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Nos volvemos a ver... por klimary

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Notas del fanfic:

¡Hola a todos!

Este fic va para mi Thirteen Wilder, como siempre, por su graduación (muchas felicidades guapísima!) y por haber funcionado la compu para terminar este fic xD

Notas del capitulo:

Imaginemos un mundo feliz donde terminaron las cinco mil guerras y por obra de Athena quedaron con ella los trece dorados (con Kanon), el patriarca Shion y los cinco de bronce. Más los vivos de los 88 (a esos nadie los pela) ¡Espero lo disfruten!

-¿Maestro?

Shion levantó su mirada para hacerle ver a su alumno que tenía su atención. Mu debía de aclarar la duda que tenía su corazón. Sabía que podía atenderlo en cualquier momento como ahora, en esta noche tranquila llena de un viento tranquilizador.

-¿Quién será su elegido en el reencuentro?

-Pues… -El peliverde se lo pensó un momento -Creo que nuestra diosa comprende mis motivos por el cual elegí a esa persona en particular. Y creo saber también por qué fui uno de los afortunados para ese momento.

Eso no aclaraba la pregunta de Mu. Nada.

-Ah…

-Lo sabrás cuando lo veas; la curiosidad nunca ha sido uno de tus fuertes, Mu de Aries. Puedes retirarte.

El más joven sonrío para sus adentros, “me tocó el maestro que me sacará canas verdes como su cabello”, y sin más se despidió haciendo la reverencia correspondiente para dirigirse a su templo, caminado lentamente a la salida.

Por su parte, Shion intentó seguir con su lectura, comprendiendo que no podría retomarlo  ya que los recuerdos y la emoción comenzaban a amontonarse en su mente “voy a verlo de nuevo…”

……….

La situación que presentarán algunos caballeros será única e irrepetible en su era: hablar con uno de los caídos en batalla de cualquier generación. Esto se dio por gracia del gran señor Hades, ya que, al haber sido derrotado en la guerra Santa, el Dios de la Muerte concedió a Athena hablar con cinco de sus caballeros que ahora estaban en el Inframundo, por ofrenda al haber sido derrotado, pero más que eso, por petición de Saori, ya que era muy buena insistiendo. Así que a duras penas y a regañadientes Hades accedió, con la condición que sus muertos regresarían al cabo de una hora. Eso a la diosa Athena no le agradó, pero no pudo negarse. Lo hizo con el propósito de que sus guerreros tuvieran una última oportunidad de arreglar las cosas en la Tierra, además de agradecer el sacrificio que habían dado por ella.

Cuando dio la noticia a los caballeros, la felicidad duró poco ya que, al saber que podían volver a ver a cualquiera, comenzaron las disputas por traer a muchísimos guerreros de todas categorías y generaciones. Así que para solucionarlo, Saori molesta decidió que cinco de sus caballeros elegirían a las personas que serían revividas. Los afortunados para elegir a los resucitados fueron el Patriarca Shion, Seiya de Pegaso, Aioros de Sagitario, Shaka de Virgo y Dohko de Libra; este último fue elegido porque Shiryu le cedió el voto, ya que en un principio había sido Dragón el seleccionado.

……….

Shion pensaba en lo que haría para su reencuentro, “¿Él se alegrara de verme? ¿Qué podré decirle en una hora? ¿Y si mejor elijo a otra persona?...” pero no había marcha atrás, tal vez el destino quería ver que su despedida fuera mejor que la de hace siglos, donde lo vio morir, y donde no le aclaró sus sentimientos. Quién sabe, tal vez al fin podía ser sincero, seguramente por eso Athena lo consideró para esto.

FLASHBACK

-Pues bien, como Shiryu cedió a Dohko la elección, ustedes cinco Seiya, Dohko, Shaka, Aioros y Shion, pasarán conmigo en privado para decirme los motivos por el cual eligieron al caballero que traerán de vuelta. No hagan caso a consejos de los demás, solo pidan a la persona que indique su corazón. Comenzaré contigo, Patriarca, acompáñame por favor. –Le dijo Saori con una sonrisa.

