Cuando había entrado por primera vez en aquel café, Taehyung lo había hecho con la esperanza de alegrar un poco aquella nochedespués de un arduo día de trabajo en el hotel donde realizaba sus pasantías.
Luego de inspeccionar toda la calle frente al Aloft en Gangnamdescubrióque todos los establecimientos estaban cerrados a excepción de un pequeño café a mitad de la cuadra, que no resultaba tan pequeño una vez se ingresaba en el. El lugar se encontraba vacío, muy seguramente debido a la hora o tal vez por el chico que estaba detrás del mostrador, sinceramente no tenia una expresión muy agradable, se sintió un poco cohibido y apresurado en comprar y retirarse debido a la forma en que lo miraba.
El chico tenia una mirada pesada y penetrante a pesar de parecer que caería dormido en cualquier momento, una lastima, realmente era muy su tipo, tal vez un poco bajito pero tenia esa imagen desaliñada y vaga que le atraía bastante. Con el cabello rubio y desordenado dejando ver solo una parte de su frente, tan pálido que mas bien parecía un poco anémico, su piel resaltaba bastante con aquella camisa negra y delantal azul marino.
Se apresuro un poco mas cuando el rubio coloco las manos sobre el mostrador, dejando el cartel de “cerrado” encima de este, como dando una señal para que eligiera de una vez y así poder cerrar, fue entonces que entendió el porque del mal humor estaba a punto de irse y el entro en ultimo momento, tenia q apresurarse en comprar si no quería ser odiado por el rubio de manos lindas. TaeHyung tenia un pequeño problema en fijarse en las manos de las demás personas.
Sin pensarlo mucho y también porque todos los pasteles tenían una pinta realmente buena, escogió una rebanada pastel de fresas y crema para llevar. Honestamente iba a pedir uno de los de chocolate pero su lengua se había trabado cuando dirigió nuevamente su atención al rubio “Fresa” fue lo que salió de su boca, lo había dicho porque el pastel tenia adornos de usa fruta, antes de poder corregirse ya tenia servido el de fresa y crema sobre el mostrador.
No se arrepintió, cuando llego a su apartamento y se sentó a comer supo que tenia que volver a ese café y probar los demás pasteles.
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Pasaron dos noches antes de poder volver a la tienda. El hotel lo consumía todo el día, a veces se arrepentía de estudiar gerencia en hotelería ya que al ser pasante prácticamente se aprovechaban de él, se había convertido en el asistente de la señora Choiquien era la gerente encargada, a penas le daba chance de almorzar decentemente, de todas formas por mas que se quejara no iba totalmente en serio, realmente estaba aprendiendo de ella y tuvo la suerte de ser aceptado en aquel hotel además le pagaban no todos sus compañeros de estudios tuvieron la misma suerte, y ahora podría agregar a la lista tener una tienda de pasteles al cruzar la cale.
Ya iba por la cuarta visita al café y aun no lograba que el rubio de manos lindas, como lo había definido, no lo mirase como si quisiera matarlo, que vamos el tampoco tenia la culpa de salir tarde del trabajo. Al menos para variar esa vez tenia una expresión mas de aburrimiento que de odio, tenia plasmado un claro “te estaba esperando para cerrar desgraciado” que sinceramente lo alivio, no sabia si pedir una rebanada de pastel bajo presiónfuera bueno para sus nervios ya destrozados en el hotel. Tal vez esta vez podría animarse a hablarle sin temor a llevar un “cerrado” marcado en la cara.
Mejor no.
_ llevare una porción de pistacho y chocolate por favor – “tu nombre y numero en el recibo también y gracias”
¡si tan solo no tuviera esa expresión tan amargada!
Abandono el café con frustración. El no era así, cuando le interesaba algún chico no tenia reparos en pedir sus números o lo que sea, pero este lo hacia sentir pequeño y avergonzado ¡quería coquetearle por Zeus! Tal vez si llegase en el día no estaría de mal humor y podría hacer algo. Tampoco quería parecer un acosador en las noches.
