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A Través del Fin de los Tiempos por MidNightFlower

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Notas del fanfic:

Sé que no suena muy atractivo como la mayoría de mis resúmenes, pero espero que puedan darle una oportunidad a esta historia. El mundo de Harry Potter no me pertenece, yo solo estoy utilizándolo para satisfacer mi gusto por la escritura y el yaoi.

La historia esta diseñada en capitulos divididos en 3 partes para que sea mas rápida y ligera su lectura!~

ADVERTENCIA: Tragedia, Lemon, viaje tiempo/ espacio y una que otra palabra altisonante. 

Va con mucho cariño dedicado a mi querido PipeMalikMalfoy!! <3

I

No era esa la forma en la que esperó reencontrarse con el que consideró su primer amor. No en un idílico día con el sol en lo alto y olor a césped recién cortado en el aire, con el sonido de las escobas pasar, ni el barullo enloquecido de la multitud apoyando a su equipo predilecto en ese mundial de quidditch.

 

No así;, pero parecía que la realidad de sus veinticuatro años de edad se había planteado burlar a la fantasía y sobrepasarla con creces. El cabello platinado meciéndose con la suave brisa, los ojos color plata mirando con expectación a los jugadores hacer su presentación.

 

Realmente no era esa la forma que esperó.

 

Tantos sentimientos jamás expresados por las barreras de la animadversión y rencores infantiles. Todas esas pullas pesadas y malas palabras siendo opacadas por esa jovial sonrisa jamás vista en esos labios debía de ser cosa de risa como lo interpretaba su subconsciente.

 

-¿Malfoy?- preguntó aun sin creerse quien era quien se encontraba a su lado. Sólo al igual que él. Sabrá Merlín si fue por decisión propia o por diversas cancelaciones de sus queridos amigos como en su caso.

 

-Potter- exclamó el rubio con genuina sorpresa -a que es un gran día para volar ¿no crees? Los Chudley no podrían estar en mejor forma de la que se encuentran- ese agradable arrastre de palabras inconfundible aunado a esa efusividad le hacía imposible creer que se tratara de Malfoy.

 

“Pero tiene que ser él” se dijo sin apartarle la mirada dudosa “Aunque ¿porque me esta hablado como si fuéramos amigos de toda la vida?” Tantas interrogantes, pero su boca no podía pronunciar palabra.

 

O lo estaba confundiendo con otra persona o el Slytherin había golpeado su rubia testa contra el pavimento que le hacía reconocerlo como una compañía agradable.

 

-Definitivamente van con todo por la copa, en especial con su nuevo buscador- siguió hablando con asentimientos como todo un conocedor.

 

-Pero no creo que puedan contra los Appleby Arrows... han sido campeones dos años consecutivos- decidió seguirle el juego. El rubio se veía seguro y con una radiante sonrisa le regreso la mirada desafiante. Conocía esa forma de ver, era tan familiar que su cuerpo no pudo evitar erizarse.

 

-¿Hacemos una apuesta?-

 

*¨¨¨´€Ï3´¨¨*

 

No pudo concentrarse en todo lo que siguió del juego, aunque lo único de lo que estuvo seguro fue que perdió la apuesta con el rubio y con ello se hizo presente su obligación a invitarle a cenar en un modesto restaurante en las afueras del callejón Diagon.

 

Sus ojos navegaban de la mesa de madera bajo sus brazos, a su acompañante que hojeaba el menú muy interesado en lo que ofrecieran.

 

Había poca gente y un ambiente agradable con solícitos meseros pendientes de sus mesas y una suave melodía en el ambiente que no era impedimento para una charla amena entre conocidos. Claro que no era su caso pues su nerviosismo aumentaba al percibir sus latidos cardiacos fuera de control como el ayer. Ese maldito rubio aun hacia estragos en él y no podía hacer nada al respecto.

