Todo empezó el día después a que Naruto aprobara, gracias a la suerte y a la causalidad, el examen de Genin, convirtiéndose así en Ninja. Tan contento iba, saltando entre los árboles del bosque, que no vio venir una lluvia de kunais avalanzarse contra él e impactando contra su brazo y pierna izquierdas de lleno. Naruto, preso de la sorpresa y del dolor, tropezó con la rama del árbol en la que acababa de saltar, cayendo de bruces delante del que a partir de entonces sería su mayor referente.
- ¡Maldito Sasuke!- Se quejó al reconocer al pelinegro, levantándose en seguida y señalándole con el dedo.
- Uhm.- Hizo él con cara de indiferencia, como si no acabara de clavarle 3 cuchillos en las extremidades de su compañero de clase.- No deberías ir tan distraído por el bosque, podría haber sido un enemigo de verdad… Usuratonkachi.
- ¡Maldito!- Dijo corriendo hasta él, ignorando el dolor en su pierna y brazo y con el puño derecho en alto, dispuesto a pegarle un puñetazo a Sasuke.
Pero antes de que Naruto pudiera asimilar lo que estaba pasando, él yacía en el suelo con una nube de polvo emanando debajo suyo. El más alto acababa de hacer una llave sencilla sin siquiera despeinarse. Naruto se sentó en el suelo, sobándose la cabeza, y empezó a arrancarse los kunais uno a uno. Por suerte no le habían inflingido ninguna herida muy profunda, pero de dos de ellas emanaba sangre. Sasuke suspiró y se arrodilló a su lado, desenvolviendo una de las vendas con las que cubría su antebrazo y tendiéndosela al rubio.
- ¿Y ahora me ayudas?- Sasuke decidió no contestar. No era el más parlanchín de la aldea Konoha.- ¿Porqué me has atacado, para empezar?
- No sabía que eras tú.- Dijo encogiéndose de hombros.- Sólo he escuchado un ruido ensordecedor de algo aproximándose y he actuado por instinto. También pensaba que en caso de ser un Ninja, lo esquivaría sin problemas, pero tú, que ni siquiera sabes hacer un Henge no Jutsu…
Naruto intentó golpearle de nuevo, pero Sasuke esquivó su mano con facilidad, lo cual sólo ayudó al rubio a enfadarse más.
- ¡Teme!
- Pero has conseguido la bandana…- Añadió intentando apaciguar a su compañero mientras le apretaba un vendaje en el brazo. No tenía ganas de peleas absurdas. Se puso en pie, a punto de irse.
- ¡Oye!- Dijo tomándolo por la azulada camiseta, haciendo que la venda que se estaba poniendo en la pierna deslizara hasta el suelo. Sasuke se lo quedó mirando con el ceño fruncido, a lo que Naruto bajó la cabeza, juntando de forma acompasada la punta de sus dedos índices.- Ayúdame con el Henge no Jutsu… Eres al mejor que le sale de clase…
Sasuke se giró para mirarle contrariado. No era común ver a ese sujeto pedirle ayuda a nadie, mucho menos a él… Y su halago también le había sorprendido, ¿a caso no era tan idiota como parecía? Suspiró, arrepintiéndose de su decisión incluso antes de haberla manifestado.
- Qué remedio…- Sasuke se colocó delante de él, poniendo ambas manos en posición, la derecha un poco más arriba y con el índice y el dedo corazón totalmente erguidos.
- ¡Increíble!- Gritó Naruto al ver al joven Uchiha convertido en él.
- Ahora tú.- Le retó volviendo a su verdadera forma.
- ¡Vale!- Naruto se concentró y tras una cortina de humo, apareció una versión de Sasuke menos exacta de lo que debería… por decirlo bien y pronto. Sasuke se llevó la palma de la mano a su frente con resignación.
- Mal. No prestas atención a los detalles. No engañarías ni a un niño.- Le regañó, haciendo que Naruto se inspeccionara así mismo en busca de errores.
- ¿¡Qué pasa?!
- Tú cara no es mi cara.
Naruto decidió creerle, al fin y al cabo no había ningún espejo cerca para asegurarse. Cogió aire y se acercó unos pasos a su rival, quedando frente a frente, y se puso a inspeccionarlo muy de cerca, con su mano en el mentón, incomodando al pelinegro por la cercanía.
- Uuuhm… Creo que ya lo tengo.- Anunció sonriente.
Volvió a poner las manos en posición y volvió a transformarse, esta vez mejor que la primera, pero por la mueca del otro chico, aún no lo suficientemente bien.
- Observa mejor la ropa, mis pantalones son blancos.
- ¡Aaaargh!- Vociferó el otro, volviendo a su forma y agachándose en el suelo con las piernas abiertas.- ¡Es demasiado difícil! ¡Te fijas en cualquier detalle y en medio de la lucha nadie se dará cuenta de eso! Yo creo que ya lo hago bastante bien…
- ¿Y te conformas con sólo “bastante bien”?- Respondió el otro con sorna y mirándolo despectivamente desde arriba.
