¿Qué fue lo que hice mal, Hyung? ¿Por qué me ha dejado nuevamente? ¿Por qué mi amor solo le sirve por una noche? ¿Porque… porque siempre es él y yo no...? Por más que lo he intentado no puedo soportar vivir con el saber que soy su segunda opción, que si él no quiere o no puede en su mente recién aparece mi imagen cuando es usted lo primero que aparece en mi mente apenas despierto cada mañana, sin usted es lo último que veo en mi mente al dormir… si es aquella persona que es dueña de mis suspiros, mis desvelos, mi sonrisa y lo más importante, mi alma, porque si MinHo Hyung, me he enamorado de usted, me enamore de esa sonrisa tan carismática, tan hermosa, inocente y pura, me he enamorado de cada tramo de su piel, de cada rincón de su alma, de cada segundo en el que suspira a mi lado, aunque sé que no son por mí, sino por él… ese chico que se robó lo que he anhelado por años, su amor, es injusto… porque yo he estado con usted desde que tengo uso de razón, a pesar de ser el menor, el débil de los dos siempre le he cuidado… como aquella vez que su vecino te insulto porque tu padre siempre estaba de viaje y te llamo "bastardo, tu appa no te quiere" ¿Recuerda? Porque yo sí, a pesar de solo tener ocho años, aún recuerdo como por primera en mi vida pelee contra alguien, y de cómo en esa ocasión me di cuenta qué me había enamorado de mi Hyung de ojos grandes… o como a los 10 recibí un castigo en la escuela por pasarle las respuestas del examen, o a los 12 me quedé sin recreo por tres meses por tomas responsabilidad de unos escritos ofensivos hacia el maestro de matemáticas, cuando fueron de usted, de cómo cada noche me escapaba corriendo el riesgo de quedar parapléjico al bajar por la ventana de mi habitacion del segundo piso solo para jugar a la X-Box con usted… todas esas veces que llegaba con mis ojos hinchados y nariz irritada por los fríos de la madrugada que cogía de regreso a casa, pero usted jamás vio eso, nunca lo hizo.
Aún recuerdo cuando por primera vez experimente lo que era el dolor por desamor, Kwon Yuri corría por los pasillos desbordando alegría hasta que se lanzó a sus brazos como si de un koala se tratara a su cuerpo depositando un sin número de besos en sus labios… esos labios que tantas noches soñé con probar, en las que anhelaba explorar hasta que su sabor y textura se grabaran en mi memoria… pero no, aquella ves… fue la primera en la que comencé a estar en segundo plano, todo era Yuri para usted… ¿Y yo? ¿Dónde quedo la promesa que hicimos a los 5 años de nunca dejar de apoyarnos y estar juntos pase lo que pase? Esos 8 meses que duro su relación fueron las peores de mi vida, siempre estaba con ella, ya casi los únicos momentos solos era cuando ella iba al baño a retocar su maquillaje. A pesar de saber que usted no la amaba me dolía… me dolía demasiado ver a la persona que amo en los brazos de otra. El tiempo paso, y todo volvió a ser como antes, volvíamos a ser esos amigos inseparables, esos que parecían siameses al no lograr pasar más de una hora lejos el uno del otro, estaba tan feliz, más aun aquel 18 de agosto cuando celebramos mi cumpleaños número 18 solos los dos en ese parque, en donde me aproveche del deseo del mini pastel que había comprado para mí, usted estaba más feliz de normal ese dia… dijo que debía decirme algo importante, pero insistió en que yo dijese mi "sorpresa" primero.
-- Estoy enamorado de ti, Hyung.
-- Key acepto ser mi novio, Minnie.
Por segunda vez escuche como mi corazón o lo que quedaba de él se rompía en mil pedazos, ver su cara de desilusión y sorpresa, como sus ojos se abrieron desmesuradamente ante mi revelación, como hacia mi mayor esfuerzo por retener mis lágrimas, nuevamente me robaban su cariño y amor, pero esta vez era diferente, usted callo rendido en los encantos del chico gato… usted se enamoró de aquella persona pretenciosa y mandona que con tan solo una mirada conseguía hasta que le bajara la luna… ¿Por qué Hyung? Porque fue tan egoísta y en vez de dejarme claro que jamás tendría una oportunidad me sonrió y beso mi frente sin decir palabra alguna.. Porque cuando intente ser feliz y sentirme amado me acorralo contra los lavados de la universidad y me reclamo…
-- Tú eres mío, TaeMin, que te quede eso bien claro, ni ChanYeol ni nadie podrá causar lo que yo en ti.