 

Tantas parejas que tuvo para acallar sus prohibidos sentimientos no lograron disipaba ni un poco su sentir; ni siquiera cuando más lejos se encontraba, podía callar la voz de sus tíos resonando en su cabeza con tantas palabras crueles que le hacía temer el expresarlo o siquiera sentirlo. Era extenuante.

 

-¿Ya decidiste que vas a pedir? Porque recuerda que esto va por cuenta tuya- dijo el rubio sacándole de sus pensamientos. Aún tenía sus dudas de que el hombre que se encontraba frente a él realmente fuera Draco Malfoy pues su efusividad y destapada expresividad era difícil de asimilar.

 

-Te dije que los Chudley estaban en su mejor momento e incluso puedo apostar que en el próximo torneo van a vencer a los Falmouth Falcons, estoy más que seguro-

 

-¿Por qué me hablas como si fuéramos amigos, Malfoy? Pensé que me odiabas-

 

-¡Así que eso es lo que te mantuvo distraído todo el torneo!- dijo con un mal disimulada risa que trató de cubrir con un bufido –por nada en específico, digamos que estoy algo drogado…- los ojos verdes se pusieron como plato ante tal expresión –y no como lo estás pensando, Potter, no con esa basura que los muggles se ponen… es solo estas pócimas que estoy tomando debido a unas terapias que estoy yendo-

 

-¿Estas yendo con un psicomago?-

 

-Aja- dijo dejando finalmente el menú de lado –no es como si te importara, pero mi vida era una mierda total tras la guerra, es por ello que no regresé al octavo curso que se abrió exclusivamente para nosotros-

 

Claro que lo recordaba, su presencia la echó de menos durante ese año de transición. Durante 6 años Malfoy fue una constante en su vida al igual que sus amigos del alma, aunque de una forma totalmente distinta; pero esta vez acallando su curiosidad innata, jamás preguntó los motivos de su ausencia pues no quería develar su interés.

 

Las habladurías como nunca podían faltar, decían que la familia Malfoy había desaparecido de la vida pública y se habían refugiado en Francia donde les dieron asilo, pero nada más. Fue como si simplemente se lo hubiera tragado la tierra.

 

-El idiota de Nott me recomendó hablar con alguien acerca de mis problemas, que tenía que externarlo de alguna manera… yo con honestidad no quería hacer caso, ni mucho menos que un loquero me dijera lo jodido que estaba- soltó un bufido.

 

El mismo había estado en una situación semejante con Hermione, pero el solo como en el pasado se levantó por su propio pie sin la necesidad de recurrir a un tercero.

 

-Pero de todas manera fui con la esperanza de que mínimo me recetaran una poción sin sueños para que las pesadillas del fuego maldito no aparecieran, supongo que sabes a lo que me refiero…- Harry con una sensación de ardor en la piel al rememorar aquello casi olvidado, asintió.

 

-Me ayudó más de lo que me esperaba, incluso me independicé de mis padres, claro, de cierto modo- se alzó de hombros dándole a entender a Harry que aun dependía de forma monetaria de ellos –pero realmente me siento bien. Jamás había tenido tanta libertad como en este instante. Tal libertad de moverme como me plazca, de pensar, sentir y hablar como me venga en gana-

 

Sintió algo de envidia por esa ligereza de alma que se cargaba el rubio, pero al mismo tiempo sentía tranquilidad por él, por finalmente tener algo de paz bien merecida después de todo lo vivido.

 

Ordenaron un par de tartas de frutilla y melocotón, acompañado de una taza de té de moras y una cerveza de mantequilla bien merecida en su opinión para Harry en cuanto la camarera se acercó. En ese momento no tenía mucha apetencia pues parecía que todo su esfuerzo corporal estaba destinado a su mente la cual trabajaba a marchas forzadas sobre el nuevo panorama del ojigris.

 

Sus bebidas llegaron y Malfoy ladeando la cabeza habló.

