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MI ULTIMO RENACER por LILITH_HIWATARI

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Capítulo 8: El niño cambiado por hadas.

 

 

Maya regreso de su habitual día de clases sola, no hubo quien fuera por ella como antes, no desde que Cameron había regresado si antes todo había sido tenso mientras estaba en la clínica, aún recuerda lo deprimente que fue la navidad ahora todo era mucho peor, pues su hermano no solo acaparaba la atención de su madre si no que actuaba totalmente diferente.

 

Ella no podía explicarlo, no entendía como pero ese chico que ahora vivía encerrado en su habitación la mayor parte del tiempo no era su hermano, no había conexión alguna, no había empatía, maya estaba completamente segura que alguien más había tomado su lugar, se sentía como uno de esos programas de ciencia ficción donde reemplazaban a uno de tu familia, donde aliens tomaban la apariencia para fines políticos, pero eso solo era ficción algo de las películas se recordó.

 

Más la duda estaba ahí y cuando Cienna volvía a ladrarle al verlo bajar de las escaleras la duda en su corazón se hacía más grande, durante los primero días de su regreso Cameron huyo de su amada mascota, un día jura que le vio gruñirle entonces aquella tarde salió al jardín trasero donde Cienna ahora estaba todo el tiempo mientras Cameron podía estar en casa sin correr de miedo cuando vio que de hecho Cameron estaba ahí, lo más extraño de todo Cienna estaba amarrado y el a una distancia segura estaba ladrando.

 

Era como verlos tener una conversación Cameron gruñía al perro y este regresaba con gruñidos y lloriqueos un último ladrido y el perro se dejó caer al pasto en sumisión giro su cuerpo y dejo descubierto su estómago moviendo la cola, su hermano se acercó con mucho cuidado y lentamente toco al animal acariciándole y cuándo estuvo seguro que no iba a atacarle desabrocho la correa dejándole libre, Cienna se levantó entonces de golpe salto y corrió de un lado a otro y alrededor de Cameron entonces gruño, su hermano había soltado un gruñido extraño que no podía ser humano en el instante el perro se detuvo camino de regreso a Cameron y se sentó en sus patas traseras, Cameron levanto una mano dando otro gruñido y Cienna le dio la pata, con un movimiento de su mano el perro giro en el pasto feliz y finalmente Cameron asintió palmeando su cabeza.

 

Fue extraño realmente muy extraño pues ninguno de ellos se había tomado la molestia de enseñarle un truco a Cienna y ahora ahí estaba su hermano entonándole en unos minutos, fue completamente raro, si tenía que dudar antes sobre una suplantación extraterrestre ahora lo confirmaba aún más.

 

Carlos por su parte se había armado de valor después de pasar media hora en el teléfono y que Booboo le asegurara que el perro-bestia de Cameron no iba a devorarle que era realmente dócil y siempre podría entrenarle, así que Carlos se armó de valor y utilizando todos los trucos que su madre usaba en él le ordeno al perro obedecer, el animal había estado sorprendido de que su humano hablara, confundido por el aroma tan extraño que emanaba y después de un tiempo comprendió que este no era su niño pero Carlos le explico que este se había marchado a otro lugar y él fue desechado ahí, Cienna sintió verdadera pena, lastima por el niño, no por el cachorro que fue dejado atrás olfateo su miedo y dolor por lo que le prometió no hacerle daño.

 

-          Tú no eres mi hermano – le cerró el paso Maya al verlo entrar a la casa - lo sé porque le conozco de siempre, él me cuenta todo y sobre todo jamás fue abusado por nadie – acuso como si fuera una mentira, Carlos simplemente enarco una ceja mirándole con indiferencia ante cada palabra, no tenía humor de lidiar con ella, una bestia había sido suficiente por hoy -  no sé quién eres…

-          Así que sabes todo de tu hermano eh? – pregunto Carlos desafiante  interrumpiéndola – ¿realmente crees conocerme bien? – sonrió cruzándose de brazos -  seguramente fuiste la primera en notar que iba directo a las drogas, mi total depresión debió alertarme ya que me conoces tan bien - él no era un actor realmente no sabía lo que hacía pero esa chica ahí, la hermana de ese tal Cameron ponía en riesgo el único lugar seguro que tenía en ese momento, Carlos no iba a marcharse no sin luchar al menos – no tienes ninguna idea de lo que sentía, de todo el dolor que tengo aquí dentro – Maya le miro confundida ante sus palabras como si no pudiera creer lo que escuchaba, porque ella lo conocía cierto, ella sabía que su hermano era un chico feliz -  crees que si sonrió todo el tiempo, si solo rio para hacerte feliz a ti a nuestros padres estoy bien, eres muy tonta entonces, si no sabes la diferencia entre la actuación y la realidad – se sintió como un cuchillo, un golpe en el alma para la chica que creyó saber bien de su familia, ella que siempre lo vio sonreír que siempre estuvo ahí apoyándole como su mejor amigo ante tal problema horrorizada se dio cuenta entonces que tal vez no lo conocía del todo -  no me conoces ni un poco Maya, tú no sabes lo que es sentirse vacío como un cascaron y seguir sonriendo por las apariencias.

-          Cam… - empezó a ella cada vez más confundida por lo sucedido  pues las palabras de Cameron estaban empapadas de un  dolor y anhelo tan fuerte que la abrumaron.