No me dio tiempo ni siquiera de procesar sus palabras cuando mis sueños se hicieron realidad y al fin nuestros labios se fusionaron siendo ahora solo uno, como mis labios calzaban a la perfección con los suyos, como mi aliento era robado por sus labios, como mi piel se erizaba al sentir sus manos presionar mi anatomía con ayuda de sus fuertes y firmes manos en mi cintura, era tan único, era inigualable, al fin el amor de mi vida me estaba besando al fin mi sueño se hacía realidad, era feliz. Pero nada es eterno, y tan solo mi felicidad duro el trayecto del lavado hasta el aula, donde escuche como Key pedía que hablasen en privado, y como veía que a los segundos volvían de la mano, como tus ojos brillaban como nunca antes por haber vuelto con él, a pesar de que te engaño con JongHyun, el maestro de literatura semanas atrás, si fuiste capaz de con tan solo un beso llevarme al paraíso, con esa mirada me dejo caer de cara al infierno, no te importo verme salir corriendo del lugar con mis ojos empapados en lágrimas… no te importaron las palabras y las promesas que me hiciste en el lavado, solo te importo él.
-- No volveré con él, no te quiero ver con Yeol… tú eres mío, estos labios ya me pertenecen… y pronto lo hará tu cuerpo, porque desde hoy me perteneces… te prometo que estaremos siempre juntos, Minnie, te prometo que jamás te dejaré ir, te quiero con el alma, Lee TaeMin.
Una semana, siete días, 168 horas y 1176 segundos fueron los que permanecí escondido del mundo en la protección de mis sabanas, con suerte bajaba por agua para no morir deshidratado, cuando el sonido de mi ventana me saco de mis tortura, lo ignore, pero cada vez se volvía más intenso viéndome obligado a levantarme para así ver al dueño de todos mis males, todas mis lágrimas, todo mi dolor parado con un ramo de rosas rojas en mi jardín, no lo podía creer, estaba congelado, no podía ser el… pero la realidad me golpeo cuando ya no le vi y sentí unas manos posesivas tomarme por la cintura, habías entrado por la ventana trasera, de seguro Kai te aviso que nuestros padres saldrían y quedaría solo en casa, ¿Tan divertido es verme subir al paraíso para despues retorcerme en el infierno?
-- Perdóname bebé, te prometo jamás volver a dejarte por él, te amo, TaeMin.
Y esas tres últimas palabras terminaron por consumirme, esas tres palabras fueron las que le dieron comienzo a nuestra noche de amor, o al menos así lo fue para mí, aun siento sus manos desnudando mi piel, sus labios trazando un sendero ascendiente desde mi clavícula pasando con mi cuello en donde sus perfectos diente capturaron de forma juguetona mi manzana de Adán para así seguir su camino hasta mi mentón y de allí hasta mis labios, el beso fue delicado, tierno, lleno de sensaciones, pero poco a poco fue tornándose agresivo y demandante, sus manos exploraban curiosas cada rincón de mi piel ya desnuda, en comparación de mis manos inexpertas que se aferraban con ímpetu en la tela de su camisa, sus pies poco a poco comenzaron a caminar empujándome consigo hacia la cama, donde caí de espaldas, notando la desnudez de mi torso, pude ver como sus ojos me miraban con deseo, anhelo, cariño, pero no amor, sus manos me despojaron de mis calcetines, comenzando a tirar de los extremos de mi short dejándome completamente desnudo a sus ojos, sus labios capturaban la piel que aquella prenda dejaba al descubierto, tan suave y delicado que me sentía derretir bajo su tacto. Nuestras respiraciones cada vez se volvían más erráticas, ahora su piel desnuda acariciaba la mía, sus dedos ahora se encargaban de preparar mi recto que de seguro luego de esa noche ya no sería virgen, dolor, eso era lo que sentía en esos momentos, por más que te empeñabas en hacerme relajar no podías, al paso de los minutos retiraste tus dedos de mi interior haciéndome jadear en forma de reproche pues comenzaba a sentir placer.
-- Tengo miedo, Hyung… es mi primera vez.
-- Lo sé, mi amor, haré que esta noche sea inolvidable. Lo prometo.
Y tenías razón, jamás olvidare como por primera vez, nuestros cuerpos se unieron en uno, como a pesar de que me dolía no paraste y comenzaste de inmediato a embestirme con parsimonia, jamás olvidare como tus venas se marcaban en tus brazos mientas tus manos empujaban mi cadera hacia ti para hacer de las embestidas más profundas y precisas dando en esa terminación nerviosa cerca de mi próstata logrando que mis gemidos hicieran eco en toda la habitacion, mi erección cada vez dolía más, y tal parece te diste cuenta porque no tardaste en masturbase al ritmo de tus embestidas, estaba por llegar a mi clímax, estaba por correrme por primera vez en toda mi vida, mis uñas se aferraron a la piel de tus hombros a la vez que escondía mi rostro en el hueco de tu cuello, estaba por venirme… por lo que sin más me deje llevar.
-- Te amo, Hyung… ahh.
Gemí luego de dejar salir mi esencia, la cual termino manchando nuestros abdómenes, mi interior se apretó con fuerza contra su miembro erecto dejándome sentir como su glande palpitaba en mi interior para a los sentir esa sustancia viscosa marcar mi interior, era delicioso, placentero, estaba nuevamente en el paraíso, todos esos días sumido en un profundo dolor desaparecieron… pero él nuevamente me arrebato la felicidad.
