RESTROOM
-¿Qué estás mirando?
-Mmm… nada…
-¿Es él?
-¿Quién?
-Tu nueva conquista.
-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
-Oye…
-Kazuhito Iwaike está celoso.
-Eso no es cierto, Hyde.
-Ah, no…? ¿Y por qué tienes esa cara? ¿Por qué me haces esas preguntas?
-Esta es mi cara de siempre y te pregunto porque… no sé…- salió de la sala y comenzó a caminar hacia la zona de descanso. Hyde le siguió.
Mientras Kaz buscaba una excusa para seguir ignorándole, Hyde le miraba un poco divertido desde la puerta. El cuarto de recreación estaba completamente vacío, sólo Vamps estaba en el edificio, estaban ultimando detalles porque dentro de tres días viajaban a EUA para iniciar el tour por Norte América.
-Además,- continuó sin poder mantener más tiempo el silencio. –Taka-chan- dijo con un tono ridículo. –…es joven, talentoso y te admira, seguro se entienden…
-Admítelo, estás celoso…- Susurró cerca de su rostro.
Hace un rato, durante la reunión con los ejecutivos, Hyde estaba absorto en su celular. Mientras J hablaba sobre lo que esperaba del próximo world tour, Kaz notó que Hyde no prestaba atención. El vocalista estaba chateando con alguien, y su risilla le acusaba.
Cuando la reunión terminó, el baterista pasó, disimuladamente, por detrás de él y no pudo evitar notar que el cantante estaba viendo unas fotografías en su celular. En todas aparecía Takahiro Morita vocalista de One Ok Rock, y el nuevo fanboy de Hyde.
Es cierto, Kaz sintió celos.
-De acuerdo, lo admito.- dijo al fin alejándose un poco del vocalista. Hyde volvió a reír y entonces atrajo al baterista tirando de la solapa, y plantándole un beso en los labios. Kaz no le correspondió e iba a agregar algo pero Ju-ken interrumpió.
-Hyde, te buscan en el estudio…- dijo sin percatarse de lo que había interrumpido.
*******
-¡¿Dónde demonios está ese sádico en miniatura?!- explotó Ju-Ken. –Iwaike tú sabes dónde se metió, ¿no es cierto?
-Por qué debería que saberlo yo…
-Porque…
En ese momento lo vieron. Hyde venía corriendo a lo más rápido que sus pies le permitían… y los pulmones, que luego de tantos años de fumar compulsivamente ahora le cobraban factura.
-Lo siento,- dijo jadeante e intentado recuperar el aliento. -…el tráfico es terrible y tuve que bajarme a siete cuadras de aquí, tuve correr, lo siento, lo siento…
-Está bien, por fin estamos todos. Vámonos.- ordenó J.
Kaz no preguntó o agregó nada, simplemente se quedó mirando en silencio.
Hacía relativamente poco tiempo que Hyde y Kaz mantenían una extraña relación. Kaz sabía (o debería decir, creía) que no podía exigirle a Hyde algo de fidelidad porque ellos no eran novios o pareja, ellos simplemente se acostaban de vez en cuando. Y no es que Hyde se acostara con todo los tipos de conocía, pero también sabía que muchos le pretendían.
A veces, los conciertos de Vamps eran tan intensos y la adrenalina era tanta que Hyde terminaba llevándose al guitarrista a algún hotelucho donde tenían sexo y esperaban a que fuera muy tarde, o muy temprano, y dejaban el lugar por separado. Kaz también sabía que lo hacía con él porque Tetsuya ya no estaba disponible. Esa era otra de las razones por las que Kaz no se arriesgaba, sabía que para Hyde no había nade más que Tetsuya, aún si ese tipo se la pasaba dañándolo.
-¿Sigues enojado?- la voz ronca, tan cerca de su oído le sacó de sus cavilaciones. Ni siquiera había notado cuándo se sentó a su lado.
-No.- mintió.
*******
Cuando bajaron del avión, J les comunicó que el autobús estaba en camino y que debían esperar un poco. Habían arribado de madrugada para desorientar a los Fans, las noticias “oficiales” decían que ellos no llegaban sino hasta la mañana siguiente. J no acababa de hablar cuando Hyde ya arrastraba al guitarrista con él.
-Oye, no deberíamos alejarnos mucho.
-Tranquilo, no irán a ningún lado sin nosotros.
Entraron al restroom, Hyde inspeccionó que no hubiera nadie más y entones se abalanzó sobre Kaz, besándolo con desesperación, acariciándolo por sobre la ropa e intentando arrancarle el cinturón desesperadamente.
-Hyde, no deberíamos….- se quejó, pero no hizo nada por alejarse tampoco.
-Son las tres de la mañana, nadie vendrá….- gimió en la boca del guitarrista.
Kaz comenzó a guiarlo a uno de los cubículos, tal vez Hyde tenía razón y nadie los molestara, pero siempre era mejor prevenir que lamentar, ¿no?
La espalda de Hyde creó un sonido sordo al golpear con la puerta. Eso causó que Hyde riera y Kaz se deleitó con el sonido tintineante de su risilla llena de excitación. Kaz lo sujetaba en el aire mientras intentaba penetrarlo, la posición no era muy cómoda y aun así, los gemidos descontrolados podrían escucharse en todo el lugar. En un segundo de consciencia, Kaz se ´preocupó, así que atrapó nuevamente la boca del vocalista para poder acallar un poco sus quejidos.
-El retrete…- dijo Hyde con la voz entre cortada, desesperado por sentirlo ya. –Siéntate en el retrete…- le ordenó. Y Kaz obedeció.
Cuando se sentó en el retrete, Hyde se montó en él, penetrándose a sí mismo hasta el fondo en un solo movimiento. Era Hyde quien marcaba el ritmo, lento y profundo…
Las embestidas continuaron, los quejidos, las caricias y por sobre todo los besos, Kaz besaba mucho y eso era lo que más le gustaba a Hyde… el guitarrista era un experto usando su boca…
Escucharon que alguien entraba a baño, dos voces.
Hyde se mordió el labio para acallar los gemidos y Kaz dejó de moverse, pero era doloroso para el cantante que lo sentía aún dentro… sin poderlo evitar se movió lentamente y un quejido ahogado se le escapó. Kaz lo silenció con otro beso. Y justo cuando los dos tipos abandonaron el lugar, Kaz aumentó el ritmo de las estocadas provocando que Hyde se viniera primero. Dos segundos después, Kaz se descargó en el interior de Hyde.
*******
-Por fin llegan…- dijo J con cierto alivio. –¿Dónde estaban?
Hyde y Kaz aparecieron con par de cafés. Las gigantescas gafas del guitarrista ocultaban un poco lo que había sucedido unos minutos antes. Hyde por su parte, a pesar de llevar la gorra de la sudadera y las grandes gafas que le cubrían medio rostro, no pudo ocultar su gran sonrisa de satisfacción.
-Sólo fuimos a buscar un café.
-Pues yo quiero uno de esos…- dijo Arimatsu. –si un simple café te pone así, yo quiero uno….- les guiñó el ojo.
Hyde estalló en carcajadas y Kaz simplemente lo ignoró.
-¿Qué tan incómodo crees que sea el baño del autobús?
-Hyde…- le advirtió.
-De acuerdo, de acuerdo… esperaremos a un hotel, entonces…
-Haido…
Hyde le sonrió pícaramente y se adelantó antes de que Kaz le regañara. De todas maneras sabía que el guitarrista no se negaría, porque Kaz también lo quería, y que él también ansiaba sentirlo de nuevo…
FIN