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Batalla de rap por Otogi Rinkaku Nishimura

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Notas del capitulo:

Algunos deben preguntarse porque diablos haga estos fics de parejas raras.

 

Solo dire... Es demasiado divertido imaginar las situaciones(?)

—      ¡Te voy a dejar golpeado, tu rap no va a poder, se va a quedar invertebrado, quebrado, o descerebrado, y vas a seguir diciendo de viejo: ‘’Fue todo culpa del jurado’’!

 

Entrar a ese bar fue por demás algo del momento, una noche de descanso, los ensayos de horas tenían al grupo estresado hasta la medula, por lo que en cuanto el día anterior el manager les dijo de darse unos días libres ni siquiera lo dudaron.

Todos en el grupo tuvieron la idea de viajar donde sus familias, al no tener muchas oportunidades de ver a estas, pero a último momento, el CEO le había enviado una notificación de que debía modificar una de sus letras. Eso le había enfurecido.

Para Kim Wonsik, mejor conocido Ravi, no había nada que le enojara como que le dijeran que sus letras no eran aceptables o que debían censurarse, ¿Qué tenía de malo poner sus pensamientos en aquellas hojas? ¿Acaso el rap no se trataba de eso?

Solo por eso había tenido que quedarse, y al terminar los malditos arreglos que le pidieron, fue a un bar del que había escuchado, según le dijeron, los fines de semana hacían batallas de rap, tal vez así podría calmarse.

Gran equivocación, en cuanto estuvo tomando una cerveza, pudo escuchar como uno de los competidores de la batalla, al cual dictaron como el ganaron, dijo algo que le enfureció.

 

—      ¡Con ustedes, el ganador de la batalla, Agust D!

—      ¡Hey, yo, el mejor rapero del mundo, nada de eso como los idols parásitos que escucho en las radios! ¡¿TOP, Zico, Bang, Ravi?! ¡Intelectualmente también les gano, es como comparar a un neurocirujano, con un niño que aprende viendo programas del cuerpo humano!

 

No tuvo tiempo de ver el rostro de aquel maldito que había tenido el atrevimiento de decir ello, no solo de él, sino también de los otros raperos mencionados, ya que en cuanto volteo este ya se había bajado, siendo oculto por las personas que le comenzaban a idolatrar. ¡¿Idol parasito?! Como si ese infeliz pudiera siquiera saber la vida que conllevaba ser un idol, pero claro, según ese, ‘’era el mejor rapero del mundo’’, ja, si tan solo supiera.

Tenía en demasía ganas de subirse a ese escenario para comenzar a echar sus propias rimas, así tal vez, ese idiota vería, que lo único parasito era su osadía.

Cerveza tras cerveza fue las que se fue acabando, acomodando cada tanto la gorra que descansaba sobre su cabeza, ocultando así su cabello corto de color rojo oscuro. Sabía que llamaría mucho la atención si dejara este a la vista.

Cuando vio su reloj, pudo ver que eran las 02:17 am, era un buen momento para volver al departamento donde vivía junto a su grupo, aunque este se encontrara vacío.

Antes de levantarse pudo notar como alguien se sentaba a su lado, y cuando volteo llego a sorprenderse, era por demás, la persona con la piel más blanca que había visto en toda su vida, incluso podía admitir que superaba la palidez de todos los miembros de su grupo juntos.

Dicha persona se volteo hacía si, dedicándole una pequeña sonrisa de lado, haciendo que se sintiera un poco nervioso, vamos, el que un hombre que no conoces te sonría siempre es algo raro.

Su sorpresa se vio complementada cuando aquella persona abrió sus labios, comenzando a hablarle.

 

—      Hola, un gusto, soy Yoongi.

—      Eh… Wonsik, el gusto es mío.

 

Solo por respeto fue que siguió hablando un poco más con aquel hombre, el cual noto luego era más grande que él en edad, por lo que tuvo que hacer más uso de formalidades, aunque Yoongi cada tanto le remarcaba que si era por él, no le importaba que fuera informar.

Podía notar los coqueteos sin disimulo de aquel hombre, pero en un momento, pudo sentir estos agradables, más cuando pudieron apreciar que ambos tenían gustos similares, ambos eran fanáticos de algunos músicos por igual.

No supo en que momento fue que ambos terminaron fuera del bar, en un lugar donde la luz no era mucha, mientras sus labios se movían contra los ajenos con desespero.

Sus lenguas jugaban dentro de sus bocas con desesperación, mientras sus manos tocaban cada parte del cuerpo adverso que podían cuando sus ropajes se subían.