Nada llegar a su apartamento fue recibido en un abrazo por su compañero. No se sorprendió pero pensó que estaría solo hasta mas tarde. Jimin era de los que llegaba pasadas las 11 pm haciendo alboroto para contarle su día, si es que no amanecía en otra casa.
_ Fuiste a la pastelería otra vez? –Tae asintió – Y? Lograste al menos saludarlo?
_ No, aun tiene esa expresión de que asesino a alguien.
_ Vamos, que tan aterrador puede ser?
_ Bastante –Se sentó en el comedor con el pastel en frente – Quieres?
Jimin le devolvió la mirada, con una expresión que decía “De verdad preguntas eso?” busco una cuchara y se sentó a su lado sin perder tiempo. Acaso todos los pasteles de allí eran buenos? Al menos le daba por comprar solo una rebanada o terminarían gordos.
_ Si esta tan bueno como estos pasteles, no dudare en quitártelo. Ya se, tengo una idea– Jimin se limpio el chocolate de los labios antes de volver a hablar –Que tal si en tu próximo día libre vamos juntos? Así podre echarle un ojo.
_ Es mañana enano y estoy seguro de querer que lo veas con lo regalada que eres.
_ Me has perdido todo el respeto o que? Como disculpa aceptare el resto del pastel.
Ni tiempo le dio de quejarse cuando el otro ya estaba en su cuarto bien encerrado.
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El que Jimin estuviese encantado con el aspecto de la tienda no le sorprendía para nada. Tae sabia de la debilidad del mayor por los lugares lindos, en especial como aquel, de tonos azul piedra y crema con mesas de madera rustica y taburetes o la sección de mesas grandes y muebles de cuero negro. Era una lastima que estuviese tan lleno, TaeHyung siempre pudo darse el lujo de apreciarlo las veces que había ido, en especial cuando no estaba embobado con el rubio, que aprovechando entro en el tema, no lo veía por ningún lado. Si no trabajaba ese día? Solo estaba una chica en la caja registradora y otro chico que corría entre las mesas repartiendo ordenes, se sintió un poco sorprendido al ver mas personal en el café ya que siempre se encontraba con el rubio solo. También habían demasiadas personas para su gustopero eso no le extrañaba del todo, los pasteles siempre estaban muy buenos como para que las personas lo dejaran pasar por alto.
Jimin lo arrastro a una mesa para dos en la parte derecha del local y fue allí cuando, para su grata sorpresa, el chico rubio entro a la sección del mostrador cargado con dos pasteles. Tae inmediatamente se vio absorto, observando como el rubio acomodaba cada uno en su lugar y luego revisaba las ordenes pegadas en el mostrador, dispuesto a comenzar a prepararlas, fue la risa de Jimin lo que lo devolvió a la mesa.
_ TaeTae, no te niego que tu rubio esta como quiere pero, ¿le has visto las piernas al que atiende las mesas? – Tae tomo un segundo para observarlo, si, estaba lindo pero no era su tipo – Le pediré su numero cuando nos atienda.
_ Por Zeus, ni sabes si le gustan los chicos! – El mayor lo observo con las cejas alzadas.
_ ¿Estas viendo donde trabajan?
_ Estereotipos hyung! Te dije que los dejaras de lado!
_ Si, si, ya viene.
TaeHyungcomenzó a reír, incapaz de tener otra reacción ante las ocurrencias de Jimin. Era un descarado y que el lo pensara ya era mucho.
_ Buenas tardes ¿puedo tomar su orden? – La sonrisa le borro el casete a Jimin. Estuvo súper tentado a reír fuertemente pero decidió salvar a su amigo.
_ Quisiera un mokaccino y un bollo glaseado por favor.
_ A mi me das un cheeseecake de fresa – Pidió ya recompuesto y con media sonrisa –También me gustaría saber si el rubio es tu pareja porque de no ser así me encantaría ordenar también tu numero.
La cara de sorpresa que se le quedo al chico le reír un poco sin poder evitarlo pero incluso el mismo estaba un poco sorprendido, Jimin nunca era tan directo. Se quedo mirando al moreno mientras iba a entregarle el pedido al rubio y volvió a centrar su atención en Jimin quien mantenía la sonrisa y le alzaba las cejas.