-          Tienes razón no soy tu hermano – le miro directo a los ojos completamente frio como el hielo -  el murió cuando intente suicidarme, ellos lo mataron – murmuro lo último y Maya no supo a quienes se refería - lamento decepcionarte ahora pero esto es todo lo que queda y lo que siempre seré – termino intentado pasarla más ella le tomo del brazo con fuerza, fue entonces que Cienna ladro en su dirección, gruño amenazante a ella sorprendiéndola, el perro jamás la había atacado nunca y ahora, ahí con este chico que parecía ser una falsificación lo defendía  - está bien amigo – Cameron tranquilizo al perro soltándose de su agarre – mi hermana solo está cansada de la escuela – termino salvándola de un ataque seguro, pero sus palabras sonaron tan vacías, tan carentes de emoción que atravesaron el corazón de Maya.

 

Ella se sintió un poco culpable, responsable de acusar la falta de calidez de su hermano, había sido tan egoísta por desconocerlo sin saber el verdadero dolor que sufría, ella se prometió ser más paciente y tratar de volver a tener la antigua relación con su hermano lo que fuera necesario para evitar que Cameron volviera a sufrir por eso, ella quiso remediar el dolor en su corazón.

 

Cienna era un buen perro amaba a sus niños Cameron y Maya, amaba a sus dueños adultos pero saber que un pobre cachorro como Carlos, no podía verlo como otra cosa, que un perrito abandonado había sufrido tanto pues el dolor y muerte parecían haberse impregnado en su piel  le hicieron querer protegerlo  como si fuera suyo incluso si para logarlo tenía que enfrentarse a sus amos.

 

 

***********************

 

Cameron debía regresar a la escuela, escucho a Víctor discutirlo con Libby la noche anterior, decir que la rutina le vendría bien y que tenerlo en su habitación encerrado destrozando aparatos no era saludable por lo que debía regresar a la escuela, Carlos estaba un poco encantado con la idea pero al mismo tiempo se sentía inseguro, en la escuela no estaría protegido y su red de seguridad no estaría ahí no importa que lo tuviera en marcación rápida, Booboo le aseguro que no iría a su escuela, aun no confiaba del todo en Karan y la otra chica por lo que tenerlos como su copia de seguridad tampoco le era suficiente.

 

Debía neutralizar la amenaza, lo que se reducía dado que la última vez fue culpa de su “amigo” que tendría que destruir a Johnny, pero de nuevo esto no era Auradon ni la isla por lo que no podía ir matando gente, aburrido, así que se conformaría con  lo segundo mejor y lo convencería que en lenguaje de Jay seria amenazarlo de muerte hasta verlo lloriquear.

 

Fue relativamente fácil descubrir donde Johnny vivía, hakear la red de la escuela un juego de niños, encontrar la ruta más fácil a su casa gracias a Google maps y finalmente reconocer la zona Booboo fue muy útil para eso, el chico aún seguía llevándolo de paseo para superar sus traumas o cualquier estupidez que el psicólogo que lo obligaban a ver le decía que no fue difícil convencerle de llevarle a una heladería que convenientemente quedaba cerca del lugar para así estudiarlo.

 

Fue fácil, tan fácil que parecía una pérdida de tiempo, entonces la siguiente noche Carlos se decidió actuar, salió fácilmente por la ventana de su cuarto bajando por el árbol cercano y saltando a la seguridad del suelo, llevaba una de esas estúpidas gorras negras, la chaqueta negra que robo de Booboo que por suerte le quedaba larga y finalmente sus jeans azul marino con tenis gris, no había encontrado nada más negro, bueno si pero no iba a ensuciar un perfecto par de pantalones de diseñador en su intento de asustar a un idiota gracias pero no, por eso robo la chaqueta de Booboo en primer lugar.

 

Él no era un buen ladrón, no esos eran Jay y Mal sin embargo ser el peor de su grupo robando no lo hacia el peor de todos, de hecho eso lo hacía un ladrón totalmente respetable, porque podría abrir una cerradura con relativa facilidad, y escalar hasta la ventana que algún idiota dejaría abierta por la noche sin mucho trabajo, Carlos era el más débil de ellos sí pero eso no lo hacía inútil porque siempre fueron los mejores.

 

Así que Carlos tardo un rato uso un autobús, y actuando tan naturalmente como pudo llego a su destino, entonces escalo por la escalera de incendios al edificio donde sabia vivía su viejo amigo y entro por la ventana del idiota, fue gracioso como el chico entro a su habitación y le miro ahí dentro, parecía querer decir algo reclamarle o tal vez burlarse por vero ahí pero entonces Carlos lo golpeo en el rostro y este cayo inconsciente.

 

Por primera vez agradeció algo a Jay, como enseñarle a noquear a alguien, si, su mano le dolía como una perra pero ahí estaba con un chico noqueado en la habitación, el no perdió el tiempo, cundo Johnny despertó estaba atado y amordazado todos en el departamento dormían y bueno  Carlos no iba a ser interrumpido, de poder hablar seguramente el chico lo había amenazado o maldecido por tenerlo amarrado, por allanar su habitación pero entonces Carlos saco una navaja y empezó a cortar las muñecas del chico abriendo a piel, el joven grito lloro silenciado por la mordaza, cuando Carlos termino de tallar su piel de dejar una marca que gustaba le advirtió sobre regresar a la escuela, “solo no vuelvas” le había dicho, no quería verlo ahí, no quiso tener que lidiar con su abusivo, cuando noto que el joven no le haría caso sonrió.

