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Bella y Bestia por Shima_Suzuki

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Notas del fanfic:

Buenas noches :'v (en mi pais son noches)

Lo prometido es deuda, y a mi no me gsuta deber nada xD

Por fin aqui, despues de no tanto tiempo xDD
el primer capitulo de "bella y bestia"
no, uruha no llevara vestido ni cnatara cnaicones.

reita tampoco estara cubierto de pelo...

pero el titulo me inspiro en su moemnto y lo quiero compartir con ustedes <3

sin mas a leer :3

Notas del capitulo:

No tengo mucho que decirl, algunas ya lo habran leido en wattpad xD

otras no, asi que solo disfrutenlo xD <3

Takashima Kouyou, único hijo de una de las familias más importantes de Japón, chico tímido en la alta sociedad, pero un completo “vándalo” cuando se encuentra con sus amigos. A pesar de ser un chico, era un tanto afeminado por sus rasgos faciales y su complexión.

Podía decirse que era un chico feliz, o al menos  hasta que su padre le dio la noticia.

— ¿Casarme? ¿Estás hablando enserio padre? —dijo Uruha atónito, mirando a su padre como si este se hubiera vuelto loco.

—Este matrimonio es necesario hijo, así ambas familias ganarían poder al volverse una, los negocios aumentarían y estoy seguro que se llevaran bien.

—Es por el bien de la familia hijo—esta vez fue su madre.

— ¡Tengo 26 años por la mierda! ¡Aun no estoy en edad de casarme!

— ¡Takashima! ¿Qué vocabulario es ese? —dijo su madre molesta, cuando estaba con sus amigos podía hacer lo que quisiera, pero en la casa debía de ser propio.

— ¡No madre! ¡No pienso casarme a esta edad!

—Él también tiene 26 años hijo, se llevaran bien.

— ¿”El”?, ¿acabas de decir “EL”? ¡¿ESTAN PENSANDO EN CASARME CON UN HOMBRE?!

—Eres gay hijo, no tiene por qué molestarte, en un mes será la reunión con los Shiroyama y no hay más discusión.

— ¡¡Argh!! —Uruha se fue a casi corriendo a su cuarto, azotando la puerta con fuerza, se dejó caer en la cama, abrazando una almohada con fuerza. — maldita sea, ¡¿Por qué tuve que ser hijo único?!

Hubiera seguido quejándose si no fuera porque su teléfono sonó, se levantó de la cama y lo tomó, era Kai, su “amigo plebeyo” como le decía su madre, pues él no era el típico “junior” con amigos “junior”, el disfrutaba más de la compañía de personas agradables que por lo general eran personas de la ciudad. — Kai…—dijo en un tono desanimado tras contestar la llamada.

—Uy… te oyes muy mal, ¿ocurrió algo malo?

—No quiero hablar de eso por teléfono…necesito salir de aquí.

—Voy para allá, cámbiate y nos vemos en el parque de siempre ¿ok? Llego al mismo punto de encuentro en 15 minutos

—Está bien…

La llamada finalizo, Uruha se levantó y camino a su armario, se quitó la “ropa fina” que su madre personalmente se encargaba de comprar para él, la dejo sobre un pequeño mueble alado del armario, rebusco un poco entre la ropa, sacando al final una sudadera con estampados de diferentes tipos blanca ancha, unos pantalones de mezclilla negros, cuando termino de cambiarse tomo unos tenis negros y se los coloco, camino al baño, mirándose al espejo, con un poco de agua en sus manos desarreglo su cabello, revolviéndolo un poco, seco sus manos con una pequeña toalla que tenía colgada en la pared, se miró por un momento en el espejo, abrió el cajón del tocador que tenía ahí dentro, saco su maquillaje, un delineado leve y sombra negra, su madre no aprobaba esas acciones , y por eso mismo lo hacía.

