¿Desde cuando habia cambiado todo?
Hm... era cierto. Desde que esa Lamia aparecio en su casa y nego rotundamente el marcharse. Y cuando Natsu le pregunto que queria o que era lo que iba hacer, esta le respondio que era un secreto. Pero la misma le menciono que lo habia seguido desde el bosque de Namimori.
Pues no le quedo de otra que aceptar que esa Lamia estaria ahi con el... hasta que hiciera lo que vino hacer, fuera lo que fuera. Pero tenia el presentimiento de que ese secreto tenia mucho que ver con su persona, y este presentimiento se intensifico 3 meses despues-tal como decia el castaño-, cuando empezo el acoso de la Lamia.
Todo comenzo inocente, la Lamia lo miraba con recelo. Se sentaba a su lado siempre que podia en el sofa-muy cerca de el-, e incluso aveces se daba el lujo de posar su cabeza en el hombro ajeno.
A Natsu le parecia muy hermosa.
Hasta el sexto 6 mes en el que las cosas fueron subiendo de nivel.
La Lamia se metia en su cama por las noches-solo a dormir-, aveces le daba uno que otro beso en la mejilla o en los labios, le abrazaba con cariño-eso le gustaba-. Natsu se sintio algo extraño la primera y segunda vez, pero luego se acostumbro. Ademas.. ya se habia encariñado con ella e incluso podia decir que le gustaba. Era muy linda, callada y timida aveces, aunque tambien un poco agresiva y territorial.
-Kyoya..-olia el aroma dulce de su acompañante.-Chu-besaba su cuello dejandole pequeñas marcas rojizas en el mismo.
-aah-suspiro a la vez que unia sus labios con los del castaño. Era un beso suave pero ansioso.
-Cuidado.. Kyoya. me estas apretando un poco fuerte.-aviso separandose del beso. Se notaba la ligera incomodidad en su rostro.
-lo siento.-se disculpo suavisando el agarre que tenia en el cuerpo del otro con su cola. Estaba sobre el, pero una parte de su cola se habia enrrollado en la cintura del otro. Natsu acariciaba la piel un poco rasposa en algunas zonas pero bastante suave en muchas otras. Y le gustaba.-hmm-suspiro. el oji-azafran acariciaba la espalda baja de su acompañante al mismo tiempo que volvia a besarlo, profundizando esta vez el beso-agh..-el azabache gimio entre el beso.
Natsu sonrio internamente.
Subia y baja acariciando la suave y sin mancillar, piel de la parte humana de la Lamia. Era satisfactorio saber que era el primero en probar la piel de esa bella criatura.
*
*
Un dia alguien toco a la puerta. Kyoya habia salido para abrir.
-oh, hola.-saludo el chico que staba parado afuera. tenia ojos de doble color y un cabello indigo amarrado en una coleta en forma de.. ¿piña?-bueno ese fue el pensamiento de Kyoya-, igual que el siguiente al oir de nueva cuenta la voz del antes mencionado chico con cabello de piña.-busco a mi Natsu-kun.-menciono sonriendo-¿Esta en casa?
*Pum*
Le cerro en la cara. Mientras un aura negra le cubria.
¿Su Natsu?
Un tic se instalo en su ojo izquierdo.
-Kyoya.-llamo el castaño bajando las escaleras.-¿alguien vino?-interrogo.
La Lamia se volteo.
-No nadie-mintio con una ligera sonrisa.
-Esta bien. ¿Quieres un poco de cafe?
-Preferiria algo de té.
*Ring* *Ring*
Era su celular.
-Disculpame-menciono constestando la llamada.-aló... ah, ya veo.-dijo mirando hacia Kyoya y luego a la puerta acercandose a la misma para abrirla.
Guardo su celular.
-Hola, buenos dias Natsu-kun-saludo el peli-indigo.-tu Lamia es bastante agresiva ¿sabes?
-Buenos dias, Mukuro. si Kyoya aveces es asi.-menciono mirando al susodicho por encima de su hombro. Este solo se cruzo de brazos desviando la mirada y yendose de nuevo a la sala.
Esa fue la primera vez en la que lo vio ser algo celoso.
En la sala.
Mukuro se sento en el sofa indivual mientras Natsu se sentaba junto al azabache que veia la tele. Una vez se sento, esta -aunque parecia distraida-enrrollo parte de su cuerpo en la cintura del castaño apegandolo mas hacia el.
-tu Lamia parece muy territorial-dijo riendose de su propio comentario.
Kyoya le miro por el rabiño del ojo con una mirada clara de; "es mio, alejate". Y se aferro del brazo de su humano.
-si, pero me e acostumbrado. no es nada malo.-comento con una sonrisa.
-¿Son pareja?-interrogo curioso.
-Bueno.. si. Hace casi 7 meses en que Kyoya vive aqui. Y bueno.. haha.. esas cosas. No se como explicarlo-musito observando al menciono acurrucado con los ojos cerrados en su pecho.
-ya veo. Hm.. ¿como fojas con una Lamia?-pregunto mas por molestar que por curiosidad. conociendo a su amigo seguro ni la habia tocado mas alla de besos, caricias y abrazos. Y logro refutar su teoria al ver el sonrojo y pequeño respingo de la extraña criatura de escamas azul-obscuro.
-¿Ah?-exclamo sorprendido por la pregunta. Pero tambien algo avergonzado por la misma-pues la verdad no lose.-confeso rascandose la nuca.
-hahaha..-el contrario solto una carcajada llena de divercion-aun no lo han hecho. Ya lo sabia.-menciono por ultimo sin dejar de reir. Aquello le habia parecido hilarante y predecible.