 

-          Tienes dos opciones – termino sentando en su regazo pues no había mucho lugares donde sentarse en la habitación – puedes hacerlo que te dije no me importa como solo no vuelvas a la escuela y tener una vida larga o – sonrió limpiando la cuchilla en su mejilla – denunciarme – cuando los ojos brillaron en el joven Carlos rio suavemente - ¿pero a quien habrán de creerle? – hizo un puchero – ¿a ti el abusador número uno de la escuela o a tu victima?  - dijo como si fuera algo muy difícil – soy una víctima de abuso querido estoy tan traumatizado que no puedo salir de mi casa yo solo, ni siquiera puedo ir a la escuela por tu culpa – continuo sonriendo  - claro que podrías mostrarle las heridas y decir que te asalte en tu habitación podrían abrir una investigación y descubrir que yo escape de mi casa esta noche, aunque lo dudo duermo con mi perro porque tengo terrores nocturnos gracias a que un imbécil me encerró en un armario – se burló de el – pero puedes intentarlo y entonces su abriré a tu pequeña hermana desollándola viva – amenazo.

 

Johnny vio algo horrendo entonces, no fue la promesa tan grafica que Carlos describió después, no fue el dolor de ser marcado por la navaja en su piel, no, fue esa mira, una vacía y fría que le helaron los huesos, la mirada de un completo psicópata que le dejaba en claro que esas no eran simplemente amenazas, una promesa si el abría la boca de cualquier manera.

 

Se desmayó justo cuando Carlos terminaba de tallar la última letra en su brazo se desmayó cuando despertó no había rastro alguno de la noche anterior, ni una mancha de sangre, nada, de no ser por las marcas en su piel tuvo hubiera sido como un mal sueño, al día siguiente cuando finalmente fue a la escuela y vio a Carlos al otro lado del pasillo toda la ira de querer vengarse se evaporo, pues ese chico tenía razón, nadie le creería ni siquiera por las marcas, las letras que habían sigo deformadas en simples heridas, Johnny dio media vuelta y no regreso a clases ese día, ni al siguiente, el simplemente dejo de ir.

 

Por su parte Carlos estaba extasiado había funcionado, su plan funciono, había eliminado su primera amenaza, mas no tuvo tiempo de festejarlo pues de inmediato los susurros volvieron a caer como una montaña sobre él, ser juzgado había sido algo normal, aquí era completamente aterrador, Carlos corrió busco una cara familiar y cuando encontró a Karan lo empujo al baño.

 

Karan confundido no entendía que pasaba, Cameron lo había jalado y llevado al baño entonces el chico empezó a respirar con dificultad, se dejó caer en el suelo y tuvo un maldito ataque de pánico, el llamo a su madre cuándo todo el asunto termino se sintió un poco feliz de que Cameron le buscara, mientras Cameron fue excusado para no asistir a mas clases.

 

El psicólogo atribuyo su miedo a todo lo que había pasado y dejo en claro que necesitaría llevarlo con mucha más calma, por ahora no iría a clases como regularmente querían sus padres, Libby estuvo feliz tenía más tiempo a su hijo en casa y aun que el baile tomaba parte de su tiempo  no era suficiente.

 

Víctor se dio cuenta que su niño aun con la cámara terminaría desmantelando la casa por lo que buscarían más opciones para mantenerlo ocupado y ya que amaba tanto la fotografía si es que el montón de fotografías de incluso su clase de danza traía a casa decían algo tenía el trabajo perfecto, un trabajo, algo que le acercara a su antigua vida, que le diera disciplina y estructura, que le exigiera un horario y diera responsabilidades, el modelaje sería algo bueno para su hijo, al menos un poco.

 

****************

 

Al principio no sabía qué hacer, le habían vestido, maquillado y pedido que posara   mientras miles de bombillas y cámaras le miraban, Libby en una esquina sonreirá a él tras animarle a hacerlo, no era Cameron, no tenía idea de cómo posar o simplemente hacer ese trabajo Carlos estaba a punto de entrar en un ataque de pánico cuando cerró los ojos para tranquilizarse, trato de recordar todo lo que había visto en las revistas, a esas modelos altas extremadamente delgadas de rostros inexpresivos, a aquellas que parecían tener una mueca de superioridad en el rostro.

 

Él pensó en Cruella, en como su madre usaba un abrigo cada día para pasar  horas frente en un espejo mirándose, haciendo movimientos extraños que Carlos entendía solo ahora, ella estaba posando, modelando como alguna vez vio   en el mundo real sus preciadas pieles, Carlos recordó también cada movimiento de ella,  la sensualidad con la que caminaba a cualquier lugar y la imito, al principio pensó que había hecho algo mal, que imitar los movimientos y expresiones de Cruella eran un error pues todos parecían petrificados por ellos, entonces aquel hombre de la cámara lo llamo sublime, perfecto, toda una inspiración.

 

El modelaje se convirtió en algo que Carlos era bueno y lo mejor de todo Libby parecía muy feliz por ello, lástima que lo convirtiera en una criatura tan horrenda.

 

***********************************

 

Empezó en algún momento después que aprendiera a caminar y hablar, Cruella señalo una puerta de la alacena y le prohibió tocarla, después descubrió que era ahí donde guardaba la comida,  tras un largo día donde  la mujer olvido alimentarle, no es que siempre lo hiciera por lo regular   aventaba un bocado o dos para aplacar su pequeño estómago, aquel día no fue así y Carlos paso hambre, al día siguiente Cruella volvió a olvidarlo y en su desesperación abrió la despensa.

 

Ella lo descubrió, le azoto contra el frio piso de la cocina al verle tocar su preciada comida, le pateo con fuerza llamándole ladrón despreciable, perro ingrato, degradándole de formas tan crueles para un pequeño niño hambriento, Carlos no duro mucho, el hambre y las patadas de la mujer lograron su cometido, el solo se desmayó, dejo que la inconsciencia le abrigara hasta que aquélla vio que era suficiente.

