Bajo el sauce llorón.
- ¿Lo escuchaste?
-Sí, pobre chico.
-ES cierto que las bromas eran divertidas, pero jamás pensé que llegarían a tanto.
-Hay algunos chicos que aseguran haber visto el momento.
-Debió ser horrible.
-Sí, pero sabes qué otra cosa se dice entre los alumnos de Slytterin.
- ¿Qué?
-Estaba embarazado.
-No puede ser… ¿él lo sabía?
-Es solo un rumor, pero no se sabe quién lo inicio.
- ¿Y de quien era él bebe?
-Según el rumor, el hijo que llevaba dentro era de…
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Unos años atrás…
Todo era demasiado tranquilo, demasiado diría yo, he pasado la mañana completamente en paz, y los imbéciles de los Gryffindor no me han molestado, se que algo no anda bien, y en estos momentos lo único que quiero es evitar problemas con ellos. Me preocupa el hecho de que tampoco los he visto, y eso solo quiere decir que han de estar planeando otra de sus bromas, siempre me he preguntado ¿Por qué yo? ¿acaso hice algo que los molestarla? Si Lily me dejó de hablar desde ese incidente, ¿Porque sigo siendo su blanco preferido?
A estas alturas muchas veces me preguntaba si había algo realmente malo conmigo, se que mi forma de ser ni siquiera encaja con los demás Slyttherin, todos son sangre pura y la mayoría de familias importantes, y yo solo soy un mestizo que se conforma con cosas usadas, después de todo; tampoco poseo el dinero suficiente para costear el material de la escuela. Pero Doomundorf siempre me ha alagado mi talento y se demostró amable al comprar algunas cosas, si hay cosas que son nuevas es porque él me las ha comprado, pero algo que no me deja agradecerle completamente es el hecho de que siempre haya consentido las bromas y solo los castigar de manera leve, siendo está las que me llevarán a pasar parte de mí tiempo en la enfermería o recluido en mi dormitorio.
Pero no todo es malo, sé que puede, que todo sea una ilusión y que si esto resulta ser falso el que terminara perdiendo más soy yo, de que mi apariencia es fría y se que doy ha entender que no quiero que nadie se me acerque, pero esa ha Sido la única manera que he encontrado de protegerme a mí mismo, es por eso que en estos momentos no me importa si todo resulta una fantasía mía, atesorare cada minuto que me permita estar a su lado, solo busco alguien que me muestre algo de afecto.
Él me a dicho que soy hermoso, que poseo una belleza que nadie más tiene, que mi cabello es tan oscuro como las mismas noches, mis ojos son como lo profundo del océano; con un sinfín de misterios que él quiere descubrir, mi piel, idéntica al más fino mármol blanco he incluso al marfil, que mi voz es una suave nota que lo hipnotiza, que todo lo que soy le atrae, y me he enamorado de sus palabras, le he amado con fervor y le he entregado no solo mi cuerpo si no mi alma también.
Yo sé que aquella belleza que el dice ver en mi, no existe, lo he tenido en cuenta desde que pise Howard, pero solo quiero creer en el. Pero en caso de resultar ciertas mis sospechas, quiero decirle que le amo y que sus palabras me han hecho mi vida más agradable, que dormir a su lado aleja mis temores y que pese a que jamás podríamos llegar ha más que eso, me basta para ser feliz toda la vida porque eso es amar, entregarte sin esperar a que te amén de igual manera, porque tratas de amar por los dos, aunque uno te sea indiferente.
Por todo lo que significa mi relación con él, es que necesito verlo, necesito decirle que alguien más está ansioso de conocerlo, que ya no seremos dos, si no tres, y que si todo fue una farsa yo seré feliz con lo que tengo, porque eso me ha enseñando mi madre, que pese a la carencia, jamás me faltó su amor y yo quiero hacer lo mismo por mi hijo, jamás me imaginé con hijos, mucho menos que fuera yo quien los trajera al mundo, pero estoy seguro que me gustaría que tuviera a sus dos padres Juntos, pero cualquiera que sea su decisión yo no lo dejaré de amar, y a mi bebé no le faltará amor por parte de su otro padre; yo seré lo único que necesites.
He estado caminando por todos los pasillos de la escuela, pero no le he encontrado en ninguna parte, lo que me ha llevado a recorrer los alrededores del castillo, pronto será primavera y los árboles y plantas comenzarán a florecer, ya quiero que nuestro hijo este conmigo, con nosotros.
Una pequeña flor ha caído en mis manos, el primer brote que he visto desde invierno, no la reconozco por el momento, pero la guardaré por el momento.
El cielo se está oscureciendo, demasiado rápido y le he visto cerca del sendero hacia la cabaña del guarda bosques, me dirigía de manera lenta ya que todavía hay nieve que se derrite pocos a poco y hace un poco difícil el caminar por el sendero, me he detenido por el momento, se han escuchado ruidos muy cerca, para ser más conciso aullidos, frente a mi, hay un enorme perro de pelo negro, que gruñe con toda la fiereza, mostrando sus colmillos que parecen brillar por el reflejo de la luna, me he quedado inmóvil en mi sitio, pero ver cómo se lanza hacia mí, provoca que reaccione a la defensiva.