_ Eres terrible – Se atrevió Tae a decirle.
_ Deberías pedirle el numero a tu chico también, no tiene la pinta de malo que le describes.
No pudo evitar volver a observarlo. Estaba sirviendo sus pedidos y no supo si fue por sentir la mirada o porque sabia a que mesa eran dirigidas las ordenes que lo descubrió observándolo. Tae no desvió la mirada al instante pero si tuvo la reacción de sonreír un poco, avergonzado, y tal vez pudo haberse sonrojado un poco al sentir las mejillas calientes pero no le dio tiempo a mucho porque el rubio fue bloqueado de su vista cuando les sirvieron sus postres. Por una parte lo agradeció porque poco le faltaba para tener escrito en la frente “Vine por ti”.
_ Si necesitan algo mas me avisan.
Jimin lo observo triunfador, agitando el post itnaranja con un numero escrito en el. No podía ser, lo había logrado el desgraciado.
Por mas que hubieran deseado quedarse un poco mas en aquel lugar, el que terminaran con sus postres y que estuvieran mas personas esperando un lugar para sentarse les hizo sentirse incomodos por lo que Tae se ofreció en pagar la cuenta, de todas formas habían ido allí por el así que quiso pagar, aunque obtuvo resultados fue el pelinegro, ya se las cobraría algún día.
Para su buena o mala suerte cuando faltaban dos personas para cancelar su cuenta fue el rubio quien se encargo de la caja. Se estaba comenzando a poner nervioso porque la chica no regresaba y un TaeHyung nervioso solo quería decir que hablaba o mas bien, soltaba estupideces.
_ Así que, ¿hoy no quieres asesinarme? –oh no ¿Por qué no podía mantener la boca cerrada?Le entrego el numero de mesa y recibió una mirada perezosa y cejas levantadas intrigado.
_ ¿Por qué querría hacer eso? Son 7.700 krw.
_ Siempre llego a ultima hora – sentirse observado le estaba causando estragos en el estomago – Podrías ponerme dos porciones de pistacho y chocolate para llevar por favor.
_ Claro – un flash de reconocimiento pareció pintarle el rostro antes de medio sonreír un poco, ocasionando un estallido de emociones en el estomago contrario sin darse cuenta – El chico del traje. 15.000 krw ¿cancelaras en efectivo?
_ Debito – Y ni supo como le tendió la tarjeta – Y entonces ¿se puede saber cual es el nombre de mi futuro asesino?
El rubio lo observo serio, impasible y TaeHyungsintió que tal vez se paso de la raya y fue muy rápido, pero entonces sonrió con un aire de “me doy cuenta de que me coqueteas” y le entrego la tarjeta con el comprobante de pago.
_ Min YoonGi, un placer, siguiente.
Sonrío nervioso al recordar a las demás personas detrás de el y con los pasteles en mano corrió a buscar a Jimin quien no le quitaba la vista de encima al moreno. Las quejas no se hicieron de esperar por parte del pelinegro que estaba siendo mas que correspondido en su flirteo.
_ ¿Qué eres una adolescente gritando por un chico guapo? – se atrevió a burlarse.
_ encanto grito debajo de ese cuerpo – comenzó a mover las cejas de forma sugestiva - ¿y tu? Te vi hablando con el rubio mientras pagabas ¿conseguiste su numero?
_ No, pero al menos se su nombre, Min YoonGi.
_ Bien por ti, pero al menos yo si tengo el numero de Hoseok
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Decir que estaba en medio de un bajón de azúcar no era para nada una mentira, tenia casi una semana que no iba al café pues el hotel se encontraba a reventar y la supervisora que lo guiaba no paraba de darle ordenes “Ve a revisar la cantidad de botellas que quedan en el bar”“¿Ya ordenaste la revisión de la sección de limpieza? Necesitamos saber cuantas toallas tienen que ser reemplazadas” “TaeHyung en la habitación 89 hay un cliente quejándose de las sabanas, tenían que ser hipo alergénicas, ¿no estabas a cargo? Ve a disculparte ya” definitivamente la señora Choi se aprovechaba de el, pero no iba a quejarse, mucho menos de que casi al final del día solía revisar todos sus trabajos y negando con la cabeza soltaba “Así no se hace en este hotel vamos a realizarlo desde el principio”
Para su suerte aquel era un día tranquilo y la señora infiernos, como solía decirle, le había permitido salir una hora antes a lo acostumbrado. Una vez fuera del hotel y con la bufanda tapándole la boca pues el frio había comenzado a quemársela, estaba debatiéndose entre si entrar al café o seguir directo hasta su apartamento y caer muerto hasta el otro día.