 

La siguiente vez Cruella le dejo sin comer por tres días seguidos a propósito intentado probar la resistencia del niño, Carlos aun recordaba la paliza y lo doloroso que fue después al levantarse en el sucio piso por lo que no toco el armario, pero aquello no era  suficiente, matar a su hijo de hambre solo era parte de su entrenamiento.

 

Se  dedicó a torturarle, a apagar el aburrimiento que tenía en la isla, colocaba un plato frente al niño con comida uno pequeño ordenándole no tocarlo cada que intentaba o simplemente robaba un bocado la fusta de su madre se estrellaba contra su pequeña espalda, cada que intentaba mojar su dedo solo para saborear la sopa esta golpeaba la palma de sus manos, cada que cabeceaba ante el cansancio y la inanición sus brazos eran quemados con la colilla de su cigarro.

 

Pronto Carlos fue capaz de pasar una noche entera mirando el plato frente a él sin mover un musculo, sin comer nada aun cuando el estómago le doliera por el hambre, Carlos se convirtió en un buen cachorro para Cruella, así fue como le entreno para que no robara su comida después de eso pudo dejarle con total libertad para que aseara la cocina sin tener que vigilarle, después de eso no quedaba nada de la voluntad de Carlos.

 

Cuando llegaba a proporcionarle algún alimento, que no eran momentos muy comunes siempre estaban llenos de gritos, de quejas de lo  mal hijo que era, de reclamos sobre sus errores al cuidar su bebé o al peinar sus preciadas pieles, siempre gritándole por algún detalle mal hecho, con el tiempo Carlos aprendió a odiar la comida.

 

No fue hasta que llegaron a Auradon que alguien lo noto, en la isla Carlos siempre fue el que tomaba menos bocados de la comida que robaban, siempre al último con miedo,  nadie le prestó atención pues al ser el más débil era justo que le tocaran las sobras, ninguno de ellos le importo un poco que Carlos mirara la comida con miedo, era mejor, mucho mejor preocuparse por otra boca menos que alimentar, cada uno de ellos imagino que Carlos conseguía lo propio, nadie quiso ver su rostro demacrado o como sus costillas se miraban desde su piel.

 

Con la abundancia de alimentos, de sabores inimaginables llenos de vida y realmente deliciosos todos parecían contentos con su decisión de elegir el bien, antes de esta decisión apenas si notaban estos detalles pero ahora, cada que comían Mal noto la peculiaridad, el plato de Carlos siempre lucia demasiado lleno, Evie solía empujar alimentos que ella consideraba deliciosos en los platos de todos  por lo que cada uno de ellos siempre tenía suficiente comida pero Carlos siempre tomaba pequeños bocados tardaba horas para alimentarse y cuando terminaba más de la mitad seguía ahí.

 

Ella se molestó porque no podía creer que sufriendo por el alimento en la isla Carlos fuera capaz de desperdiciar la comida como todos en Auradon, claro que tenían alimento seguro que no debían robar para cenar pero ese niño estaba actuando estúpidamente desperdiciándole todo, así que le enfrento, obligo a terminar su plato ignorando la mirada de dolor en su rostro. Ellos empezaron a vigilarle a empujar la comida si era necesario por su garganta ante su aspecto tan frágil, pues eran una familia y querían mantenerse unidos.

 

Carlos lo odio, vomitaba cada alimento nada más se levantaba de la mesa, corría al baño para vomitar todo entre lágrimas de coraje lastimando más su organismo, detestaba ser tratado así, ser obligado a comer de esa manera tan horrenda y odio a cada uno de ellos por obligarle, al final funciono el poco alimento que quedo en su organismo ayudo un poco pero Carlos aun lucia frágil, demasiado frágil.

 

Los dulces eran irónicamente el único alimento que no  vomitaba en seguida, estos parecían ser su fuente de energía, aquellos que le mantuvieron con vida, pues los chocolates y pequeñas galletas era lo único que soportaba  comer, incluso los batidos los terminaba en un santiamén.

 

Pensaron que debido al shock de su pasado Cameron dejo de comer solo una fase que poco a poco superaría, pero semana tras semana en casa Libby noto como su hijo dejaba completamente los alimentos en su plato, cuando lo señalo fue aún peor, su niño comía de forma lenta con una mueca en su rostro solo para que a los pocos minutos   escucharle vomitar en el baño, busco ayuda pero el niño insistió que estaba bien, que él no vomitaba nada y al final el sicólogo pudo darle un diagnóstico.

 

Cameron tenía una extraña variación de  Neofobia  alimentaria, por lo que en lugar de rechazar la comida nueva lo hacía con toda en general,  había sufrido un momento muy traumático en algún momento relacionado con la comida por lo que veía los alimentos como una tortura, no podía ingerirlos de buena gana y simplemente los vomitaba casi compulsivamente, decidieron dejar de obligarle, la sugerencia fue dejarle comer sus pequeños bocados, probar con todas las comidas que el amara y alimentarle poco a poco, Libby fue tan lejos como llegar a ofrecer chocolate si terminaba al menos un par de bocados de su plato sin vomitarlo.

 

Sería un trabajo largo, una recuperación lenta y desesperante, sus padres confundidos no entendían por qué su hijo había vuelto tan cambiado de aquella institución, a veces cuando miraba a su pequeño pensativo Libby  no podía evitar el creer que ese no era su hijo, que de alguna forma alguien había cambiado a su pequeño Cameron y en lugar había dejado a ese niño roto.

  

Un niño de las hadas pensó estúpidamente, no sabía lo acertada que estaba.

