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Black Cat por taetae_95

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Notas del fanfic:

se me borro accidental mente la historia y la estoy subiendo de nuevo

Yoongi es un híbrido de gato, callejero y malhumorado, que prefiere su forma gatuna, porque no tiene que ponerse ropa, duerme todo lo que quiera en cualquier lugar y sin ninguna preocupación de trabajar o responsabilidades.

 

Un día que caminaba tranquilamente por la calle, lo atraparon unas personas de un refugio de animales, en el cual permaneció un mes, ganándose mala fama por ser muy agresivo y territorial con las personas del refugio y las que lo querían adoptar.

 

hasta que un día, un chico llamado Park Jimin de 19 años, se acercó a su jaula con una enorme sonrisa y lo adoptó, por su carácter tan arisco, ya que creía que era una inocente y pobre criaturita que sufrió muchos maltratos en la calle.

 

Al llegar a casa, Jimin se sentó en el centro de su casa junto con la jaula en la que llevaba a Yoongi -Hola azucarita, yo soy tu nuevo dueño - Yoongi saco su pata por los orificios de la jaula tratando de arañarlo, al oír el sobre nombre con el que Jimin le llamó, haciendo que riera, ante la molestia que provocó en su nueva mascota - está bien, te diré Suga, ¿te gusta ese nombre?-a Yoongi le gustó el apodo, pero solo se sentó dándole la espalda a Jimin, quien lo tomo como un si y sonrió con satisfacción.

 

Jimin busco dentro de su mochila y sacó un cartón de leche que había comprado para su mascota, lo sirvió en un plato para gatos que compró en la tienda de animales, lo colocó frente a la jaula de Yoongi, llamando su atención de inmediato, haciéndolo que se levantará de donde se había echado y oliera a través de la jaula la leche -quieres un poco, verdad - dijo Jimin abriendo la puerta de la jaula, de la que Yoongi, salió corriendo a tomar la leche, Jimin sonrió y acarició su pelaje negro.

 

Durante el transcurso del día, Yoongi se la pasó huyendo o incluso atacando a Jimin, quien trataba de acariciarlo, lo cual provocó más de algún rasguño en sus manos o que al menos lo ignorara al tratar de hablarle y le diera la espalda.

 

 

 

<Jimin>

 

La alarma de mi despertador empezó a sonar indicando que eran las 6:00 de la mañana y debía levantarme para ir a la universidad. Eleve mi brazo pesadamente y lo deje caer sobre el reloj que estaba en la mesita de noche junto a la cama, busque el botón con mis dedos y lo apague. 
Me quedé recostado sobre la cama viendo el techo, pensando si debería ir o quedarme en la cama para seguir durmiendo.

 

- ¿No piensas levantarte? - dijo una profunda pero suave voz que me hizo sentarme rápidamente sobre la cama - hazme de comer, tengo hambre - volvió a hablar el chico pelinegro que está recostado junto a mí, con sus manos bajo su cabeza, vestía un pantalón de chándal Negro Y un suéter blanco que por supuesto eran míos.

 

Trate de levantarme rápido de la cama, ya que había un desconocido en ella, pero me enrede con las sabanas y termine cayendo de bruces al suelo.

 

- ¡Qu-quien eres! y que haces en mi casa - pregunte con nerviosismo mientras me sentaba en el suelo y retrocedo hasta llegar a la pared.

 

-Soy Yoongi, me adoptaste ayer idiota-dijo mirándome fijamente desde la cama en la cual se sentó con las piernas cruzadas.

 

- ¡Mientes! Suga es un gato no un humano -dije poniéndome de pie, iba a decir algo más, pero me percaté de que ese chico tenía orejas de gato y una cola que se movía de lado a lado.

 

-Soy un híbrido, mitad humano mitad gato - respondió sin darle mucha importancia, yo me quede viéndolo un momento, abrí mi boca para hablar, pero las palabras no salían de ella, estaba muy confundido, mire el piso mientras pensaba en esta extraña situación- ¿que pasa? ¿te comió la lengua el gato? - pregunto con picardía haciendo que yo levantará la vista frunciendo un poco el ceño.

 

- ¿enserio eres Suga? - dije rascándome la nuca, a lo cual él sonrió.

 

Se levantó de la cama caminando hacia mí, cuando al fin estuvo frente a mí se acercó a mi oído.


- si lo soy y más te vale hacerme de comer o terminaré comiéndote a ti - susurro mordiendo el lóbulo de mi oreja -vamos, muévete niño, que tu hyung tiene hambre - dijo alejándose de mi pasando su cola por mi cara, dejándome con unos 50 tonos de rojo en ella y preguntándome, dónde quedado el Suga agresivo del día de anterior.

 


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