“Muy bien, esta es la historia de un niño, un niño muy especial, dirán que porque el simple hecho de ser un mago; si, puede ser, pero no solo por eso un niño elegido para acabar con la existencia de la oscuridad, cuando hay como el sol mismo con un destino legendario; ahora dirán el destino de cada uno es decisión del mismo, solo tu decides tu futuro, y eso es cierto, pero cada persona ha nacido con un propósito y quieras o no, siempre hay cosas que tengas que enfrentar si o si, ya sea por ti o por otros, mover la roca del camino para poder pasar y esto es lo que aprenderá este niño, aunque… nadie dijo que tengas que hacerlo solo, por eso las personas especiales se enlazan en tu camino y le dan forma a tu vida. Bien la historia comienza en un lugar, un lugar frio y oscuro, no se puede distinguir si es un castillo viejo o una cueva escondida, simplemente es un lugar en donde solo los engendros de la oscuridad merodean sus pasillos.”
Una figura envuelta en una capa oscura se paseaba lentamente por la habitación, era espectral y deprendía un aura maldad y poder por donde pasase, a pesar de parecer serena por dentro una ansiedad leve se apoderaba de sí; tamborileó con sus dedos lo que resultaba ser su varita mientras sonreía como un niño al que le han prometido un obsequio y espera por el, se pronto una figura andrajosa se deslizo por el cuarto con cuidado y respeto-mi señor- sonó su voz respetuosa e irritante en la oscuridad,- lo encontramos- luego solo, el silencio un gruñido de placer fue la única respuesta del amo.
-¿Dónde…?-
Lejos de allí en una alejada casa en los alrededores de Brooklyn una pareja algo cansada irrumpía en las habitaciones cerrando todo y tratando de asegurar todo a su paso, la mujer apretaba contra su pecho un bulto que correspondía a su pequeño retoño de solo algunos meses de edad, el pequeño se abrazaba a su madre en silencio, sin causar problema alguno, casi como si entendiese la situación de su familia, miraba con sus atentos e inocentes ojitos azules a sus padres mientras que estos trataban de no hundirse en la desesperación.
-muy bien, creo que estamos a salvo por ahora, Sarah ve a descansar, yo te avisare si hay alguna señal de María- la susodicha asintió cansada por la situación y besando la cabeza de su hijo se dispuso a retirarse no sin antes pedirle a su marido que tuviese cuidado y camino lentamente hacia la habitación de arriba, sosteniendo a su pequeño bebe contra su pecho y recostándolo sobre su cuna mientras este le miraba expectante, tan inocente, Sarah Rogers suspiro de dicha y guardo su varita entre sus ropas y extrajo un extraño objeto, una estrella metálica del tamaño de una palma y la miro seriamente, supuestamente los que estaba sosteniendo era uno de los escudos mas poderosos inmune a casi cualquier hechizo, ellos se lo llevarían al ministerio de Magia para que forme parte del ejercito en contra del Señor Oscuro, las cosas decayeron casi al inicio de la misión, los esbirros de Red Skull, mortifagos, estaban por doquier, así es como se habían acorralado a la vida de fugitivo hasta cumplir la misión y recibir la protección del Ministerio.
Acabar con el temido señor oscuro para darle un futuro mejor a su pequeño Steve, en esto estaban sus pensamientos cuando de pronto noto un frio escalofriante que se hizo presente en la habitación, se podía notar a creces que este no era por causas naturales con sigilo saco su varita acercándose a la ventana, antes de llegar se oyó un estruendo en el piso de abajo, el grito de guerra de su esposo no se hizo esperar, le siguieron estruendosos golpes hasta que llego el silencio. Sarah respiro profundo entrecortadamente, tratando de tranquilizarse y concentrarse para salvarse ella y su hijo o por lo menos su hijo, se oyeron unos pasos acercándose, claros, tranquilos, peligrosos, definitivamente no era Joseph Sarah aumento el agarre en su varita con decisión en una mano y la estrella en la otra, si era un escudo este era el mejor momento para usarlo, poco después una figura vestida con una túnica negra y la insignia de una calavera con tentáculos entro a la habitación acercándose tranquilamente a la cuna.
-vaya, pero que adorable criatura- murmuro con gusto destapando su cabeza, que parecía ser un cráneo rojo mientras el bebe lo miraba con inocente curiosidad-¿por qué no acabo rápido con tu sufrimiento? – y le apunto con su varita- ¡abadaquedabra!-
-¡no!-grito la mujer interponiéndose y lanzando un hechizo para proteger a su bebe, en ese momento la estrella brillo ampliando el hechizo luego todo fue una deslumbrante luz y luego silencio mortal seguido por el llanto de un bebe.
Desde lo lejos una figura femenina se acercaba, al ver la luz acelero su paso con ansiedad pero al llegar a la casa esta parecía una espectral construcción, rodeada de un aura de magia que casi podía tocarse, el aire estaba caliente.