 

***********

 

A diferencia de Cameron donde el chico era coqueto, alegre y dinámico, donde sus fotografías siempre tuvieron cierta energía y espíritu rebelde con Carlos era todo lo contrario, no es que estuviera mal, que los fotógrafos estaba descontentos con el cambio de hecho era todo lo contrario.

 

Carlos tenía una sensualidad inherente, sus movimientos elegantes, poses exactas y mirada profunda era mucho mil veces mejor que la que alguna vez dio Cameron, porque Carlos  era poseedor de una sensualidad y clase de los modelos profesionales, de aquéllos que tardaban años para desarrollar aquélla técnica única para su trabajo para Carlos era algo normal, algo inherente, años de vivir con Cruella, con aquélla mujer de alta cuna  le enseñaron elegancia, clase, pero sobre todo Carlos era sensualidad pura, lujuria emanando de sus poros algo que los  fotógrafos aprovecharon.

 

Todos quedaron cautivados ante tal desplante de profesionalismo de  perfección por parte del joven que anteriormente no tenia, lo inevitable sucedió y pronto se vio lleno de ofertas para volverse modelo profesional, Carlos no quería hacerlo, se negaba a seguir en ese mundo tan frívolo si acepto fue porque Libby se lo pidió y prometió que solo sería una vez, pero el dinero termino convenciéndole.

 

Booboo aseguro que sería bueno para que se entretuviera, para   su recuperación, Libby le dijo que podría juntar para pagar la universidad, no es que lo necesitara pero Carlos le vio el sentido, además no es como si   posar para una cámara fuera mucho peor que lo que hizo para Cruella, si esto mantenía a Libby feliz lo haría y como Booboo le dijo lo mantendría ocupado.

 

Un día en una de estas sesiones algo más termino de convencerle, uno de ellos, no sabe de quién fue la idea le entrego un enorme abrigo de piel, piel sintética claro está pero era tan suave y tan real que parecía autentica, en cuanto sus manos tocaron la piel algo en su mirada se oscureció retiro su mano con fuerza como si le quemara recordando la voz de Cruella en su mente gritándole por tocar sus tesoros, entonces la piel cayó sobre sus hombros y el mismo hombre le dijo que era un obsequio, que podía conservarlo después de la sesión, lo llevo frente a un enorme espejo y le dijo lo maravilloso que lucía.

 

Carlos se miró, observo su reflejo con la piel que seguramente su madre le obligaría a conseguir, con algo que ella desearía tener  en sus manos, la toco con suavidad y pensó en cuántos hombres debería dejar que lo violaran para que algo así perteneciera a Cruella, volvió a mirar el espejo y vio a Libby que sonreía asintiendo. 

 

Algo oscuro nació entonces en su interior.

 

Froto su mejilla con suavidad disfrutando de la calidades de la piel, sonrió un poco ante esa sensación y volviendo a mirarse empezó a posar con esta, tenían razón, lucia perfecta en él, su madre también la tenía, incluso siendo algo sintético era hermosa, tan suave y elegante, Carlos asintió y volvió a posar tan seductoramente como sabia.

 

No pudieron despegarle de   su amada piel después de eso incluso Carlos empezó a anhelar más y más pieles, una tarde mientras Libby preparaba un almuerzo escucho a Cameron empujar a Cienna y decir que serviría mejor como una estola, ella casi se congelo, porque su hijo tenía en el rostro una mirada tan fría y vacía cuando dijo esas palabras que incluso el pequeño animal jadeo lloroso, entonces su niño ladro en dirección del perro y este salió corriendo totalmente aterrado.

 

 Cameron se levantó entonces el abrigo de piel ondeaba  suavizando  sus movimientos se acercó a ella, tomo el pequeño emparedado que había preparado y tras darle una sonrisa salió de escena subiendo a su habitación, Libby volvió a sentir que ese chico no era su hijo. 

 

*****************

El modelaje era bueno, tan bueno como podía esperarse, era demandante, agotador y  estresante pero también y divertido, además amaba las hermosas pieles que a veces usaba, o los atuendos, las personas quedaban tan complacidos con su trabajo que le dejaban elegir una prenda y quedársela por lo que Carlos gustaba el modelaje por ahora, lo único malo era Víctor, si Libby había estado acompañándole a cualquier lado últimamente, pero Maya exigió atención y Víctor empezó a manejar nuevamente sus asuntos, él lo odiaba, detestaba a Víctor, si el hombre no le había hecho nada y le dio su amada cámara, pero no le quería, era un hombre santo cielo.

 

Ningún hombre había sido amable con Carlos, no gratis, ni siquiera Ben, no el solo era amable por Mal y bueno estaba Booboo pero este chico aun esperaba que mágicamente se transformara en Cameron, no era idiota sabía que Booboo quería recuperar al idiota por el que fue reemplazo así que si, Carlos no gustaba de Víctor y pensaba la forma en pasar el menor tiempo posible a su lado.

 

Por ejemplo ahora mientras tenían un asado en el jardín Carlos se mantuvo alejado de la “diversión”  Carlos estaba más ocupado tomando fotografías de la hoja caída al césped que ver como Víctor volteaba la hamburguesa perfecta, no entendía como Maya podía estar ahí viendo eso carajo, entonces su batería se terminó y entro a la casa con Cienna trotando a su alrededor, el perro no había alejadose ni un segundo, buscando termino en la oficina de Víctor, él sabía que debía tener baterías extras por lo que registro cajones importándole poco la privacidad, hasta que dio con ellas, entonces se sentó en la silla de Víctor y cambio la baterías, después se dio cuenta que la silla giraba y empezó a jugar, era un niño no lo culpen, mientras daba vueltas en la silla e intentando agarrarse Carlos tiro unos papeles que lucían muy importantes sobre el escritorio.