En definitiva ese día necesitaba galletas con chocolate o terminaría muerto en algún rincón. Necesitaba algo q le levantara el animo, el alma o lo que sea que le permitiera seguir viviendo al otro día y las galletas siempre fueron su consuelo para esos momentos.
A penas al entrar una ola de calor lo envolvió haciéndolo sentir mas cómodo y agusto. El aroma del café siempre le había gustado aun que no fuera especialmente partidario a esa bebida había aprendido a disfrutarla siempre que estuviera acompañada de cremas o chocolate. Jimin fue quien le enseño a apreciar el significado de una buena taza cargada en las mañanas.
El lugar solo tenia dos mesas ocupadas por lo que esta vez decidió quedarse en lugar de pedir para llevar. Opto por sentarse en una mesa para dos en lugar de la barra individual,ya que no habían personas esperando no le haría daño a nadie.
Jimin le había contado que Hoseok era amigo del dueño, ósea YoonGi, y que este venia a ayudarlo de vez en cuando en especial cuando estaba demasiado lleno el lugar, algo así como todos los días, Yoongi nunca tuvo suerte en mantener a sus empleados ya que siempre terminaba asustándolos. Le sorprendió saber que el rubio era el dueño del lugar y aun mas que fuera el pastelero, que vamos si, era lindo y aquella piel tan blanca le daba un aire delicado pero ¿pastelero? Nunca se le habría ocurrido, tenia mas la imagen de ser un estudiante con trabajo a medio tiempo para pagar un alquiler mediano y tocar guitara en las madrugadas, que las camisas estampadas y los pantalones rasgados no le decían “Hey hola, soy el mejor pastelero de la ciudad y mis postres de chocolate son el cielo” que ya hablando del tema de los pantalones rasgados siempre se le había antojado meter las manos en los huecos y tocar las piern…
_ Hola ¿Qué puedo servirte? – tuvo que aclararse la garganta antes de poder hablar, pensar en el rubio de esa forma se la había secado y joder, lo tenia justo en frente.
_ Si, podrías darme un mokaccino y dos galletas de chipas de chocolate por favor.
De repente, después de hablar se dio cuenta de lo infantil de su pedido, que mas daba eso era lo q quería comer y YoonGi solo asintió antes de ir a preparar la orden. Por un segundo se sintió un poco estúpido al esperar un saludo con mas confianza, vamos TaeHyung solo eres un cliente con el que hablo una sola vez, el que se anda con fantasías eres tu y no el resto del mundo.
Tae podía esperar cualquier cosa pero que el rubio se sentara en la misma mesa mientras servía su pedido no era una de ellas. Lo observo con las cejas alzadas, sorprendido.
_ ¿Se puede saber cual es el nombre de mi futuro cadáver? –Intento no sonreír después de entender la pregunta, pero no lo pudo evitar. YoonGi decidió que esa extraña sonrisa le agradaba.
_ Kim TaeHyung, encantado.
_ TaeHyung – repitió, como saboreando cada letra, el nombrado tuvo que darle un sorbo a su café – tienes un problema con el azúcar.
_ Un poco, quizá – “con el azúcar no, contigo” – justo ahorita necesito una buena terapia de galletas y déjame decirte que tus galletas están de muerte.
_ ¿Mis? – oh, se le había escapado - ¿Cómo sabes que las preparo?
_ Un amigo comenzó a salir con el chico que trabaja aquí, suelen hablar mucho – Mierda que TaeHyung podía imaginarse besando aquella boca sonriente.
_ Bueno, están pidiendo por mi en la otra mesa que disfrutes tu postre.
