Cuando una persona menciona la escuela, primaria, secundaria, o universidad, cualquiera podría pensar y recordar en esos días donde estaban felices con sus amigos, divirtiendose, a veces preocupandose por aprobar o no, pero siempre pasando días tranquilos.
Desgraciadamente, en Seoul Arts High School los días eran muy diferentes para algunos estudiantes que estaban a merced de los otros chicos de clases superiores.
Un claro caso de ello, era Kim Myung Jun, más conocido como MJ, un chico de 15 años que acostumbraba a recibir las burlas de varios de las clases más altas. No había día en la que los empujones, los comentarios hirientes, e incluso las bromas que se basaban en tirarle refresco en cualquier momento del día no estuvieran.
¿Su agresor? Jung Daehyun, 16 años, conocido por ser el bravucon numero uno de la escuela, y que nadie podía tocar debido a su estatus social. Había sido transferido hacía un año desde Busan, su lugar de residencia, a aquella escuela, por lo que quedo bajo la tutela de sus tios mientras estuviera allí.
Fue desde el primer día que llego que MJ se convirtio en su blanco permanente de burlas.
Ese día no era diferente.
El más joven se encontraba temblando mientras era empujado contra una de las rejas que rodeaban la escuela, sintiendose vulnerable ante el otro muchacho de cabello castaño claro, viendo la sonrisa de burla que este siempre portaba en sus labios.
— ¡Hey, mirame cuando te hablo! Oh, es verdad, tus ojos no pueden mirar a un solo lugar.
Y allí empezaban como siempre las bromas sobre sus ojos, ¿Qué acaso era tan malo ser así? Las lagrimas de Myung Jun ardian en sus ojos, pero nunca iba a llorar, no frente a aquella persona que le sujetaba por la camisa para moverlo con brusquedad.
— Escuchame idiota, a la hora del almuerzo, quiero que me des tu dinero, ¿Entendiste? Y si vas a refugiarte con los otros idiotas de tus amigos, me enterare, y creeme que no sere muy amigable.
Un ultimo empujon fue el que dio el de apellido Jung, para luego voltearse y así retirarse con calma, bien sabía que llegaría tarde a la clase de matematica, pero por suerte tenía a su amigo que siempre le pasaba sus apuntes para tener toda la carpeta completa.
En cuanto Daehyun cruzo la puerta de su salon su maestro le dio una pequeña reprimenda, más ni le escucho ya que fue al instante a donde era su asiento junto a su mejor amigo, Yoo Youngjae, al igual que él. tenian un estatus similar, lo que les ponía a la cabeza de popularidad en la secundaría, e incluso algunas universidades donde ya habían ido a visitas con la escuela.
No fue necesario prestar demasiada atencion a la clase que estaba siendo dada, ya que el tema que explicaban ya era uno que sabía al derecho y al revez. Beneficios de haber tenido varias clases particulares en su ciudad natal.
Al tener practicamente una ''hora libre'' al no estar dispuesto a trabajar, comenzo a revisar su movil, visitando sus redes, hsata que llego a los mensajes, viendo que su primo le había citado para que se vieran en el horario del receso medio. Su primo era otro de los grandes populares, vamos, cualquiera que conociera a Bang Yongguk le daría la razón de ser tan popular, tenía suerte de ser su primo a decir verdad.
Cuando la campana anuncio el receso medio, tanto él como Youngjae se levantaron con prisa para salir de aquel salon, siendo los primeros en salir ya que todos los estudiantes a su alrededor se hicieron a un lado para dejarles pasar. Así de bonita era la vida de alguien con dinero.
Los pasos que daban eran lentos, como si no tuvieran nada que hacer, pero sabían bien que Bang era alguien que se tomaba su tiempo tambien, así que no pensaban ir para esperarle bastante.
Daehyun en medio de su caminar, escucho una risa que bien conocia, por lo que se volteo, viendo como el chico al que apodaban MJ estaba con uno de sus amigos, un niño alto de grado inferior de nombre Sanha, y el novio de este ultimo, alguien más pequeño de sobrenombre Jinjin.