-- Te amo, Kibummie, mmgh.
Crack, fue el sonido que hizo mi corazón al oír esas palabras, me dolía respirar, me negaba a ver su rostro, me negaba a salir del escondite que me proporcionaba su cuello, solo recuerdo de sus manos acariciado mi nuca susurrando que le perdonase, que era la costumbre, que solo me amaba a mí, pero en vez de hacerme sentir mejor me hundía más en la miseria. ¿Así de dolorosas deben ser la primera vez? Pero al menos cumplió su promesa, jamás la olvidaré.
El dia lunes me levante para ir a la universidad pues no podía seguir dándome el lujo de faltar, esa mañana había recibido un mensaje tuyo pidiéndome hablar, nuestro punto de encuentro seria el sauce que esta tras el campus de medicina, allí estabas, ya varonil, tan guapo, tan maravilloso, tan tú, ese dia termine por sellar mi futuro, ese dia termine por aceptar mi lugar aunque muy en el fondo no lo quería admitir, ese dia me convertí en su amante.
Me confesaste que esa noche antes de ir a mi hogar habías descubierto a Key nuevamente entre los brazos de JongHyun, que estabas cegado y lo primero que pensaste fue refugiarte entre mis brazos, me explicaste que estabas enamorado locamente de él… y que a mí me querías como un hermano con el que siempre podrás contar como también me amabas como un compañero, como se ama a un amante, como se les llena de palabras bonitas y promesas vacías que este corazón enamorado se empeñaba en creer aunque muy en el fondo sabía que no me amarías, no como a él, no te culpo pues fui yo y solo yo quien acepto ese trato, ese en donde a la vista de los demás seriamos los mejores amigos de siempre y en la intimidad de nuestra habitacion seriamos pareja, en donde me darías cariño y la atención que todo novio haría, eso para mí era más que suficiente, porque aunque públicamente le pertenecías a otro, tenía unas horas a la semana donde tan solo tú y yo nos profesaríamos nuestro amor, donde nada más importaba, en donde nuestros cuerpos se unían como solo uno, en donde te di mi amor y tu el tuyo… o al menos así lo quería ver yo.
Dos meses habían pasado desde nuestro acuerdo y habían sido los más felices y tormentosos de mi vida, de sábado a miércoles eras de él, pero de jueves a viernes eras completamente mío, donde nos la pasábamos riendo y comiendo palomitas en la privacidad de mi habitacion mientras veíamos películas y criticábamos al director cuando algo salía muy increíble o los efectos especiales eran del fiasco, mi habitacion fue la única testigo de nuestras noches de pasión, de cómo dos noches a la semana nos sumíamos en un placer inigualable, como poco a poco comenzabas a gemir mi nombre en vez en el de él al venirte, eso me ilusionaba, me llenaba de esperanza, por lo que me empeñe en demostrarte que yo era mejor para ti, que yo te haría feliz, que él jamás te amaría como yo, dia a dia comencé a arreglarme más, usaba maquillaje para resaltar los rasgos naturales de mi rostro, usaba ropa que me hacía ver más atractivo y sexy, lo sabía bien porque varios y varias comenzaron a insinuarse, podía ver los celos reflejados en tus ojos cada vez que chicos sexys me invitaban a salir, como ya no solo ibas a verme miércoles y jueves sino que ahora también lunes y martes, así pasaron nueve meses, en los que poco a poco fui desplazando a Key y me fui instalando en tu corazón, ya no éramos solos tu y yo en mi habitacion, sino que también ahora íbamos al cine, a algún lujoso restaurant, al parque de diversiones, al parque acuático sin temor de ir de la mano o besarnos sin importar qué, jamás… jamás fui tan feliz por tan yo tiempo, ver que tus ojos y tu sonrisa solo eran para mí, que Key ya era cosa del pasado me hacía sentir mariposas por todo mi sistema, era sábado por la noche y me alistaba para dormir pues no vendrías a verme ya que tenías una cena familiar a donde yo no podía ir, cosa que me causo cuidado pues tu madre siempre me invitaba a cada una de ellas, eran las doce de la noche y aun no me llamabas para desearme las bunas noches, estaba por dormirme resignado a no oír tu voz cuando un mensaje llego a mi móvil, era de un número desconocido, lo cual llamo mi atención… era una foto tuya y con Key… besándose en una habitacion lujosa y románticamente adornada con pétalos de rosa y demás, la foto tenía una pequeña inscripción que me dejo claro del porque estos nueve meses tan cerca de mí, del porque apenas y veías a Key, del porque insistías en pasear conmigo de la mano por casi toda la cuidad, ahora todo tenía sentido.
>> Reconciliación en Jeju.
Espero que hayas disfrutado, porque tu tiempo con MI NOVIO acabo, volvimos luego de nueve laaargos meses pero eso ya quedo atrás, ah, MinHo dice que no regresara hasta la próxima semana, byebye Minnie > El jamás te amará, zorra
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