De qué necesitan ayuda esos niños? – pregunto cada vez más curioso, puesto que esto realmente parcia importante para Booboo y si él lo acompañaba en todo lo que la pelirroja no quisiera sería un punto a su favor, rayos el realmente era un genio.

-          ¿Qué? – dijo totalmente distraído buscando su teléfono rayos su padre va a matarlo.

-          El evento – gruño -  eso que vas a asistir.

-          Oh bueno es más que nada una presentación para crear conciencia ante el abuso de menores y reunir fondos para la organización – finalmente lo encontró y ahora tomaba su amada guitarra – habrá más invitados todos por la misma causa.

-          ¿Vas a cantar? – de repente se animó muchísimo, escucharle cantar la última vez fue tan agradable y ahora sin la odiosa novia, o Maya, incluso Karan, nadie molestando él podría demostrar cuanto amaba escucharle cantar.

-          Es un concierto si lo hare – asintió inocente a las negras intenciones de Carlos quien ya planeaba  besarle en público y mandar a la goma a otro, solo para reclamar su posesividad sobre el - ¿Qué pasa? – pregunto curioso ante la extraña mirada de Carlos al perderse en sus pensamientos - ¿quieres que cante para ti? – se acercó a el pokeando su nariz para despertarlo de dicho sueño.

-          Jay no cantaba – murmuro rápidamente para evitar confesar su malvado plan.

-          Yo no soy Jay – respondió esta vez muy serio, tal vez confundió algo en la mirada de Carlos, un sentimiento que incluso el pequeño paso por alto, pues Booboo le miro con verdadera intensidad – jamás voy a ser como el – y aquello era como una promesa, algo que no debió significar nada.

-          No lo eres – sonrió abrazándole por el cuello, a lo que Booboo suspirando empezó a caminar a la puerta con el niño literalmente colgando de él, finalmente Carlos se soltó y Booboo salió corriendo para evitar más abrazos incomodos, Carlos solo suspiro mirando a la puerta y después al piso entonces Booboo apareció de nuevo por la puerta y le sonrió.

-          ¿Vienes Cookie? – le pregunto esperanzado, Carlos suspiro dramáticamente como si aquello fuera un gran esfuerzo y asintió siguiéndole.

-          No eres Jay – murmuro mirando la espalda de Booboo mientras le seguía al estacionamiento – nunca serás Jay – repitió al verlo en el escenario y ser tan brillante como una estrella fugaz.

 

Él no era Jay, porque el joven ladrón nunca le atrajo tanto como lo hacía Booboo, como esa fuente de luz  donde quería bañarse para siempre.

 

Por cierto el jamás pudo poner su plan en marcha, al parecer Boobiibuu olvido mencionar que su padre y hermana estarían ahí, así que si por un lado tenía a Fivel llenándole de preguntas sobre datos al azar y por otro Nils apenas si reconoció su presencia.

 

Ni siquiera la pizza después del evento valió la pena, no cuando un montón de personas idiotas llenaron a Booboo llamando su atención, Carlos no se percató de cierta cámara tomándole una foto durante el evento.

 

*****************

 

Estaba quejándose, Carlos de Vil odiaba esta parte de la vida del dichoso Cameron, pensó que estaba libre de esto dado que el chico se aseguró de arruinar su “carrera” fuera lo que signifique por lo que desaparecer de cada evento “importante” era algo que hizo, entonces había tenido que aceptar a modelar y su popularidad se alzó de nuevo, Booboo tenía razón, tan estúpido como sonaba las personas parecían amar a los chicos en desgracia que superaban las adversidades y todas esas tonterías, de solo pensarlo le daban ganas de vomitar esto era tan Auradiano, la cara hipócrita de la sociedad lo hacía sentirse enfermo, así que como su “fama” está recuperándose su “padre” junto algún otro idiota le obligaron a asistir a una carrera para ayudar a las personas sin hogar o quien sabe qué cosa, más aun cuando su foto en el evento de cridad de Booboo fue como publicidad gratis o quien sabe qué.