Salió del baño, fue directo a la ventana y utilizando el árbol que se encontraba alado de su ventana gracias al GRAN jardín de la mansión,  una vez en la rama del árbol, bajo poco a poco, hasta estar a una altura considerable para saltar, poco después de estar a 2 o 3 metros del suelo, salto, cayó bien por suerte, después de limpiarse un poco la suciedad, corrió por el jardín hasta llegar a la pequeña salida que usaba la servidumbre para salir de la casa.

Después de caminar alrededor de 8 minutos por el largo sendero que dividía su vivienda del resto de la ciudad llego donde siempre se encontraba con Kai, este al verlo le sonrió de esa manera tan linda que le caracterizaba.

—Kai…—dijo Uruha casi en un sollozo, abrazando a su amigo.

— ¿Qué paso? — dijo preocupado, correspondiendo.

—Acaban de arruinar mi vida.

—Siempre dices eso, eres un exagerado—dijo Kai sonriendo mientras acariciaba su cabello.

—Me van a casar con alguien que no conozco en un mes.

—Okey, eso sí es arruinar una vida—dijo sorprendido de tan impactante noticia.

— ¡Lo peor es que ni siquiera lo conozco!

—Espera… ¿“LO”? ¿Es un chico?

—Si Kai, es un chico, de mi edad, al cual NUNCA he visto en mi vida.

—Wow….esto sí que es grave. Ven, mejor vámonos.

— ¿A dónde?

—Se lo que puede ayudar a relajarte, así que ven…

Uruha no dijo nada, siguió a su amigo, caminaron un rato por la ciudad hasta llegar a un local, había seguridad enfrente, Kai mostro una tarjeta y los dejaron entrar. El ruido era muy fuerte, había mucha gente, pero lo que más llamo la atención del castaño fue el cuadrilátero que se encontraba en el centro de todo el lugar.

—Kai, ¿A dónde rayos me trajiste?

—En este lugar sirven la mejor cerveza que puedas probar, también se dan las peleas para que apuesten.

— ¡¿Y cómo se supone que esto me hará sentir mejor?!

—Te traje aquí por la cerveza, no por las peleas—dijo Kai soltando una leve risa mientras se sentaban en una mesa. Pocos segundos después una mesera se acercó a ellos, entregándole una carta a cada uno donde especificaba los tipos de bebidas y frituras que podías pedir. Una sección más abajo se podía ver los peleadores de la noche. — oh vaya, “La bestia” peleara hoy…

— ¿La bestia? —pregunto Uruha algo extrañado.

—Así le dicen al mejor luchador del lugar, joven—dijo la mesera mientras anotaba lo que Kai le decía.

—Ah…—dijo Uruha aun un tanto confundido, ¿tan salvaje era ese tipo al pelear?

Tiempo después les llevaron las bebidas y frituras que Kai ordeno.

—Trata de relajarte hombre, aun tienes un mes de libertad. —dijo Kai para después darle un sorbo a su cerveza.

—No me ayudas así Kai…—Uruha suspiro para después dar un trago a su cerveza, Kai tenía razón, sabía muy bien.

— ¡¡Buenas noches damas y caballeros!! —dijo un organizador arriba del cuadrilátero. — ¿¡Están todos listos para la pelea!? —El público grito emocionado— hoy tenemos a dos grandes peleadores, claro, hasta ahora nadie ha podido ganarle a nuestra bestia—el público volvió a gritar—Al parecer es muy famoso ¿no?

—Así es Uru, a este chico no ha podido ganarle nadie, claro que ha tenido sus consecuencias.

— ¿Consecuencias?

—Usa una bandita en la cara para cubrir sus cicatrices.

—Oh…—cuando los gritos se incrementaron fue cuando noto al chico retador en el cuadrilátero, aun así, los grito se intensificaron aún más cuando “la bestia” apareció.