-llegamos tarde, pero deberían mandar a ver esto, es un desastre, no podría decir que pasó aquí…-
-¿algún sobreviviente?-como si fuera su señal de entrada el llanto del bebe volvió con fuerza y la figura se apresuro a buscar al bebe y arroparlo en sus brazos-si…algo así- murmuro mientras lo veía, el pequeño no protesto y se dejo hacer muy entretenido mientras mascaba con sus encías una estrella de plata la cual ya no tenía las puntas afiladas, sino que se había adecuado al uso que el bebe la estaba dando. Unos días después el pequeño repetía la misma escena en el papel de bebe abandonado en la puerta de la casa de una viuda de Brooklyn que tenía un niño mas o menos de la edad del huerfano; con una tarjeta que decía el nombre del bebe “Steve Rogers” y un un sobre con unos cuantos billetes.
Las burlonas carcajadas de unos jóvenes abusones se escuchaban en interior de un sucio y maloliente callejón en una de las calles Brooklyn mientras golpeaban sin contemplación el cuerpo de un jovencito rubio y delgaducho que trataba inútilmente de defenderse con garras y dientes sin importar su condición, justo cuando iban a darle el golpe de gracia un castaño de ojos azules y cabello castaño entro en escena propinándole algunas palizas que hicieron que los abusones se retiraran corriendo y maldiciéndole, el chico suspiro recobrando el aliento y acercándose a su rubio amigo para ofrecerle una mano a este quien la acepto de mala gana.
-yo podía con esto Bucky-el mencionado bufo.
-si claro, se notaba desde donde venia, vamos, mama quiere que estemos en casa antes de que anochezca, está preocupada estos días.-Steve con ya once años asintió de acuerdo.
-dicen que una banda de locos con túnicas andan merodeando y han habido desapariciones- Bucky bufo y negó con la cabeza sonriendo.
-solo son cuentos de viejas chusmas, no dejes que te intimiden-el otro solo asintió y lo siguió hasta una humilde vivienda donde una mujer los esperaba con una mueca de disgusto al ver su estado, suspiro sabiendo que nada que hiciera sacaría a Steve y a su hijo de las peleas callejeras.
-¿cuál fue el motivo esta vez, niños?-indago con una ceja alzada mientras los miraba pasar a la vivienda. Antes de que Steve respondiera Bucky se adelanto.
-lo usual, Steve quiso ser el héroe otra vez-el mencionado frunció el ceño y la madre solo suspiro negando.
-ay mis niños, hasta juntos son un desastre ¿Qué harán cuando se casen y deban mantener a su familia?- Steve se sonrojo y Bucky solo se dedico a alegar que aun había tiempo para tener que preocuparse, hasta que diviso dos sobres en la mesa de color oscuro con sus respectivos nombres.
-¿Qué son mama?-ellas los tomo guardándolos en su delantal.
-alguna broma de mal gusto, no quiero que se alejen mucho ni se deje engañar, están pasando cosas horribles no deben seguir cosas extrañas- luego de hacerles prometer que cumplirían su pedido esta se relajo y se alejo para ver que podían comer esa noche.
Ya en la noche cuando todos dormían una sombra oscura se inmiscuyo en la vivienda, paseándose cerca de la mujer la enmudeció con una mano y antes de que esta pudiera defenderse de su captor este paso un filoso cuchillo por su garganta matándola; luego siguió su camino hasta la habitación donde descansaban ambos chicos en sus respectivas camas, acercándose a la figura del joven rubio, quien dormía apaciblemente sin camisa, podía verse en su pecho la figura de una estrella de plata colgada de un, la figura sonrió y se acerco a él hasta que un movimiento en el colchón de al lado lo alerto.
-Steve… ¿eres tú?-murmuro el castaño adormilado, a lo que la sombra gruño-¡¿Quién eres tú?!- ante el grito el rubio despertó alarmado topándose con la aterradora imagen-¡mama, mama!-pero esta no respondió y la figura se acercaba a ellos amenazante, antes de que pudiera hacer algo una luz blanca y cegadora destruyo a la sombra en frente de sus ojos, ambos niños confundidos miraron hacia la ventana donde una mujer vestida de traje negro con una capa de pieles apuntaba con una vara donde antes se encontraba la sombra. Luego se comenzó a acercar a ellos pero el castaño se interpuso entre ella y su amigo con desconfianza, la castaña sonrió.
-mi nombre en Margaret Carter, ahora están a salvo, vengan conmigo…-
-¿Por qué deberíamos irnos contigo lejos de casa?- pregunto el rubio de ojos azules con fiereza a lo que ella se detuvo y les sonrió amargamente.
-está ya no es su casa… en la academia Durmstrang los acogeremos con gusto.
