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Cool Kids por hellblack_sasuke-

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Notas del fanfic:

Hola chicos.

Espero que estén muy bien :)

Aquí trayendo una nueva historia. En esta ocasión tengo que decir que Naruto es un completo idiota xD y muy malo con Sasuke. Sin embargo, confirmo de una vez que es un NaruSasu ¿vale?

Creo que todo lo demás se dará sobre la marcha.

 

Los personajes utilizados son de Masashi Kishimoto.

Notas del capitulo:

Pues aquí va el primer capítulo.

Creo que no hay más que decir, que ojalá le den una oportunidad o que les llame la atención.

Como siempre, muchas gracias por leer :)

 

 

-Diste tu palabra –murmuró sin mucho ánimo recargado en la pared.

La gente pasaba a su alrededor, por lo que debían de mantener las impresiones. Además no era típico en él hacer drama. Simplemente no iba con su forma de ser-

-Las palabras se las lleva el tiempo –contestó del mismo modo sin ni siquiera mirarle- solo fue una etapa

-¿Y ya la superaste?

-Exactamente –respondió de manera contundente- y espero que tú hagas lo mismo

-El chico solo asintió, optando por irse con calma, como si hubieran hablado de lo más banal del mundo. Sí, prefería ahorrarse la escena tan lamentable que veía con tanta frecuencia; a su vez, era mejor esconder sus sentimientos, era experto en ello-

-¿Sasuke? –El susodicho se detuvo, no había necesidad de voltear a verlo-

-¿Qué quieres Naruto? –Contestó como siempre-

-Está demás decirte que no quiero volver a tener ningún tipo de contacto contigo –desviaba sutilmente la mirada- al menos por ahora –Sasuke frunció el ceño; si por él fuera, lo molía a golpes en ese momento. Esa maldita actitud lo tenía harto; pero no era el lugar ni el momento.

En verdad que si pudiera, lo asesinaba ahí mismo. Pero tal vez, no valía ya la pena.

Sonrió en un gesto descarado y nuevamente se marchó en un eco silencioso.

Esa fue la última vez que se vieron. O al menos eso pensó en aquel momento.

Y entonces, Sasuke despertó.

-Carajo –murmuró para sí mismo una vez que escuchó el despertador sonar. Se sentó en la cama, la cabeza le daba vueltas como ya era costumbre; suspiró, tenía tanta flojera esa mañana. Miró hacia la ventana, parecía ser un día nublado.

Prendió la televisión para escuchar las noticias mientras se metía al baño y ducharse.

Se preparó como todos los días y salió hacia su trabajo.

Desde que se aproximó a su local, notó un coche último modelo al otro lado de la acera. Inmediatamente supuso que se trataba de ese sujeto. No era para menos, la gente rica no abunda en esa zona de la ciudad.

Como sea, entró a su negocio para preparar la venta de ese día. Dirigiéndose a la cocina, se colocó su mandil y realizó cada una de sus recetas secretas para crear sus pequeñas obras de arte.

En cuanto todo estuvo listo, llevó sus charolas a los aparadores del local, se quitó el mandil dejándolo a un lado escondido y por último prosiguió a cambiar el letrero de “cerrado” a “abierto” que yacía en la parte superior de la puerta. Por lo menos aun Sasuke tenía la curiosidad de poner adornos y detalles en forma de gatos, y los bigotes que salían del anuncio no eran la excepción.

Se sentó por detrás del mostrador para dedicarse a mirar un rato por la ventana, cuando fue que escuchó la puerta abrirse. Además el maullido de gato que usaba como timbre, sonó más fuerte de lo normal.

Sasuke giró el rostro que tenía recargado sobre una de sus manos.

Su expresión lo decía todo. El día se le había echado a perder.

Por la puerta, había atravesado su antigua “compañera, amiga, conocida”, de excéntrico pelo rosa y vestido del mismo color- ¿Por qué Naruto se casaría con alguien como ella?- pensó- tal vez los cupcakes de cerdo combinen con su vestido, con su cabello y con su vida-

-¿Y bien? -Los tacones de la joven terminaban de resonar en el pasillo. Como siempre traía la misma horrorosa expresión que la caracterizaba- ¿cómo se encuentra el mejor chef del mundo? –Esa maldita voz. A Sasuke lo enfermaba.

Simplemente tan burlona y engreída- Ay no, perdón –exclamó- el, mejor panadero del mundo- pronunció con aire despectivo.