Uruha lo analizo por un momento, se veía delgado pero fornido, sus nudillos estaban vendados, era rubio, aunque podía asegurar que no era natural, entonces se enfocó en su rostro, pudo notar que a pesar de tener la bandita que menciono Kai, podía resaltar la cicatriz desde la parte alta de su nariz hasta sus labios. Por la cercanía de su mesa al cuadrilátero pudo notar que sus ojos eran grises, “claro, lentillas” pensó, pues resaltaban mucho. El corazón se le paró cuando por un momento la mirada de aquel joven, pues por lo que veía podría ser más o menos de su misma edad, se posó sobre él

Se tensó un momento, encogiéndose en su asiento, más sin embargo no cortaron el contacto, al menos hasta que sonó la campana y la pelea comenzó.

Pudo notar la agresividad con la que atacaba solo al momento en que sonó la campana. Continuo bebiendo sin dejar de verlo, algo en ese chico parecía un imán para sus ojos.

Kai noto esto y sonrió, podía ver un brillo en los ojos de su amigo, “esto es a lo que llaman amor a primera vista ¿no?” pensó Kai, pues en ningún momento Uruha aparto la mirada.

La noche siguió, la pelea había terminado, “la bestia” había ganado de nuevo.

—Mmm ya es algo tarde, si no te encuentran te regañaran.

—Eso ya me importa poco…

—Shima…—le llamo Kai con reproche.

—Quiero disfrutar mis últimos días de libertad Kai, no voy a estar bajo sus reglas, al menos este mes hare lo que me venga en gana, después de todo…—su voz bajo a un tono un tanto deprimido. —al terminar este mes, estaré atado de por vida….

—Ay Shima…ven, vamos—dijo Kai levantándose.

— ¿A dónde? — pregunto el castaño, levantándose de igual manera.

— “La Bestia” es amigo mío, tengo que ir a ver como esta, aprovechare para presentártelo también—dijo en tono “sugerente” mientras le giñaba un ojo.

Uruha se sonrojo levemente, ¿A que venía eso? No dijo nada, solo bajo un poco la mirada y lo siguió.

Entraron a una puerta que se encontraba atrás de la barra de bebidas.

— Rei~ ya vine—dijo Kai entrando como si fuera su casa. — ¿Qué tal te dejaron?

— ¿Tu cómo crees? —Uruha se sonrojo al escuchar la gruesa voz que tenía. —La muy gata me rasguño la espalda, traía algunas cosas raras en las uñas, son cortes profundos…

—Auch… a ver, quítate la playera, voy a curarte.

 

A Uruha se le subieron todavía más los colores a la cara, miro con atención como el rubio se quitaba la playera, Kai había ido al baño por un botiquín, pudo notar como las heridas aun sangraban, no dijo nada, se quedó quieto en su lugar.

—Oye Kai, ¿y ella quién es? —dijo Reita volteándose para ver a él castaño.

— ¿Eh? —dijo Kai algo alarmado, saliendo del baño ya con una botella de alcohol y unas gasas, ¿¡una chica había entrado!?

— ¿Es tu novia? —dijo señalando a Uruha.

—Ah…—dijo Kai ya más tranquilo al ver que se refería al castaño. — Es mi mejor amigo…—dijo con una sonrisa un tanto apena, cuando conoció al castaño también había pensado que era una chica.

—Espera, ¿es hombre? — dijo Reita sorprendido, no podía creerlo, miro al castaño de nuevo, este simplemente se limitó a asentir, ya estaba acostumbrado a que lo confundieran con una chica. — Ah…lo siento…

—Descuida, ya estoy acostumbrado—dijo Uruha de lo más tranquilo.

— Y Amm… ¿Cómo te llamas?

—Takashima Kouyou, pero prefiero que me digan Uruha…

—Oh vaya…así que te juntas con gente importante—dijo el rubio dirigiéndose de nueva cuenta a Kai, sonriéndole levemente, Uruha se quedó embobado mirando esa sonrisa, a pesar de verse tan rudo y serio tenia también su lado amable.

—Sí, Sí, ahora ven y siéntate que esto ardera.