 

Ahora luego de la odiosa carrera la cual por cierto no debía ganar, hey no lo culpen Jay no era el único competitivo pero Carlos quería reírse en sus narices y ser el mejor, de nuevo Víctor le dijo que esto era para la beneficencia y no necesitaba sobre esforzarse, claro había olvidado que aún estaba “recuperándose” de las drogas, cuando termino, poso para las fotos y sonrió a mas no poder ordeno a su “padre” regresar a casa no podía soportar más tiempo pasarla con esas personas, por suerte su querido Booboo estaba ahí de visita.

 

-          Fue de lo más aburrido que puedas esperar – murmuro Carlos desarmando su aparato en turno - y luego esa niña se acercó a mí y dijo “mamá dijo que gracias a ti tendré una habitación nueva porque tendremos un hogar” – rodo los ojos con fastidio – me hablaba como si me importara lo que le sucediera.

-          Bueno – Booboo dejo de leer su libreto para mirarle confundido – estaba siendo agradecida, fuiste a ese maratón benéfico y les ayudaste – le recordó.

-          No – negó enojado -  me obligaste a ir a correr por una estupidez que no tenía que ver conmigo, ¿Por qué debería importarme si tiene un techo para dormir? – hizo un mohín.

-          Se llama empatía Carlos, tu más que nadie debería saberlo – Booboo rodo los ojos volviendo a leer su libreto ya acostumbrado a las rabietas de Carlos.

-          Disculpa – Carlos dejo el desarmador a un lado saco sus gafas protectoras - ¿Qué quieres decir con eso?

-          Bueno sé que tu vida en la isla no fue fácil – dijo sin mirarle.

-          Tú no sabes nada de mi vida Stewart – gruño su nombre con  odio  – no tienes idea de lo que es pelear para vivir otro miserable día más – se levantó frente al chico mirándole enojado.

-          No, no lo sé y por eso deberías estar agradecido ahora – Booboo suspiro dejando el libreto resignándose a no terminarlo de leer por ahora - esa niña tal vez no paso por lo mismo que tu pero no tenía un hogar y ahora…

-          No me importa – lo interrumpió - el mundo no es un lugar feliz de color rosa – grito enojado levantando los brazos – esto no es Auradon donde todos son felices porque atraparon a todos los malos en una isla dejándoles a su suerte – recordó -  que agradezca que tampoco sea la isla o estaría muerta.

-          Joder Carlos tranquilo ella solo estaba feliz – dijo levantado los brazos para tranquilizarle viendo la tensión en el chico.

-          No me importa, ya deberías saber que no me interesa en lo más mínimo ninguno de esos niños, beneficencias o lo que sea – gruño lanzado sus gafas al otro lado de la habitación -  si asisto es porque tu o Libby me obligan, por mi estaría aquí todo el tiempo – dijo dejándose caer nuevamente frente a su aparato buscando las gafas que lanzo en su berrinche.

-          ¿Y la escuela? – le recordó.

-          Y en la escuela – asintió.

-          Carlos – le miro pero este ya estaba dándole la espalda otra vez metido en sus aparatos – debes dejarlo ir – dijo más el chico no le prestó atención – tienes mucho odio dentro de ti y mientras no lo sueltes no podrás ser feliz.

-          Feliz – Carlos bufo – no necesito felicidad – le miro con desdén – tengo lo que quiero y pronto tendré más, la felicidad es una ilusión tonta – desestimo con su mano – ahora quieres pasarme mi cautín ¿por favor? – dijo con un mueca.

-          Hablo enserio – dijo Booboo tras tomar dicho aparato y levantarse para dárselo – hasta que no lo sueltes, hasta que no dejes ir ese odio no podrás tener paz ni felicidad – dijo entregándoselo y mirándole realmente preocupado -  me preocupo por ti.

-          Gracias Stewart  - negó con la cabeza - pero para eso tengo al Dr.  Johnson, no necesito que me des terapia también – le arrebato el cautín para ponerse sus gafas, las de repuesto y seguir con su invento.

 

Booboo suspiro el chiquillo estaba molesto y bueno él estaba también algo confundido ante la falta de empatía del niño, cualquiera creyera que Carlos más que nadie entendería, que comprendería lo que era ser ayudado pero no, Carlos aun tenia tanto dolor y auto odio que simplemente le preocupaba mucho, Carlos por su parte odiaba que le dijeran que hacer, que pensar y sentir, durante toda su vida fue así y aquí donde apenas tenía algo de libertad él quería sentir por sí mismo, además no necesita sentir lastima por nadie, la lastima no ayudaba, nunca lo hizo para él.