Y mientras los dos abandonaban la estancia al salón privado, los demás a sus espaldas comenzaron a amontonarse y hacer apuestas por los elegidos. Todos estaban emocionados por ver y conocer a cinco de los caídos. Así que para cuando Saori quiso pedir a su acompañante tomar asiento, el otro no esperó para hablarle…

-¡Solicito a mi compañero Albafica de Piscis!

La diosa abrió sus ojos sorprendida porque el otro lo dijo en un grito, y muy rápido.

-Discúlpeme, yo…

-No te preocupes, Shion –le contestó con una sonrisa –Tengo entendido que en la anterior guerra santa Albafica y tú fueron cercanos.

-Bueno, algo así

-Pensé que querrías traer a Hakurei de vuelta

El peliverde estaba soprendido –Debería elegirlo a él, tiene razón.

-No Shion –la menor se acercó lentamente para tomarlo de las manos –No deberías elegirlo por mí, tú me pediste lo que gritaba tu corazón, no te preocupes y no estés nervioso por tu decisión. Sé que tu maestro lo entenderá… Con esto me acabas de responder tus razones para traerlo de vuelta, así que ya puedes retirarte. Solo déjame pedirte llamar a Shaka, ¿Podrías?

-Claro… gracias. Con permiso.

Y a pasos temblorosos, justo cuando estaba por abandonar la sala, Shion voltea hacia su diosa para intentar dialogar su respuesta.

-Pero Athena…

-¡Largo, Shion!

Bueno, tal vez lo mejor era dejarlo así. Mientras tanto Saori con su buen humor, se preguntaba el por qué tenía unos defensores tan obstinados e inseguros. ”Y divertidos también…” se contestaba a sí misma.

FIN FLASHBACK

El antiguo caballero de Aries aumentaba su nerviosismo a cada momento, se acercaba la hora. Pronto lo vería, lo admiraría, lo tocaría. Pensaba también sobre su vestimenta, ya que Alba no vivió para verlo convertido en Patriarca; y en un regalo, el maestro no sabía si debía darle algo, en vista de que volvería al Inframundo. Todo se le amontonaba en su mente, junto con más de sus nervios y sus ansias por saber cómo pasarían las cosas con el caballero de Piscis. Definitivamente el dormir no entraba en sus planes esa noche.

……….

Cuando la mañana anunciaba un nuevo comienzo de grandes aventuras y momentos para los caballeros, todos estaban emocionados, excepto por algunos que también tenían miedo de ver a un muerto despertar sin un propósito oculto, o por otros que en parte estaban enojados por concederle a los caídos solo una hora de estar en esta hermosa Tierra. El único que no sabía ni cómo sentirse era el gran Patriarca Shion. Tenía una ansiedad enorme y temblores por todo su cuerpo, se sentía tan inquieto ¿Sólo por un compañero? Tal vez él se respondería cuando todo pasara.

El sol estaba en lo alto. Todos fueron llamados a la Sala de Reuniones.

La diosa Athena daba las instrucciones de cómo pasarían la hora con los guerreros caídos.

Todos formaban un gran círculo. Había muchas personas, la mayoría caballeros.

Shion no escuchaba,  estaba en otro mundo asustado y nervioso.

Y todos callaron de repente. Escucharon cinco fuertes y sonoros rayos y truenos caer cerca de donde se encontraban. No había nubes en este día soleado.

Shion fingía dar serenidad a su mente llena de pavor.

Todos escucharon pasos desde la salida. Alguien se acercaba. Eran ellos.

El peliverde estaba embelesado. Entre los cinco que se acercaban lo vio a él, al único que le interesaba ver, su gran Albafica de Piscis.

Pero con lo que no contaba, es que no era el único que lo admiraba.

La gente comenzó a acercarse a los cinco guerreros; pronto se vieron abrazos y saludados junto con una que otra presentación, era un momento feliz lleno de sonrisas y una que otra lágrima que se vio interrumpida solo un ápice por las palabas de bienvenida de la Diosa. De ahí siguió la gran reunión, llegaba el banquete y la música para ambientar este emotivo encuentro. El único que no comprendió lo que ocurría era precisamente el ex caballero de Aries.