Por supuesto que lo disfrutaría, no mentía cuando decía que estaban ricas las galletas incluso pidió otro par para llevar y mientras caminaba hacia la estación de metro tarareando un poco, sabia que los ánimos no se los había levantado el capricho nocturno.
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Aun no terminaba de decidir si vivir con Jimin era del todo bueno o malo, estaba comenzando a desencantarse de la primera opción, porque recibir aquel mensaje a esas horas no era cosa de amigos “TaeTae, Hoseok vino a visitarnos” podrían llamarlo loco, que aquel mensaje no tenia nada de malo pero esas palabras solo querían decir una cosa para el, Jimin + Hoseok + departamento solo = no llegues temprano hoy.
Sabia que su hyung era una persona respetuosa y considerada, además nunca había llevado otra persona en plan de ligue antes, pero el no quería andar por el lugar sintiendo tensión sexual o de algún tipo haciéndolo sentir incomodo. Tendría que buscarse una excusa para llegar tarde.
Suspiro antes de abandonar completamente el hotel pensando en que haría, si bien el mismo escogió el no ir a su apartamento se sentía como si estuviera echado, amaba su cuarto, tal vez demasiado. Contemplaba sus opciones para unas horas fuera de casa cuando algo llamo su atención, mas específicamente una cabellera rubia de cierta persona que cerraba cierto café llamado “Suga” algún día preguntaría el significado de aquel nombre.Trato no se no ser descubierto ya que ambos caminaban en la misma dirección aunque en aceras diferentes y el iba un poco mas atrás, pero el rubio tenia un don para descubrir cuando era observado que lo hizo voltear en su dirección. Tae solo pudo a atinar a sonreír un poco y bajar la cabeza avergonzado, dio unos pasos mas antes de atreverse a levantar la vista de nuevo, su estomago dio un vuelco al notar que YoonGi no había apartado la mirada ni aun cuando caminaba, volvió a sonreírle y el gesto fue mediamente correspondido acompañado con un movimiento de dedos/mano de “acércate” que le dejo el pulso acelerado.
_ ¿Debería preocuparme? ¿acaso será mi cuerpo el que encuentren en un rio? – Tae le dio una mirada desconcertada - ¿Eres un acosador?
_ Da la casualidad que trabajo en el Aloft ya sabes queda frente a tu pastelería – Tono indignado – No soy un acosador.
_ ¿trabajas? – Rio un poco – Pensé que eras un niño mimado de mama.
_ Ya ves, yo pensaba que eras un adolescente sexy de alguna banda – Lo observo de reojo, intentando ver la reacción de sus palabras – Pero no todo es lo que parece.
_ ¿Adolescente? – Rio incrédulo – supongo que soy un adolescente de 28 años.
_ Wow, espera ¿28? – trato de recuperarse rápido del asombro– Bueno, un viejo sexy pastelero.
_ ¿Viejo? ¿Qué edad tienes? Andas con mucha confianza.
_ 21 hyung – sonrió nervioso debido a la diferencia de edad recién descubierta - ¿A dónde vas?
YoonGi le dedico una mirada de reproche, obviamente estaba cambiado el tema de conversación y el hyung había sonado mas a burla que respeto. La estación de metro quedaba una cuadra mas adelante así que supuso TaeHyungtomaría ese camino y el iba en dirección contraria.
_ Comprare ingredientes que me faltan –Metió las manos en su chaqueta, sintió una ola de frio de la nada y observar al menor con las mejillas rojas le dieron ganas de tocarlas.
_ Te acompaño, aun no puedo regresar a casa y no tengo nada que hacer.
_ ¿Te van a regañar tus padres? – Se burlo. Tae lo observo con el ceño fruncido, obviamente indignado de ser llamado niño.
_ Vivo solo, bueno con Jimin pero justo ahora debe estar montándosela con Hoseok en el apartamento – YoonGi se sorprendió de escuchar el nombre de su amigo pero luego recordó que TaeHyunghabía mencionado cierta relación de su amigo con un empleado de la tienda.