 

Al día siguiente  se descargó con su terapeuta, lo odiaba pero a veces simplemente tenía que decirle las cosas a alguien y era realmente bueno.

 

-          Y luego él dijo que tenía que dejar ir todo este odio – gruño dejándose caer en el sofá  – ¿cuál odio?, no tengo ningún odio – dijo cruzándose de brazos.

-          Tu amigo está preocupado por ti – respondió el doctor de manera uniforme.

-          ¿Preocupado por mí?, que se preocupe por su familia y me deje en paz, debe limitarse a ser mi amigo no inmiscuirse en mis asuntos – frunció la nariz -  solo le pedí que me acompañara al centro comercial no que me diera un discurso.

-          ¿Por qué? – pregunto.

-          Porque es molesto – dijo rodando los ojos.

-          ¿Por qué te lleva al centro comercial? – el hombre se inclinó hacia adelante mirando la reacción de Carlos, este paciente fue de los más fascinantes que había tenido.

-          Porque Libby no me deja conducir mi propio auto – hizo una mueca al admitirlo -  ni me deja salir sin supervisión cree que voy a comprar drogas o desaparecer – dijo con sarcasmo.

-          ¿Y lo harás?

-          No – rodo los ojos  mirándole herido – como si fuera tan estúpido para caer en eso – bufo.

-          Así que llamas al sr. Stewart para que sea tu chofer – murmuro apuntando en sus notas.

-          Es mi amigo – se excusó.  

-          Me preocupa el hecho de que uses a tus amigos como sirvientes – Carlos parecía querer debatir eso pero el viejo hombre levanto la mano para callarle – ¿hay algo más que quieras compartir para terminar la sesión?

-          Lo siento – dijo bajando la cabeza -  yo no- se mordió el labio – no debí decirle eso a Booboo, él es mi mejor amigo no un sirviente – dijo finalmente aceptando que estuvo mal.

-          Entiendes que aun así debo reportar esta falta de empatía con tu madre cierto, eres menor de edad y emocionalmente frágil – suspiro el hombre quitándose las gafas y masajeando el puente de su nariz.

-          Lo siento – murmuro avergonzado.

-          Eres un buen chico Cameron – le sonrió el hombre levantándose hasta llegar a su lado – lo dejare pasar por esta ocasión – palmeo su hombro – pero debes trabajar más en tu empatía ¿entendido?

-          Si doctor  Johnson – Carlos bajo la cabeza apretando los ojos con fuerza preparándose mentalmente.

-          Bueno chico – apretó su hombro con suavidad – buen chico – repito y  aquellas palabras se clavaron en su alma, el escalofrió que sintió en su columna vertebral no fue lo peor de esa sesión. 

 

20 minutos después Víctor recogió a Carlos del consultorio, su hijo siempre salía de estas sesiones tan distante y distraído siempre mirando por la ventana decaído, esta vez no fue la excepción.

 

*************

 

-          Hey Bro te gustaría ir al centro comercial juntos – Maya entro a su habitación como solía hacer sin ningún interés en respetar su privacidad.

-          Estoy algo ocupado aquí Maya- gruño negando con la cabeza.

-          Mamá va a llevarme y pensamos que – insistió ella.

-          No –repitió molesto con fastidio, la chica se sobresaltó temiendo otro de sus cambios de humor más nuevamente se relajó.

-          Bien – suspiro ella – nos vemos después

-          Aja – Maya solo miro a su hermano ignorándola desde su escritorio donde trabajaba nuevamente en uno de sus extraños inventos ella suspiro y se dirigió a bajo con su madre.

 

Carlos llevaba pidiéndole a Maya que le pasara algo antes de que se fuera cuando regreso la mirada a la habitación se sorprendió de encontrarse solo estaba seguro que ella seguía ahí cierto, tal vez otra vez perdió la necio del tiempo, encogiéndose de hombros se levantó para tomar las piezas nuevas que compro cuando un extraño mareo le inundo, trato de caminar, justo al instante su celular vibro y sonó, sabía quién era, era Booboo, el tono estaba  programado pero el simplemente no podía alcanzarlo, su vista se fue opacando, escucho un ladrido, tal vez era Cienna, no podía estar seguro, entonces todo se volvió negro, él se desmayó.

