En ese gran estadio lleno de gente, euforia y bullicio, nuestro pequeño peli-celeste aguantaba el miedo y pánico por partido que definiría si todos sus esfuerzos habían valido la pena, si todo aquel tiempo de luchas incansables en aquella cancha fue suficiente, y si aquella apuesta que hizo con aquel terrorífico pelirrojo la había ganado o perdido.
Pero bueno, esto es algo que sabremos pronto junto a Kuroko, el cual acababa de salir corriendo, envuelto en pánico luego de que Akashi le hiciera notar lo tonto que fue al querer brillar como los demás, que tenia algo mas en el aparte de suya conocida poca presencia, el pensar que él iba a poder ganarle al emperador, ahora, mientras la adrenalina corría por sus venas, el solo podía pensar:
-“Pero que idiota fui”-dijo mientras comenzaba a llorar, había entrado a los vestidores de Seirin, no se preocupo de asegurar la puerta, solo supo donde estaba cuando sintió lo frio del suelo y de la pared donde se había apoyado-como es posible… fui un maldito idiota-dijo cada vez mas decaído- en ese momento sol o podía recordar la apuesta, esa maldita apuesta, porque la había aceptado? No lo recordaba, solo sabía que de este partido dependía su libertad, que si perdía ese partido el pertenecería a Akashi.
Recordó aquel día cuando el pelirrojo le cito, eran alrededor de las 8:00 PM, Akashi le llamo y le dijo, sin siquiera preguntarle donde estaba, que una uno de sus choferes iría a buscarle, pues necesitaba hablar de manera urgente con el, a Kuroko le gano la curiosidad, como maldecía su curiosidad en ese momento, 15 minutos después efectivamente el chofer había llegado, incluso cuando el salió de su casa el chofer estaba abriéndole la puerta, algo que obviamente sorprendió y avergonzó a Kuroko, pero simplemente se limito a subir al auto.
Durante el camino ni el chofer ni Kuroko dijeron una palabra, al llegar el chofer abrió la puerta del auto y guio a Kuroko hasta la puerta, donde un mayordomo le saludo cordialmente y le pidió que le siguiera, guiando a Kuroko por una gran casa, subió unas gran escaleras hasta llegar a un gran salón con una chimenea y un gran sofá donde aquel pelirrojo estaba esperándole, al entrar Kuroko saludo a Akashi, el cual respondió poniéndose de pie y tomando la mano de Kuroko, para guiarlo a que se sentase a su lado, el peli-celeste solo se sorprendió, mas no dijo nada mas sobre esto, al sentarse fue directo al punto.
-Akashi, podrías decirme que era tan urgente para que invitaras??
-supe que estarás dentro de la Winter cup, felicidades.
-ohh, gracias Akashi
-aun que, claro no era solo eso lo que quiero decirte, la verdad es que quiero hacer una apuesta.
-una apuesta?
-si, desde hace un tiempo tu… te has comportado muy rebelde- dijo afilando su mirada, pero con una sonrisa coqueta.
-no se a que te refieres- dijo el pequeño nervioso
-no actúes pequeño Kuroko, puede que a primera vista luzcas como un inocente niño, pero jamás olvidare las cosas que hiciste con la generación de los milagros.-dijo acercándose a Kuroko, mientras tomaba su mano
Pero sin dudarlo Kuroko saco la mano.
-lo siento Akashi, pero eso cambio hace algún tiempo-
-lo sé, desde Kagami ya no has sido el mismo, pero… que creo que hacer esta apuesta puede traernos buenos recuerdos- dijo el pelirrojo coquetamente, alejándose y recostándose un poco en aquel gran sofá.
-bien, te escucho Akashi-
-quiero que apostemos sobre el final de esta Winter cup-
-ehh?, que es lo que sucederá si tu ganas?-dijo un poco sorprendido
-si yo gano quiero que seas mío- dijo poniéndose derecho y poniendo una de sus manos en la pierna de Kuroko
-a que te refieres?-dijo un poco avergonzado
-que seas mío en tu totalidad-dijo acercándose lentamente a Kuroko-ya fuiste mío en la cama, tanto como lo fuiste con Aomine, Midorima, Murasakibara o Kise, pero ahora quiero que tu, tanto tu cuerpo como su alma sean míos y solo míos-dijo poniendo su mano en el rostro de Kuroko
-lo siento Akashi-dijo quitando la mano del otro de su cara- pero no pienso traicionar los sentimientos que tengo por Kagami
Hace algún tiempo, Kuroko noto que aquellos latidos rápidos y nerviosismo tenían una razón, y ese era su compañero Kagami, claro que el jamás se lo dijo a ningún miembro de la generación de los milagros, pero la perspicacia de Akashi y Kise fueron suficientes para notar el cambio en su pequeño peli celeste.
-pero… si el también va a jugar-dijo coqueto, con una chispa de astucia en su rostro
-a que te refieres??- dijo Kuroko confundido-¿acaso Kagami también seria parte de la apuesta?
-No, pero el jugara en la Winter cup no??, o que acaso no confías en sus habilidades??.
-claro que confió en el, pero si el objeto de la apuesta soy yo…- dijo dudoso, no sabía que era lo que tramaba Akashi intentando hacerle dudar de Kagami, porque quería con tanta desesperación que el aceptara la apuesta??
-ohh bueno, nuestro amado Kuroko ah cambiado tanto desde que encontró el amor, antes gustaba de divertirse con nosotros, pero ahora ni siquiera una apuesta acepta?? , aunque también dudo de que aquel amor exista en realidad- dijo observando cada detalle de la cara de Kuroko, su rostro plagado de confusión
-n-no dudes de esto-dijo ya un poco molesto de que Akashi le pusiera en duda.
-pero es la verdad, si fueras el Kuroko que yo conozco aceptarías mi apuesta.
-bien, si tanto lo deseas acepto, acepto tu apuesta-dijo ya harto de aquella conversación que no llevaba a ningún lado
Luego de eso Akashi le extendió un contrato a Kuroko, en el cual se especificaban los términos de la apuesta y el cómo, si Akashi ganaba la Winter cup, Kuroko se convertiría en un ‘empleado de múltiples usos’, y que si Kuroko ganaba la Winter cup, quedaba en sus manos elegir cual sería el castigo de Akashi.
-de verdad dejaras tanta libertad para tu castigo??- pregunto Kuroko confundido
-es para que notes lo seguro que estoy de que ganare- dijo observándole seguro
Luego de una cordial y algo incomoda despedida después de firmar aquel condenatorio contrato Kuroko fue capaz de volver nuevamente a su hogar.
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