- ¡Claro que no!- Contestó Naruto poniéndose de pie al instante.- ¡Voy a ser el mejor!
Naruto se concentró de nuevo, consiguiendo acertar en la ropa pero volviendo a fallar en el rostro de Sasuke Uchiha, en cuyo doble habían las marcas del rubio en sus mejillas. Sasuke siguió cruzado de brazos y mirándolo con superioridad, admirando a semejante irremediable inútil, aunque con un empeño digno de admirar. Hicieron falta bastantes intentos más hasta que Naruto fuera capaz de realizar la técnica Henge no Jutsu a la perfección, momento en el cual Sasuke ya estaba hastiado y con ganas de volver a casa.
- Por fin, Usuratonkachi.- Dijo poniéndose en pie y tomando su camino, dejando a Naruto enrabiado por haber recibido un insulto en vez de una felicitación.- Me voy, nos vemos mañana en clase… -Dijo y cuando estaba más lejos, para que el otro no le escuchara, añadió.- Espero que no nos toque juntos…
- ¿Eh?- Murmuró Naruto, corriendo a su lado.- ¿Para qué?- Parece que sí que le había oído.
- ¿Porqué me sigues? Ya te he aguantado suficiente por hoy…
- ¡No te sigo! ¡Es que yo también voy en esta dirección!- Sasuke suspiró resignado.
- Mañana nos pondrán en grupos para entrenar como Genin. ¿Tampoco sabías eso?
- ¡S-sí que lo sabía!- Gritó el rubio, quien realmente no se había enterado de nada.- ¡Todo el mundo lo sabe, los Genin entrenan en grupos…!- Añadió, intentando en vano que Sasuke no se diera cuenta de su ignorancia.
Siguieron caminando hasta la aldea, disfrutando del clima y de los sonidos del bosque, y sin intercambiar más palabras, puesto que ninguno sentía la necesidad de romper aquel cómodo silencio. Después de 15 minutos, llegaron a un punto en el que sus caminos se bifurcaban.
- Yo voy por aquí.- Dijo Naruto, a lo que Sasuke simplemente asintió con la cabeza y siguió caminando hacia su casa, sin despedirse.- ¡Espera, Sasuke!- Le gritó, sorprendiéndole. Aquel idiota no paraba de chillar, menudo escandaloso. Se giró con el ceño fruncido y las manos en los bolsillos, a lo cual Naruto bajó la mirada, sonrojándose levemente.- Gracias por lo de hoy…
- Eres un pésimo alumno.- Añadió el otro, camuflando la alegría repentina que había sentido ante tan simples palabras.
- ¡Y tú un profesor aún más terrible!- Le contestó. Era muy fácil provocar a Naruto Uzumaki.- Pero de todos modos… Gracias. Me lo he pasado bien contigo, aunque seas un borde. ¡Y he aprendido a dominar la técnica! ¡Estoy más cerca de ser Hokage!
- ¿Hokage?- Repitió el Uchiha atónito.
- Sí, ese es mi sueño.
- Pues no te queda ni nada…- Sasuke se sorprendió a sí mismo. ¿Porqué no paraba de criticar a su compañero? Naruto le daba igual, podría simplemente quedarse callado, como hacía siempre, y pasar de sus estúpidos comentarios. ¿Porqué no paraba de meterse con él?
- ¡Teme! ¡Te lo demostraré!
- Me encantará verlo.- Rió el otro con ironía.- Adiós.
- ¡Espera!- Volvió a llamarlo, haciendo que el peliazabache volviera a detener el paso.- ¿Quieres cenar conmigo? ¡Te invito a ramen como agradecimiento por enseñarme hoy!
- No hace falta, gracias.- Dijo y, esta vez sí, dirigió su rumbo hasta su casa sin más interrupciones.
- Qué desagradable es…- Suspiró Naruto, llevándose las manos a la cabeza y caminando dando zancadas hasta su casa.
Naruto desbordaba felicidad, algo que no pasaba por alto a todos los habitantes que se cruzaba por la calle y que lo miraban con frialdad. Pero por una vez, le dio igual todas aquellas miradas o susurros que no lograba escuchar. Había ascendido a Genin. Había aprendido una nueva técnica. Había aprendido a dominar otra vieja. Incluso podría decirse que había hecho un nuevo amigo… Un momento, ¿amigo? ¿Rival…? Qué más da, lo cierto es que se lo había pasado bien y ahora ardía en ganas por enseñarle el Jutsu a Iruka, quien seguro que se sentiría orgulloso de él. Ya podría Sasuke haberle felicitado… Bueno, da igual. Había sido un buen día.
Por otro lado, Sasuke regresaba a su casa pensativo. Hoy había sido una pérdida de tiempo. Había ido al bosque para entrenar tranquilamente y de forma individual y al final había acabado haciendo de canguro para ese idiota de Naruto. Aunque, también debía admitir, que se lo había pasado bien… Quizás no sería tan malo que los pusieran juntos mañana en el grupo de Genin.