 

********************

 

Esto era una mala muy mal idea, pero de nuevo realmente no podía decirle no, al parecer se lo debía por no cancelar su evento de beneficencia  y obligarlo a correr en una carrera, el tampoco encontraba la lógica ahí, comenzó como el típico paseo Carlos estaba mejorando en eso de montar a caballo cuando al principio les tenía un miedo enorme ahora al menos podía estar en uno de estos sin gritar o aferrare como un gato arisco, esto no quería decir que montara solo, no Carlos aun pedía montar con él y bueno no es como si pesara tanto era tan menudito que Booboo podía cargarlo fácilmente por lo que su caballo podía llevarles a ambos.

 

El montar no era la mala idea, era bueno que Carlos se distrajera, que tuviera todas esas experiencias positivas sentía  que le ayudarían, el problema fue cuando llegaron a los límites del rancho y este pregunto que había más allá, otra propiedad era la respuesta lógica, una pequeña granja que colindaba con  su rancho, era familiar y buenos vecinos, la verdad Booboo recordaba colarse ahí con su hermana cuando eran más jóvenes pero dejaron de hacerlo ya que la dueña les descubrió y su madre les dio la regañada de su vida, así que cuando menciono el enorme granero detrás de los manzanos desde donde trepaban para devorar la jugosa fruta Carlos salto del caballo y cruzo la cerca, porque él quería algo de aventura.

 

-          Carlos espera – murmuro bajando igualmente tomando  las riendas del caballo   para que este no fuera a pastar no es como si se fuera a perder, Booboo sabía que su preciado caballo regresaría a  casa al anochecer lo malo es que lo haría con o sin ellos arriba – esto es allanamiento de propiedad privada.

-          Lo sé – le sonrió desde el otro lado de la valla – ¿no es emocionante?, vamos quiero probar las manzanas – hizo un pequeño puchero agitando sus pestañas en su dirección.

-          Hay manzanas en casa vuelve – insistió.

-          Las robadas saben mejor  - dijo como escusa – todo mundo sabe eso – y sin darle tiempo a replicar se adentró en la propiedad dejándole ahí con un terrible dilema.

 

Booboo suspiro miro a su caballo que parecía negar mientras jalaba las riendas indicándole tal vez regresar y abandonar al chico, sacudió la cabeza al tener ese pensamiento, definitivamente estar con Carlos le estaba afectando si ahora pensaba que su caballo se comunicaba con el seguramente solo quería ir a pastar y este ya se imaginaba la voz del animal en su cabeza, estúpido Carlos y su habilidad para hablar con los perros estaba pegándole lo paranoico.

 

-          Esto es una muy mala idea – murmuro pero igualmente soltó las riendas para saltar la valla e ir tras el pecoso – demonios Cookie – murmuro cuando ya estaba cerca de él – si la Sra. Howard nos atrapa mi madre va a matarnos – exagero más el pequeño se limitó a reír suavemente.

-          Relájate nada va a pasar – desestimo caminando más rápido hasta donde una estructura vieja aparecía – siempre hice esto en la isla y no era atrapado – sonrió con malicia – ahora vamos – y tras decir eso empezó a trepar con gran maestría para subir por el enorme árbol – Booboo – llamo cuando ya estaba en una rama arriba.

-          Mierda – gruño el chico pero de igual manera subió claro que sin la gracia de Carlos pero finalmente lo hizo – bien toma tu manzana y vámonos – murmuro molesto al llegar a la rama.

-          Nope – dijo burlón – quiero sentarme en el granero y comer las manzanas – y señalo con el dedo el otro lado de una rama donde se podía saltar hasta una ventana del viejo granero.

-          ¿Estás  bromeando cierto? – pregunto por qué no había forma de que ellos saltaran hasta el otro lado más Carlos se levantó dispuesto a intentarlo – espera – le tomo del brazo – iré yo primero conociéndote caerías sobre un trinche o algo  - murmuro   encaminándose a la orilla y saltando con un poco de dificultad, haciéndole un gesto a Carlos le indico que era seguro seguirle.