-Bombarda Máxima
Mi mano tiembla; lo que provoca que el conjuro golpee al árbol que se encuentra justos al lado del perro, el perro comienza a cambiar de forma y puedo ver; para mí mala suerte, que no es nadie más que Sirius.
-Ni siquiera puedes lanzar un simple hechizo bien, Snivellus, pensé que eras patético, pero esto solo te hace ver más idiota de lo que ya eres.
Estoy a punto de lanzar un nuevo conjuro, pero nuevamente escucho el crujir de ramas.
Es demasiado tarde para lo que viene.
De un momento a otro Sirius y yo nos vemos siendo alzados por las ramas del sauce boxeador, solo se escuchan nuestros gritos que se ahogan con el viento, Sirius ha perdido su varita y yo con un poco de esfuerzo he logrado atacar las ramas que lo sostienen, provocando que impacte contra el suelo, en un nuevo intento por liberarme, una rama golpea mi mano provocando que suelte mi varita.
- ¡Severus! ¡Cuidado ¡
Pero sus advertencias llegan tarde.
Puedo sentir como la vida se nos escapa.
Lo siento Regulus, y lo siento bebé, no pude protegerte y a ti amor, no pude decirte que seríamos padres.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Momento actual.
-Regulus… Regulus Black, el hermano del asesino de su novio.
- Dicen que la rama atravesó su vientre.
- Si, cuando los maestros llegaron, era demasiado tarde, perdió demasiada sangre.
- ¿Murió desangrado?
-Así es, los estudiantes, dicen haber visto el cuerpo siendo atravesado por la rama y quedar colgado de ella.
- ¿Y qué pasó con ellos… los hermanos?
-Doomundorf, aseguró que todo fue un trágico accidente, pero todos los alumnos sabían que era mentira. La relación que tenían se fracturó y ese mismo año Regulus se ahorco en la misma rama que atravesó a su novio y a su bebé no nato.
- ¿Y cómo sabes que lo del bebé es cierto?
- Porque maestros y alumnos aseguran haber visto a un par de jóvenes durmiendo debajo del sauce boxeador, y en medio de ellos un pequeño recién nacido, incluso aseguran escuchar risas de bebe.
- No es una historia muy hermosa a decir verdad y creo que es una falta de respeto a los difuntos.
-Puede que tengas razón en eso, pero, si lo vez de otra manera, ese para de jóvenes seguirá viviendo conforme la leyenda se cuente.
-hummm, oye mira… ahí alguien debajo del sauce
- ¿Que está haciendo?
-Ese mis amigos, es Sirius Black, el hermano mayor de Regulus Black, siempre viene a dejar flores debajo del sauce por estas fechas. Se le ha visto llorar he implorar perdón debajo del árbol.
-Las campanas están sonando… Creo que es hora de irnos a los dormitorios.
-Si, después de lo que acabo de escuchar y ver… solo deseo descansar.
-vámonos.
De esta manera los jóvenes abandonaron el ventanal donde se encontraban platicando. No sin antes voltear a ver al joven que se encontraba contemplando al sauce, a quien pronto; el director de la escuela llegó a su lado.
- ¿Jamás te lo perdonaras, Sirius?
-No hay un solo día en el que no me arrepienta de lo que hice.
-Sabes… el tiempo ha pasado y ya no eres el joven inmaduro que eras en aquel entonces, cometiste errores; como cualquier adolescente, pero es hora de saber perdonarte, porque estoy seguro que el y tú hermano ya lo han hecho.
-Que clase de persona tortura a quien ama, y provoca su muerte, la de su sobrino y la de su hermano.
-Sabes, Severus era un gran chico, no solo un alumno, y si tú eres culpable de su muerte, me temo que yo también lo soy por permitir las bromas que le hacia, siempre trataba de recompensárselo comprándole algunas cosas, pero en el fondo el sabía porque lo hacía, pero no decía nada, ¿Sabes por qué?, Porque él no era rencoroso y es por eso muchacho que no debes sentirte culpable.
-Lo tendré en cuenta.
Hablo, se levantó, y se dirigía a las afueras del castillo.
-Salúdame a James y ha Lily, pronto iré a conocer al pequeño Harry
-Adiós director.
Justo antes de abandonar los territorios de la escuela murmuro…
- Si me escuchas, Sev, quiero que me perdones, porque yo nunca lo haré, y lo siento hermano te arrebate un futuro junto a las personas que más amabas… per… perdóname.
Y con esas palabras, Sirius abandono la escuela, no sin antes escuchar la risa infantil, de aquel pequeño de cabello negro como la noche y encantadores rizos que se mecían al correo por los terrenos de Hogwarts, y grandes ojos curioso que lo observaban desde lejos, que juraría que serían del mismo color que su amado, y mientras el pequeño retorna hacia al sauce en busca de sus padres, ellos observan a Sirius marcharse, no sin antes susurrarle que nunca hubo nada que perdonar.
Y cuando llegue a casa de sus amigos, se dará cuenta del pequeño brote de flor, perteneciente al sauce; que se ha llevado consigo, porque ellos siempre cuidarán de Sirius y de su ahijado, como de su pequeño.