Dos años después…
El Instituto Durmstrang de Magia (alemán: Durmstrang-Institut für Zauberei) es una escuela de magia que ha existido por al menos 700 años, cuando comenzó a participar en el Torneo de los Tres Magos, la escuela está localizada en Escandinavia. Los estudiantes de Durmstrang usan pieles gruesas con túnicas de color rojo sangre, son rusos y búlgaros, es conocida por hacer énfasis en el estudio de las Artes Oscuras a diferencia de otras escuelas de magia.
-eres un idiota Bucky,-rio Steve Rogers, él y su amigo salían hacia el patio cubierto de nieve mientras reían después de un chiste que Bucky le hizo a Steve por el trato de la señorita Carter con él, ambos iban a juntarse con sus amigos del club escuadrón 111; ya al empezar su tercer año en la escuela de magia- no puedo creer que hicieras un chiste como ese en frente de Peggy, ya no podre mirarla de vuelta a los ojos- finalizo el rubio apenado, quien a diferencia de hace dos años atras su abdomen era marcado y sus músculos notables, además de su altura, mucho ejercicio decía Steve, un cuerpo con desarrollo sorprendente decía Peggy, esteroides decían sus amigos.
En fin hubieran seguido bromeando de no ser por una explosión en una de las torres del establecimiento, los grito no se hicieron esperar, las alarmas sonaron mientras sombras negras descendían del cielo a gran velocidad y atacaban la escuela, con el pánico otra explosión cerca de la puerta se hizo notar sirviendo de entrada a unas figuras espeluznantes de negro con el logo de una calavera con tentáculos, personas que aparecían y desaparecían con sus varitas divirtiéndose con el caos, rápidamente los profesores hicieron acto de presencia Bucky ayudo a Steve a alejar a los atacantes mientras trataba de ponerlos a salvo aunque este insistía en ayudar hasta que un rayo de energía aterrizo cerca de ellos derrumbando una plataforma que se llevo al castaño con él, Steve trato desesperadamente de sostener su mano, pero al final este se dejo caer sonriente sabiendo que así salvaría a su amigo ante los desgarradores gritos del rubio. Quien se hubiera tirado a salvarlo de no ser porque Peggy apareció de la nada para noquearlo y arrastrarlo adentro.
-lo lamento tanto, fue mi culpa- sollozaba el ojiazul sentado el un banco con su equipaje al lado- si yo simplemente hubiera… tanto tiempo haciéndome mas fuerte y no pude salvarte…- gimoteo mientras el dolor destrozaba su pecho, no se había sentido asi desde la muerte de la madre de Bucky, pero en ese entonces su amigo había estado con el y lograron seguir adelante apoyándose uno en el otro, pero ahora había perdido a su única familia ese día, su hermano estaba muerto y la escuela cerraría una temporada para las reparaciones y la intervención del Ministerio de Magia-¡¿Por qué?!- grito adolorido mientras golpeaba con odio y frustración la pared abollándola, vio con cansancio como la nieve caía, toda esa niele, blanca y espesa que arrastro y se llevo a su hermano con él, ya no toleraba verla, se encogió como pudo dentro de su capa de pieles y continuo derramando algunas lagrimas hasta que escucho el sonido de tacones acercándose y supo que Peggy se acercaba, al verla noto que también ella tenía los ojos algo rojos mientras le entregaba un boleto de tren.
-plataforma 9 ¾, no llegues tarde, te estarán esperando, ya le explique la situación a Domboldore- y con esto ella hizo un ademan de alejarse hasta que Steve la detuvo.
-¿esperas que me vaya a otro colegio así sin más, que los deje después de lo que paso sin hacer nada?- la castaña suspiro.
-no espero que hagas eso, pero aquí ya no podemos protegerte, esos sujetos regresaran, no hay nada que puedas hacer desde tu posición, solo hacerte mas fuerte-
-…Aun asi puedo combatirlos, no les temo- exclamo con coraje.
-claro que lo harás, a su debido tiempo, pero no aun, tienes un destino especial Steve- suspiro la mujer limpiando una lagrima y acariciando su mejilla con adoración- pero para eso debes hacerte más fuerte y esta es la única forma, cuando te gradúes ven a vernos, siempre te esperaremos, te lo prometo.- ante esto el joven sonrió con tristeza y se levanto despidiéndose para irse, Hogwarts, un mundo nuevo, según todos muy diferente a Durmstrang esa sería una escuela mucho más abierta al mundo mágico por lo que pudo escuchar, costumbre nuevas, climas nuevos, personas nuevas, decir que no estaba nervioso era una gran mentira por supuesto, pero todo a su debido tiempo, la castaña lo vio partir deseándole mucha suerte en lo que le deparase, su vida no seria fácil, deseo no haber hecho una promesa que seguramente no cumpliría, pero bueno, si tan solo obtuvieras una moneda por cada deseo… ella lo sabia la falsa paz luego de la muerte del seño tenebroso hace años está a punto de romperse, pero solo pudo verlo alejarse de su lado rumbo a un destino mas brillante…