 

Carlos sonrió entonces preparándose para saltar más al hacerlo una saliente de la rama le hizo tropezar y casi cae del árbol por suerte Booboo alcanzo a tomarle antes del brazo, Carlos había cerrado sus ojos  preparándose para el impacto por lo que sorprendido descubrió que seguía colgando de la ventana y que Booboo intentaba subirlo, tras recuperarse del Shock miro al joven que solo murmuraba palabras incompresibles pues toda su atención estaba en el lugar donde le mantenía.

 

-          Me atrapaste – murmuro confundido el pequeño mirando al joven tras subir y sentarse en el piso de madera.

-          Claro que lo hice – dijo mirando a los al rededores por si alguien había escuchado sus gritos ante el evidente peligro - ¿qué esperabas, que te dejara caer?

-          Jay lo hubiera hecho – susurro para sí mismo pues Booboo ya estaba caminando hasta el otro lado donde la escalera se encontraba y miraba para ver si estaba vacío el lugar.

 

En la isla trepar para adentrarse en casas, fabricas, almacenes abandonados era algo usual, todo el mundo lo hacía, él lo había hecho desde muy joven, cuando Jay empezó a estar a su alrededor no fue diferente, solían ir juntos con las chicas a robar, en busca de alimentos o simplemente por diversión más sin embargo cuando alguno de ellos resbalaba Jay les atrapaba, a todos menos a él.

 

Recuerda una vez en especial, Carlos cayó desde una ventana y Jay solo rio al verlo caer a sus pies le miro llamándole idiota y luego ignorándole paso sobre él para trepar por dicha ventana, Jay solía decirle que las caídas eran buenas, que le darían la experiencia necesaria y si se rompía una mano o una pierna lo merecía por ser estúpido, que no  podía confiar en que habría alguien para atraparle y sin embargo cuando Mal resbalaba por algo Jay era capaz de descender en segundos para evita su caída.

 

Nunca nadie había hecho nada así por Carlos, todos esos años solo pudo confiar en sí mismo y ahora Booboo ocasionaba que algo en su interior se contrajera, el ruido de una puerta chirriante se escuchó, pronto Booboo  le jalo hasta una esquina  detrás de un montón de cajas polvosas y le indico guardar silencio, pero a Carlos no le importaba, aquel niño se encontraba mirando a Booboo que lo sostenía para protegerle.

 

Le beso que otra cosa si no haría, Booboo intento empujarle con suavidad, pero Carlos era insistente volvió a besarle con desesperación aferrándose a su cuello con los brazos.

 

-          Carlos van a descubrirnos – murmuro entre besos Booboo esperado que esto lo desanimara.

-          Entonces no hagas ruido – respondió en su lugar totalmente coqueto para volver a besarle  extasiado por la situación, todo era tan excitante, el extraño sentimiento tras sentirse protegido, el peligro de ser descubiertos en cualquier momento, el que Booboo fuera tan maravilloso con el solo le hicieron sentir más eufórico.

 

Tan repentino como llego así termino Carlos noto entonces que Booboo no respondía a ninguno de sus besos, que sus manos le mantenían en su cintura pero no le permitían acercarse más, que el chico no reaccionaba a su cuerpo, Carlos se detuvo entonces miro a Booboo que solo miraba fijamente en dirección a la escalera de madera y entendió que nunca le prestó atención realmente que en su lugar estaba vigilante y eso le entristeció, porque era como si el ya estuviera tan acostumbrado a sus muestras de afecto que al importarle tan poco ni lo inmutaban.

 

Booboo se levantó entonces con suavidad  tras sentir que Carlos se detuvo, él tuvo que tomar todo su auto control para mantenerse ajeno a cada sensación que el cuerpo del niño le ocasionaba, sabía que Carlos lo hacía solo para agradecerle, que era su forma de interactuar con el mundo y realmente no quería tomar ventaja de ello, no era gay y tenía una novia por lo que responder o dejar que su cuerpo, traicionero cuerpo por cierto disfrutara de aquello no era una opción, tras revisar que quien fuera que había abierto la puerta se marchó volvió a dirigirse a la ventana por donde entraron y alcanzando unas manzanas las trajo de vuelta a Carlos.