 

Asustado corrió a levantarles tratando de acomodarlos, fue ahí cuando lo vio, un seguro de vida y al leerlo atentamente se dio cuenta que era una renovación, lo que explicaría que estuviera afuera, estaba firmado por Víctor y bueno era algo muy interesante, el buen señor Boyce era un hombre de familia y parecía realmente preocupado por esta, pues si algo llegaba a ocurrirle había una buena suma de dinero que se le entregaría a su viuda, así como fideicomisos a sus dos hijos, recordó a su madre hablar sobre cómo ser una heredera fue un trabajo duro,  que hacer parecer un accidente tenía que ser primordial o podrían cancelar seguros de vida y perder una valiosa herencia.

 

Víctor no era millonario pero tampoco estaba en la calle, tenía una buena cantidad de dinero en su cuenta, Carlos no perdió el tiempo y lo verifico en ese momento gracias a la computadora y que el hombre era tan predecible, así que había dinero en sus cuentas, más la póliza del seguro seguramente sería una buena cantidad para Libby ella podría hacer algo con ello, ahora solo debía eliminar a lo unció que sobraba ahí, Maya no contaba era fastidiosa sí, pero inofensiva.

 

Sonrió, salió de la oficina sonriente con la cámara ideando ya la manera de que el accidente sucediera, Libby estaría feliz ellos peleaban todo el tiempo, si sobre él y los límites a los que tenían que exponerlo y otras cosas, pero siempre peleaban, además Carlos ya no tendría que vivir constantemente vigilando sus movimientos y demás era la mejor decisión de todas.

 

Hasta que salió al patio nuevamente y vio a la pareja peleando solo que no era como las otras peleas no, Víctor mordió la hamburguesa de su esposa y esta le gruñía, Maya agitaba sus brazos riendo y el hombre ahora perseguía a su hija tratando de robar su comida quien corría para salvarla, Maya termino escondiéndose detrás de su madre, pero Víctor las embistió tirándoles al suelo, comida salió volando, la hamburguesa cayendo a un metro de los pies de Carlos, Cienna se despegó de su lado entonces corrió a comer lo tirado para después ladrar felizmente a sus amos que seguían riendo en el suelo.

 

Libby no sería feliz con la muerte de Víctor, no al ver lo feliz que ella le besa entonces, no era un beso ruidoso como los que llego a sentir, no fue posesivo o simplemente pasajero como los que Mal daba a Ben, no, este era dulce y tierno, solo había visto a una persona así de feliz una vez, Anita y Roger durante el día de la familia, sonreirán y veían tan enamorados que en aquel momento se preguntó si aquello era real.

 

Lo era y Libby tenía eso con Víctor, si Carlos destruía esa felicidad seria aun peor que su madre, Carlos suspiro dándose cuenta que realmente no iba a hacerlo, tal vez aun no, quizás el día en que ya no fuera útil o cuando Víctor intentara algo lo mataría, por ahora lo conservaría por Libby, Víctor levanto la vista entonces sonrió en su dirección y le llamo para unirse a la diversión, pero Carlos solo levanto una ceja y dio media vuelta no es como si quisiera comer realmente, el  huyo a su habitación.

 

Carlos suspiro sentándose en el alfeizar de la ventana, su cámara colgando del cordón alrededor de su cuello, tomo la cajetilla de cigarros que había  robado de un idiota el otro día y simplemente lo encendió y empezó a fumar, hace un tiempo entendió por qué su madre lo hace, realmente era bueno cuando no se quemaba contra su piel y aún que en la isla no podía hacerlo mucho ya que su madre sabia cuando le faltaban cigarros o simplemente lo olía en él, aquí no había nadie quien le molestara, entendía que la mujer Libby su “madre” estaba tan temerosa de que el volviera a intentar suicidarse que podía salirse con la suya en muchos sentidos así que los golpes no estaban dentro de su futuro.

 

Escucho a lo lejos una voz llamarle, era ella, Libby, rodo los ojos puesto  puede que no le golpearía por fumar pero claro que le regañaría o al menos tendría otra charla estúpida sobre su miedo a perderle por lo que no se quedaría ahí, subió entonces por la ventana escalando hasta el techo y se quedó ahí fumando  viendo como la tarde se  desvanecía y la noche se hacía cargo, en momentos como estos extrañaba el precipicio en la isla donde pasaba varias de sus noches contemplando el acantilado y las olas del mar rompiéndose contra las rocas.

 

 En aquel entonces pensaría en todas las penas que tenía que vivir, preguntándose como seria haber nacido en Auradon o simplemente tener un momento de paz donde ninguna voz de su madre le molestara, ahora solo podía quedarse en ese techo mirando a otros pasar en la calle ignorando a Libby buscándole y pensando en su abusiva madre, porque a pesar de todo Carlos a veces deseaba regresar con ella, a lo que conocía, aquí todo era tan confuso para él.

 

****************

 

-          Yo sé lo que eres – las palabras de la vieja mujer le llenaron de miedo, pues le miraba igual que alguna vez hizo Mal, como si pudiera ver a través de su alma.

-          No sé qué es lo que dice – dijo sonriente pues noto que todos eran mucho menos sospechosos cuando le sonreía, igual que lo haría Cameron.

-          Tú no eres mi nieto Cameron- y la sonrisa de Carlos flaqueo por unos segundos.