Yoongi no dudaba en atraer cada vez que podía el cuerpo del más joven, adorando sentir el firme torso de este contra sí, provocándole pequeños suspiros. Desde que le había visto entrar al bar había captado su interés, por lo que quiso llamar su atención en la batalla de rap que había tenido, pero ni con sus mejores rimas que dejaban a todos por debajo pudo hacer que el sexy chico de cabello rojo le mirara

Wonsik por su parte no dejaba de besar, lamer y morder la blanca piel del cuello que se ofrecía frente a si, llenándole con la mayor cantidad de marcas posibles, deleitándose con los eróticos sonidos que el de más edad emitía.

Ambos se encontraban por demás excitados, dejándose llevar por cada toque que se profesaban uno al otro.

Una de las manos del menor se había logrado colar exitosamente por la camiseta del opuesto, tocando su cintura, costados, e incluso subiendo para rozar la yema de sus dedos contra uno de los pezones de este, sacándole así un fuerte jadeo de completo deseo.

Sus labios volvieron a unirse, ahogando así los sonidos que ambos emitían, disfrutando cada que sus cuerpos se movían contra sí, más aún cuando sus entrepiernas friccionaban de forma accidental, haciendo que se estremecieran sin poder evitarlo.

Solo se detuvieron cuando un ruido les saco de su mundo, volteando a ver a una persona que se había asomado para verles. Al principio se enojaron, pero luego pudieron escuchar como dicha persona hablaba con emoción, teniendo como resultado dos reacciones completamente diferentes.

 

—      ¡¿Agust D?! ¡Oh, dios, vi como rapeabas hoy, realmente merecías ganar!

 

Ravi abrió sus ojos sorprendidos, volteando a ver a quien hasta hace unos momentos besaba y con quien incluso hacía más que eso, viendo como sonreía con orgullo ante las palabras de la persona que estaba a metros de ellos.

 

—      Si, lo sé, por algo soy el mejor rapero del mundo. Ahora… Si no te importa… Estoy algo ocupado.

—      ¡Oh, si, si! ¡Disculpa, y de nuevo, eres genial!

 

Cuando de nuevo fueron dejado solos el mayor se inclinó para volver a apoderarse de los labios del de cabello rojo, queriendo retomar lo que había sido interrumpido por el molesto desconocido, pero este se alejó, a lo que el rapero mayor le miro extrañado.

 

—      Eres… ¿El ganador de la batalla de hoy? ¿El que dijo sobre los idols parasito?

—      Oh, sí, soy yo, ¿Verdad que soy el mejor?

 

Agust D, como se hacía llamar en aquellas batallas mostraba una sonrisa orgullosa, la cual borro al instante cuando recibió el primer golpe en su mejilla.

No tuvo tiempo de reaccionar como para defenderse de los golpes que ahora el de cabello rojo daba a su mejilla, sujetándole del cuello de su camiseta para que no pudiera retirarse.

Ravi por su parte estaba cegado por la ira, frente a si tenía a esa persona que había usado el termino parasito para describirle tanto a él como a otros que conocía, y algo que tenía como tope en su enojo, era que ensuciaran su imagen y la de sus conocidos.

Cuando pudo recobrar la compostura, lo que fueron muchos golpes para el de mayor edad, pudo separarse, levantándose mientras intentaba regularizar su agitada respiración.

 

—      Ahora, la próxima que siquiera hables de mí, o de otros raperos, sería mejor que lo pienses.

 

Yoongi por su parte, miraba totalmente enojado, y a la vez curioso a aquel muchacho, sin entender ni un poco las palabras que este le dedicaba, ¿Hablar de él? ¡Ni siquiera le conocía!

 

—      Tsk, ni siquiera he hablado de ti, pelo rojo, ¿Acaso te crees importante?

—      Lo suficiente importante como para que mencionaras sobre mi carrera, R-A-V-I, mejor que lo recuerdes, porque puedo patear tu trasero en la batalla de rap que tú quieras.

 

Eso sí fue un golpe bajo a lo que era el orgullo de Yoongi, quien vio como el más joven se volteaba y se iba caminando. ¿Quién diría que terminaría besando a uno de los idols que tanto había insultado en sus rimas? Una pequeña sonrisa se formó en sus labios a pesar de que estos estuvieran manchados de carmín, al haberse roto en uno de los golpes recibidos. Definitivamente, le gustaría tener un encuentro con aquel joven llamativo. Solo que ahora, evitaría el dejarse llevar por lo dicho en las radios. 

Notas finales:

Comenten si quieren, pueden incluso insultarme, estoy abierto a todo tipo de palabras hacia mi persona por esta obra rara.(?)

 

 


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