 

-          Manzanas y el granero – le sonrió – lo que querías, ahora come para que nos vayamos antes de que nos encarcelen por invasión a propiedad privada y hurto – señalo, Carlos le miraba aun confundió más cuando Booboo empezó a reír sonrió de igual manera – es lo más estúpidamente tonto que he hecho en años  - y su risa ocasionaba a Carlos una calidez indescifrable – y lo más divertido.

 

Y si lo fue excluyendo el casi accidente de Carlos, la sesión acalorada de besos y casi se atapados era lo más divertido que había hecho, se quedaron ahí un par de horas sentados en el alféizar de la ventana con sus piernas colgando comiendo manzanas y sonriendo, Carlos miro al chico que era tan diferente a Jay, aquel que le confundía en sobre manera pues donde todo el mundo hubiera tomado lo que fuera de el Booboo se negaba a hacerlo, de hecho este chico le sonriera, le ayudaba y protegía, Booboo se estaba convirtiendo rápidamente en algo indispensable para Carlos, algo que no supo cómo definirlo.

 

El empezó a llamarlo dentro de su cabeza “Mío”.

 

*************************

 

-          ¿Más caridad nuevamente? – murmuro nada más entrando a la habitación del chico para encontrar el papel sobre su escritorio, sintiéndose irritado aun sin comprender el punto de todo eso.

-          Hey es para niños – se defendió sabiendo la poca atención que ponía Carlos a eso.

-          ¿Qué es? – dijo finalmente tirándose en la cama aun cuando Booboo le había dicho miles de veces que no lo hiciera, la guitarra sobre esta casi cae al suelo.

-          ¡Carlos! – grito asustado por su guitarra pero el chico la habita atrapado sin daño alguno – bueno – suspiro aliviado -  es un centro donde se ayudan a los niños, ya sabes pequeños que  necesitan ayuda, por lo regular voy ahí cada par de meses, es re confortable – se encogió de hombros, su familia siempre hacia esa clase de cosas y el y su hermana amaban reamente ir a ese lugar, ultimaste no había hecho nada de eso por falta de tiempo, irónicamente su novia y Carlos ocupaban la mayoría, más que el trabajo.

-          Así que es eso – Carlos miro el folleto en sus manos al chico que estaba cambiándose de camisa, no pregunte que le paso a la otra -  niños – susurro perdiéndose en sus recuerdos, los no más gratos para ser exacto - es por eso que no te gusto ¿soy demasiado mayor? – dijo finalmente inclinando la cabeza.

-          Pfff  - Booboo apenas iba a decir algo cuando este comentario hizo que se le atragantar la saliva en su boca, es decir no fueron tanto las palabras si no la forma en la que Carlos lucia, no miserable u horrorizado más bien resignado y molesto por esa situación hipotética - ¿de qué diablos estás hablando?

-          De tu centro de caridad con niños – rodo los ojos molesto -  en la isla había algo igual solo que no se ocultaba tras un nombre, un edificio muchos niños y hombres que pagaban por ellos – dijo encogiéndose de hombros dejando el folleto de un lado tomando el instrumento sobre sus piernas para luego tocar las cuerdas de la guitarra con suavidad.

-          ¿Qué? – Booboo se acercó lentamente a Carlos no queriendo imaginarse lo que estaba diciendo.

-          Mi madre solía llevarme ahí – dijo rasgando las cuerdas -  siempre – poso su mano sobre estas para acallar el sonido - siempre pensé que me vendería pero solo era uno o dos días – dijo como si eso fuera algo bueno -  ella siempre volvía – susurro ante la mirada de horror de Booboo por sus palabras debido a que Carlos sonreía suavemente agradecido por eso– decía que no podía mantener la casa limpia – cerro los ojos -  solo un par de días y ella regresaba por mí – su voz empezó a volverse cada vez más un susurro -  solo un par de días y ella tenía dinero para el alcohol y me llamaba buen chico – la forma que dijo esas palabras, con verdadero anhelo, como si extrañara esos momentos a su madre tal vez.

