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Vecino [VKOOK/TAEKOOK] por NUCITABts

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Se encontraba comiendo junto a sus padres, todos hacían silencio excepto por los sonidos de los cubiertos chocar contra la porcelana de los platos o los vasos al ser posados en el mármol de la mesa.

 

A Jungkook no le importaba ese ambiente mientras su mente estuviera en otra cosa, caricaturas de súper héroes, por ejemplo.

 

Esa día se había despertado muy temprano, y descubrió que a esa hora las caricaturas eran muchísimo más divertidas y, dentro de lo que cabía, con sentido. No esas donde los personajes eran unos tontos y actuaban de manera estúpida, porque sinceramente no le veía la gracia a algo como eso. Claro, podía esperar una actitud como esa de Pinky, pero el Señor Cerebro lo reforzaba con toda esa idea obsesiva y cómicamente maniaca de querer conquistar el mundo.

 

Sin embargo, en esos mimos momentos, cuando la última cucharada de arroz se dirigía a su pequeña boca, un grito fuera de su casa le llamó la atención.

 

–¡Jungkuuu! ¡¿Estás dormido, Jungku?!

 

Miró a sus padres con pena, reconociendo la voz de su vecino de al frente inmediatamente. Los adultos fruncieron su ceño con desagrado y simplemente le dieron a entender a Jungkook que ignorara aquel llamado.

 

Siguió comiendo, vaciando su plato –de por sí sin casi nada de comida– en menos de nada.

 

–¡Jungkuuu, vamos a jugar!

 

Le dio un poco de lástima su pequeño amigo, y sin embargo, una mirada fastidiada de su padre le hizo hacer silencio y levantarse de la mesa para ir a la cocina. Como no llegaba totalmente al fregadero, cogió el banquito que tenían para él en esos casos, se subió a él y abrió el grifo para lavar su plato de los residuos.

 

–¡Vamos a jugar!

 

Terminó rápidamente y sin pedir permiso salió de su casa, encontrándose a Kim Taehyung frente a sus escaleras. El otro niño le sonrió ampliamente, con los ojos brillantes y a punto de dar saltitos emocionados.

 

–¿Qué hacías que no me contestabas, Jungku? –le cuestionó con una mirada curiosa.

 

El nombrado se apresuró a bajar las escaleras y tomar la mano de su amigo para irse corriendo al patio trasero de la casa de Taehyung, donde uno por uno subieron a un árbol hasta abrir la puertecita de una casa de juegos.

 

Los dos se sentaron en el suelo, ignorando todas las figuras de acción regadas en el suelo de madera para mirarse ellos.

 

El niño Jeon soltó un suspiro y le envió una mirada de ceño fruncido al castaño que puchereaba, sabiendo lo que iba a decir.

 

–¿Acaso no prestas atención, Taegun? –espetó con voz cruel- No puedes ir a mi casa y gritar así, a mis papás no les gusta.

 

Taehyung bajó la cabeza, acercándose a su amigo para sentarse en su regazo y ocultarse en su pequeño cuello; luego sintió sus ojos aguarse y sorbió mocos.

 

–Yo sólo quería jugar un rato contigo -murmuró bajo y lastimero–. Siempre estoy solo y mi hermana nunca me cuida. Mi mamá y mi papá pelean con ella todo el tiempo por eso y por eso me odia.

 

El niño de cabellos negros formó en su cara una expresión de enojo y rodeó con sus pequeños brazos infantiles la delgada figura de su pequeño amigo.

 

–Taegun, yo siempre estaré para jugar contigo, pero no debes gritar así de nuevo o mis padres me prohibirán estar contigo como aquella vez. ¿Quieres eso, Taegun?

 

Entonces el pequeño castaño tembló y comenzó a llorar en el cuello de Jungkook con mucho sentimiento.

 

–N-no tengo más amiguitos, Jungku, sólo a ti, no quiero que tus p-papitos te alejen de mí.

 

Y los mayores Jeon, a su parecer, tenían motivos para romper esa amistad de su hijo con el niño del frente. Desde que habían conocido a aquel chiquillo de los Kim, notaron ese algo, ese apego raro que entre los dos infantes había y con terror sabían lo que era y no lo permitirían. Jungkook estaba muy pequeño para darse cuenta de eso, ambos lo estaban. E intentaron alejarlos por un tiempo bajo las críticas de los Kim sobre que eso que los niños sentían entre ellos era algo normal y que deberían de aceptar. Su pequeño hijo Jungkook al no estar en contacto recurrente con Taehyung; lloraba todos los días, diciendo que quería jugar con él, que sus padres no lo querían y que los odiaba. La mamá sorprendido de aquello, lo intentó hacer entrar en razón pero tan sólo era un niño, no podía ser ni muy estricta ni muy brusca, así que se resignó, se resignaron y a cambio, Jungkook junto a Taehyung volvieron a ser los mismos niños felices.

 

–Yo tampoco, Taegun, y para eso debes hacerme caso. ¿Lo entiendes? –le habló suave al oído, alzando sus manitas para acariciar el cabello lacio y castaño de su pequeño amigo. 

 

–Sí, lo entendiendo.

 

–No, Tae –rió, despegándolo un poco de él–. Tienes que decir 'lo entiendo', no 'entendiendo'. Tonto.

 

Taehyung parpadeó sin encontrarle sentido porque pensó que era lo mismo, pero se encogió de hombros, aún con los ojos cristalinos y le dio una mirada tímida a su amigo.

 

–Jungku eres muy inteligente –admitió.

 

El pequeño de cabellos negros se sonrojó.

 

–No, no lo soy. Sólo tengo bastante conocimiento sobre algunas cosas.

 

–¿Sí? –Taehyung abrió su boquita, asombrado– ¿Sabes que son besitos? Ayer papá le dijo a mi mami que le gustaban sus besitos en la noche. ¿Qué sicnifica?

 

–Ehh, pues... –balbuceó, nervioso, ignorando el hecho de que Taehyung había dicho mal una palabra–, son...

 

Jungkook se quedó helado al sentir los labios de Taehyung sobre los de él, presionándose levemente.

 

–Ellos hicieron esto. ¿Tú lo entiendo?

 

–No... digo sí, es decir –desvió la mirada por un momento hacia el techo de la casita y después la volvió a poner en su pequeño amigo castaño y aparentemente inocente–. Eso son besitos y sólo se los dan los adultos. Y es 'entiendes', cabeza hueca.

 

–¿Qué? –elevó la voz Tae con tono quejumbroso, sin prestarle atención a la corrección– Pero yo quiero dártelos a ti, Jungku, me gustó.

 

–Bu-bueno puedes hacerlo –murmuró inaudiblemente, sonrojándose de nuevo.

 

–¡¿En serio, Jungku?! ¡Siii! -y se lanzó a él, llenándole el rostro y la boquita de inocentes besos. Tiernos y lindos.

 

Tae es muy lindo.

 

Y así se la pasaron todo el día, compartiendo besitos lejos demiradas de inoportunas.

 

Porque Jungkook no permitiría que lo alejaran de Taehyung de nuevo. No señor. 


 

F I N

Notas finales:

Holaaa😄

 

No estoy satisfecha por como quedó pero bueno, al menos lo terminé ?)

 

Como siempre, esto lo escribí porque algo parecido me pasó cuando yo tenía esa edad (seis años)? 😅, y bueno... lo otro no es por mí, sino por mi hermano menor. Nosotros tenemos un primito y lo que hizo Taehyung aquí (excepto por los besos), lo hizo mi primito en realidad.

 

Espero haya sido de su agrado :)

 

Chaoo😊


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