 

-Y sobre tu suposición, estas en un error- el moreno alzó una ceja cuestionando sin palabras sobre lo que estaba diciendo –no te odio y nunca lo hice. ¿Me caías mal? La mayor parte del tiempo, por eso te molestaba. ¿Te detestaba? Solo lo hice en tres ocasiones. Cuando por tu culpa mi padre fue a Azkaban, cuando pateaste mi trasero en quidich en segundo año y cuando rechazaste mi mano por preferir a ese Weasley. Cosas como esas no las puedo olvidar. Llámame sentimental o resentido si quieres, pero así es como soy- dijo poniendo sus manos tras su cabeza.

 

Casi podía reír a carcajadas ante tal revelación. Todo era tan hilarante que le costaba trabajo creer que estuviese despierto, pero realmente agradecía estarlo. Agradecía que Seamus y Dean estuviesen muy ocupados celebrando su aniversario, que Hermione y Ron estuviesen retenidos en Brasil por mal tiempo y que él hubiese tenido la oportunidad de ir solo a ese partido de Quidditch para darse esa oportunidad única en la vida con el rubio de sus sueños.

 

-Yo tampoco te odié. Nunca- dijo Harry como una pequeña victoria a su amor secreto. No le confesaría nada más, pero el rubio pareció darse por bien servido.

 

*¨¨¨´€Ï3´¨¨*

 

Comieron entre charlas esporádicas lo que restó de la tarde con un mudo acuerdo de no tocar el pasado compartido, que ambos agradecieron. Fue ameno, tan ajeno a sus antiguas pullas. Extraño para Harry e interesante para Draco.

 

Como habían acordado, Harry pagó la cuenta en la caja a una seria mujer que le preguntó sobre sus alimentos si fueron los correctos. Con un asentimiento de cabeza miró por la ventana en lo que hacían la transacción y pudo notar las pequeñas gotas de lluvia golpear la ventana.

 

El rubio colocándose su grueso abrigo perla lo alcanzó en la entrada para separar nuevamente sus caminos. Conjuró un hechizo sobre su cabeza para no mojarse y le regresó la mirada por escasos segundos. Instantes que Harry aprovechó para perderse deliberadamente en sus ojos de plata.

 

-Bien Potter, gracias por la cena. Fue un placer hacer negocios contigo- se despidió con un apretón de manos y dio la media vuelta.

 

Su pecho se estrujó negándose a darle un adiós definitivo pensando que tal vez ya no volverían a verse. Su valentía saliendo a flote sobre los dolorosos apelativos con los que llamaba su tío Vernon a los que calificaba como de “su calaña”, dijo en voz alta.

 

-¿Vas a ir al partido de mañana a ver a los Montrose Magpies?- el rubio lo miró con una ceja arqueada y una sonrisa danzando en sus labios.

 

-¿Por qué? ¿Para evitar sentarte donde este?- preguntó con burla pero el ojiesmeralda negó con la cabeza efusivamente.

 

-Todo lo contrario… err… yo…-

 

-Tan elocuente como siempre Potter- sonrió el rubio para vergüenza del moreno.

 

-Creo que puedo ganarte esta vez para adivinar quién será el ganador, claro, si quieres volver a apostar…- el rubio se la pensó un momento que se prolongaba a la par que la parsimonia con la que caían las gotas de agua sobre el pavimento. Quería retractarse y darse la media vuelta, pero el rubio finalmente se decidió con una jactanciosa sonrisa.

 

-¿Mañana en el mismo lugar a las cuatro?- El júbilo que lo invadió apenas y pudo ocultarlo con éxito.

 

-Es un trato-

 

 

Notas finales:

Es todo por el momento pequeños! Se que no es lo mejor que leeran, pero como siempre lo escribo con la mejor intención y en caso de que les haya gustado, sientanse libres de mandarme un pequeño review que mucho me alegrará :D

Nos leemos sin falta en una semana! Les mando muchos besitos! <3


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