-          Carlos – llamo el poniendo su mano sobre la de el en la guitarra -  Carlos escúchame, no estás en la isla, ni siquiera en Auradon – dijo  levantando con la otra su barbilla -  mírame – pidió puesto que el niño seguía con los ojos cerrados, Carlos respiro pesadamente  pero finalmente los abrió y le miro -  ella no va a hacerte daño – sonrió con suavidad - estas a salvo aquí – dijo con firmeza -  nadie volverá a lastimarte nunca más – continuo tomando ambos lados de su rostro -  me escuchas te lo prometo.

-          Jay prometió lo mismo – murmuro cerrando nuevamente estos.

-          Yo no soy Jay – repitió con firmeza, como venía haciendo desde que se conocieron, como haría toda la vida.

-          No – susurro  respirando con dificultad luchando por mantener a raya sus emociones, los recuerdos dolorosos -  no lo eres – estuvo de acuerdo abriendo los ojos y mirando fijamente a Booboo, al chico que hacia mella en él, que le confundía tanto y empezaba afectarle de una forma extraña.

 

Carlos se inclinó entonces un poco solo para sentir más la cercanía a ese calor tan adictivo y Booboo no pudo negarle el contacto, lo abrazo con suavidad, la guitarra cayo al suelo con un fuerte sonido pero ninguno de ellos le prestó atención, afuera Fivel quien lo convenció para nuevamente asistir a dicho lugar retrocedió al ver la escena frente a si, ella casi grita o arruina el momento y aun que se sintió un poco dolida sonrió, no podía esperar para ver la expresión en el rostro de Megan.

 

************************

 

Booboo pensó en todo lo que había pasado los últimos días las confesiones y momentos amargos que parecían menguar su ánimo y recordó el viaje al rancho solo fue un día pero Carlos se había divertido mucho, a él le gusta divertirse entonces su padre le hablo sobre la premier de esta nueva película, eso era Carlos necesitaba más publicada positiva y además divertirse, ¿Quién no ama las películas? Se preguntó tontamente, el tomo el teléfono y llamo a Víctor seguro que él estaría de acuerdo, llevaría a Carlos a la premier de la bella y bestia.

 

Él no pensó en  las consecuencias de esto.

 

***********************

 

-          Víctor no puede seguir viéndolo – dijo finalmente aquella mujer preocupada a su esposo en la habitación.

-          Es su mejor amigo Libby, creí que te agradaba – le miro confundido llevaban horas discutiendo sobre esto.

-          Esta mal – murmuro la mujer realmente preocupada – lo está haciendo dependiente de él, Cameron no es el mismo – finalmente lo admitió en voz alta – es como si alguien lo hubiese transformado en eso.

-          Y Stewart tiene la culpa – dijo con sarcasmo.

-          Estoy hablando en serio – le recrimino – pasa todo el tiempo con él, no quiere salir nunca y no habla con ninguno de sus otros amigos – le recordó – tengo miedo de que el- se contuvo nuevamente.

-          ¿a qué mujer? – la encaro el hombre – ¿que decida por sí mismo, que no quiera seguir modelando, que prefiera no continuar con el mundo al que lo empujamos? – acepto – era solo un niño y pusimos esa responsabilidad – la miro fijamente – él lo odia, la atención lo está asfixiando  Libby – la tomo por lo hombros – nuestro niño fue abusado y violado, tiene cicatrices en su cuerpo que jamás habíamos visto y todo frente a nosotros – negó con la cabeza – somos los peores padres para nunca notarlo que casi lo perdemos – su esposa jadeo recordando ese horrible momento – y ahora que poco a poco está superándolo tú quieres alejarlo de la única persona que está ayudándole – recrimino – quieres quitarle eso.

-          Pero es solo un niño – insistió ella – el no debería.

-          Yo tampoco debí – la interrumpió – y míranos formamos una familia.

-          Esto no es lo mismo – señalo ella de mal humor.

-          Es exactamente lo mismo – se acercó a abrazarla – nuestro niño está enamorado, lo ha estado mucho tiempo y finalmente parece ser honesto, no Libby no voy a reprenderlo por algo así – negó con la cabeza – el necesita esto.

-          ¿Qué le rompan el corazón? – dijo con amargura.