¿En qué instante, en qué preciso minuto no notó que la fiesta había comenzado y que él no se acercó, ni tocó, ni habló con el caballero de piscis? ¿Cómo pudo ser tan despistado como para comprender que debió aprovechar a la primera señal para tomar al Pisciano y alejarse de ahí? ¿Cuándo se le fueron las ideas al saber que no solo estaban ellos dos, sino que había una masa de hombres y mujeres que estaban en dicha reunión para conocer al caballero de Piscis? Y lo más importante, ¿Cómo, por el amor de Athena, no se apuraba para tenerlo a solas si ya habían pasado quince minutos?

Shion se sentía el más tonto del planeta. Y tenía razón.

Cuando salió de su trance, estaba un poco alejado de la algarabía de la animada reunión. Debía ir rápido si quería tener un momento a solas con el peliceleste. Así comenzó su búsqueda. Caminó por toda la sala apartando a los grupitos y a los bailadores para encontrar al más hermoso de todos sin resultado. ¿Dónde se había metido? ¿Acaso así sería su encuentro, sin palabras ni mejores recuerdos? Tenía el ánimo por los suelos, todas sus emociones se habían escondido de él para dar lugar a la tristeza. Estaba cabizbajo, sin intenciones de crear otro propósito con la dichosa reunión.

Shion volvía a perderse en sus pensamientos. Ya habían pasado otros minutos más. Le quedaban treinta minutos. Todo se le fue de las manos.

Y de entre tanta depresión, el caballero pasó al miedo: esto provocado alguien que lo jaló de su fina vestimenta hacia los pasillos fuera de ese salón.

Fue tan rápido el que lo alejaran de ahí, que no comprendió que estaba en la etapa que había esperado con tantos sentimientos: alejados de todos, en ese bello día, frente a él, estaba el compañero con el que quería compartir un reencuentro. Estaba frente a Albafica de Piscis. Al fin.

Se admiraron en silencio por unos instantes, más por la impresión de estar frente a frente que por no saber qué decirse, hasta que uno comenzó con un suspiro.

-¿Así que al fin estoy frente al que invocó mi presencia después de tan largo sueño?

El ariano seguía admirándolo. Tenía una mano justo frente a la cara del otro, pero se contuvo.

-Puedes tocarme. Lo comprendí hace un momento mientras todos se amontonaron a saludarme. Estoy muerto, así que ya no puedo hacer daño y acabo de alejar el mied…

Se notó interrumpido por un abrazo.  Se sorprendió por la fuerza y amor que le transmitía ese gran apretón que le dedicaba el caballero de Aries, que seguía sin decir palabra ante su presencia; lo único que se le ocurrió hacer fue corresponderle, cerrando sus brazos alrededor, sintiendo su grata presencia y aroma, siendo que no se lo había permitido en el sueño eterno. Albafica se sentía más vivo que nunca.

-Nunca entendiste que tú no provocas daño alguno a los que te conocemos…

-Shion…

-Nos volvemos a ver… –dijo lento para romper el abrazo, pero sin alejarse tanto.

-¿No vas a llorar frente a mí, verdad Shion de Aries?

-Solo si tú secas esas lágrimas que están a punto de caer de tus ojos. –Los dos terminaron por reír.

-Me alegra volver a verte, ¿Gran Patriarca?

El aludido se miró su traje, precisamente era lo que el evento le empujaba a vestir.

-Pues…

-No te preocupes, sabía que sobrevivirías para esto. Eres increíble, aunque para mí siempre seguirás siendo un simple caballero dorado.

-Gracias por el cumplido, Alba –respondió sarcástico.

-La verdad, lo único por lo que acepté estar aquí Shion, es por un simple propósito… -Ambos cambiaron sus semblantes por algo más serio.

-Continúa.

-Seré directo, ¿Por qué yo?