Sus ojos practicamente brillaron al ver a quien era su blanco humano, y sin pensar mucho, agarro una pequeña roca que se hallaba en su camino bajo la curiosa mirada de su mejor amigo. Solo le fue necesario apuntar, implementando así fuerza para arrojar aquella piedra, riendo bastante fuerte al ver como daba en el blanco, el brazo de MJ. Noto como este cubria su brazo rapidamente emitiendo algunos quejidos mientras sus amigos le miraban preocupados. Su risa casi no podía detenerse, nada le hacía más gracia que molestar a aquel niñato.
Pero su risa tuvo que detenerse cuando vio el rostro de seriedad de Youngjae, quien estaba muy en contra de todo lo que hacía contra el de apellido Kim.
— ¿Cuando dejaras de ser tan infantil? Con un carajo, Daehyunnie, ya no eres un niñito de 10.
— Tsk, callate, voy a molestarle cuanto yo quiera, y hasta cuando yo quiera.
Las palabras terminaron siendo nulas en el camino hasta el patio trasero, donde al lado de unos arboles, se encontraba Yongguk. Como siempre, su celular estaba como una sangujuela en la mano del mayor, mientras el cabello algo rizado de este cubria parte de su rostro.
— ¡Hyung, hyung, hemos llegado! —El grito particularmente fuerte de Daehyun hicieron que su familiar dejara de estar en las nubes, viendo como este mostraba su particular sonrisa.
— Daehyunnie, pense que no llegarias. Ah, Youngjae, buenos días.
— Buenos días, Bang hyung.
Anecdotas del tiempo que no se encontraron fueron y vinieron. Bang por su parte, ponía a ambos menores al día, ya que había estado una semana ausente por cosas de la empresa de su familia, que por derecho tambien era de Daehyun, pero el mayor de entre los tres era el que por logica iba a heredar la mayor parte de las acciones, lo cual al de cabello castaño no le molestaba para nada.
Yougjae por su parte llego a voltear su rostro al percibir un movimiento, viendo como una persona de cabello negro se acercaba con algo de rapidez, lo que le hizo soltar una pequeña risa para mirar luego al más alto de todos.
— Bang hyung, creo que su novio lo ha extrañado demasiado.
La persona que se acercaba, era otro de los chicos populares, pero no por el dinero, si no por la belleza y las buenas notas que siempre sobresalian. Kim Himchan era lo más parecido a un alumno modelo, encantando a todos con su carisma, y con esa sonrisa parecida a la de un conejo que ponía a todos felices.
Pero ese chico de cabello oscuro venía con una cara de muy pocos amigos, lo que activo una alarma de peligro en la cabeza de Yongguk. Hacer que su pareja se enojara era algo muy raro, y por supuesto, demasiado peligroso.
Antes de que cualquiera de los tres chicos reaccionara, la persona recien llegada se acerco lo suficiente como para sujetar el cuello de la camisa de Daehyun, colocando a este contra la superficie del arbol cercano. La ira podía verse a simple vista en sus ojos, y las facciones de su rostro eran todo menos amigables.
— Jung Daehyun, escuchame bien. ¿Sabes mi reaccion al enterarme que MJ tuvo que ir a la enfermeria porque tu, maldito estupido, le tiraste una piedra? ¡Le ha dolido hasta el alma, con un carajo! —Ah si, otro detalle, era que Kim Himchan era un amigo cercano de Kim Myung Jun, incluso trataba a este ultimo como si su hijo fuera, aunque cualquier amigo de Himchan pasaba automaticamente a ser tratado como hijo de este— Y tambien preguntando por allí, me han dicho que esta mañana lo has amenazado para que te entregue el dinero de su almuerzo. Sabes, yo ya me he cansado, ¿Sabes los días que he escuchado el estomago de MJ rugir de hambre solo porque a ti se te ocurre molestarle? Que te quede claro algo, si hoy vuelves a molestarle, juro que hare de tu vida un infierno. Creeme que movere cielo y tierra con tal de que quedes en la nada, y me importa un carajo tu familia. —Con ello ultimo dicho solto de un empujon a quien tenía sujeto, quien agarro el lugar donde el de cabello negro le había sujetado. Pero Himchan no iba a hablar solo con el mocoso Jung, oh, claro que no. A paso firme se acerco hasta quien era su novio, el cual retrocedio con cierto miedo por la fiera mirada que era puesta sobre si. Al estar lo suficiente cerca, el de piel blanquecina pico con uno de sus dedos el pecho del mayor, ejerciendo la fuerza suficiente como para saber que dejaría la marca de su uña aún con la ropa puesta.— Bang Yongguk, tu no te salvas. Sueña con tocarme un solo cabello hasta que el idiota de tu primo no deje de molestar a mis amigos.