Reita obedeció y se sentó, Kai esperaba quejas como “arde” o “eso duele”, pero sorpresivamente Reita se encontraba de lo más tranquilo mientras Kai lo curaba, incluso estaba revisando algunas cosas en su celular, él ya estaba acostumbrado al dolor.

— Y a todo esto, ¿cómo se conocieron?

—No es mucha ciencia la verdad…Shima escapo de casa, yo estaba paseando a Koron y me lo encontre en el parque.

— ¿Y qué hacías tu paseando al perro de la diva envés de él?

—Se había hecho un facial y no quería salir—dijo Kai riendo—ya sabes cómo es el.

—Sinceramente…—dijo el castaño, llamando la atención de ambos chicos. —preferí mil veces que me encontrara Kai que Ruki…

—Ah…conoces a la diva fastidiosa…

—Si…—dijo un tanto incómodo, pues con Ruki, un modelo vanidoso y ególatra, no se llevaba muy bien. Ruki miraba a Uruha como una especie de amenaza, pues al ser “niño rico” de belleza natural por ser tan delicado, podría opacar su belleza la cual se había esforzado por mantener con su esfuerzo, se hablaban “bien” dentro de lo que cabía, pero Uruha sabía que a Ruki no le agradaba al 100%.

—Listo~ termine…—dijo Kai poniendo las ultimas gasas en las heridas de Reita.

—Gracias…—dijo Reita levantándose, estirándose un poco.

—Bueno, iré por mi dinero y nos vamos a casa. —dijo Reita sacando una sudadera negra de una mochila, colocándosela.

— ¿Nos? —dijo Uruha mirando a Kai.

—Ah sí…—dijo Kai rascándose la nuca—yo vivo con el—dijo Kai sonriendo.

—Oh…

— ¿Vienes con nosotros o vuelves a tu casa? —esta vez fue Reita el que hablo, mirando al castaño.

Uruha por un momento no supo que decir, podría volver a casa y escuchar los sermones de sus padres, o bien, irse con ellos.

— No me digas que le tienes miedo a que tus padres te regañen… ¿o sí? —dijo Reita sonriendo levemente con burla, esto molesto al castaño, y muy decidido dio su respuesta.

—Iré con ustedes.

— ¿Seguro Shima? ¿No te meterás en problemas?

—Aunque lo haga no me interesa, ¿solo tengo un mes de libertad lo olvidas?

Kai asintió suspirando, Reita no dijo nada, tomo su mochila y se encamino a la salida de la recamara para ir a la barra por su dinero. Tanto Kai como Uruha salieron detrás de él, una vez Reita con el dinero salieron del local por la puerta de atrás, donde se encontraba el auto del rubio, un Mustang Shelby gt500 de color gris. El castaño se sorprendió pues estaba en muy buenas condiciones, ¿las peleas dejaban tanto dinero como para comprarse un auto como ese?

Subieron al auto, Uruha iba atrás, Reita de piloto y Kai de copiloto. El camino fue silencioso, Uruha miraba por la ventana las luces de la ciudad, notando que conforme avanzaban el lugar al que iban se veía muy “lindo y refinado”, el auto se estaciono frente a una casa de dos pisos, tenía jardín delantero y lo más seguro es que jardín trasero también, bajaron los 3 del auto, sabía que Kai trabajaba y ganaba muy bien en el restaurante donde era chef principal.

— ¿Qué haces Uruha?, entra de una vez…—para sorpresa del castaño, fue Reita quien lo dijo, Kai ya había entrado.

—Ah, si…—dijo encaminándose a la entrada, una vez dentro noto que estaba muy bien equipada.

—Kai, ten…para lo de la casa…—dijo Reita sacando un GRAN fajo de billetes, dándole la mitad a Kai, el cual fue y lo guardo arriba.

—Veo que las peleas dejan muy buen dinero…

—Si…después de todo, tiene que valer la pena tantos golpes que recibes…—dijo Reita soltando una risa. Uruha se quedó embobado viendo esa risa, nunca creyó que “alguien tan rudo y que da miedo” pudiera sonreír de esa manera.