El otro no respondió.

-¿Por qué de entre todos nuestros compañeros, tu maestro, e incluso tus amigos de bronce; por qué a mí?

-Es simple. Por la misma razón que tuve siglos atrás para querer tocarte a pesar de tu miedo a lastimarme.

-Pero…

-Porque te quiero, Albafica.

Silencio. Un gran mutismo reinaba en el ambiente. Hasta que lentamente el otro respondió.

-No debiste decírmelo.

En eso el peliverde no dio tiempo al otro para huir, ya que tomó su rostro entre sus manos y lo miró fijamente sin poder replicar.

-Por favor… retráctate. Sabes que voy a regresar al inframundo. No sabes si ahí volveremos a vernos. Ese lugar es complicado.

-Y tú sabes que soy de lo más obstinado, no descansaré hasta encontrarte.

-No sabes lo que dices, no pasaste allá lo suficiente, ese tiempo ni siquiera lo recuerdas, ¿Qué te hace pensar que ahora será diferente?

-Porque ahora tengo una idea mejor para encontrarte rápido. Albafica, no soy estúpido, te estuve buscando desde la primera vez que estuve muerto.

-¿De verdad?

El otro asintió.

-Entonces comprendes que será difícil.

-Pero no imposible Alba, ¿Puedo besarte ya? El tiempo se me agota

-Y yo que pensaba que el tiempo se iba para mí…

No pudo decir nada más, ya que el ex carnero lo acercó para darle un beso que había tardado siglos en llegar. Era algo incomprensible esa razón por la que no habían aclarado desde antes lo que sentían. Todo ello pasó tan rápido que solo faltaban quince minutos para despedirse. Pero antes de este lapso tuvieron tiempo para sonreír, llorar, e incluso discutir; agradeciendo a Athena la oportunidad y maldiciendo a Hades por el corto tiempo.
Para cuando comprendieron que debían ir a la fiesta, se hicieron promesas, más cariños y una hermosa despedida que solo ellos recordarían hasta el final de los tiempos; tuvieron la soledad para ellos, vivieron su momento para su eternidad. Pero como siempre, todo lo que comienza termina, y ellos decidieron terminarlo como todos, en la famosa reunión. Cuando finalizaron su charla y su efímera despedida, regresaron con todos y en esos quince minutos, incluso el antiguo caballero de Piscis pudo conocer a su sucesor Afrodita, estaban un poco impresionados por el parecido, pero la satisfacción de haberse entendido.

Pero la hora había llegado. Hubo lágrimas, despedidas dulces, sonrisas sinceras, reconocimiento, gratitud y promesas. El gran Patriarca incluso realizó la última despedida, viendo finalmente como los caballeros, pero sobre todo su caballero de Piscis, caminaba lentamente hacia la salida. Esperaba que volteara una última vez, pero cuando pensó que no lo haría, notó al otro que dio esa media vuelta para mirarlo fijamente y mover los labios para pronunciar sin palabras algo que no planeaba que le dijera, y para cuando se fue, lo único que hizo fue llorar y esperar a cumplir su promesa.

-Maestro –Mu tuvo que interrumpir su dolor –Noté que algo decía Albafica de Piscis, pero no supe qué, ¿Podría aclararme qué fue lo que dijo?

El maestro suspiró –Que nunca es asunto tuyo Mu, así que deja todo por la paz.

Mu no pudo sentirse más avergonzado, solo quería animar a su mentor.

……….

Notas finales:

Primero que nada ¡MUCHAS GRACIAS! por haber leído este fic. La despedida entre Shion y Alba solo queda entre ellos porque obviamente necesitaban su momento a solas de TODOS jajaja  ;DD
Cabe aclarar que yo prefiero mil veces el DohkoxShion pero pues a mi Thirteen Wilder le encanta el ShionxAlba así que pues, ni hablar. Como quiera cualquier duda del fic no duden en dejármela en reviews.

¡Besos inmensos y nos leemos en la próxima! ¡De nuevo muchas gracias! :DDDD


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