Sasuke no dijo nada, ni expresión, ni emoción; simplemente alzó la mano y la saludó-

-Ok –respondió con voz golpeada y de manera algo incómoda- solo vengo a ver cómo van mis maravillosos aperitivos para la boda. Ya sabes que cada detalle importa –Sakura le dedicaba una mirada muy divertida. Era una indirecta típica de ella para hacer sufrir a Sasuke- Ya sabes, solo se encuentra al amor de tu vida una vez –la chica intentó hacer énfasis en esto último para lograr algún tipo de reacción-

-¿Por qué los cerdos combinan con su bolso, con sus zapatos, con su barniz? Sí, puercos. Cerdos tan perfectos que combinan con su apariencia…-Los pensamientos de Sasuke lo sumergían en sí mismo. La verdad es que no le estaba poniendo nada de atención a la chica rosa.

Se quedó mirando fijamente a sus ya susodichos cupcakes; cosa que logró que Sakura captara la indirecta-

-No vas a mandar puercos, ¿verdad? –La joven realizó un pequeño y rápido parpadeo de ojos, intentando no molestarse.

Sasuke lucía algo perdido. Puede que un poco más de cómo lo recordaba, pero le daba igual- Bueno –la chica apretó sus manos intentando ocultar sus emociones- estaba pensando en algo súper caro y súper fino, de esos que de seguro conoces –Sakura hablaba en burla y de manera despectiva como ya era usual. Agitaba sus manos, intentando obtener movimientos elegantes; como si fuera alguien que jamás sería- quiero, que lo intercalemos con algún postrecito o de esas cositas bonitas de cocina molecular que seguro nunca hiciste. Estoy segura que algo bueno saldrá de eso.

Algo, que combine conmigo.

-Cuando Sakura terminó su monólogo, Sasuke no hizo más que sonreír, tal vez de una forma un tanto, maniaca- creo que tengo la idea perfecta para ti –murmuró.

La peli rosa le dedicó una mirada de extrañeza, sin embargo, decidió seguirle el juego- Vaya, después de todo parece que sirves para algo –y después de dedicarle una mirada de superioridad, optó por irse.

Sasuke se quedó solo de nuevo; el maullido de gato no era más que la indicación de que esa bruja desgraciada por fin se había marchado; afortunadamente, pudo contenerse. Tal vez por algunos segundos se sintió bien consigo mismo por semejante aguante; pero como todo, simplemente era momentáneo.

Caminó lentamente hacia la puerta; e incluso ese acto era el que tanto le envidiaba Sakura, porque a diferencia suya, Sasuke era sorprendentemente elegante sin ni siquiera la necesidad de interpretarlo.

Movió de nuevo el anuncio de su tienda y optó por bajar la cortina del local. Definitivamente el día era asqueroso.

Caminó para colocarse en el centro, miró hacia abajo, cuando se percató ya estaba llorando. Dejó salir sus gritos, ya se había contenido demasiado. Se dirigió hacia donde estaban todos sus productos recién hechos, no quería verlos…

Tiró todo; charolas, platos, cristal. Sasuke destruyó todo en menos de diez minutos.

“¿Por qué?” era la pregunta que más veces inundaba su cabeza mientras se encargaba de descargar toda su ira; mientras batía por todos lados su trabajo, lo que se dedicaba a hacer.

Se dejó caer al piso. Algunas de las paredes blancas quedaron manchadas del betún o crema pastelera de colores; a su alrededor restos de pan, masa, harina, trozos de vidrio, charolas, lágrimas, tristeza.

Intentaba recuperar su respiración, estaba acostado de lado; perdía su mirada en el último pastelito con adorno de cerdito que quedó vivo; tan limpio y pulcro, que parecía un mensaje divino.

Cerró los ojos con fuerza para luego abrazarse a sí mismo. Odiaba todo; su trabajo, la manera en la que terminó, cómo el éxito se le fue de las manos, la forma en la que lucía hoy en día, tan deprimido, desalineado, descuidado, tan feo…

Odiaba a Naruto, odiaba a Sakura, odiaba a los padres de Naruto.

El amor, la vida, la boda, el destino a él mismo. A todos y todo.

 

[*]

 

-Bueno, ¿tiene idea de por qué está aquí? –Sasuke escuchaba a lo lejos la pregunta a pesar de que la persona estaba frente a él. No estaba seguro.

Observaba su alrededor, ¿cómo había llegado ahí? Era una especie de habitación, tal vez ¿una sala de interrogatorios?

Miraba sus manos, ¿por qué estaban tan sucias? Él jamás se descuidaría tanto; incluso la ropa que vestía en esos momentos…

Todo estaba tan borroso. No podía recordar absolutamente nada.

En cambio el oficial que tenía frente a él, al notar su estado tan descompuesto, prefirió abordar el tema de manera diferente- ¿Cómo se llama? ¿Quién es usted?

-Sasuke lo miró, aun con esos ojos perdidos y desorientado. Con algunos problemas para hablar, no podía entender por qué, pero pudo contestar- Uchiha Sasuke –murmuró- siempre soy, Sasuke.

Notas finales:

Bueno mis niños, muchas gracias por leer hasta aquí

Les deseo que siempre sean felices :) y besitos para ustedes.

Que estén muy bien.


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