Kai bajo de nuevo dentro. —Bueno Shima, te quedaras en la habitación de invitados, es la puerta del fondo del pasillo, ya termine de acomodarla para ti.

—Muchas gracias Kai—dijo sonriéndole. — solo espero no causar problemas…

—Si tus padres no saben quiénes somos es muy poco probable que puedan rastrearnos…

—Tienes razón Rei—dijo Kai sonriéndole—bueno, iré a preparar la cena, Uru, también te deje una pijama improvisada sobre la cama para que te cambies—después de decir eso fue a la cocina.

—Bien, iré a cambiarme…—dijo Reita subiendo las escaleras

—Yo también—Uruha le siguió.

 

Reita entro a su cuarto y Uruha “al suyo”, pudo encontrar la pijama que Kai dijo, un short medianamente largo de dormir y una playera sin mangas, se cambió dejando su ropa doblada en la cama, miro sus piernas, el short le cubría hasta la mitad del muslo, suspiro, odiaba su físico tan femenino, estaba dudando en bajar.

Por otro lado Reita solo se puso un short corto mediano para dormir, se sentía un poco raro, él dormía en ropa interior, pero como había visitas tendría que estar “más vestido”, claro que no usaría una playera, no quería manchar su ropa con la poca sangre que llegaba a sobresalir de los vendajes.

Reita bajo dentro de poco, la cena ya estaba casi lista, Kai estaba haciendo tostadas francesas.

—Mmm…huele bien—dijo Reita caminando a la alacena para sacar mermelada, chocolate, miel entre otros dulces más.

—Uruha ya se está tardando… ¿Puedes ir por él?

—Sí, claro…—dijo el rubio dejando las cosas en la mesa para después volver a subir. Camino por el pasillo del segundo piso hasta llegar a la puerta de la habitación de huéspedes.  Abrió sin pedir permiso. — Oye Uruha ya está…la…cena…—se quedó callado mirando atentamente al castaño.

Uruha se sentía a morir en ese momento, no quería bajar para evitar que lo vieran y ahí estaba Reita, parado en la puerta mirando fijamente a sus piernas.

—Eh…Amm...Yo...Este…la cena ya está lista—fue lo que dijo Reita un tanto sonrojado, aunque por la bandita no se notó, cerró la puerta y bajo rápidamente, Uruha se quedó estático en su lugar, completamente rojo, ¡¿Por qué mierda no toco?! “a claro es su casa”, fue lo que pensó.

Reita bajo con rapidez las escaleras, estaba completamente sonrojado, se sentó a la mesa y cubrió su rostro con sus manos.

— ¿Qué paso? —dijo Kai algo preocupado al ver a Reita así.

—Kai… ¿estas realmente seguro que no es una chica? —dijo Reita descubriéndose un poco el rostro para mirarlo.

— S-Si… ¿Por qué? —pregunto Kai incluso con miedo a lo que Reita pudo ver.

— ¡Demonios! —dijo Reita pateando la mesa.

—O-Oye Reita… ¿te encuentras bien?

—No Kai, no me encuentro bien…—lleno sus manos a su cabello, agarrándolo con frustración, su rostro estaba realmente sonrojado, tenía los ojos fuertemente cerrados.

Kai estaba confundido, no entendía el enojo/vergüenza de Reita, el mismo fue arriba a buscar a Uruha, toco la puerta. — ¿Shima?... ¿Puedo pasar?

Kai no escucho respuesta así que abrió lentamente la puerta, encontrando a Uruha acostado en la cama, cubierto hasta la cabeza con las cobijas.

—Shima…—se acercó sentándose en la cama, mirándolo. — ¿Ocurrió algo malo? ¿Reita te hizo algo?

—No…—dijo Uruha sin destaparse.

— ¿Vas a bajar a cenar?

—No tengo hambre…

—Bien…—suspiro y bajo de regreso al comedor con Reita.