— ¡Pero yo no tengo nada que ver con sus acciones!
— ¡Tu no le dices nada, eso es suficiente como para que te considere de su parte!
Los allí presentes solo pudieron ver como el de cabello negro se volteaba para retirarse de aquel lugar. En las mentes de los tres habían quedado plasmadas las palabras utilizadas, y que cuando terminaron de pensarlas, tuvieron como resultado una carcajada del menor de todos.
— ¡Ohhh Daehyun! ¡Estas jodido amigo! —Era bien sabido que quienes se metian en el camino del chico de rostro bonito no terminaba en muy buen estado. El chico por más delicado que pareciera, era algo totalmente diferente. Era el tipico lobo con el disfraz de oveja.
— Jung Daehyun... Mejor que te disculpes de rodillas con ese niñato. —La profunda voz del mayor hizo un poco de eco, más que nada por el silencio que les rodeo ante la cara de malhumor que portaba.
— ¡No pienso disculparme con ese ojos locos!
—¡No me jodas, Daehyun! ¡No voy a estar sin sexo solo porque a ti se te ha dado la gana de molestar a un niño menor que tu! ¡Si para el fin del día no te disculpas, juro que hablo con tus padres! —Ok, eso si se lo tomo muy de verdad. Cualquier cosa que incluyera a sus padres hacian que se pusiera serio de repente.
— Ya... Intentare disculparme.
El timbre que anunciaba el fin del primer receso se hizo presente, por lo que Daehyun no tardo en irse a donde era su salón, intentando que su furia fuera menos notoria. Odiaba cuando le decian que hacer.
¿Por qué no comprendian que era su total diversion el molestar a ese chico de cabello un poco más oscuro que el suyo? ¿Tan raro era que se riera cada que le veía tropezar?
Toda la clase de historia se la paso pensando en la persona que siempre molestaba.
¿Y MJ? Él, por su parte, estaba prestando toda la atencion posible a su clase de ingles, al serle una materia que le era muy dificil. No era como sus amigos que sabían pronunciar y sabian mantener conversaciones, él siempre había sido muy malo en aprender ese idioma universal del cual siempre decian que le seria util en su vida. Vida que ya detestaba cuando el sonido del receso para almorzar sono.
Quedo petrificado en su asiento viendo a todos salir felices de que podian ir a comer, luego solo faltaria un modulo más y se irian a sus casas, para volver a repetir la rutina al día siguiente.
Myung Jun odiaba la rutina que había adoptado su vida.
Despertar, bañarse y cambiarse en tiempo record para no perder su autobus, entrar a la escuela para encontrarse con Daehyun, quien le golpearia o, en la mayor de las suertes, le amenazaria. Luego se encontraria con sus amigos Sanha y Jinjin, hablarían sobre la competencia de baile callejero de este ultimo. Luego se encontraría y hablaria con Himchan sobre algunas cosas, ya que a pesar de que el mayor era conocido por ser alguien ''inalcanzable'' se le había hecho muy amigable, luego su bravucon cumpliria sus palabras, y luego iria a su casa, donde se serviria la comida que le dejarian sus padres al estos estar fuera por trabajo, y luego lloraria en su cama hasta poder dormirse.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un pellizco en su brazo derecho se hizo presente, volteandose para encontrarse con el joven alto que era su amigo, mostrandole una amplia sonrisa.