-          Entonces lo superara – suspiro – Libby ¿Qué es lo que realmente está molestándote?, porque el hecho de que Cameron este enamora de Booboo no es – la miro interrogante.

-          El ya no me llama Mamá – confeso – siento que estoy perdiendo a mi niño – desvió la mirada.

 

Víctor no supo cómo consolarle, no supo que decir, su esposa tenía razón Cameron ya no era e mismo niño dulce que antes encerrado todo su tiempo libre y negándose a pasar minutos con ellos más de los necesarios, Cameron no les había llamado Papá o Mamá desde su intento de suicidio y eso, se sentía como si lo estuvieran perdiendo, el ruido de algo caer al suelo y ladridos en el cuarto de Cameron  les hizo separarse.

 

-          Cameron – Víctor abrió la puerta de la habitación para encontrar a su hijo gritando nuevamente bañado en sudor y lágrimas – Cameron despierta – le hablo con suavidad intentando sujetarlo pero el niño seguía dando patadas y demás – Cameron – llamo pero el chico no parecía responder, en la puerta Libby jadeo con dolor al ver nuevamente a su niño así, hace semanas que las pesadillas habían parado y ahora otra vez, ver a su niño gritando y pataleando pidiendo que no lo lastimaran entre sueños o alucinaciones le partía el alma.

-          No – murmuraba su Cameron susurrando – no por favor – suplicaba y ella estaba a punto de marcharse no pudiendo soportar tal situación - Mamá ayúdame – pidió su niño por lo que Libby corrió adelante empujo a su esposo y abrazo a su niño acunándolo contra su pecho.

-          Ssshh – dijo ella meciéndole, mientras poco a poco su pequeño iba dejando de luchar – mami está aquí contigo amor – le susurro – mamá no te dejara – continuo y pronto los ojos de su niño se abrieron confundido, Libby tuvo miedo creyó que sería empujada nuevamente pero Cameron sonrió y volvió aferrarse a ella.

-          Lo siento mamá – suplico su niño dejándose envolver por su amor – lo siento tanto – y ella solo se quedó ahí meciéndole tarareando una canción de cuna hasta que su chico finalmente volvió a dormir.

 

Al día siguiente sorprendentemente Cameron le llamo mamá y esto ya no se detuvo, su pequeño niño estaba de vuelta.

 

Por su parte Carlos en su acostumbrado escondite en el tejado de la casa fumaba un cigarrillo, mientras miraba al horizonte y sacaba alguna fotografía, bajo el volumen de sus audífonos y escucho el llamado de Libby, era extraño sentía completamente fuera de lugar llamar a esa mujer Mamá, el solo tenía una madre, Cruella pero también había escuchado la conversación de esta con  Víctor, él podía hacerlo fingir más felicidad y amor a estas personas si con eso evitaba que lo intentaran separar de Booboo, soltó una última bocana antes de que el llamado de su “madre” se hiciera más fuerte y entonces lo apago, soportaría esto y si la tonta idea persistía en la mujer, bueno si algo le había enseñado Cruella es que un De Vil siempre obtiene lo que desea, sin importar el costo nadie iba arrebatarle o suyo.

 

Notas finales:

Carlos habla de un burdel de niños, técnicamente los padres vendían a los niños ahí por un poco de dinero donde eran prostituidos, como en todo entre más grandes fueran más perdían su valor así que se dan una idea de lo valioso que eran los más pequeños, como Carlos.

 

“Childhelp” es una fundación que ayuda a niños y bueno Booboo la apoya y eso.

 

No me odien ni a Carlos por su falta de empatía, el evento al que asiste es el “WALK HOME” una caminata creo que se hace en los Ángeles para reunir fondos para las personas sin hogar, no estoy muy al tanto de cómo va eso pero el punto es que Cameron parece asistir todos los años,  el evento se da por noviembre 22 más o menos en esa época vi la noticia pero como necesitaba mostrar la falta de empatía de Carlos la moví  para Marzo, recordemos que ellos aun van a asistir a la premier de la bella y bestia por lo que apenas vamos por Marzo 2017.

 

Carlos se ha desmayado, creo que ya saben que significa cierto?

 

No pensaron que lo olvidaría?

 

Notas?

Galletas??

Tacos???


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