*
*
Kyoya habia pensado en lo que habia dicho ese idiota cabeza de piña-como lo llamaria de ahora en adelante-.
¿Como lo haria con Natsu?
No lo sabia. Nunca antes se habia atrevido a indagar acerca de las costumbres humanas, o su anatomia por ejemplo o como procreaban. Ni siquiera hasta ahora se habia sentido atraido e interesado por un humano. Por ello nunca se habia acercado a uno.
-¿Como podria hacerlo con él?-susurro sonrojandose por preguntarse eso. Mas recordo algo que.. aunque no le agradaba del todo la idea, seria la forma mas adecuada y perfecta de tener su primera vez.. Pero..
Toc
Toc
-Kyoya-llamo el castaño entrando a la habitacion.-¿Vas a ducharte primero?
-si.
*
Ya se habia duchado, ahora solo terminaba de secarse sentado en la cama. Estaba esperando aque el castaño terminara para hacer su jugada. En sus manos tenia un objeto, un collar que su madre le habia dado cuando le informo que se iria, ella le dijo que si usaba ese collar podria pasar desapercibido entre los humanos.
Lo acepto de mala gana porque su madre se lo habia dado. Pero la idea de convertirse en un humano era.. incomoda para el, y tampoco lo creyo muy necesario, los humanos ya sabian de su existencia asi que no se alarmarian al verlo por ahi.
Mas esta situacion requeria darle uso al regalo de su madre.
Trago seco mientras se colocaba el collar en el cuello. Estaba nervioso por saber que pasaria acontinuacion.
Nada en especial-segun el-paso, su larga cola de escamas azules fue reemplazada por un par de piernas. No podia creer lo que veia, las toco y eran extremadamente suaves, ademas de sensibles al contacto. Se quedo tan envelesado por su nueva apariencia que no noto la mirada azafran sobre su persona.
-Kyoya..-musito el castaño llamando la atencion del contrario.-tu..
-.....-
-¿Tienes piernas ahora?-interrogo acercandose. llevaba puesto solo una toalla cubriendo sus partes bajas. Se sento a su lado.-¿Como?
-es por este collar.-dijo señalando el collar en su pecho.
-¿Porque no lo habias usado antes?-interrogo curioso.
-No queria y tampoco lo creia necesario.-explico abrazandose a sus piernas.
-entonces.. ¿Ahora es necesario? no entiendo porque-comento divertido.
-ahora es necesario porque..-hizo una breve pausa. Decir aquello era vergonsozo.-yo..-cerro los ojos, era dificil. No sabia si podia ser peor.
Pero al parecer no. Ya que unos labios habian capturado los suyos, acallando cualquier cosa que fuese a decir. Sintio como una mano se deslizaba por sus muslos. Se estremecio ante ello. No creia que fuese a sentir asi. Era tan extraño, era algo sumamente nuevo para el.
-Tambien pensaste lo mismo ¿Cierto?-pregunto sin alejarse demaciado de su rostro.-Mukuro dice cosas fuera de lugar aveces, pero esta vez se lo agradesco. No sabia como decirte.. que ya sabes. Creo que igual podriamos hacerlo en tu forma real.
-Esta bien si lo hacemos antes asi-pregunto mirando la parte baja de su cintura, el kimono negro que llevaba cubria sus partes gracias a Kami-sama, ya que debajo no llevaba nada mas. Excepto.
-¿Que es esto?-dijo sorprendido el castaño con lo que parecia una prenda de tele en su mano derecha.-no es mio.
-Es mio.-menciono llamando la atencion del otro.-lo usaba para cubrir mis partes intimas.-susurro sonrojandose.
El contrario sonrio. Su pareja se veia demaciado adorable con ese sonrojo. Atrapo sus labios desprevenidamente, entrelazando sus manos. El beso comenzo siendo lento pero ansioso. Kyoya se removia mientras su acompañante se colocaba como podia entre sus piernas. Las sensaciones que sentia eran nuevas para el, un escalofrio recorria su parte baja, se sentia extraño alli abajo.
-Tranquilo..-susurro en su oido antes de bajar a atacar su cuello. Sus manos se deslizaban por debajo de su ropa, acariciando sus muslos internos con necesidad. Eran tan suaves que no podia esperar para bajar hasta ahi y morderlos.
-¡Aah! No seas tan brusco.-regaño-Recuerda que aun no me acostumbro.-menciono al sentir un apreton en su trasero.
-Lo lamento, Kyoya.. es solo que son muy suaves.-comento con una sonrisa traviesa-No puedo evitarlo.
-mm.. pervertido.. aash..-gemia enredando sus dedos en los cabellos de su amante. -aah..-gimio al sentir su parte intima ser lamida.-¡No!-lo quito de un empujon.
El castaño lo vio algo impresionado, no se veia venir eso. Kyoya lo miro avergonzado.
-Lo siento. No era mi intencion. Esto es nuevo para mi.. y lo estas tomando a la ligera. Yo.. es mi primera vez. Y mas en esta forma.
-Tambien lo lamento Kyoya. Estoy emocionado. Es todo.-explico avergonzado.-¿Que te parece si hacemos algo?
-¿Algo como que?
-me guiaras.. dime cuando parar y cuando seguir.. ¿bien?
-Si.-asintio un poco dudoso acerca de la idea.
-Recuestate.-pidio.
El azabache obedecio. Unos segundos despues sintio algo humedo que baja por su vientre, pasaba por su intimidad y..
-¡aah! hmm por ahi..-indicaba tapandose la boca con su mano.-no.. mas alla..-decia ruborizandose cada vez mas.-hmm.. aah.. ju-..justo ahi.. tocame ahi..-murmuraba disfrutando de las sensaciones.
Pues era un comienzo. Un delicioso comienzo.