— ¡Sanha! ¡No era necesario que vinieras! —Conforme hablaba pudo colocarse de pie, abultando su labio inferior como solia hacer cada que quedaba al lado de su amigo, a quien le llegaba con toda proeza un poco más arriba que los hombros. Realmente la pubertad le estaba haciendo crecer demasiado, mientras que a él le mantenia más cerca del suelo. Al menos le era consuelo saber que el novio de su compañero tenía su misma altura y no era otro gigante.— Ah, ¿Y Jinjin? ¿No ha venido contigo?
— Jinwoo hyung ha tenido que reunirse con Jongup hyung, ya que a ambos se les ocurrio agregar una variante de breakdance para lo que sera su presentacion el viernes.
— Los primos bailarinas atacaran sin dudarlo. —Las risas no se hicieron esperar de ambos en tanto cruzaban el umbral de la puerta, imaginarse a Jinjin y a su primo Jongup arrasando con los demas bailarines era algo simple, pero siempre gustaban encontrar cosas de ambos para reirse, tal como lo era la similitud de ambos que les hacía parecer hermanos en vez de primos. Y la edad cercana no ayudaba en nada.
El patio se encontraba lleno de los demas estudiantes, más estos no les miraban siquiera, estaban muy concentrados en disfrutar de sus cosas como para fijarse en alguien como ellos. MJ a lo lejos pudo diferenciar a los primos de quienes habían hablado, no pudiendo contener una sonrisa al verles hacer algunos trucos de breakdance que hacian que las chicas suspiraran cada que la camisa de la escuela se les levantaba un poco, provocando que parte de sus vientres quedaran a la vista.
— Sanha, yo que tu, voy y marco territorio, que aqui hay quienes le hechan ojos a Jinwoo~ —¿Que mejor que poder molestar al menor? Sabiendo que este era extremadamente celoso no dudo en hacer uso de sus palabras, viendo como este fruncia su ceño mientras se fijaba en aquellas chicas de corta falda.
— ¡Oh, no voy a dejar que esas suripantas me quiten a mi hombre!
La vista del chico alto y delgado caminando hasta donde los bailarines se le hizo muy graciosa, sin poder evitar que unas carcajadas salieran de sus labios cuando pudo ver los gestos de enojo que hicieron las chicas cuando el más alto tomo a su pareja por las mejillas para besarle frente a los espectadores. Muchos reian al saber del caracter del chico de 14 para con su pareja, otros volteaban su mirada con verguenza o con repulsion, ya que ver a dos chicos no era tan normal, aunque se contenian. Y claro, las ''suripantas'' no tardaron en irse con su orgullo por el suelo.
Su sangre se helo mientras se petrifico en su lugar al escuchar una particular voz llamandole, esa voz que conocia tan bien, y de la cual penso en escapar en ese instante, pero antes de lograr una accion fue tomado por el brazo, girando así su cuerpo para quedar rostro a rostro contra el causador de su sufrimiento escolar.
Jung Daehyun estaba frente a si mirandole como nunca antes.
— ¡Te estaba hablando ojos raros! ¡¿Acaso no me escuchas o que?!
— Y-Yo... L-Lo siento, yo estaba concentrado. —La cabeza del más joven bajo hacia el suelo, mirando luego a sus lados como si buscara ayuda, pero bien sabía que nadie se interpondria entre uno de los chicos populares. Solo reconocio a Sanha, Jinjin y Jongup que se acercaron para querer ayudarle, pero les hizo una seña para que guardaran la distancia. Nunca se perdonaria que les sucediera algo a ellos por su culpa.
— ¿Concentrado en que? Bah, no me interesa en lo más minimo lo que haga un imbecil como tu. —Esas palabras cargadas de veneno hicieron que el pecho de MJ se contrajera con cierto dolor, pudiendo así elevar su mirada para encontrarse con la de su adverso.— ¡Fuiste de chismoso con la diva Himchan! ¡Te había dejado bien en claro que no fueras con tus amiguitos!