_ Conociendo a Hoseok, deben haber estrenado ya todo el lugar – Soltó riendoante la expresión del menor.
Luego no supo si fue por la risa contagiosa del rubio que termino riendo igual que el, una risa ligera acompañada a las mejillas sonrojadas por el frio. Le dieron ganas de tocarlo y TaeHyung era de los que actuaba antes de pensar así que le removió el cabello de la frente q parecía estorbarle, no le importo si al rubio le molestaba ser tocado o no. A YoonGi no le molesto pero sonrió al ver al menor avergonzado por su acción.
La tienda de artículos de repostería quedaba a unas cuadras mas allá de la estación por lo que no fue mucho el recorrido, definitivamente no estaba muy contento con eso, el esperaba un viaje mas largo al lado del mayor, de igual manera no termino importando mucho una vez entro al lugar, la cantidad de marcas y variedades de chocolates lo habían dejado un poco tontoen especial la sección de masas para galletas ya preparadas. Se obligo a mantenerse a un lado de YoonGi o terminaría comprando un poco de todo y no podía permitirse gastar tanto dinero cuando el pago de la renta estaba cerca.
_ ¿Cómo decidiste entrar al mundo de la pastelería? – La curiosidad nació cuando noto al rubio concentrado en elegir diferentes queso crema.
_ Realmente comencé fue con la panadería, hacer masas me relajaba y eventualmente termine en todo esto ¿podrías pasarme el chantilly de la caja roja por favor?
_¿Chanti que? – YoonGi bufo y se acerco para tomar 4 cajas y ponerlas en la cesta – ahhh… chantilly señor pastelero, crema, eso es crema.
_ Para ser un aficionado a los dulces estas un poco nulo ¿no?
Burla plasmada en los ojos y de la nada TaeHyungsintió un poquito de calor pues YoonGi estaba tomando unas latas de leche evaporada y el tener que estirarse causo que su pecho chocara contra el brazo del menor. El contacto estaba durando un poco mas de lo debido y Tae le echo le echo la culpa a que el rubio era mas pequeño y le costaba alcanzar el producto. Estaba distraído por la cercanía y no había terminado de caer en cuenta de lo cerca que estaban sus rostros, su atención se centro en los pálidos labios de YoonGi, le provoco morderlos para darles color. ¿Acaso también leía la mente? ¿Por qué en ese momento los humedecía con su lengua antes de morderlos? No sabia si lo hizo a propósito pero de lo que si estaba seguro era que la tensión generada no pudo ser pasada por alto por ninguno de los dos.
_ Siempre podrías enseñarme un poco – Bajo el tono de voz sin darse cuenta – Soy bueno haciendo muchas cosas.
_ Podría–El que también bajara el tono de voz le hizo burbujear el estomago – Si eres buen alumno puedo enseñarte.
YoonGi sonrió de lado antes de alejarse hacia la caja registradora y Tae tuvo que inhalar porque se le había olvidado como respirar unos segundos.
Caminar de regreso a la estación le estaba congelando las manos pero aun así sentía sus mejillas calientes y el burbujeo no desaparecía. Flirtear se le daba bien, estaba consiente de ello pero que YoonGi también lo hiciera no hacia mas que atraerlo, era una especie de trampa inversa y tenia que controlarse porque el quería afectar al mayor, no al revés.
_ Hyung me iré ahora, tal vez ya terminaron de estrenar el apartamento – observo su reloj, faltaban diez minutos para el ultimo tren y le entrego las bolsas de compra que le ayudaba a llevar.
_ Puedo llevarte
_ No hace falta, aun puedo agarrar el tren.
Que sus piernas lo traicionaran lo tenia muy falta de cuidado porque Tae no era de los que se quedaban con las ganas, tal vez se estaba precipitando un poco y podría asustar al mayor pero ¿Qué mas daba? Le estaba dando un beso en la mejilla y eso era todo en lo que podía pensar, porque la piel que presionaban sus labios era suave y caliente. Cuando se alejo quiso volver a besarle pero eso era suficiente, le basto con verle el rostro confundido a YoonGi.
_ Supongo que tendré que agradecerle a Jimin por esto, duerme bien hyung.