 

La abuela estaba de visita, debido al fracaso de su reunión familiar, donde Carlos casi daña a un pequeño niño y que terminara con el encerrado en su alcoba la mayor parte del tiempo la familia se había mantenido distante, con lo que no conto fue que la vieja mujer, la abuela de Cameron lo hubiera estado observando todo ese tiempo y lo descubriera, ella no dijo nada hasta que esa tarde había llegado de visita sorprendiéndoles.

 

Carlos ya iba de salida, Booboo mantuvo su palabra y hasta ahora le llevaba  cualquier lugar que quisiera, sobre todo a los centros comerciales donde podía comprar helados ridículamente caros llenos de colorantes brillosos y temas estúpidos, como sirenas o unicornios, enserio Booboo no entendía la fascinación de Cameron por beber un helado que parecía vomitado por un duende, lleno de brillos y demás, pero entonces la abuela de Cameron llego y ellos tuvieron que quedarse, Carlos hizo una mueca pero luego de un discreto empujón de Booboo volvió a sonreír y ser totalmente educado con la mujer, hasta que esta dejo en evidencia su secreto.

 

-          Abuela no sé qué es de lo que estás hablando – sonrió aún más, lanzando discretas miraditas a su alrededor ya sea en busca de su apoyo o de alguien que pudiera escucharle, tal vez ambas.

-          Lo veo en tus ojos, mi nieto no tenía esa sombra en ellos – suspiro ella pesadamente, Carlos volvió a titubear estudiando a la vieja mujer que no lucia enojada de hecho algo curiosa - ¿está con él no es así?, no intentes negarlo jovencito, de alguna forma mi nieto esta con ese chico – le miro con seriedad y Carlos se sintió tan pequeño, tan expuesto que no pudo seguir con la farsa, sabía que algo como lo que hizo con Maya no funcionaría con ella.

-          Con Jay – suspiro finalmente - yo no puedo traerlo de vuelta lo siento.

-          No es tu culpa seguramente fue Cameron quien quiso ir en primer lugar – ella sonrió tomo su mano y sonrió consolándole, a él, el chico que había robado el lugar de su nieto, de su familia -  ¿qué hay de ti no extrañas a nadie? – pregunto finalmente curiosa.

-          Mi madre era lo único que tenía – suspiro Carlos bajando la cabeza - y ella dejo tantos recuerdos en mi piel que será difícil olvidarla por más que lo intento – dijo con amargura.

-          Oh cariño – volvió a tomar su mano con cariño y jalándole suavemente acaricio su rostro con dulzura.

-          Ella tenía razón, soy inútil innecesario tanto así que fue exiliado a este mundo por aquellos que juraron eran mi familia   - y Carlos no entendía por qué le decía eso, porque le contaba todo aquello a una completa extraña, porque se dejaba envolver por aquella calidez.

-          Ellos te enviaron aquí querido donde lo tienes todo donde eres libre y estas a salvo – intento consolarle, pero Carlos solo bufo.

-          Si claro estoy seguro que ese era su objetivo y no cambiarme por algo mejor como Cameron – dijo con sarcasmo y amargura - ellos no – apretó los labios buscando sus palabras -  solo me desecharon en cuanto tuvieron algo mejor.

-          Mi nieto es como una luz que lo ilumina todo en un instante – la escucho hablar, decir todas esas cosas hermosas de Cameron con tanto amor que sintió envidia -  da calor sin proponérselo él es un chico lleno de tanta energía y vitalidad que es imposible no seguirlo – Carlos solo  cerró los ojos dispuesto a escuchar que él era inútil y sin valor – esos otros, seguramente estaban asustados igual que tú, tenían tanto miedo que se aferraron a Cameron tras conocerle y mi niño decidió volver con ellos para hacerlos felices para cuidarles porque eso es lo que Cameron haría.

-          Lo lamento por no ser él – se disculpó realmente de corazón.

-          Ellos te enviaron aquí pero no como un exilio, vieron lo que este mundo hizo por Cameron, lo alegre que era, lo feliz que fue aquí y de alguna forma quisieron serlo también, te enviaron aquí para que fueras feliz, mi pequeño si sigues viendo esto como un castigo en lugar de lo es no servirá de nada – animo dando una palmada en su mejilla, tratando de hacerle entender que este no era un castigo, si extrañaba a su nieto, amaba a su pequeño Cameron pero lo había visto los últimos días, escucho el amor que profesaba a ese otro joven, vio lo dolido y enamorado que estaba y supo que estaría mejor en ese otro lugar, ella aun no entendía cómo y no quería saber lo único que importaba es que su niño fuera feliz y ahora ahí, viendo a este nuevo chico a otro joven idéntico a su nieto, un chico destrozado por un pasado seguramente nada amable no pudo sentir resentimiento si no amor, deseo tanto hacerle feliz   este pequeño porque de alguna forma esperaba que de igual manera en aquel otro mundo alguien hiciera feliz a su pequeño Cameron.

-          Fui arrojado como basura no veo nada diferente – respondió en cambio Carlos y le dolió ver que en sus ojos había tanto odio, rencor pero sobre todo tanto dolor, una tristeza y soledad enorme que tal vez nunca podría curarse.

-          Bueno tienes una verdadera familia ahora ¿no? – sonrió -  una madre amorosa, un padre que lucharía por ti, una hermana y montones de primos y primas que seguramente te harán la vida un infierno, me tienes  a mí – sonrió amablemente – pero sobre todo lo tienes a él no es así – termino por sorprenderle lanzando una mirada al joven que no hacía nada por escuchar su conversación discreta, ella no era estúpida fue joven una vez y estando ahí cinco minutos noto lo que tal vez este niño aun no descubría, lo que no entendía, pues aquella mirada fugas que lanzo en su dirección fue suficiente para ella hacerle entender muchas cosas - no te amargues no retengas el pasado y te hagas más daño, se cómo ellos y déjalo todo atrás mi pequeño ve esto como una nueva oportunidad para obtener la vida que mereces.