Los movimientos bruscos que daba el mayor hacian que comenzara a doler el brazo que tenía sujeto, ya de por si, su otro brazo aún dolia del impacto de la piedra de hace unas pocas horas.
Gritos, reclamos, todo eso y más eran los que daba Daehyun hacía el menor, olvidando su principal razón de estar allí. Disculparse. Pero no había podido evitarlo, el solo tenerlo cerca hizo que olvidara todo para comenzar de nueva cuenta a molestarle. Pero no llegaba a pensar que poco a poco, cada accion que hacia, cada palabra que emitia, iba acumulandose en ese pequeño cuerpo, teniendo una proxima erupcion como si fuera un peligroso volcan
La voz fuerte de Himchan se hizo escuchar, por lo que el joven Jung se detuvo para mirar al recien llegado, temiendo un poco al pensar que este haría algo. Pero para su sorpresa, fue MJ quien se separo de si con un brusco movimiento de su brazo, y luego le empujo con la fuerza suficiente como para alejarle un metro.
— ¡Ya me canse! ¡Estoy harto! —La siempre dulce voz de Myung Jun se había transformado en una voz que dejaba notar la rabia, molestia, e incluso tristeza que sentia— ¡¿Por qué siempre me molestas?! ¡¿Que demonios te he hecho para ser tu blanco diario?! ¡¿Acaso no tienes nada mejor que hacer?!
— Y-Yo... —Primera vez que alguien gritaba de aquella forma a Daehyun, quien casi tartamudeaba de la sorpresa, ver esa faceta de quien siempre lloraba era algo bastante impactante para si.
— ¡''Yo'' nada! ¡QUIERO QUE ME DIGAS EL PORQUE MIERDA VIVES JODIENDOME! —Incluso todos los conocidos de MJ estaban sorprendidos al escuchar sus gritos, excepto Himchan, quien sonreia con felicidad al ver que su pequeño amigo al fin había reunido valor para rebelarse. Pero luego esa sonrisa paso a sorpresa al igual que el resto cuando Daehyun se hizo escuchar.
— ¡PORQUE ME GUSTAS! ¡CON UN CARAJO, ME GUSTAS KIM MYUNG JUN!
Jung Daehyun, chico de 16, alto de cabello castaño claro. Deseaba por sobre todas las cosas que la tierra se abriera y lo tragara. Acababa de decir lo que había guardado desde el primer momento en que había cruzado su vista con la de MJ en gritos, siendo escuchado por practicamente toda la escuela. Este, le miro desconfiado, aunque se acerco lo suficiente como para que pocos centimetros fueran los que les separaban.
— ¿Te gusto? Vamos, no me jodas, es un mal cliche de novela, ¿Por qué carajo yo te gustaria? —¿Como confiar en las palabras de quien había hecho de su vida un infierno? La desconfianza era por demas fundamentada, pero el menor sintio sus manos temblar cuando noto aquella mirada que era dirigida hacía si, escuchando un suspiro del mas alto.
— Sera un mal cliche pero realmente me gustas. No lo se, solo se que cuando te vi me quede deslumbrado. Eras muy sonriente, y quería que solo me sonrieras a mi. Sabía que no lograria mucho acercandome, así que opte por molestarte, al menos así pensarias en mi... MJ... Soy de esos chicos que le jalan el cabello a las niñas que le gustan...
— Es una forma muy rara de conquista... ¿Que cosa es lo que más te gusta de mi? —Los ojos iluminados del mayor parecian resplandecer por su pregunta, lo que le hizo casi sonreir.
— ¡Tus ojos! —Su voz sono totalmente segura, porque siempre había amado los ojos de su querido Myung Jun— Adoro tus ojos, son muy especiales y... particulares. —Una sonrisa nerviosa se formo en los labios de quien hablaba, pero no podía evitarlo. Sería una mentira decir que lo primero que vio del menor no fueron sus ojos, al ser algo que llamaba mucho la atencion— Myung Jun ... ¿Me disculparias por todo lo que te he hecho? Ya sabes... Por los empujones.