— ¿No va a bajar a cenar?

—Al parecer no…—dijo sentándose frente a él, comenzando a comer.

 

La cena concluyo después de un rato, ambos chicos se fueron a sus respectivas habitaciones, mañana irían a ver que podrían hacer. En medio de la noche, Uruha salió de su habitación, tenía hambre, así que bajo a la cocina a ver que podría encontrar, sonrió al notar que Kai le había dejado en un plato cubierto con una servilleta su cena, se sentó y empezó a comer las tostadas con tranquilidad, se puso a pensar, “¿Qué haría ahora?” se fue de la casa sin teléfono, cartera o alguna otra pertenecía más que la ropa que traía puesta, no podía quedarse a abusar de la hospitalidad de Kai y Reita, suspiro, tendría que volver a casa, pero cuando volviera de nuevo estarían los regaños y sermones de sus padre, lo mantendrían encerrado hasta que la hora de casarse llegara, sintió los ojos arder, no quería que su vida terminara así, pequeños sollozos empezaron a escapar de sus labios, cubrió su boca tratando de retenerlos, era de madrugada y ya todos estaban dormidos, o al menos eso pensó, ya que Reita estaba mirándolo desde la entrada del comedor, había ido a la cocina por agua y se encontró con que Uruha estaba llorando en el comedor.

—Uruha…—dijo Reita acercándose, haciendo que Uruha brincara en su asiento.

—R-Reita…—dijo aun con voz cortada, limpiando sus lágrimas.

—O-Oye si es por lo que paso arriba, lo siento mucho…—dijo apenado, no creía que fuera tan sensible.

—No… no es por eso tranquilo…—dijo ya un poco más calmado, levantándose.

Reita no dijo nada, mirar ese rostro con ojos llorosos movió algo en su pecho, a pesar de la poca luz podía verlo perfectamente, sin pensar mucho en la que hacia se acercó y abrazo al castaño. Uruha se sorprendió, pero pocos segundos después se aferró al rubio, dejando que las lágrimas recorrieran sus mejillas y los sollozos salieran libremente, se escondió en su cuello, Reita simplemente se limitó a acariciar su cabello y espalda, dejando se desahogara, sabia lo duro que era escapar de casa, solo que en su caso, el no volvió, Uruha si volvería, para acabar con su libertad.

—Uruha… sé que literalmente te acabo de conocer…pero quisiera ayudarte, no me gusta ver a las personas llorar… ¿Cómo puedo ayudarte?

— ¿Quieres ayudarme? —dijo con voz cortada— a partir de mañana y hasta el fin del mes has que mi vida valga la pena, has que tenga buenos momentos con ustedes, que me olvide de todo lo malo que me espera…quiero vivir libre, aunque sea hasta el fin de mes….

—Pareciera que vas a morir…pero no te preocupes….te prometo que te ayudare, ahora trata de relajarte, a partir de mañana prometo hacerte la persona más feliz de la tierra…—sostenía el rostro del castaño entre sus manos, se miraban directo a los ojos.

Uruha estaba sorprendido de las palabras de Reita, estaba siendo muy amable con el—Créeme que, vivir toda mi vida encerrado sin opinión válida para nada es horrible, y que me vayan a quitar mis únicos momentos de libertad que es cuando “escapo” a la ciudad, me los quiten por casarme con alguien que no conozco para llevarme a vivir a otro lado…es como matarme…—se quedó callado un momento, respiro y se calmó un poco— ¿Cómo puedes ser tan amable conmigo si ni siquiera me conoces?...

—Si eres amigo de Kai es porque eres buena persona….

Uruha le sonrió, Reita le devolvió la sonrisa, regresaron arriba, se despidieron y fueron a dormir, mañana empezaría la cuenta regresiva.

 

Fin del capítulo 1. 

Notas finales:

Y bueno, eso es todo xD
seguire escribiendo los fanfics que em flatan para tener mas que compartirles
pasen bonita noche beibis u3u <3


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