-          ¿Aun cuando es la vida de su nieto? – pegunto indeciso.

-          Cameron eligió volver con ellos y si lo tuviera en frente le gritaría por su decisión tan apresurada pero – suspiro -  sé que él será feliz ahí muy feliz, es hora de que te des esa oportunidad también.

-          Carlos, mi nombre es Carlos De Vil – confeso apretando los labios en una mueca pues estaba intentando retenerse por todos los medios no llorar.

-          Bienvenido a mi familia Carlos, es un poco extraña y entusiasta pero ya te acostumbraras – aquellas palabras no debieron afectarle tanto pero entonces sin poder evitarlo y antes de que pudiera llorar Carlos la abrazo, se inclinó envolviendo a la vieja mujer en un fuerte abrazo y olvido todo por un segundo, imaginando por un segundo, un minuto que esto le pertenecía.

 

Libby miro todo aquello sorprendió, agradeció al cielo por ver a  hijo de aquella forma pues pocas eran las personas a las que Cameron dejaba entrar en u espacio personal últimamente, incluso ella a veces era alejada, para ella fue un gran paso verle nuevamente abrazar a su abuela.

 

Carlos sabía que no debía creer en eso, que su vida nunca fue un cuentos de hadas, nada bueno le sucedía, nadie nunca vio por él, pero por primera vez en la vida quería  creer, se dijo que ese buena mujer tenía razón, Mal le había enviado por una razón, no para abandonarle, no para deshacerse de él si no para darle una familia, un mundo donde sabrían darle todo el amor que ellos no podían darle, se repitió desde aquel día que le fue dado una oportunidad para ser feliz y no fue simplemente desechado a la basura.

 

 

*************

 

-          Te lo dije estas a salvo ahora – le sonrió Booboo tras escuchar la conversación que tuvo con la vieja mujer - nadie va a lastimarte aquí, ella no puede alcanzarte – termino totalmente serio - pecas.

-           ¿cómo diablos me llamaste? – Carlos que había estado contando lo sucedió mientras revisaba sus creaciones se congelo ante el sobrenombre, giro entonces molesto.

-           Pecas – dijo encogiéndose de hombros girando la silla donde estaba -  ya sabes por tus pecas – señalo su rostro como mayor explicación.

-          Pero que original capitán obvio – gruño molesto -  que tal si yo te llamo imbécil ya sabes porque tienes cara de uno – sus ojos se abrieron de golpe al entender la magnitud de sus palabras, se había relajado tanto que no  recordaba que debía ser gentil y amoroso con el chico.

 

Había terror en su mirada, estaba a un segundo de disculparse y dejarse golpear si con eso ganaba su perdón, pero Booboo solo rio, el chico estaba riendo felizmente por el arrebato de ira de Carlos y no lucia molesto en absoluto.

 

-          Te llamare chihuahua porque eres tan gruñón y  pequeño como uno – sonrió acariciando sus cabellos, Carlos frunció su nariz y lanzo una mordida en su dirección – abajo perro malo  – le ordeno juguetonamente, entonces Carlos se tensó completamente, Booboo lo estaba tratado como un perro, como un animal peludo y no pudo evitar relacionarlo con Jay con Cruella, Booboo se dio cuenta demasiado tarde – lo siento – se disculpó al ver el efecto de sus palabras – Carlos lo siento yo no volveré a hacerlo – y tomo su mano con suavidad sonriéndole – te conseguiré un buen apodo Cookie – le giño un ojo, logrando una sonrisa de Carlos finalmente, entonces su nariz volvió a fruncirse al recordar el nombre que uso en él.

-          Eres imposible – murmuro molesto – pero lo permitiré, Boobiboo – se burló entonces y el joven solo hizo una mueca sabiendo bien que la guerra de sobrenombres empezaba.

 

Booboo estaba bien con eso, estaba feliz de que Carlos dejara de actuar tan cauteloso, tan vigilante de su entorno y se atreviera a actuar como un chico normal y si insultarlo ayudaría pues se dejaría insultar, cuando otro apodo cariñoso salió de los labios de Carlos no pudo más que suspirar, tal vez esto se saldría de control.

 

Notas finales:

Los niños cambiados por hadas en diversas leyendas y creencias populares europeas, un niño cambiado es el hijo de un hada, xana, trol, elfo u otra criatura fantástica, dejado secretamente en el lugar de un niño robado. Se usaba esta creencia para explicar el nacimiento de niños deformes. Quise hacer referencia a esto porque Mal es un hada y bueno cambio a Carlos con Cameron lol. 

La neofobia es el miedo a las cosas nuevas, o miedo a lo nuevo.

Una de las formas más comunes en que la neofobia se manifiesta es como un temor a alimentos nuevos o diferentes, a los que no está uno acostumbrado. Hay personas que realmente no pueden llegar a comer debido a este trastorno, traumas que tenían  que ver   con su infancia sobre momentos no muy agradables con referente a comer, no hay una cura factible.

 

Un recordatorio, Carlos es una víctima si pero él no está indefenso, su mayor obstáculo es el miedo, el miedo le hace congelarse, tener ataques de pánico y bueno ser vulnerable, pero Carlos es listo y el hijo de una psicópata que no se les olvide, Carlos sigue siendo un villano a diferencia de sus amigos el no eligió el bien por la bondad de su corazón, él lo eligió porque en ese momento era la decisión más segura.

 

Una galletas?

Chocolate??

Idea???

 


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