— ¿Solo los empujones? —El menor cruzo sus brazos a la altura de su pecho cuando menciono la pregunta, elevando una de sus cejas mientras sus comisuras se elevaban en una sonrisa.
— Los empujones... Los gritos, las piedras que te he lanzado, los jalones de cabello... Tambien me disculpo por la vez que me acerque por detras y empuje tu cabeza contra la comida... —Uno a uno fue diciendo las acciones que hizo contra el menor, sintiendose cada vez más avergonzado, ya que hasta ese instante, no había notado lo insufrible que había sido.
— Ya veo que te diste cuenta que fueron MUCHAS las cosas que hiciste... ¿Como podría perdonarte por ello? —Ninguno prestaba atencion a los de su alrededor, ya que se encontraban concentrados en cada palabra, o gesto que el opuesto hiciera— Pero... Tambien te disculpaste por cada una de las cosas... Y en si... gritaste a viva voz que te gusto... Creo que podría disculparte... Solo si me llevas a una cita.
La exclamacion de sorpresa no fue solo de parte de Daehyun, si no tambien de los amigos de MJ, quienes creyeron que este habría perdido la cabeza por las semejantes palabras que había vocalizado, pero el rostro serio y determinado de su compañero, le hicieron ver que iba demasiado enserio.
— ¿Una cita? ¿Estas seguro?
— Tu eres el chico que jala del cabello de quien le gusta, bueno... Yo sería como esas niñas idiotas que se enamoran de quienes les molestan. Y si no te quedo claro, Jung Daehyun, tu igual me gustas a mi. —Una amplia sonrisa dada por el más joven hicieron que el mencionado sintiera una extraña felicidad, asintiendo luego con total efusividad.
— ¡Juro que sera la mejor cita que tengas!
Murmullos molestos se hicieron presentes de parte de algunas chicas que estaban cerca, si contaban bien, pero era imposible que no se molestaran, ¡Bang estaba con Himchan, Jinjin con Sanha, Jongup con un niño que se hacía llamar Zelo! ¡Todos los chicos interesantes resultaban ser gays!
MJ y Daehyun por su parte solo se dedicaron unas sonrisas, prefiriendo irse ambos a un lado para poder hablar mejor de la cita que planeaban, ya que ninguno de los dos quería arruinar lo que sea que fuera ese día, dejando a sus amigos de lado, mientras estos les miraban.
Yoon Sanha, el mejor amigo de MJ se encontraba algo confundido, sabía que había una cierta atraccion de su hyung hacía el chico molesto de 16, pero de ahí a aceptar una cita era algo raro. Sin darle importancia, solo tomo el brazo de su novio para irse con este, al menos ahora sin Myung Jun tendrían algo de privacidad para estar juntos.
Yoo Youngjae por su parte solo reia, era practicamente el unico que sabía de los sentimientos de su amigo por el de grado inferior, así que llego a sentirse feliz, de que ya su querido Daehyunnie no tendría que recurrir a sus metodos para llamar la atencion.
¿Y Kim Himchan? El solo se acerco a su pareja algo pensativo, frunciendo un poco el ceño cuando sus ojos se encontraron con los de Bang, el cual se sintio algo extraño por aquella mirada.
— ¿Channie? ¿Que sucede?
— ¿Qué tiene tu familia que su forma de conquistar se basa en ser molestos?
— Oh vamos, Himchan, yo no te molestaba.
— Yongguk... Te recuerdo que siempre me molestabas por mi peso y me llegaste a tirar una zanahoria diciendo que como era un conejo, debía comer eso. Y luego gritaste tambien que era lo que más te gustaba de mi. —La sonrisa de Himchan se hizo presente al momento de decir ello, a la par que negaba un poco con su cabeza— Realmente tú y tu familia son raros.
— Así me amas. —Ambos compartieron unas risas al momento de juntar sus manos para dirigirse a su salón de clases, ya que el sonido del timbre retumbo, siendo así lo que les indicaba que en poco podrían retirarse.
Y si se pensaba bien, ya todos tenian con quien ir hacia sus casas sin necesidad de hacer un mal tercio.